King Kong: De la Peor a la Mejor Película

King Kong fue creado directamente para el cine en 1933. También llamado “La octava maravilla del mundo”, el Rey Chango desde ese momento se posicionó como uno de los monstruos más legendarios en el cine y en la cultura pop, expandiendo su reinado no solo a otros formatos tan variados como los comics, la televisión y los videojuegos, siendo también influencia de muchos otros relatos en torno a gorilas de extravagante tamaño.

8 largometrajes oficiales, dos series y tres cintas animadas (una siendo incluso un musical para niños), su leyenda también traspasó las fronteras para convertirse en enemigo natural de Godzilla (bajo la productora Toho), comenzando una rivalidad que se originó a principios de los 60.

Básicamente recreando el cuento de la Bella y la Bestia, las tres principales versiones de Kong siempre contarán con la presencia femenina como aliada, alcanzando el mismo y trágico final con algunas variantes en cuanto a tamaño, lugar de muerte y por supuesto actriz; por su parte la más reciente versión y su próxima secuela son un intento por actualizar su otra faceta: la de un monstruo cabrón dispuesto a agarrarse a chingadazos con su archienemigo, la lagartija radioactiva, ambos seres formados a partir de una crítica hacía la invasión de lo humano a lo natural y la consecuente destrucción de su y/o del hábitat mundial en general.

De la peor a la mejor, repasemos el paso oficial de King Kong en el cine.

 

King Kong Lives (John Guillermin, 1986)

Secuela de la segunda pero desastrosa versión principal sobre Kong; si bien Guillermin no era un cineasta ni promisorio ni muy capaz, la desdeñable decisión de una secuela no solo fue una morbosa curiosidad serie b, sino una total aberración y adversidad contra el buen gusto fílmico. La historia relata cómo Kong al no morir en la caída, es mantenido en coma durante 10 años hasta la cacería y llegada de Lady Kong, la cual le suministrará sangre para vivir; obviamente estos dos monos huirán de nuevo para ser cazados mientras causan una serie de destrozos a su paso. Resalta la participación de Linda Hamilton como la damisela heroína en cuestión, solo dos años después de Terminator.

 

King Kong Escapes (Ishiro Honda, 1967)

Segunda producción a cargo de Toho y de donde incluso se tomaron muchos elementos narrativos y arquetipos de personajes para el nuevo “Monsterverse” (incluyendo las nuevas versiones de Godzilla). Una especie de secuela del primer enfrentamiento contra Godzilla cinco años atrás, en este total y divertido absurdo un científico fascinado con Kong decide buscarlo en la isla donde se supone se encuentra escondido, sin reparar que desde el Polo Norte, otro científico pero más loco prepara su última creación para acabar con el Mono: el Mechanikong, que a larga se convertirá en uno de sus principales archienemigos. Así pues Kong traspasa el terror, la aventura y la fantasía para adentrarse a este fideo SF que mantiene su séquito de fanáticos

 

Son of Kong (Ernest B. Schoedsack, 1933)

Tras el gran éxito de King Kong, la productora no perdería el tiempo y el mismo carajo año estrenaría una secuela afortunadamente bien enterrada en el olvido, pues a diferencia de su original, esta repetiría su argumento (Carl Denham de nuevo viajaría a la isla para filmar otra película, con la coincidencia de encontrarse al hijo de Kong pero en versión mini, blanca y amigable). Ridícula y propositivamente caricaturesca, todo el encanto, la aventura y la impresión de horror – suspenso de su original se pierde al incluir ahora una moraleja sobre la amistad y el cuidado ambiental, alcanzando en cuanto apenas los 70 minutos de duración. El mito de Kong se perdería en América hasta 1976.

 

Kong: Skull Island (Jordan Vogt-Roberts, 2017)

Desastroso reinicio del Kong originado por Toho y ahora al servicio de un nuevo universo fílmico del que sin duda Godzilla ha sacado mejores resultados (fílmicos y de entretenimiento). A diferencia del Kong clásico, a este se le agregaron casi 100 toneladas de peso y entre 15 a 10 metros en comparación con sus contrapartes “románticas”, esto por supuesto para hacerlo lucir más rival y monstruoso. En el plano narrativa, la aventura bélica resultó desastrosa gracias a la incipiente labor histriónica, la nula impresión de suspenso y un anticlímax de lo más patético que incluso amenazó por enterrar la franquicia ¡Chango malagradecido! Pues de no ser por el éxito de Godzilla God of Monsters, su nuevo duelo y oportunidad no existiría.

 

King Kong (John Guillermin, 1976)

Mala, muy mal primer remake de la cinta original que denota un gravísimo problema de dirección y ritmo muy a pesar de las rescatables labores histriónicas de Jessica Lange (que hasta recibió el Globo de Oro a actriz revelación), Jeff Bridges y los efectos visuales ganadores del Oscar. Como curiosidad, independientemente a lo poco interesante y plana que es, el guion cambió varios de los elementos originales, como por ejemplo el origen de la expedición y el edificio emblema de la caída del Mono, siendo en esta ocasión Las Torres Gemelas las escogidas para el enfrentamiento final. Tenía todo para ser un éxito (John Barry en la banda sonora y la producción de Dino De Laurentiis), menos director.

 

King Kong vs Godzilla (Ishiro Honda, 1962)

Pues bueno, lo que van a ver este 2020 es de hecho un remake de la producción japonesa, tercera aparición de Kong y primera en manos de la productora de monstruos oriental, Toho, en donde un versión del Mono de 100 metros y 1500 toneladas es capturado y llevado por las autoridades a Tokio para que pelee con Godzilla, que busca destruir la ciudad. Un gran clásico del cine de aventuras y monstruos a pesar de su formato cutre y/o serie b, disfrutable de principio a fin y sin duda uno de los mayores referentes en cuanto a destrucción, kaijus y demás horrores que a la larga se ha posicionado más como un imperativo dentro de la filmografía de Godzilla que del mismo Kong.

 

Godzilla vs. Kong (Adam Wingard, 2021)

Uno de los churros cómicos y de acción por excelencia dentro de la etapa pandémica. Su buena recepción fue tal, que el público y la crítica coincidieron en que esta culminación dentro del maltratado “Monsterverse” contenía no solo los elementos visuales que se necesitaban para eliminar la sensación del Covid, sino también aquellos homenajes clave a los enfrentamiento previos y clásicos de las dos bestias. Por más boba que sea, ambos personajes son provistos de una estructura que regala cierta lógica a su conflicto, teniendo al final un enemigo común que, aunque ya se veía venir, fue el deleite para los fans y otakus de este tipo de cintas. Dista de ser buena, pero es lo suficientemente entretenida para ser recomendada

 

King Kong (Peter Jackson, 2005)

El elemento cómico es el que desequilibra la balanza narrativa de este segundo remake ( y un par de secuencias totalmente ridículas en torno a la bella y la bestia), pero es innegable la pasión que despliega Jackson en lo que es una carta de amor a la película que lo hizo dedicarse al cine. Todas sus debilidades pues son solventadas por secuencias trepidantes y altamente entretenidas, de entre las que destacan esos pasajes con los monstruos, dinosaurios y la consecuente eliminación del factor humano, así como también su maravillosa (técnicamente hablando) secuencia clímax, que también logra algunos picos de emotividad dentro de este romance trágico. Mención aparte para una Naomi Watts encantadora y para el trabajo de Serkis como Kong

 

King Kong (Merian C. Cooper, Ernest B. Schoedsack, 1933)

¿Ya la han visto? Una joya atemporal del cine fantástico, adelantadísima a su tiempo, influencia y origen de muchas carreras fílmicas y a la fecha una maravilla técnica y narrativa que no solo es capaz de mantener su carga de tensión durante 100 minutos, sino también de encausar un relato tan romántico como trágico y reflexivo hacía con la progresiva destrucción del humano hacía con la naturaleza.  Además, un retrato crítico sobre el propio cine y el negocio de la farándula donde Fay Wray se erige como la doncella por excelencia del Rey Mono; desconozco quien gane en los debates ñoños sobre los poderes de las criaturas, pero si hablamos de cine, sin duda esta obra arrasa tanto las demás versiones de Kong como las de Godzilla.

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Acerca del autor

El Fett   @El_Fett   cinescopia.com

El más realista y cabrón crítico de cine que pueda existir. Ente sin misericordia que tiene el halago de transmitir a los mortales su sentir y sabiduría en el mejor recinto sobre el séptimo arte. Cinéfilo de corazón y crítico crudo por vocación. Alter ego del Licenciado en mercadotecnia y RRPP Oscar M Rodríguez (FB) Sigueme en twitter @El_Fett


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