Klaus: El renacimiento del espíritu fílmico navideño
Olvídese usted de Frozen 2 y por un momento, sea o no una persona devota del espíritu navideño, deje entrar la esperanza fílmica a su hogar con la primera producción animada original de Netflix, la cual da un golpe de autoridad al rubro, a Pixar y a Disney, haciendo de Klaus una conmovedora curiosidad que no solo se posiciona como la mejor película animada del año (hasta ahora, y es que hay que esperar a la otra de Netflix “I Lost My Body” de muy próximo estreno), sino también como la reinvención fílmica – navideña que todos necesitábamos.
Haciendo un pequeño paréntesis comercial, la estrategia de Netflix desde el anterior año es clara para sobrevivir al embate de Amazon y Disney+: crear contenido fílmico de calidad como primer objetivo para distinguirse de la competencia. Algo que se traduce como un ganar – ganar hacía con la audiencia cinéfila, y es que la pionera streaming denota una innegable mejora en este rubro dejando que sus crecientes amenazas por el momento se enfoquen en el fan service y las series. Pues bueno, a Roma, Marriage Story y The Irishman súmenle este gran acierto animado, el cual retorna a la técnica artesanal y de dibujado a mano escena tras escena, para representar un tan emotivo como fresco cuento de hadas que atrapará la atención y corazones de niños y adultos.
Como si se tratase de una visoria estratégica, el genio detrás de esta joyita decembrina es el español Sergio Pablos, al cual de seguro desde ahora recordarán como el creador oficial de los “Minions”, al estar estos seres amarillos de probeta basados en una de sus historias. Así mismo Pablos trabajó como animador en Hércules, Tarzán y El Planeta del Tesoro , notándose su estilo en cuanto al diseño de atmósferas y personajes en lo que sorpresivamente es apenas su debut como director.
Por tal razón la calidad narrativa de este cuento no sorprende, y es que la experiencia de más de 25 años de su director le da el suficiente bagaje para construir, desarrollar y concluir un entorno y personajes no solo bien delimitados en lo que resulta ser una encantadora imaginería, sino también, y he aquí el principal valor del film, establecer con mucha frescura y originalidad una reinvención del origen y nacimiento de “La Navidad” y su más grande y comercial símbolo: Santa.
Pero Pablos no se limita, y es que con Santa viene el origen de todos los elementos, incluyendo todo el “sistema” navideño; como si se tratase de la concepción de una corporación y/o empresa, el creador del concepto y director establece las bases del correo, cartas, taller, fabricación de juguetes, forma de transportación, distribución y expansión, llevando lo creíble hasta lo increíble, lo humano hacía lo surreal, lo real hacía lo fantástico y lo más importante, la festividad hacía lo espiritual, evitando toda creencia o ideología religiosa que pudiera lastimar su frescura y objetividad.
Resulta pues mágico el establecimiento de todos estos elementos centrando a su protagónico en el accidental creador de la festividad, un cliché pero perfectamente estructurado “cartero” en la voz en inglés de Jason Schwartzman, que en cuestión de interpretación hace un loable trabajo en el rubro para crear una interesante química a manera de “buddy movie” con el Klaus de J.K. Simmons, el cual irónicamente y para la gracia del relato se sale del cliché y lo establecido del personaje, dejando de lado al regordete viejito patrocinado por Coca Cola. Completa el reparto de voces Joan Cusack y Rashida Jones en una serie de secundarios que ven su punto máximo en la intervención infantil, obvia y muy necesaria para el funcionamiento y origen de “la leyenda”.
Con una técnica animada hermosa, un excelente soundtrack, una historia original, divertida y cómica que se distingue de entre todos los relatos navideños aburridos, reciclados y de manual, Klaus brilla, conmueve y emociona, haciendo revolotear de nuevo nuestro espíritu navideño, sacándonos una posible lágrima con su final y creándonos la extraña necesidad de volverle a escribir una cartita a Klaus.
No le busque más. Esta es la película navideña (y quizá animada) del año.