La Montaña Sagrada: La verdad y la realidad
Un ladrón se encuentra tirado en un terreno baldío, y es despertado por un manco conocido solamente como “derrota”, deciden ir a la ciudad para hacer dinero actuando en muy bizarras actuaciones callejeras (la ciudad aquí representa el mundo, y los turistas la humanidad). Eventualmente es secuestrado por un grupo de personas para usar su cuerpo como molde para figuras de Jesucristo. El ladrón destruye todas las figuras que se habían producido en la fábrica, escapa y observa un obelisco del que diariamente baja una canasta con oro, se sube al gancho para llegar a la cima con la esperanza de encontrar un tesoro en la cima. En su lugar se encuentra a un “maestro” que resulta ser el propio Jodorowsky, el cual convierte la mierda del ladrón en oro, y toma al ladrón como su aprendiz. Le presenta a los 7 ladrones más grandes del mundo, que lo acompañarán en búsqueda de La Montaña Sagrada, un lugar sagrado en el cual se encuentra el secreto de la inmortalidad; Un manufacturador de cosméticos (ladrón de la autoimagen y de la belleza natural), una fabricante de armas (ladrona de la paz en la tierra), un productor de arte basura (ladrón de la expresión humana), una fabricante de juguetes bélicos (ladrona de la inocencia), el consejero financiero del presidente (el ladrón de la representación), el jefe de policía (ladrón de las libertades personales y la virilidad) y un arquitecto (ladrón de las formas). Tras una introducción a cada personaje, cada uno abandona su riqueza y sus pertenencias, juntos embarcan el camino hacia la montaña sagrada, cruzándose en el camino con el “Bar del Panteón” en el que se encuentran con personas que fallaron en llegar a la cima de la montaña debido a la vanidad o la soberbia. Al darse cuenta de esto, Jodorowsky y sus discípulos abandonan el bar y continúan su camino hacia la montaña sagrada, en la cual descubren la verdadera sabiduría sobre la inmortalidad.
La carrera cinematográfica de Alejandro Jodorowsky, así como su figura personal, siempre fueron controversiales, sus películas están repletas de simbolismos e ideas visuales híper sexualizadas y subconscientes. Fuertemente influenciado por el tarot como método de sanación espiritual, el autor chileno es también el creador de la filosofía de la psicomagia, y ésta raíz de conocimiento se ha puesto en imágenes por toda su filmografía, incluyendo los simbolismos de éstas películas (los cuales omitiré mencionar, debido a que desconozco completamente el tarot y las influencias budistas de las que se basan).
En la primera escena podemos ver al “maestro” cortándole el cabezo al ras a dos mujeres desnudas. Esto introduce el tono de todo el filme, tomando influencias desde el surrealismo grotesco de Salvador Dalí y Luis Buñuel en Un chien andalou hasta la divinidad simbólica de Sergei Paradnajov en Sayat Nova. Claramente, esa apropiación estilística está encaminada más hacia las ideas de sabiduría sobre la búsqueda del conocimiento. Cada plano tiene una interpretación plana en su ejecución sobre su diseño visual, a veces algo esotérico y a veces algo incómodo, pero nunca desviando de la universalidad que es el mensaje final de la película. Por medio del humor y la exageración Jodorowsky nos recuerda lo absurda que es la búsqueda por la “iluminación” en pos de la propia vida.
La búsqueda de Dios y divinidad en la tierra no es más que la peor admiración del humano hacia sí mismo, un acto ególatra y vacío por naturaleza. Que rechaza el conocimiento como un enriquecimiento espiritual, y lo toma como una acción tan vacía como el consumismo cuyo único objetivo es el goce personal sin haber aprendido nada. Reemplazando el conocimiento con deseos y fascinaciones carnales. Observamos a un hombre vestido del tío Sam, que se encuentra fascinado por su propia voz, un hombre cuya interpretación de la religión se limita a las drogas, y un fisicoculturista que se adjudica la posibilidad de atravesar la montaña, más sólo puede hacerlo horizontalmente. El problema está en abordar éstas situaciones esperando que Jodorowsky traicione su propio mensaje, pretendiendo que lo que estamos viendo es la clave hacia una respuesta mayor para después descartar ésta película tachándola de presuntuosa.
Aquí se está empleando una burla implícita al presentar todas éstas situaciones. Justo antes de llegar a la montaña, Jodorowsky le dice al ladrón que una mujer y un mono lo han estado siguiendo desde que inició la travesía, motivados por el amor y el miedo, le dice que éste es el verdadero secreto de la vida, se ha convertido en un verdadero maestro, por lo cual no necesita ver la montaña sagrada. Así se nos presenta la verdadera respuesta que el autor ofrece a aquellos que pretendan entender su lenguaje.
Lo único universal es la realidad, y eso lo da a entender Jodorowsky con el que probablemente sea el final más poderoso en la historia del cine, uno en el cual se reconoce que estamos dentro de una película, que los personajes sólo son íconos, imágenes, y la inmortalidad no es más que un engaño. Nos hablan directamente, nos voltean a ver, y luego nos dan la espalda, la realidad nos espera…