La Mujer de Estrellas y Montañas: La importancia de la inclusión pluricultural
En 1983, una corredora rarámuri llamada Rita Patiño fue encontrada cansada y con miedo en una iglesia en Kansas. Debido a su manera de hablar y su apariencia, la enviaron erróneamente a un hospital psiquiátrico. Su caso destacó la importancia de implementar medidas de inclusión y apoyo a los pueblos originarios, las cuales son fundamentales para prevenir situaciones inhumanas como la que vivió Rita. Esta historia está plasmada en el documental de Santiago Esteinou, “La mujer de las estrellas y la montaña”, que coloca de manera particular al individuo antes que los hechos.
En los primeros minutos se presentan una serie de entrevistas y materiales de archivo que explican el contexto del caso de Rita. En este punto, Esteinou pudo haber optado por la ruta fácil, construyendo el relato desde una perspectiva exterior y distante de su protagonista. Sin embargo, el director ha ido más allá, con un retrato íntimo a través de la cotidianidad de Rita, con el objetivo de dar humanidad a esta historia y darle forma al rostro del evento que marca el inicio de la película.
En su segundo acto, la película utiliza todos los elementos cinematográficos disponibles (fotografía, sonido, edición) para transportarnos al día a día de Rita. La manufactura de la película convierte a la Sierra en un personaje más, creando una experiencia sensorial que nos hace sentir cercanía con nuestra protagonista mientras recorre esta hermosa e imponente cadena montañosa.
Paralelamente, el documental recoge testimonios de aquellos que convivieron con Rita en diferentes etapas de su vida, creando una narración donde la dialéctica y la imagen se complementan, siendo el puente la parte sonora y la edición. Rita y la Sierra Tarahumara parecen ser uno solo, y los paisajes de este lugar parecen ser pintados solo a través de su historia, o tal vez a través de las historias de las personas pertenecientes a un pueblo originario que, al igual que Rita, sufrieron exclusión cultural.
El director y su equipo continúan mostrando su habilidad técnica, dando pinceladas interesantes, desde la creación de una especie de misticismo alrededor de la figura principal utilizando el plano dorsal, que no solo genera misterio, sino que también proporciona al público una perspectiva completa de la información presentada. Este elemento se refuerza con la dialéctica y el sonido directo, que se convierten en parte fundamental de la experiencia de inmersión. Uno de mejores momentos es la transición de la narración íntima al enfoque más periodístico en tercera persona, a través de la ficción como un puente.
Calificación
- Dirección: 3.7
- Guion: 3.7
- Extras: 1.0
- Calificación Total: 8.4
El documental de Esteinou tiene la virtud de priorizar la construcción del perfil de su protagonista para recalcar la importancia y sensibilidad del caso presentado. Gracias a esto, se recrea un retrato humano duro pero empático y conmovedor, proporcionando razones al espectador sobre por qué es necesario y urgente incluir todas las culturas posibles para salvaguardar la integridad y garantizar el respeto a los derechos de los pueblos originarios. No se trata de que aquellos que sean diferentes a la tendencia global tengan que renunciar a sus tradiciones e identidad para adaptarse a este sistema, sino que nosotros y el sistema (apelando a la dignidad y la humanidad más que a lo cultural) debemos buscar cómo incluirlos, especialmente para evitar que se repitan casos como el de Rita Patiño.
“Lo mejor que el mundo tiene está en los muchos mundos que el mundo contiene”
Eduardo Galeano