La Música clásica y su imposible separación del cine (Parte 1 de 2)
Reconozco que me encanta el rock en todos los diferentes subgéneros y su capacidad de hacerme sentir vivo. Pero no tengo dudas en cuanto que la mejor música que se ha hecho es la música clásica; estos tipos eran genios inigualables con obras sublimes no de 4 o 5 minutos sino algunas de horas. Su uso en el cine es recurrente incluso en comedias estúpidas tipo Adam Sandler. La utilización se debe básicamente a dos cosas: La primera es que muchas de ellas no tienen derechos, por lo tanto es muy fácil dejarlas en la banda sonora sin gastar un solo peso y la segunda tiene que ver con su calidad; en este sentido encontraremos poderosas escenas ya en la cultura popular como: La Cabalgata De Las Valquirias (Richard Wagner) en Apocalypse Now; Guillermo Tell (Giaochino Rossini) en A Clockwork Orange; El Danubio Azul y Así Hablo Zaratustra (Richard Strauss) en 2001: A Space Odyssey; El Adagio Para Cuerda (Samuel Barber) en The Elephant man y Platoon; la usada una y otra y otra vez El Lago De Los Cisnes (Piotr Iliot Tchaikovsky), toda una película en la que se conjugan de manera brillante la música clásica y la animación en la extraordinaria Fantasia (1940) y también demasiados intentos de biopics sobre compositores que se quedan usualmente en la mediocridad. Usted va a ser calificado de pretencioso cada vez que use música clásica, no tenga dudas.
Voy a mostrar algunas bandas sonoras que incluyen música clásica no tan reconocidas como las anteriores, pero que valen la pena tanto por la música en sí misma así como su utilización en la película, con un par de bonus: El primero del artista más completo que ha tenido el cine y el segundo de la obra más importante y conocida de la música clásica.
Bonus No 1: Danza Hungara No 5 – Johannes Brahms (The Great Dictator – Charles Chaplin)
Si ya sé, esta obra es super-reconocida pero lo importante es el uso que le da Chaplin a la música y es que cualquiera que no sea adepto a la música clásica va a encontrarla muy graciosa, sencilla y divertida algo muy común en el cine de este gran director. No alcanzo a imaginar cuantas veces repitió la escena hasta estar completamente satisfecho conociendo lo obsesivo que era en su trabajo.
Piano Trio No 2 in E-Flat Op. 100 segundo movimiento – Franz Schubert (Barry Lyndon – Stanley Kubrick)
Esta es la obra cumbre en cuanto a bandas sonoras de música clásica se refiere, además de lógica por ser una historia de época. Y es que encontraremos además de la citada obra de Schubert; Sarabande (George Frederich Haendel), March from Idomeneo (Wolfgang Amadeus Mozart) y otras más, da la impresión que la música se hizo para la película, es impresionante la forma en que el maestro la utiliza durante el metraje. Agregando a esto una de las más bellas fotografías de la memoria del cine y la sencillez de su historia.
The Moldau River – Bedrich Smetana (The Tree Of Life – Terrence Malick)
Otro gran director que usa de manera formidable este recurso, desde sus inicios ha sido una constante en su cine pero en su obra imprescindible nos lleva a otra dimensión. Y es que el tema musical basado en un rio en Moldavia es exactamente lo que es la vida, a veces lenta y sin contratiempos, a veces con piedras, a veces fluida, a veces rápida, a veces en caída libre y otras en las que uno se quiere bajar. También encontraremos algo del Requiem de Wolfgang Amadeus Mozart en una libre adaptación del compositor Zbigniew Preisner, Andante moderato [Symphony No. 4 in E minor, Op. 98 de Johannes Brahms, symphony No 1 de Gustave Mahler entre otras, que le dan un toque adicional de misticismo a una obra imperecedera.
Rhapsody In Blue – George Gershwin (Manhattan – Woody Allen)
Manhattan no hubiera sido lo mismo sin esta pieza musical con algo de jazz, siendo la obra más moderna que incluyo en el post. Es una delicia el recorrido que nos brinda Woody por su natal Nueva York incluyendo algo que no es muy común en él y es una grandiosa cinematografía, además de sus ya recurrentes diálogos neuróticos. Con todo esto incluido, para mí hace su obra más redonda. La música clásica es una constante en su cine por ejemplo: Annen Polka de Johann Strauss en la malísima Scoop, Felix Mendelsson piano concerto No 2 op. 40 en la muy regular A Midsummer Night´s Sex Comedy, The Love For Three Oranges de Sergei Prokofiev de Love and Death, entre otras.
Lascia ch’io pianga (from his ‘Rinaldo’ opera) – George Frederich Haendel (Antichrist, Lars Von Trier)
Es realmente sobrecogedora esta pieza musical, la voz de la soprano es magistral, con una letra sobre los sueños de libertad que se encuentra en el poder de la naturaleza. No hay nada como verse rodeado de ella, lo que nos hará sentir humildes ante su poder. La soberbia cinematografía de Von Trier con su típica idea de salirse de estereotipos y paradigmas hacen de la película una obra sin concesiones. Con dedicación a un director como Andrei Tarkovsky quien mejor que nadie retrató la naturaleza en su filmografía.
Prelude in C BWV 846 – Johann Sebastian Bach (Picnic At Hanging Rock, Peter Weir)
Antes de ver la película y siendo una pieza relativamente conocida me parecía muy relajante y tranquilizante. Después de verla me generó una sensación de intranquilidad y de que algo no está bien, que en conjunto es el resultado que despierta el film. La desaparición de las alumnas y la profesora sin saber qué realmente sucedió, sin cuerpos que permitan decir si fue un accidente, suicidio, homicidio… La falta de memoria de las compañeras encontradas más los acordes de la obra de Bach y la gran dirección de otro olvidado director, como ninguna obra de terror crea malestar y queda en la imaginación. Qué demonios pasó en Hanging rock?
3 Comments
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