La Peli para el Fin de Semana: Wings of Honneamise
Bienvenidos de vuelta, por fin es viernes y nuestro cuerpo y mente necesitan cine. En esta ocasión toca hablar de anime, toca hablar de Royal Space Force, dirigida por Hiroyuki Yamaga (Neon Genesis Evangelion. Gunbuster) y coproducida por Toshio Okada en su búsqueda por realizar algo distinto a los animes de esa época con una historia más humana, más real, donde en lugar de eludir la realidad hay que aceptarla.
Sinopsis
En un mundo alternativo, en pleno desarrollo industrial, mientras que a los gobiernos solo les interesa expandir su poderío militar, encargados de un fallido programa espacial se embarcan en la misión de lanzar un cohete tripulado y convertirse en los primeros en llegar al espacio, esto conllevará grandes retos para para el joven voluntario Shirotsugh y para todo su equipo.
Por qué debes verla
Bienvenidos a los 80’s, la época donde el anime tuvo un auge importante con películas que comenzaron a relatar temas más serios, adultos y oscuros, películas que sobrepasaron las fronteras para ser conocidas y altamente respetadas por países más allá de Occidente, llegando a nuestras manos obras como Akira, Angel’s Egg, Neo Tokyo, grandes títulos de Studio Ghibli, entre otras menos conocidas.
Dentro de estos títulos poco conocidos entra Wings of Honneamise, con una gran animación, quizá no tan revolucionaria, pero que claramente destaca y nos entrega escenas memorables, momentos de impacto, así como de reflexión, acompañadas de una banda sonora que une la tradicional música japonesa con sintetizadores e instrumentos de orquesta que generan una atmósfera perfecta durante toda la película.
Tema principal:
Llena de momentos cómicos y emocionantes, pero que conforme avanza la trama se torna seria, compleja, tocando temas religiosos y sobre la imparable avaricia de la humanidad.
Si eres amante de los títulos anteriormente mencionados, este es un anime que no debes perderte, una película lo bastante sustanciosa para llegar a ser considerada como una obra de culto.
Opinión
El espacio, la última frontera, el anhelo más grande del ser humano, la cúspide de la ciencia, pero, ¿Qué tal si al mundo no le interesara? ¿Qué tal si en lugar de mirar al cielo con esperanza, solo lo vemos como un lugar vacío? Así funciona el mundo en Space Force, donde los gobiernos están más interesados en buscar nuevas formas de asesinar y de expandir su territorio que en apoyar descubrimientos que lleven a la humanidad hacia adelante.
Pero frente a todo esto un equipo a punto de perderlo todo, decide apuntar hacia las estrellas con un joven voluntario sin aspiraciones que ha decidido creer gracias al apoyo de su compañera quien considera sumamente importante y pura su labor.
Esto es la ciencia contra la avaricia, esperanza contra decadencia, fe contra una población que lo único que hace es gritarte que todos son iguales y que nada va a cambiar después de sentarse en su propia miseria.
¿Es realmente así? ¿Llevaremos con nosotros toda esta oscuridad a la siguiente frontera? O por una vez, podremos ser uno, admirando la belleza intacta del nuevo horizonte que hemos alcanzado juntos.
“No dejes que el camino que está delante se torne de oscuridad.”
– Shirotsugh Lhadatt