La Reserva: Cine doloroso, valiente y ganador de Morelia

Pocas, muy pocas veces el cine mexicano ha logrado compaginar la denuncia social con una puesta en escena tan lograda, rica en lo sensorial y magnífica en lo que a actuaciones se refiere. En “La Reserva” el joven realizador debutante Pablo Pérez Lombardini, lo logra con creces al retratar uno de los temas más punzantes y dolorosos de la realidad social en nuestro país: los riesgos a los que se exponen los guarda bosques, vigilantes de las reservas naturales y defensores ambientales siempre con la amenaza latente del narcotráfico hablándoles al oído ante la mirada pusilánime de las mal llamadas autoridades.

Desarrollada en la biosfera chiapaneca “El Triunfo” y protagonizada por no actores, originarios de la región, en “La Reserva” se nos muestra la historia de “Julia”, una guardabosques que descubre que su Reserva está siendo deforestada por talamontes ilegales. Decidida a detenerlos, recurrirá a los integrantes de su comunidad quienes no tardarán en intentar disuadir a la valiente mujer de su intento de intervenir, pues como ya nos imaginamos esos talamontes responden a integrantes del crimen organizado.

Es en esas reuniones comunitarias donde Lombardini comienza a envolver al espectador en su relato pues lo visto es tan tremendamente real (voces, gestos, peleas, interrupciones), que por momentos da la sensación de estar viendo un documental grabado por uno de esos comuneros y no una ficción (que de ficción no tiene nada).

Con un blanco y negro que recuerda a la colombiana “El Abrazo de la Serpiente”, en “La Reserva” Lombardini no abandona su denuncia al envolverla en la riqueza sensorial que una cámara puede capturar; todo lo contrario, acá la cámara, los sonidos y las actuaciones secas pero hiperrealistas, no hacen más que enriquecer lo contado, que por más doloroso e indignante que pudiera resultar, no abandona en ningún momento al espectador hasta guiarlo a una dolorosa y desoladora conclusión, tan desoladora como aquél documental de Netflix ,“El Guardián de las Monarcas” que indagaba en la misteriosa muerte del ambientalista Homero Gómez.

Más que merecido resultó el premio de mejor actriz que ganó Carolina Guzmán en el FICM, al interpretar a la vehemente protagonista, quién nunca se doblega del todo ante las amenazas que recibe, tanto de las llamadas telefónicas del narco, que bien parecen extraídas de los archivos de la PGR, como de los propios integrantes de su comunidad, siempre aletargados y acobardados en la búsqueda de vivir “sin problemas”.

Cine doloroso y valiente que debe llegar a muchos espectadores por su importancia, y que nos deja la tranquilidad de que aún hay talento de sobra en el cine mexicano. El triunfo de “La Reserva” en el pasado Festival Internacional de Cine de Morelia fue una sorpresa, sí, pero una muy merecida.

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Acerca del autor

Adolfo Uriarte     instagram.com/_mascine_/

Fotógrafo por necesidad y hambre, cinéfilo por las mismas causas. Coincido que las buenas películas te marcan, pero las malas son mas divertidas. Mi mayor pecado: odio Star Wars.


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