La Sociedad de la Nieve: La versión definitiva del relato de los Andes
Cuando Roger Ebert escribió la crítica de “Viven”, comentaba que: “Hay algunas historias que simplemente no se pueden contar; la historia de los sobrevivientes de los Andes es quizás una de ellas”. Es comprensible que el gran maestro de la apreciación cinematográfica tuviera esta postura, principalmente porque es una de las historias de supervivencia más grandes de la humanidad, con demasiados ángulos, y que cualquier ejecución mal hecha podría generar una malinterpretación de los hechos.
A posteriori, realizar una película alrededor de los sobrevivientes de los Andes, teniendo dos versiones cinematográficas previas del evento, implica generar otra perspectiva que contribuya a la conversación artística y pública. Bayona no solamente ha superado estos dos hándicaps en “La Sociedad de la Nieve”, sino que quizás ha creado el retrato más íntimo, humano y respetuoso alrededor de su historia.
¿Cuáles son estas cualidades con respecto a las visiones anteriores? Quizás la más evidente es el material de origen. Mientras que las anteriores se basan en el libro ¡Viven!, escrito por el periodista Piers Paul Read, que a su vez está basado en la investigación periodística con una perspectiva externa de los hechos, Bayona basa su obra en el libro “La Sociedad de la Nieve”, escrito por Pablo Vierci, el cual reconstruyó los hechos con base a las entrevistas y testimonios de los mismos sobrevivientes (destacando que la cinta también está hablada en español y con actores uruguayos y argentinos, con el objetivo de darle mayor verosimilitud a la historia).
Aprovechando la fidelidad de este material, Bayona desarrolla una visión más compleja, construyendo al colectivo que compone la tripulación como un único personaje, y mostrando no solamente las características y perspectivas de los sobrevivientes, sino también de aquellos que por desgracia no regresaron (mostrado con una voz en off ágil e inteligente). Esta escritura que toma como objetivo mostrar el valor de la fuerza de la unión y de la hermandad, permite abordar aspectos de las relaciones sociales de este grupo, así como las formas o elementos que se utilizaron para sobrevivir a las bajas temperaturas, las avalanchas, la sed y, por supuesto, el tema mas complicado y resaltado cuando se habla de este evento: la antropofagia, el cual, a diferencia de otras versiones alrededor de este suceso, es tratado de manera mesurada y libre de sensacionalismos.
Con una dirección impecable, Bayona crea una atmósfera inmersiva que revela sin tapujos las vicisitudes por los cuales los sobrevivientes pasaron desde la caída del avión hasta el rescate. Visual y sensorialmente encuentra balance entre la integridad y la discreción, evitando caer en el morbo, principalmente porque estos elementos no son utilizados para generar un shock, sino para construir a los Andes como un personaje más. Bayona acierta en esta concepción porque una “fuerza natural e incontrolable” no puede ser expuesta a través de diálogos; la fotografía y la edición tienen que construirla, y por supuesto, la ejecución tiene que aportar para darle verosimilitud al peligro (Bayona ya había ensayado esto desde “Lo imposible”).
Recalcando la fotografía y edición. La primera es vital para la construcción de la premisa “hombre vs. la naturaleza”, exhibiendo planos generales sumamente claustrofóbicos con el objetivo de generar tensión por la inmensidad del escenario presentado. Este suspenso viene acompañado de fotogramas en primer plano y tomas diagonales con el objetivo de expresar las emociones psicológicas, así como el estado físico. Por otro lado, la edición tiene un ritmo vertiginoso, lo que le da una dosis hollywoodense al producto sin caer en los excesos. Esto, con el objetivo de llegar a un público más juvenil, con un ritmo tenso que no va a soltar al espectador hasta el final del filme.
Todos estos elementos contribuyen a generar una perspectiva más filosófica y, en consecuencia, más empática, humana del relato de los Andes, los cuales resaltan la magnitud, pero también la sensibilidad de lo que vivieron los allegados a este evento, respetando a sus personajes y haciendo que todos los elementos melancólicos se justifiquen, evitando caer en el cliché de la lágrima fácil. Incluso la música puede llegar a tener un tinte manipulador, pero es la sensibilidad y fidelidad al relato con la que Bayona imprime su cinta lo que evita caer en esos lugares comunes.
Quizás el único punto en contra es que la construcción de manera colectiva (de hacer un solo personaje a la tripulación) da una perspectiva resumida de los personajes, por lo que es prácticamente imposible profundizar o ahondar en todos. Es un hándicap que tiene Bayona al querer buscar incluir la mayoría de testimonios posibles, un sacrificio narrativo que vale la pena gracias a generar una visión más robusta del evento.
Calificaciones
Guion: 2.8 – Da una perspectiva más íntima al relato de supervivencia
Dirección: 3.4 – De los mejores trabajos técnicos del año, al construir la naturaleza como un personaje más, brilla por su fotografía y edición.
Actuaciones: 1.7 – Bayona no incluyó actores mediáticos con el objetivo de no opacar su mensaje y perspectiva colectiva, evitando que la figura popular eclipsara esta visión.
Extras: 0.5 – Excelente soundtrack.
Calificación total: 8.4
Con una de las mejores direcciones del año, Bayona construye una película con la receta de un blockbuster, pero con ingredientes de un cine de autor, encontrando un equilibrio entre estas dos formas de ver y hacer cine. Un relato con dosis de crudeza, pero también con un mensaje existencialista t esperanzador alrededor de la unión de un colectivo mostrada como una manera de salir adelante en momentos de crisis extremos. Un golpe a la conciencia en el esplendor del individualismo y de una era post-Covid que reveló el lado egoísta de gran parte de la humanidad.
Parece que el consenso general está estableciendo esta versión como la definitiva alrededor del acontecimiento de los Andes (incluso varios de los sobrevivientes han quedado encantados con esta película y han comentado que es lo más cercano a lo que sucedió).
PD: Está película está hecha para verla en cine (irónicamente está producida por Netflix), por lo que si tienen la oportunidad véanla en pantalla grande.