Las 10 Mejores Películas de Alain Delon
Alain Delon, galán, símbolo sexual, icono de la cinematografía europea de las décadas 60 y 70, pero sobre todo un gran actor. Uno de los últimos ídolos del cine francés ganador del premio Cesar y condecorado con la Legión de Honor por el Gobierno francés.
Algunas de las películas en las que ha participado están consideradas entre los grandes clásicos del cine europeo: A pleno sol (dirigida por René Clément, 1959), El silencio de un hombre (Le samouraï, dirigida por Jean-Pierre Melville, 1960), Rocco y sus hermanos (dirigida por Luchino Visconti en 1960), El eclipse de Antonioni, 1962, El gatopardo (también de Visconti, 1963), Nuestra historia (de Bertrand Blier, 1984).
Amigo personal de su compatriota, el actor Jean Paul Belmondo, con quien coprotagonizó la cinta “Borsalino”, con gran éxito comercial. Su amistad también con el director Luchino Visconti fue usada por la prensa amarillista para tacharlo de homosexual o bisexual, hecho nunca confirmado ni desmentido por Delon.
Actuó a lado de actores como Burt Lancaster, Charles Bronson, Dean Martin, Jean Gabin y Lino Ventura entre otros, en películas como “Scorpio”, “Adiós al amigo”, “Texas” y “El Clan siciliano”. De igual manera participo en superproducciones como “Arde París” y “Aeropuerto79”.
Sirva de reconocimiento a este enfant terrible del cine europeo, con motivo de su cumpleaños el recomendar cinco de sus películas:
10 – EL CLAN DE LOS SICILIANOS (1969) (HENRI VERNEFUL)
POR EDGAR DEL VALLE
Gabin da vida en este filme a Vittorio Malanese, un mafioso que realiza un asalto en compañía de De Roger Sartet (un gran Alain Delon), pero que después de la asociación se entera que éste tuvo un romance con su nuera, por lo que buscará vengarse de él. Ambos actores muestran que siguen siendo grandes intérpretes en sus arquetipos de hombres rudos. Un excelente ejemplo del ya moribundo cine negro, mezcla con intriga policíaca y suspenso, que tanto dentro como fuera de las fronteras de Estados Unidos tuvo un gran éxito de taquilla, logrando incluso una nominación al Premio Golden Laurel por Mejor Película Extranjera.
9 – LA PISCINA (1969) (JACQUES DERAY)
POR EL FETT
Una cinta que goza de un buen posicionamiento quizá no gracias a su trama ni a su buena impresión de suspenso, sino al atractivo estético tanto de sus planos y por supuesto de sus protagonistas, elemento esencial para relatar una historia de suspenso, celos y crimen en donde una joven pareja, al pasar un verano en una casa vacacional, invitan a la ex pareja de ella y a su hija de 18 años, creando una combinación tan incomoda como erótica y de donde Deray se agarra para crear tomas que simbolicen tanto aquellas miradas como la creciente tensión entre las cuatro variantes. Luca Guadagnino, como es su costumbre, echaría a perder la película con un remake que dista del misticismo de esta pieza original
8 – ADIÓS AL AMIGO (1968) (JEAN HERMAN)
POR EDGAR DEL VALLE
Dos ex mercenarios del ejército francés (Alain Delon y Charles Bronson) regresan a Marsella después de la guerra y se convierten en traficantes. En esta historia de suspenso y acción comparte la pantalla, dos de los grandes ídolos de la época, que a pesar de sus diferencias histriónicas, en conjunto conforman una química brutal y carismática al servicio de unas de las corrientes fílmicas menos recordadas, pues esta cinta constituye un ejemplo significativo y destacado del “polar” francés, género policiaco que florece en Francia en los años 60 y primeros 70 del siglo pasado. Una cinta de gran injerencia mediática y popular de aquel tiempo, pues nos encontramos ante dos vertientes actorales, la americana y la europea, tan distintas como complementarias
7 – EL CÍRCULO ROJO (1970) (JEAN-PIERRE MELVILLE)
POR EL FETT
Melville y Delon fueron los samuráis del cine negro europeo, donde tres corrientes se combinarían a lo largo de su fructífera asociación; la primera, las ideologías del guerrero japonés impresas en el honor de la fraternidad y la muerte en la batalla precediendo la humillación; la segunda, los elementos del noir estadounidense que permearían al último factor, la solemnidad de un director venido de la “nouvelle vague” y que, al igual que el “cine negro”, vería una evolución narrativa dentro de su lenguaje artístico. Si bien el estado más puro del noir lo alcanzaría con “El Samurái” tres años antes, en este círculo Melville construiría un relato repleto de una criminal tensión, una tragedia negra y griega para la posteridad.
6 – EL ECLIPSE (1962) (MICHELANGELO ANTONIONI)
POR EL FETT
El cierre de la llamada “Trilogía de la incomunicación”. Resulta clave ver como Antonioni posiciona a su musa, Monica Vitti, como un símbolo dentro del resquebrajamiento social y del tabú sobre el deseo, pero siempre manteniendo ese arraigo dentro del sufrimiento de la mirada social, y sobre todo de su propio pasado. Una mujer que acaba de terminar con su pareja tras una discusión, se ve inmiscuida rápidamente en otro pasional romance con el que parece la antítesis de su abandonado “arquetipo” de hombre. Un cierre perfecto a la trilogía ideológica del director, este “tira y afloja” de la imposición social es una cinta compleja, muy psicológica y hasta por momentos muy tensa de apreciar
5 – BORSALINO (1970) (JACQUES DERAY)
POR EDGAR DEL VALLE
Ambientada en la Francia de los años 30, dos ladrones que se dedican a las apuestas en peleas callejeras y en carreras de caballos, son pretendidos por la Mafia por sus habilidades y destreza para las estafas, pero la pretendida colaboración termina en enfrentamiento. La historia de la pareja de delincuentes marselleses conformada por Delon (El actor más guapo de Francia) y Belmondo (el más simpático), fue un gran éxito de crítica y público en todo el orbe, catapultando a sus dos estrellas a un plano más internacional. La cinta fue nominada en 1970 a los Globos de oro como mejor extranjera y seleccionada para participar en la sección oficial de largometrajes del Festival de Berlín.
4 – EL GATOPARDO (1963) (LUCHINO VISCONTI)
POR EDGAR DEL VALLE
Octavo filme de Visconti (y para muchos su gran obra maestra y legado) llevando a la cabeza del reparto a Burt Lancaster en el papel de Don Fabricio y Delon como a Tancredi su oportunista sobrino. Otro gran papel de este gran actor que logra estar a la altura Lancaster (prácticamente una de las labores histriónicas más complicadas al compartir escenario con el gran Burt), en esta cinta basada en la novela homónima de Giuseppe Tomasi de Lampedusa sobre la decadencia de una familia siciliana durante la invasión de las tropas de Garibaldi. Tres horas de perfección cinematográfica, basta con decir que Martin Scorsese la considera como una de las mejores películas de la historia.
3 – ROCCO Y SUS HERMANOS (1960) (LUCHINO VISCONTI)
POR EDGAR DEL VALLE
Dirigida por Luchino Visconti con Alain Delon, Renato Salvatori, Annie Girardot y Katina Paxinou. Rosaria y sus cuatro hijos (entre ellos Rocco) abandonan su tierra natal, para emigrar a Milán en busca de trabajo y oportunidades que les permitan mejorar sus condiciones de vida. Allí encuentran al hermano mayor, que trabaja de albañil pero que está relacionado con el mundo del boxeo. Película que convirtió a Delon en una estrella internacional (y en uno de los musos de Visconti), mostrando su gran calidad histriónica. Con tintes de tragedia griega que contribuye al neorrealismo del cine italiano. En 1961 es nominada a los premios BAFTA como Mejor película y actriz extranjera (Girardot).
2 – A PLENO SOL (1960) (RENÉ CLÉMENT)
POR EDGAR DEL VALLE
Un thriller en el que Alain Delon regala una legendaria encarnación del amoral Ripley, embarcado en un intento de crimen perfecto con el que saciar su arribismo y sus ambiciones.Tom Ripley, un cazafortunas, es enviado a Europa por el señor Greenleaf para buscar a su hijo Philip, un playboy mimado, y llevarlo de vuelta a los Estados Unidos.Considerada como una de las mejores películas francesas y del género del thriller de dicho país, cabe destacar que a finales de los 90 se hizo una nueva versión de la novela – remake americano, bajo la dirección de Anthony Minguella, con Matt Damon y Jude Law en los protagónicos. Las dos cintas cuentan con las cualidades para ser consideradas clásicos.
1 – EL SAMURAI (1967) (JEAN-PIERRE MELVILLE)
POR EL FETT
Si el noir vio alguna vez un revulsivo narrativo dentro de su manual y arquetipos, precisamente fue aquí. Una joya construida bajo una progresiva y constante tensión, que deja la moralidad del detective para abraza la frialdad del asesino, bajo la mirada intimista de Melville y la silenciosa pero complejamente emocional personificación de Alain Delon como este samurái, un matón que se debate entre los códigos y la supervivencia, entre su soledad y la esperanza de los sorpresivos y nuevos placeres encausados por una misión accidentada. Melville sigue en todo momento a esta figura en una cacería apremiante, donde el detective se degrada y el criminal se ensalza por las aparentes decisiones y sus secretos motivantes, todo revelado hasta el tenso y último segundo