Las 10 Mejores Películas de Claudio Brook
Con un poco más de 80 títulos dentro del cine nacional, Claudio Brook fue uno de los remanentes actorales que traspasó la época de oro hasta instaurarse en la nueva corriente fílmica propuesta a principios de los 90.
Nacido un día como hoy, Brook fue futbolista del Club Atlante hasta que ingresó al mundo del espectáculo gracias al doblaje, para pasar después al teatro y la televisión
Su reconocible presencia y voz se harían notar en algunas de las joyas del surrealismo y del terror mexicano, pero también en punzantes y críticos dramas, trabajando bajo la dirección de Buñuel, Ripstein y del Toro, tres generaciones de cineastas que pudieron usar su talento para crear magníficos personajes. Así mismo Brook no solo se desempeñó en el cine y las series, sino que también fue una de las voces más reconocidas dentro del mundo comercial y publicitario, al ser el embajador de marcas como Chrysler, Dodge y varias estaciones de radio a través de los años.
Así mismo su alto dominio de idiomas y su imponente presencia le facilitaron la entrada a variadas producciones internacionales, mejorando también sus relaciones a través de los años.
Celebremos y recordemos a Claudio Brook con sus 5 Mejores Películas
10 – Frida, naturaleza viva (Paul Leduc, 1983)
Por EL FETT
No es la de Salma, sino una primera biopic de la trágica y conocida pintora mexicano, Frida Kahlo en un retrato un poco más pesimista y desarrollado a través de un largo flashback en el lecho de muerte de la también polémica artista. Destaca el diseño de producción y la romantización hacía el personaje, suficientes ingredientes para que dentro de toda su mediocridad se hiciera merecedora a chingos de Arieles, incluyendo el galardón como mejor película mexicana de su año (algo muy cuestionable). De lo que no hay duda es la calidad actoral en esta retrospectiva (Ofelia Medina si es una mejor Frida que Salmita), donde Claudio Brook destaca como el padre de Frida, el también célebre fotógrafo Guillermo Kahlo
9 – License to Kill (John Glen, 1989)
Por EL FETT
Una de las más polémicas cintas de Bond, que propuso una nueva personalidad para el 007, sin la sofisticación de Connery, ni la comicidad de Moore. Dalton proveyó quizá los sustentos para la posterior elaboración del arquetipo de Craig, sobre todo en el motif del agente, que aquí se torna más en una venganza personal que en el rescate mundial, cuando el 007 enfrente a un peligroso traficante latino que mató a uno de sus compañeros. El villano Montelongo corre a cargo de Claudio Brook, entregando una muy decente interpretación dentro de este cuestionable cambio de batuta, tono y estilo. Sin duda su papel “americano” más recordado
8 – Crónica de un Subversivo Latinoamericano (Mauricio Walerstein, 1975)
Por Jose Roberto Ortega
En la convulsiva Venezuela de los años sesentas, un grupo de guerrilleros planea el secuestro de un coronel estadounidense, con el fin de utilizarlo como carta de cambio para salvar la vida de compañero de armas vietnamita. A pesar de que todo pareciera marchar de acuerdo al plan, la captura de uno de ellos, quien delata los planes, causa que se emprenda una enorme persecución policial buscando liberar al coronel. Pocas películas latinas de esta época se atrevieron a hablar sobre los grupos que se oponían a los regímenes autoritarios, en su búsqueda de justicia. Walerstein logra momentos de alta tensión a través de varias secuencias resaltables y de personajes interesantes. A nivel actoral, resalta Claudio Brooks como el coronel Whitney.
7 – Alucarda, la hija de las tinieblas (Juan López Moctezuma, 1977)
Por EL FETT
Clásico del terror del cine mexicano, enterrado por el olvido y la sociedad debido a la lata dosis de satanismo y erotismo impregnada en su metraje, algo no muy bien visto dentro del país guadalupano, pero que con el tiempo ha ganado culto debido a su buena proliferación de simbolismos, una dirección que juega con un entorno claustrofóbico, un metraje repleto de imágenes muy surreales, locas y adelantadas a su tiempo, y por supuesto una labor actoral digna de elogiar, y es que quizá este último ingrediente fue el que la distinguió de no ser solo un ejercicio de videohome “serie b”. El Diablo si que se siente en Alucarda, mientras que la presencia de Claudio Brook es impresionante con su triple papel
6 – El Ángel Exterminador (Luis Buñuel, 1962)
Por EL FETT
La oda a la tortura del burgués, el Buñuel más surrealista goza con el resquebrajamiento del abolengo y encierra en un cuarto a una serie de personajes tan falsos como despreciables, donde el castigo por el boleto de la hipocresía tiene el mismo costo de acceso y la misma hora de salida. Cuando el exterminador está cerca, los sueños se hacen tangibles y los secretos comienzan a descubrirse, el comportamiento animal a aparecer y la desesperación que pudiera convertir en humanos a estos engendros a vislumbrarse. Claudio Brook da vida a uno de los nexos empáticos del relato, el mayordomo. Su asociación con el español comenzaría un año antes, en un pequeño papel en Viridiana
5 – Cronos (Guillermo del Toro, 1993)
Por EL FETT
Un engendro esplendoroso entre el terror alemán de los 20’s y la cultura mexicana. En sus barrios y anticuaros, en la lúgubre noche de la Ciudad de México, el terror y la fantasía resurgían con una brillante simpleza y originalidad, en una amalgama de corrientes, estilos y talento actoral gringo, español y mexicano que se regodeaban en esta revitalización del mito vampírico. Una de las últimas actuaciones de Claudio Brook, el cual haría un villano principal ejemplar, tétrico y calculador, quien mueve los hilos de la trama (y de Ron Perlman) al relatarnos el porqué de la búsqueda y misterio de aquel artefacto.
4 – La bestia acorralada (Alberto Mariscal, 1974)
Por EL FETT
Interesante aproximación sobre los refugiados nazis en uno de sus escondites favoritos: México, y en donde Claudio Brook interpreta a un acusado de los juicios de Nuremberg que, al verse literalmente “acorralado” tras una investigación de su verdadero origen, decide enfrentarse a las consecuencias afrontando a su familia y a quiénes lo traicionaron dentro de su círculo cercano de amistad. Excelente actuación de Brook en una historia compleja y pocas veces tocada dentro del cine nacional, sin duda siendo también un retrato de lo más crítico sobre como el país fue abordado por muchos desertores de la Segunda Guerra Mundial (no es secreto que alguna parte del México más oscuro fue partidario de dichas ideologías)
3 – Memoriales perdidos (Jaime Casillas, 1985)
Por EDGAR DEL VALLE
En esta película cuya historia se lleva a cabo en la Nueva España en el siglo XVI, Brook le da vida al enviado del Papa y del Rey de España, para investigar el caso de un aborigen acusado de haber provocado de hechicería en un sacerdote, dejándole en estado de autismo e imposibilitado de comunicarse. Por esta película Claudio Brook recibió un premio Ariel como mejor actor de ese año, destacando una historia que, sin ser una crítica eclesiástica, si un salvamento a ciertos elementos de la cultura mexicana frente a la conquista espiritual. Un final trágico que redondea la excelente actuación del actor
2 – Simón del desierto (Luis Buñuel, 1965)
Por EDGAR DEL VALLE
Mediometraje de 48 minutos del director español avecindado en México, protagonizado por Claudio Brook como Simón, acompañado por Silvia Pinal en el papel del Diablo. Buñuel se inspiró en la figura histórica de San Simeón el Estilita, quién allá por el año 422 se retiró al desierto y allí pasó los últimos 37 años de su vida subido a una columna, papel que desempeña el actor de manera esplendida, dotando al personaje de la personalidad acertada en este gran enfrentamiento actoral, de diálogos y espiritualidad. Película ganadora del premio especial del jurado del Festival de Venecia de 1965.
1 – El Castillo de la Pureza (Arturo Ripstein, 1973)
Por CAT MOVIE LEE
La aterradora historia de un hombre que decidió encerrar a su esposa e hijos en su propia casa y no exponerlos al mundo exterior, parece ser una narración sacada de una mente con mucha imaginación, pero esto fue real. Tanto, que tras darse a conocer en la década de los 50 del pasado siglo, la pantalla grande llevó a las butacas a propios y extraños la historia de un padre con un perfecto desequilibrio mental, un hombre que se creyó con el derecho de educar, supervisar y fungir como dios justiciero y verdugo de las acciones de sus propios chamacos. El gran Claudio Brook, quien interpreta a este monstruo, confesó en más de una ocasión que el papel de Gabriel Lima, lo marcó y trastocó para toda su carrera profesional.