Las 10 Mejores Películas de Daniel Day-Lewis
Es una lástima que Daniel Day-Lewis ya esté retirado desde 2017, sin duda alguna no solo uno de los mejores actores de la actualidad, sino de todos los tiempos. Aludiendo a cuestiones personales y dejando claro que no daría alguna otra declaración (fiel a su bajo perfil y poca presencia en medios o entrevistas) , el brillante artista británico dejó una carrera de 20 títulos cinematográficos, los cuáles le dejaron 3 Oscar, 2 Globos de Oro, 4 premios BAFTA, 1 Cámara de Berlín y otros 129 reconocimientos internacionales, sin mencionar un vacío inmenso dentro del mundo de la interpretación fílmica gracias a la profesionalidad, seriedad y técnicas aplicadas en cada una de sus participaciones
¿Pero de dónde surgió Daniel Day-Lewis? Hijo de un dramaturgo poeta y de una actriz teatral, desde joven se hizo una reputación dentro del teatro londinense al ser considerado por varios críticos como un prodigio. Su carrera teatral poco a poco fue combinándose con su entrada al celuloide, viendo su primera oportunidad con un papel en la cinta ganadora del Oscar Gandhi de 1982.
Considerado como el mejor actor de método de los últimos tiempos, Lewis siempre se ha caracterizado por lo selectivo a la hora de escoger sus proyectos debido a la devoción, la minuciosa labor de investigación y la posterior inmersión en sus papeles gracias al uso de la técnica Stanislavski, en la cual Day-Lewis no solo se convierte, sino toma la forma del personaje dentro y fuera de la pantalla, causándole en varias ocasiones problemas personales y de salud a lo largo de una prominente carrera de 4 décadas y solo 20 títulos fílmicos.
Actor de tres naciones (la ciudadanía irlandesa le fue dada en 1993), aunque nunca se nacionalizó como estadounidense, Day-Lewis se consolidó como uno de los histriones más icónicos dentro de la filmografía de dicho país, interpretando personajes adeptos a su historia y cultura siempre con impactantes resultados: desde un nativo americano adoptado por mohicanos, pasando por un violento idealista neoyorquino en contra de la inmigración y un petrolero californiano, hasta el impresionante retrato del presidente Abraham Lincoln, el cual le valió su tercer Oscar.
Jim Sheridan (con tres títulos), Martin Scorsese y Paul Thomas Anderson (con un par cada uno), fueron los directores más recurrentes de su carrera y con quien encausó sus mejores interpretaciones (Sin dejar de lado a Michael Mann y Steven Spielberg).
Como los grandes, el camaleón Daniel Day-Lewis se retiró a sus 60 años, en la cima, como el mejor, y aquí le rendimos homenaje recordando sus 10 Mejores interpretaciones.
10 – The Unbearable Lightness of Being (Philip Kaufman, 1987)
POR EL FETT
Siendo honesto, solo deberíamos considerar a 9 Películas de entre sus 20 para preservar el mismo nivel de calidad histriónica y narrativa que supuso su carrera, pero para cerrar en un número de mayor atractivo, me vi obligado a incluir esta cinta de corte romántico – erótico que bien pudo salvarse sencillamente por su mera actuación, pese a la por momentos infame dirección de Philip Kaufman. Aunque este título es uno de los pocos a destacar antes de su internacionalización (a partir de su asociación con Sheridan), es de subrayarse la intensidad que él y Binoche imprimen a un triangulo amoroso que sirve como símbolo del “comunismo” y de la situación imperante en la Europa de finales de los 60. Una combinación entre “Dreamers” y “Shame”, de alta carga sexual, queda como una curiosidad para ver los pre registros de su grandeza
9 – The Last of the Mohicans (Michael Mann, 1992)
POR EL FETT
De lo mejor de la filmografía gringa. Por una parte, Mann logra concebir de manera desgarradora y violenta el conflicto de la guerra franco india bajo una especie de road movie romántico, sin embargo es en su discurso histórico – bélico donde el conflicto y la eliminación racial india toman un papel tan relevante que para su momento clímax, han absorbido la odisea amorosa para exponer un emotivo relato de venganza. Day-Lewis interpreta aquí al héroe, hombre blanco adoptado por el último estrato de mohicanos con la misión de transportar a las hijas del general británico. Tras la notoriedad de My Left Foot, esta sería la primera película americana de Lewis, mostrando una presencia y transformación socio cultural impresionante, construyendo un Romeo heroico y nativamente gringo.
8 – The Age of Innocence (Martin Scorsese, 1993)
POR CLEMENTINE
Uno de los mejores relatos sobre el amor prohibido en el cine, tanto Day-Lewis como un esplendorosa Michelle Pfeiffer, destilan pasión, provocación y una naturalidad impresionante en este familiar y complejo triángulo amoroso dentro de la naciente sociedad aristocrática de los Estados Unidos. La vigorosa dirección de Scorsese, aunque alejada de su usual estilo, suma una formidable tensión entre estos amantes que se ve complementada con momentos y diálogos críticos y legendarios. Aunque Daniel Day-Lewis es el hilo conductor del relato, la química entre ambos es la dosis de perfecta para que el espectador se funda en el comienzo – clímax y final de ese amor imposible, resultando la última media hora de metraje en una verdadera cátedra narrativa y actoral
7 – Lincoln (Steven Spielberg, 2012)
POR EL FETT
En Lincoln hizo que todos, incluso Spielberg, le llamarán “Sr. Presidente”, mientras también durante la filmación redactaba cartas firmadas como “Abraham Lincoln” y en el lenguaje de la época. Su desempeño en consecuencia a lo pasional de su método fue PERFECTO, sobrio y digno en cada encarnación de ser preservado en los anales del séptimo arte. Bajo la dirección de Spielberg quizá haya alcanzado no su personaje más emocionante (también la película carece de ritmo), pero si el pináculo y confirmación de sus dotes artísticos y status de leyenda dentro de la industria y el llamado método, pues sencillamente todo el mundo por fin pudo conocer gracias a sus manos, rostro, andar y voz, quién y cómo era el personaje político más famoso de la historia estadounidense
6 – Phanton Thread (Paul Thomas Anderson, 2017)
POR EL FETT
El punto final del mejor actor de su generación (y nominado a uno de los mejores de la historia), Daniel se despidió del cine de una manera formidable en un papel hecho a su medida, como si se tratase de todo el conglomerado de sus anteriores desempeños pero sin llegar a repetirse, gracias a un guion y personaje solemnes, complejo, intenso e irónicamente adverso a su maduración, en el papel de un obsesivo e inestablemente emocional diseñador de modas. La química que crea con la revelación Vicky Krieps es digna de admirarse, formando un vínculo tóxico y sumamente retorcido en lo que respecta a este círculo de enfermiza (literalmente) dependencia de donde se nutre toda la magistral visión y narrativa de PTA.
5 – In the Name of the Father (Jim Sheridan, 1993)
POR EL FETT
El drama carcelario sobre la injusticia de la familia Conlon se convirtió en el clímax de la asociación Sheridan – Lewis al exponer de manera recia una crítica socio política de lo más espontánea y natural en mucha parte gracias al cuadro actoral y en específico a la química lograda por el histrión y por su padre en pantalla (soberbio Postlethwaite). Daniel Day-Lewis interpreta al irresponsable hijo que ya en cárcel, luchará porque su padre quede libre y así limpiar su nombre a partir de una maduración progresiva del personaje frente a los hechos, la injusticia y presión del sistema. El intimo retrato de padre – hijo se desarrolla y trasciende por sobre los hechos noticiosos, logrando una perspectiva única y a la vez un testimonio que en su tiempo logró incluso el cometido primordial de los Conlon: un honor al padre.
4 – The Boxer (Jim Sheridan, 1997)
POR EL FETT
La última colaboración con Sheridan fue un marcador sustancial para su carrera. Por un lado terminaría su etapa como actor “europeo”, mientras que del lado artístico sería el papel del boxeador redimido el que le proveería de una mayor fuerza y variedad de matices para el siguiente capítulo de su vida, uno que tardaría 5 años en darse y que analizaremos consecuentemente. Otra crítica socio – política enfocada en las secuelas sociales e interpersonales de su víctima, un irlandés que tras 14 años de cárcel busca rehacer su vida con su ex novia y la apertura de un nuevo gimnasio. Tanto narrador como su fetiche histriónico logran así el equilibrio de apreciaciones frente al complicado ambiente burocrático de Irlanda, sacando Lewis el mejor partido de esto con un rol asombroso e inolvidable.
3 – My Left Foot (Jim Sheridan, 1989)
POR EL FETT
Primer Oscar y reconocimiento mundial. Basada en el relato autobiográfico del pintor y escritor irlandés Christy Brown, el actor sortea todos los obstáculos de la sobreactuación para entregar un papel sumamente emotivo y natural en la piel de un artista aquejado por la parálisis cerebral. A diferencia de muchos otros roles similares y también siempre premiados, el método de Daniel Day-Lewis resalta por el simple hecho de no actuar como un minusválido, sino convertirse en uno, haciendo suyas todas las impotencias, emociones, sufrimientos y tenacidad necesarias para lograr comunicar todo el aspecto físico y psicológico de Brown, proveyendo así a la narrativa de una empatía monumental. Es gracias al actor que el relato logra posicionarse como una de las mejores biopics de la historia.
2 – Gangs of New York (Martin Scorsese, 2002)
POR EL FETT
El actor regresa triunfal tras 5 años de ausencia en una auténtica resurrección para interpretar a un cruel e ideológico patriota que gracias a la infravalorada narrativa de Scorsese (es en realidad uno de sus mejores y trabajos), puede desprender unos registros físicos y orales impresionantes adeptos al forjamiento de un sentimiento paternalista naciente dentro de un sanguinario y complejo personaje. La dualidad es parte constante de este rol, que si bien denota algunas exageraciones, todo se justifica a partir de la misma estructura del ya legendario villano. De matices incluso malignamente cómicas, la libertad propositiva con la que cuenta Lewis hace estremecer la pantalla. Es difícil pensar bajo las circunstancias de su método, como él y sus allegados pudieron sobrevivir a tal “Carnicero”.
1 – There will be blood (Paul Thomas Anderson, 2007)
POR EL FETT
Su segundo Oscar vendría de la mano de un frontal y cruento empresario petrolero que de muchas maneras parece por momentos una extensión del “Carnicero”, pero con una disminución de ímpetu dadas las necesidades de la extraordinaria narrativa de PTA, una especie de salvaje fábula empresarial que en sus tangentes propone no solo un juicio sobre la hipocresía espiritual, sino también un desgarrador drama entre padre e hijo. Aunque este papel también denota una dualidad constante, la gran diferencia con su asimilado es que aquí nuestro antihéroe Daniel Day-Lewis proyecta una falsedad como eje narrativo de su personaje, convirtiéndose literalmente en el principal y único vehículo de donde emanan las cuestiones religiosas, monetarias y sociales de la historia.
8 Comments
No sé cómo pudiste incluirle esos dos zafios ejemplos de histrionismo que son Gangs of New York y la de Anderson.
No entendí estimado(a)
Soy estimad”o” y me refería a las cintas de Martin Scorsese y Paul Thomas Anderson, donde este talentoso actor no dio muestras de buen histrionismo, sino de paroxismo.
Oh! Bueno
¿”Oh! Bueno” qué?
Oh bueno, que está bueno que no estemos de acuerdo y respeto su exaltación. Mi argumento está en el post, su argumento está… en donde quiera que esté.
Y mi pie izquierdo? , ni la mencionan, excelente interpretacion
Ehmmm si esta, es My Left Foot