Las 10 Mejores Películas de Elisha Cook Jr.
Elisha Cook Jr. fue uno de esos actores – rostros que veías en todos lados y al mismo tiempo, pero no como ahorita en 5 o 10 años ¡sino en 70 años de carrera! pues fue una presencia indiscutida en todo género del cine y la televisión hollywoodense a través de sus más de 220 créditos y trabajos desde 1930 hasta 1988, año de su retiro
Trabajando bajo la orden de varios maestros directores y apareciendo en variados clásicos de culto, Elisha Cook Jr. se especializó en villanos o parias neuróticos y de personalidad inestable gracias también a sus muy características impresiones faciales, haciéndolo un comodín de reparto de altísima calidad, sobre todo cuando se trataba del cine criminal, el noir y el western.
Recordemos a este gran actor con sus mejores películas
10 – Shane (Stevens, 1953)
POR EL FETT
Shane nos presenta al errante vengador que, perseguido por sus demonios, se topa con una comunidad en apuros, los cuales se resumen a abandonar sus tierras por la amenaza de un sindicato criminal que clama por ellas; a diferencia de otros western, este film prescinde del tono cómico para representar el estado marginal en el que muchas familias sobrevivían en la post era de la conquista, mostrando a un George Stevens crudo y alejado del convencionalismo, incluso incomodando a la audiencia al presentar a un antihéroe intruso como el ídolo de un pequeño niño y por ende desatando un conflicto dentro del núcleo familiar. Uno de los grandes western, que muestra el nuevo tono pesimista del director, pero siempre buscando la esperanza y la reflexión sobre la bondad en la humanidad
9 – Day of the Outlaw (André De Toth, 1959)
POR EL FETT
Un western atípico y repleto de una tensión psicológica pocas veces dada en el género. Un vengador ranchero deberá hacer frente a una camada de bandidos que reclamará tierras ajenas. Dos particularidades de este olvidado y gran western de corriente crepuscular; la primera, su entorno nevado, que aunque no único, si lo convierte en una de las pocas cintas del género en pintar el lienzo blanco con sangre; el segundo, su profundización psicológica, incluso dejando de lado los planos abiertos para explorar las emociones de los personajes. Hay que descubrirlo o re valorarlo, el duelo entre Robert Ryan y el gran villano de Burl Ives saca chispas con cada diálogo, pero lo que resalta de este último es la dualidad y buena escritura alrededor de sus complejos personajes y pandilla, entre ellos Elisha Cook Jr.
8 – One-Eyed Jacks (Marlon Brando, 1961)
POR EL FETT
Bien podría considerarse un documento histórico dada la extrañeza no solo de su labor, sino de su talento detrás de cámaras. Imaginemos su personalidad, multipliquémosla por 2 horas y media e impregnémosla del protagonismo western como el antihéroe bandido de noble corazón; si bien esto luce tan arriesgado como descabellado, la locura es que funciona de manera espléndida dentro de un cuadro fraternal de traición y venganza que parece pasar en la mitad de tiempo de lo que marca metraje, causa del disfrutable ritmo directivo y carisma del actor. Mención aparte para Karl Malden como el perfecto socio actoral (aquí villanazo), y para su excelente reparto donde aparece Jurado, Pellicer, Pickens y Elisha Cook Jr.
7 – Pat Garrett and Billy the Kid (Peckinpah, 1973)
Por El Fett
Un Peckinpah engolosinado con la potencialidad estética del western, logró hacer un film que funciona para la música y la fotografía, y no viceversa. Si bien este error al parecer intencional hizo que el film fuera por momentos abrumadoramente largo, las sinfonías de Bob Dylan y el toque del cineasta en cuanto al manejo de la realidad y crueldad en sus diálogos y actuaciones, son características que posicionan a esta cacería como uno de los estandartes más bellamente visuales y cruentos del género, este último factor desde un punto de vista más simbólico que visual (años antes había encontrado un magnífico equilibrio), donde la violencia puede alcanzar incluso el mote de hermosa. Elisha Cook Jr. tiene un pequeño, pero relevante papel en esta epopeya de cacería western
6 – Emperor of the North (Aldrich, 1973)
Por EL FETT
Una de las películas más entretenidas que jamás se hayan hecho, pero también poseedora de una crudeza que raya en lo vil y en lo demencial. Lejos de cualquier argumento redentor, Robert Aldrich expone la vida de los vagabundos durante la Gran Depresión, y de los viajes de estos a través de los trenes como polizontes para sobrevivir. La aventura y el creciente suspenso viene de parte de un excelso agregado de ficción, donde tres piezas anti heroicas se baten en un duelo para encontrar dentro de esa miseria la mejor de las recompensas: el reconocimiento de su clan. Una joya que exhibe de manera poco sutil la deshumanización del americano, en una deconstrucción social que hace de estas tribus los hacedores de su propia fuerza y destino. Brutal
5 – Rosemary’s Baby (Polanski, 1968)
POR EL FETT
Uno de los más grandes clásicos del terror es también una de las llamadas “cintas malditas” por los consecuentes hechos en la residencia de Roman Polanski y Tate. Rosemary’s Baby acapara con perfección el calificativo de “diabólico”, y es que a diferencia de otras joyas del género, esta guarda una peculiaridad narrativa pocas veces replicada en el celuloide, y ese es el triunfo de mal sobre el bien, un mal no fantasioso, imposible o increíble, sino como en todas las de su estirpe, uno real, palpable, cercano, “El mal” en toda su expresión. Escabrosa, la combinación de la maternidad y la inocencia “infantil” con aquella secta y tenebrosa criatura dan lugar a uno de los mejores finales del cine. Elisha Cook Jr. será parte de aquel siniestro clan
4 – The Maltese Falcon (Huston, 1941)
Por EL FETT

La primera, la ley del cine negro, trágica y humorística, llena de misterio y de una colosal presencia de Bogart y la primera femme fatale oficial, una inmensa Mary Astor. Los escenarios nos someten a un desarrollo casi teatral, donde la figura de un halcón de oro es la excusa para desatar una red de misterio que sirven a John Huston para introducir y detonar todos los elementos del género, incluso jugando con su símbolo principal, una estatuilla que se difumina a manera de macguffin y que al final resurge como la discordia entre sus pintorescos personajes. No solo marcaría el génesis noir, sino también el de Bogart; la química entre actor y director desprenderían de aquí una de las más ricas asociaciones artísticas. Elisha Cook Jr. comenzaría a ganar fama gracias a su excelente papel aquí, el cual confrontará al de Bogart
3 – House on Haunted Hill (William Castle, 1959)
POR FLACO CACHUBI
El director y productor William Castle adoptó la fórmula concebida por la popular novelista Agatha Christie para ofrecernos un serie b de misterio con tintes de horror sobrenatural. Si bien no se trata de Diez negritos, parte de una idea similar: Un excéntrico millonario y su esposa invitan a cinco personas desconocidas (entre ellos Elisha Cook Jr.) entre sí a pasar una noche en una mansión; en caso de permanecer hasta el día siguiente serán acreedores a un cuantioso premio económico… si sobreviven. Puertas que se cierran solas, candelabros cayendo sin motivo, apariciones espectrales y otros elementos funcionan para revestir un argumento que sin ser perfecto consigue su propósito, encontrando su punto más fuerte en la siniestra figura del legendario histrión Vincent Price.
2 – The Big Sleep (Hawks, 1946)
Por El Fett
Para muchos el mejor noir en la historia, en mucha parte gracias a su precisa adaptación y a la enérgica dirección de Howard Hawks, que de nuevo se ve potencializado histriónicamente al contar la inmejorable química de Bogart y Bacall. The Big Sleep, como su título lo refiere, es también una de las cintas más “inexplicables” de la historia a nivel argumental, crítica negativa (e idiota) que sus detractores refieren cuando intentan comprender más allá de su principal mensaje: su pareja como protagonista y mismo entorno. The Big Sleep es el Hawks más puro y arriesgado, un director que dirige “momentos” y que como el bien mencionaba: “9 de los 10 mandamientos del cine son entretener, entretener y entretener”. Uno de los personajes más recordados de su carrera, Elisha Cook Jr. será clave para comprender la historia, si es que esta se puede comprender del todo
1 – The Killing (Stanley Kubrick, 1956)
Por El Fett
El domino estético y técnico se fusionaría con planos innovadores y una narrativa noir hipnótica, y que incluso se tomaría un par de libertades en cuanto a las convencionalidades establecidas por Huston y otros contemporáneos del género. Así mismo su perfeccionismo comenzaría a asomarse al tomar el mismo la fotografía del film, siendo evidente la regla de tercios en la división de sus personajes (por relevancia), y la luz como un elemento para enmarcar al protagonista. Su tono trágico (y ácido), dominante en el último tercio del film, establecería que Kubrick sería un entusiasta en investigar y analizar la propia naturaleza de la maldad humana. Elisha Cook Jr. tendrá su papel más memorable como el paria criminal de donde comienza a desmoronarse todo el plan gracias a su femme fatale