Las 10 Mejores Películas de Faye Dunaway
Apúntele su nombre y que nunca se le olvide: Faye Dunaway, o como la conocen todos sus amigos(as), detractores y admiradores, Miss Faye, una de las más grandes actrices de carácter en la historia de Hollywood y tal vez la más brillante e impactante dentro de la década de los 70. Bette Davis la aborrecía, Steve McQueen la adoraba, desde sus inicios este camaleón sensual y temperamental se labró un justo posicionamiento de diva que la llevaron a protagonizar varios de los más grandes clásicos y dramas de aquella década, convirtiéndola no solo en un deseo artístico de los realizadores, sino también en una tentación carnal de sus compañeros, industria y audiencia (es sabido sus varios amoríos).
Nacida un día como hoy de 1941, Dunaway sabía que su destino era la actuación, por lo que comenzó sus estudios y carrera desde muy joven, debutando en televisión a los 24 años. Faltarían solo tres más para que su ascenso al estrellato fuera inmediato e in crescendo, cuando en 1967 protagonizara la polémica joya criminal “Bonnie and Clyde”, dejando bien claro desde ese momento su pose y patente histriónica, una rica combinación entre sensualidad y un talento dramático fastuoso, nato e incluso poco visto a esa edad.
Su estrella se iría apagando desde mediados de los 80, combinando su carrera fílmica entre el teatro y el cine. Aún en activa a sus 83 años, Dunaway completa un currículo de 115 títulos, haciéndose a los largo de su carrera de más d eune veintena de premios de entre los que destacan un Oscar, 3 Globos de Oro y 1 BAFTA.
Celebremos a la gran diva con sus 10 Mejores Películas
10 – Voyage of the Damned (Stuart Rosenberg, 1977)
POR EDGAR DEL VALLE
La historia trata sobre un grupo de alemanes que durante la segunda guerra mundial viajan a Cuba en busca de asilo, pero este no les será otorgado, obligándolos a volver a su país de origen. Cinta plagada de estrellas en su elenco (James Mason, Faye Dunaway, Orson Welles, Max von Sydow, Jonathan Pryce y Lee Grant) que no fue muy bien recibida por la crítica y el público en general (tal vez debido más a consideraciones socioculturales derivado de su argumento, que a la propia calidad de la película). A pesar de ello, Lee Grant obtuvo otra nominación a los premios Oscar, y Rosenberg volvería a cosechar un buen ejercicio de producción y elenco para su filmografía.
9 – The Thomas Crown Affair (Norman Jewison, 1968)
POR EL FETT
Primera versión de este film (que no tiene nada que ver con el muy menor remake de Pierce Brosnan), donde Jewison construye a partir del carisma de su pareja protagonista, un thriller de naturaleza romántica que decide dejar como punto de partida e inflexión el atraco y evasión del millonario Thomas Crown, el cual cansado de su vida, decide robar un banco por diversión y huir a Europa, donde será investigado por una sensual agente de seguros. No contiene la calidad de otros filmes de Jewison, pero el carisma desbordado de McQueen (que alcanza un muy decente registro dramático como el cínico millonario) y la sensualidad de Dunaway, hacen que el relato camine por si solo entre mucha tensión y pasión
8 – The Champ (Franco Zeffirelli, 1979)
POR EL FETT
Un drama paternofilial un tanto manipulador, rescatado por la solvencia histriónica de un Voight como un boxeador que se enfrenta a su mayor lucha hasta ahora: el regreso de su esposa y madre de su hijo, después de que esta los abandonara hace siete años. Zeffirelli logra por momentos un retrato complejo del duelo y redención personal, cuando el boxeador, lejos de ser un “ejemplo”, luche también contra sus propios demonios simbolizados por el alcoholismo y una carrera en declive. El regreso de su pareja servirá, más allá del arrebato paternal, en una excusa para resurgir. Gran química con una también grandiosa Faye Dunaway, este relato fue uno de los dramas más mediáticos de su década, aunque ha envejecido un poco mal
7 – Puzzle of a Downfall Child (Jerry Schatzberg, 1970)
POR EL FETT
Más allá de ser una de las mejores y más complejas actuaciones de Fay Dunawway (nominaciones y premios incluidos), este drama de gran profundidad psicológica resalta de entre sus símiles al ser un crudo retrato sobre el modelaje, la publicidad y la farándula en la década de los 70, siendo un manifiesto tan crítico como interesante de ver dentro de este batidillo bien cohesionado, y que va de un contexto general a uno individual, enfocándose en el tormento de una ex modelo al repasar su pasado y tortuosa carrera relacional – laboral dentro de dicho mundo. Excelente personificación, Dunaway ofrece un “tour de forcé” tremendo, haciendo lo artificial sumamente personal
6 – Barfly (Barbet Schroeder, 1987)
POR EL CINE ACTUARIO
En una especie de experimento algo peculiar o en consecuencia de un ego tan grande, Charles Bukowski escribe a manera de catarsis un semi biografía de su vida combinando el estilo romántico pero a la vez sucio de la obra, detalle que se nota en la parte visual de la cinta. El alter ego de Bukowski (Henry Chinaski) es interpretado por Mickey Rourke, quien es el corazón de la cinta, y resalta porque a pesar de encarnar a una de las personalidades más extravagantes de la literatura, no se achica y libra el reto. Destacar también la presencia de Faye Dunaway, con la cual Rourke construyó quizá la mejor química actoral de su carrera (los diálogos entre estos son un deleite). Sobra decir que la veterana actriz se come la pantalla en cada una de sus apariciones
5 – Little Big Man (Penn, 1970)
POR EL FETT
No había mejor narrador que explotara la sensualidad de Dunaway que Arthur Penn, mismo que la debutara con bombo, platillo y metralleta en Bonnie & Clyde. Un western muy olvidado (hasta por su servidor, que la considera un poco por debajo de los grandes westerns), si bien el estelar de Dustin Hoffman termina por opacar su reparto y hasta en varios momentos su propia narración (algunos 30 minutos menos le hubiera sentado bien), Dunaway brilla como una socia y lujuriosa mujer en aquel metódico y detallista flashback en el que se construye este relato. Una excelente actuación que como todo en esta cinta funciona como un perfeccionista engranaje de reparto para la narración de estas “aventuras” del viejo oeste.
4 – Three Days of the Condor (Pollack, 1975)
POR EL FETT
Que esto sirva también para reivindicar una de las mejores cintas sobre espionaje, donde Pollack establece una tensión a través de espacios cerrados y una acción que en mucha parte recuerda al estilo de Hitchcok. En el papel de la mujer “secuestrada”, Dunaway establece una química muy pasional y verosímil de Redford, que aunque se desvía del argumento principal, dicho romance se erige y justifica gracias a la naturalidad de sus actuaciones, algo que es muy poco común en las cintas de espionaje. Un excelente previo de lo que sería su mayor actuación, hay que hacer mención de la disposición dramática de Dunaway en este tipo de cintas, siendo otra participación destacable la de The Thomas Crown Affair de 1968 con McQueen
3 – Chinatown (Polanski, 1974)
POR EL FETT
Los demonios de Polanski no solo se imprimieron en la que quizá sea su más grande joya, sino también en la legendaria actuación de Faye, la cual declaró aborrecer a su director mientras que por otro lado aceptara que esta era su mejor y favorita interpretación. Dunaway aquí funge como la femme fatale de este resucitador noir, una dama misteriosa y objeto del deseo en la que cierne el impactante giro de tuerca en torno a su destino y personaje, lo cual provee a su desempeño de una complejidad dramática fastuosa que nos toma desprevenidos(as) y que magistralmente es completada en ese trágico clímax y final. Obra maestra sobre la maldad y la repulsión en la que él mismo Polanski quizá se refleje
2 – Bonnie & Clyde (Penn, 1967)
POR EL FETT
Una cinta que sigue siendo incómoda para mucha audiencia debido a tres factores: el primero, su impresión de comedia más propositiva que accidental, en un híbrido que incluso juega con el romance y erotismo (y por supuesto con el tópico de “road movie”, al presentar en un fastuoso montaje el camino y andanza criminal de una de las pandillas más polémicas de la historia americana); el segundo, su impresión de violencia en ocasiones desfachatada (el tiroteo final dura tal vez un poco más de lo necesario); y tercero por supuesto la cuestionable revitalización de los dos criminales como figuras “amorosas” y víctimas de la sociedad. La realidad es que es tan compleja, como divertida y violenta, una combinación atrevida que la ha llevado al culto.
1 – Network (Lumet, 1976)
POR EL FETT
Resulta impresionante el dominio y la madurez dramática de Dunaway, el cual se eleva de manera impactante en la comunión con William Holden, originando un nivel histriónico que a mi gusto es comparable con The Godfather, pero con otro muy distinto enfoque. Su Oscar vendría gracias a la interpretación de una mujer de la media sin escrúpulos, manipuladora y de accionar maquiavélico, que no puede separar dicha personalidad laboral de su vivencia diaria, acarreando sus demonios a su estado emocional y por supuesto relacional. La grandeza de esta obra radica a la suma de todo su reparto, en una historia que engloba todo el oportunismo y falta de humanidad de los medios masivos. Pero si alguien sobresale de todos es precisamente Dunaway