Las 10 Mejores Películas de Forest Whitaker
Un actor bastante desperdiciado, el talento de Forest Whitaker a través de esto años ha sido notable, a pesar de contar con los dedos de una mano aquellos papeles en los que este se ha aprovechado en su totalidad.
El que sería un promisorio defensor dentro de las líneas del futbol americano estudiantil, tendría que cambiar abruptamente sus planes al sufrir una lesión de espalda irreparable, por lo que se enfocó en la música y en la marihuana para salir adelante. Fue aceptado en el conservatorio musical y estudio ópera como tenor, sin embargo fue ahí mismo donde Forest descubriría su verdadera pasión: la actuación, terminando sus estudios en artes dramáticas y posteriormente buscar suerte en los escenarios teatrales.
Comenzaría su carrera en el cine y la televisión en 1982. En esa década comenzaría a hacerse de una constante presencia de reparto en excelentes producciones y bajo el mando de los mejores directores, sin embargo la gloria llegaría hacia los finales, 1988 para ser precisos, cuando se llevara el premio al mejor actor en Cannes. El resto es historia, pues Whitaker se convertiría en uno de os rostros más recurrentes de los 90, hasta repetir la mejor de sus glorias con su Oscar en 2006
Celebremos los 63 años de Forest Whitaker con sus 10 Mejores Películas
Bonus – Rogue One (Gareth Edwards, 2016)
Lo mejor de Star Wars de los últimos 40 años. Un film que se disfruta, se siente, y que íntima con el warsie. Con un tono más oscuro y menos infantil, es capaz de ser apreciado por todas las audiencias y generaciones al estructurar a una heroína de humanidad y motivos complejos y creíbles. La franquicia retomó su fuente original en Kurosawa, adaptando de manera tan astuta como emotiva a Los 7 Samuráis, y dejando en claro que el principal ingrediente narrativo será el desarrollo humano dentro de esta mortal misión. De un ritmo encomiable, Rogue One causa más empatía en 5 minutos que los 800 de la nueva trilogía. El Saw Guerrera de Forest Whitaker es un gran personaje al que el actor imprime su personalidad.
10 – Arrival (Denis Villaneuve, 2016)
POR EL CINE ACTUARIO
Ficción inteligente soportada en la lógica narrativa y con un discurso metafísico que deja ver a otros ejemplos como amateurs pese a su supuesta simplicidad. Su mensaje sutil va enfocado hacia un problema tan antiguo desde que los humanos comenzaron a interactuar: la comunicación; si entre ellos no son capaces de hablar, ¿Cómo lo harán frente a otras especies? Con un montaje dinámico que navega en diferentes líneas temporales, una fotografía perfectamente simétrica, un buen plot twist y una actuación estupenda de Amy Adams, Arrival es punto más alto de la carrera de Villeneuve, beneficiando a todo su maravilloso cast, entre ellos Forest Whitaker, encargado de encarnar al militar encargado de este encuentro muy cercano del tercer tipo
9 – The Color of the Money (Martin Scorsese, 1986)
POR EL FETT
Puede que quizá ni lo recuerden, pero en lo particular su fugaz aparición en este drama deportivo de Scorsese me parece fabulosa. Forest Whitaker aparece como un estafador menor de billar que toma como víctima a un cansado Paul Newman, al cual engaña, vence y lo “hace como quiere”. En este personaje no solo da una cátedra de actuación frente a un grande como Newman, sino que también su aparición sirve como punto de inflexión y/o conflicto para los motivos consecuentes del protagonista y su posterior renacimiento como el Eddie Felson que todos queremos ver. Un año muy bueno para Forest Whitaker, que también aparecería en cierta ganadora del Oscar
8 – Platoon (Oliver Stone, 1986)
POR EL FETT
Uno de los relatos anti bélicos por excelencia, de nuevo de no ser por la mediación de sus actores estaríamos hablando de una incursión neorrealista y bastante apegada a la verdad por parte de Stone, en lo que es un relato semi autobiográfico de sus propias vivencias en Vietnam y que juegan sutilmente en el rubro de la ficción al situar al “soldado” entre dos padres: la paz y la guerra, ambos en el mismo bando y con el mismo objetivo: sobrevivir. Charlie Sheen entrega la mejor actuación de su carrera, pero es evidente como Dafoe y Berenger se funden en dos papeles tan entrañables. Por su parte, Forest Whitaker tendrá un pequeño pero gran papel como “Big Harold”, un personaje que crea conciencia y humanidad en un entorno de guerra y deshumanización
7 – The Butler (Lee Daniels, 2013)
POR EL FETT
Uno de los dramas más desvergonzados que se hayan hecho para conseguir nominaciones al Oscar, pero que afortunada e irónicamente no lo consiguió, ni siquiera para Forest Whitaker, que sencillamente se echa el filme al hombro con su capacidad actoral dentro de un argumento que supone la progresión de varias décadas. Cada escena está hecha para sentir lástima no hacía el personaje, sino hacía su “color”, algo narrativamente inexplicable cuando la intensión de su director es hacer precisamente lo contrario, intentando parecer un panfleto patriotero sobre como el blanco no sería nada sin el negro. Whitaker no tiene culpa, pues su actuación es impecable, pero el guion fue tan malo que hasta le quitó la posibilidad de una merecida nominación
6 – The Great Debaters (Denzel Washington, 2007)
POR EL FETT
Una de las características de Denzel Washington como director es que siempre buscará como hacer un nudo en la garganta y apretujarte el corazón. El señor lleva cuatro largometrajes y tres de ellos son de decentes a excelentes manifiestos dramáticos que escapan de la “lágrima fácil” a través de la buena adaptación y de su desarrollo de personajes, como esta, basada en una historia real en los años 30 y que a pesar de ser otro filme aleccionador sobre el espíritu humano y la superación, encuentran en el propio protagónico de Washington y en un poderoso Forest Whitaker un ritmo y presencia impresionantes que nunca decaen, haciendo a esta competencia de “debates” algo sumamente entrañable e interesante.
5 – The Crying Game (Neil Jordan, 1992)
Un juego de géneros que requiere la aprobación ideológica de su espectador para someterse a la misma piel de su protagonista, un hombre aterrado y trágico que deberá aceptar sus cambios intrínsecos debido a las circunstancias que sus mismas decisiones han forjado. Para muchos, Jordan divide su film, primero en un thriller y luego en oscuro romance, sin embargo creo que dicha apreciación no le hace justicia a esta obra que podríamos resumir como la aceptación de dos seres que actúan en consecuencia a su placer y deseo por sentirse plenos. En la primera parte es donde destaca Forest Whitaker, que de nuevo adquiere ese papel como punto de inflexión para los protagonistas, solo que en esta ocasión de una manera trágica y muy emocional
4 – Panic Room (David Fincher, 2002)
Quizá la peor película de Fincher (si, peor que Alien 3), el cineasta denota que no es capaz de encausar su talento directivo en espacios cerrados, llevando a cabo una cinta de suspenso que carece de suspenso y de tres cuartas partes de decencia actoral (una Jodie Foster infame y un Jared Leto insoportable, como casi siempre). Pero en un “Fincher” al menos siempre debe haber un elemento que rescatar , y ese es Forest Whitaker, que a pesar de contar con un personaje mal escrito (el guion de David Koepp llega a ser por momentos muy absurdo), el hace todo lo posible para hacerlo creíble, sobre todo desde la parte de ser un criminal que no quiere ser un criminal, más compasivo y empático hacía con la situación ¿Lo ven? Absurdo, pero Whitaker de 10
3 – Ghost Dog: The Way of the Samurai (Jim Jarmusch, 1999)
Una de las mejores y más accesibles cintas del sobrevalorado Jim Jarmusch. Ligera y de mucha inventiva narrativa, pero sobre todo tan enérgica como emotiva en lo que irónicamente es la historia de un asesino a sueldo que se rige bajo los códigos de honor y paz de los antiguos samuráis. Forest Whitaker se encuentra perfecto en este papel, dando forma a un ser que se encuentra en un estado de trascendencia espiritual, siendo no solo el principal valor de este film, sino también la dualidad de sus actos y de su labor, encausadas hasta de una manera filosófica por un director que incluso se nota ajeno a la generalidad de su obra. Clásico de culto, pero también muy influenciada por “El Samurái” de Melville.
2- Bird (Clint Eastwood, 1988)
El jazz no es para todos, y tampoco lo es esta película. Como sus acordes, los 170 minutos de Eastwood son ambiciosos y heterogéneos; parecerían estar a destiempo con una progresión de retazos, pero existe una extraña armonía que une todo su relato, y esa es la música de Charlie “Bird” Parker, la cual se funde de manera perfecta con su esencia y entorno fílmico, poseyendo en alma y espíritu a Forest Whitaker y entregando por consecuente la que sin duda es el testimonio audio visual más íntimo sobre el jazz desde su irrupción como remanente artístico, social y cultural en los años 40, pero también uno de los clásicos más injustamente olvidados de Clint, el cual le regaló su primera nominación en las premiaciones gringas (Globo de Oro).
1 – The Last King of Scotland (Kevin MacDonald, 2006)
Uno de los más grandes vilanos fílmicos de los últimos 22 años, que no solo retratan un hecho real de los 70, sino que simbolizan de manera atemporal a todos esos hijos de puta, sanguinarios dictadores alrededor del orbe y de la historia, bajo una interpretación literalmente “monstruosa” de Forest Whitaker. Su poderosa y amenazante actuación no solo causa terror y tensión en todo segundo de su imponente presencia, sino que también justifica y rebasa las limitaciones de ete tipo de biopics políticos, que debajo de él, se torna hasta plano y condescendiente (a pesar de encausar un par de escenas brutales). Whitaker se haría de un de los Oscar más seguros y justos de la historia de ese premio