Las 10 Mejores Películas de Humphrey Bogart
El hosco galán, el cazador y presa del cine noir, su poca estatura era recompensada con un carismático cinismo que no solo atrapó a Bergman, a Bacall, a Gardner o a las dos Hepburn, sino a todas las femme fatales de su época; con su cigarro en mano y esa columna siempre erguida, las ventajas de su reacia y fuerte personalidad siempre solventaron sus fragilidades histriónicas hasta llevarlo a ser quizá el actor más reconocido no solo de su era, sino de toda la historia en Hollywood.
Aprendiz y cómplice en el nacimiento del cine negro junto a John Huston, “Bogey” fue también pilar en la construcción de la industria americana del cine al incluso prestar y cambiar su fecha de nacimiento para su auto promulgación publicitaria como “El último hombre del Siglo” (en realidad nación el 23 de diciembre, pero Warner Brothers cambió sus registros como estrategia promocional).
En el día de navidad, vamos con las 10 Mejores Películas de Humphrey Bogart
10 – Sabrina (Billy Wilder, 1954)
Una de las comedias románticas más elegantemente actuadas y dirigidas, pero también injustamente olvidadas, Wilder se encuentra en completo dominio de su entorno y con la agilidad narrativa que lo caracteriza, para que el triple duelo actoral delante de la pantalla tome el mando en una de las químicas más deliciosas y divertidas de la época de oro. Aunque nadie compite con la presencia de una enorme Audrey Hepburn en todo su esplendor, es en el encontronazo entre Bogart y Holden, el que más allá de la propia narrativa en cuanto a la lucha del corazón de Sabrina, el que simboliza ese cambio de batuta de reinado actoral, pues desgraciadamente Bogart fallecería solo dos años después.
9 – To Have and Have Not (Howard Hawks, 1944)
La fascinación de Bogart hacía su gran amada y futura esposa lucía totalmente genuina, tal y como aquella primera aparición de la femme fatale en pantalla pidiendo luz para su cigarrillo en el cuarto de “Bogey”. Más allá del buen entretenimiento de este relato noir que incluso comparte algunos elementos con “Casablanca”, Hawks supo encausar de manera maravillosa cada aparición y cuadro de Bacall para que la audiencia, al igual que Bogart, quedáramos hipnotizados con cada uno de sus movimientos y diálogos. Así pues, una de las mejores actuaciones de Bogart fue gracias a su obvio enamoramiento en pantalla, que por momentos hasta superaba la química como Bergman en el otro ya mencionado clásico.
8 – The Caine Mutiny (Edward Dmytryk, 1954)
Drama antibélico que representó no solo la última nominación al Oscar para Bogart, sino también un personaje que le permitió en la última etapa de su carrera demostrar que era más que el rostro hosco del noir, denotando un rango dramático más amplio y necesario para la compleja interpretación de un general sumido en fobias y ataques neuróticos, que a la postre causará un resquebrajamiento de su unidad que culminará en una corte marcial. Nominada a 7 Oscar incluyendo mejor película, esta cinta constituye una ágil y equilibrada combinación narrativa entre juicios, aventuras, conflicto bélico (dentro del marco de la Segunda Guerra Mundial) y crítica al sistema, aderezada con una soberbia dosis de actuaciones
7 – Angels with Dirty Faces (Michael Curtiz, 1938)
Por Edgar del Valle
Con un reparto de lujo, Curtiz consigue lo que para algunos es su mejor película tras “Casablanca”. El director que contó con un guion rico en matices y sinceridad de contenidos en la historia de unos amigos de la infancia que toman rumbos diferentes, uno al convertirse en sacerdote y otro en un gánster que se ven enfrentados por diversas circunstancias. Los personajes están dibujados con profundidad y coherencia y la fotografía ofrece un soberbio juego de contrastes de negros y grises diversos, que se transforman en opresivos hacia el final de la obra. Es una de las mejores películas del género, con un Bogart despegando y un Cagney en estado de gracia. La película estuvo nominada a tres Oscar, incluida mejor dirección.
6 – Key Largo (John Huston, 1948)
En el ocaso de la época dorada del cine noir, su propio padre (Huston) daba una última nota al cambiar ciertos arquetipos pero sobre todo entornos de su género, pero sin perder ni la esencia ni mucho menos sus elementos sensuales, criminales y visuales. Lo de Bogart y Bacall ya era una fórmula más que probada y efectiva, pero ojo con el antagónico de Robinson, un amenazante y sofisticado mafioso que tomará de rehén a todo un hotel durante una larga y simbólica tormenta. La combinación de suspenso con su cuadro romántico – dramático hacen que Huston construye una de sus más interesantes obras a nivel visual y actoral (en ocasiones carente de ritmo), donde Bogart de nuevo sirve como nexo químico tanto para con su pareja como para su colega Robinson
5 – The African Queen (John Huston, 1951)
El cine se ha enganchado en la progresión relacional de dos polos opuestos, dos almas separadas por niveles socioeconómicos, ideológicos o simplemente por la colisión de caracteres que al final se encuentran en un perfecto estado de romance. Quizá uno de los más creíbles, mejor desarrollados y actuados sea este relato que le dio Oscar a Bogart, que en asociación con la gran Hepburn, encausan uno de los romances más entrañables y recordados. Con un arco argumental aventurero dentro de los hechos de la Primera Guerra, el conocido desentendimiento del director por su propia historia (estaba más interesado en la cacería que en dirigir), hizo que los actores alcanzaran un nivel de química que en mucha parte supera en pasajes al mismo desarrollo de la cinta.
4 – The Big Sleep (Howard Hawks, 1946)
Para muchos el mejor noir en la historia, en mucha parte gracias a su precisa adaptación y a la enérgica dirección de Hawks, que de nuevo se ve potencializado histriónicamente al contar la inmejorable química de Bogart y Bacall. The Big Sleep, como su título lo refiere, es también una de las cintas más “inexplicables” de la historia a nivel argumental, crítica negativa (e idiota) que sus detractores refieren cuando intentan comprender más allá de su principal mensaje: su pareja como protagonista y mismo entorno. The Big Sleep es el Hawks más puro y arriesgado, un director que dirige “momentos” y que como el bien mencionaba: “9 de los 10 mandamientos del cine son entretener, entretener y entretener”, solo que en sus manos esto e reflejaba con una calidad formidable.
3 – The Maltese Falcon (John Huston, 1941)
La primera, la ley del cine negro, trágica y humorística, llena de misterio y de una colosal presencia de Bogart. Los escenarios nos someten a un desarrollo casi teatral, donde la figura de un halcón de oro es la excusa para desatar una red de misterio que sirven a Huston para introducir y detonar todos los elementos del género, incluso jugando con su símbolo principal, una estatuilla que se difumina a manera de macguffin y que al final resurge como la discordia entre sus pintorescos personajes. No solo marcaría el génesis noir, sino también el de Bogart; la química entre actor y director desprenderían de aquí una de las más ricas asociaciones artísticas soportadas principalmente en la fina progresión de escenas que caracterizarían al cineasta.
2 – Casablanca (Michael Curtiz, 1942)
Uno de los cuentos románticos por excelencia y mayores clásicos de Hollywood, la internacionalización de Bergman y la confirmación de Bogart vino de la mano de una impecable comunión entre belleza y talento a la orden de una tragedia amorosa tan cruda como emotiva durante el marco de la Segunda Guerra, forjando una de las químicas y parejas más inolvidables y que asentaría varias de las bases dramáticas e histriónicas en el provenir del género. Quizá sea su honesta historia de amor y amistad, o tal vez sea esa espontaneidad romántica en cada uno de esos “momentos”, Curtiz aprovechó cada segundo y encuadre de esas dos figuras para construir uno de esos relatos más culturales que fílmicos.
1 – The Treasure of the Sierra Madre (John Huston, 1948)
3 Oscar y nominada para Venecia, esta aventura basada en la fiebre del oro sobre 3 vagabundos que emprenden un viaje a Tampico para encontrar el preciado metal, le valió a John Huston no solo el respeto unánime de la industria internacional, sino también la comunión de sus dos estilos: tragedia y aventura, en un marco argumental donde el cineasta erige 3 perfiles psicológicos para después proyectar las flaquezas y de nuevo, la humillación humana. Llena de momentos memorables y un soberbio final, la conjunción hacía con sus actores definiría también su carrera, denotando esta cinta en particular un poderío histriónico que en mucha parte se debió a la conexión que el director ya tenía hacía con su fetiche Bogart, que sin duda da la mejor actuación de su carrera
Bonus – 8 Ball Bunny (Chuck Jones, 1950)
Bugs será la principal víctima de este corto dirigido por Chuk Jones, en un rol nada acostumbrado para el estatus del conejo cuando este se ve obligado a ayudar a un pequeño pingüino a viajar a su hábitat natural después de que este sea abandonado a la suerte por el circo que lo acogía como una de sus estrellas. Resalta la parodia al personaje y línea de Humphrey Bogart en The Treasure of the Sierra Madre de John Huston, estrenada dos años atrás (1948), elemento que hace aún más disfrutable e hilarante este excelente pasaje animado