Las 10 Mejores Películas de James Cromwell
A James Cromwell le llegaría muy tarde la fama, exactamente a sus 54 años, gracias a cierto puerco, y tras haber pasado ya 18 años dentro del cine y/o la televisión.
Nacido un día como hoy, James Cromwell seguiría los pasos de su padre dentro de la interpretación, encontrando desde muy joven trabajo dentro del teatro. Siendo un actor de origen “shakesperiano” y sin tener tantos “contactos” dentro de Hollywood, James sería relegado a papeles menores y/o de reparto desde su debut en 1976, en mucha parte debido a su estatura de un poco más de dos metros, medida que no le favorecía en la mayoría de castings.
Tras ser una presencia recurrente, pero sin poder posicionar su rostros, sería hasta mediados de los 90 cuando su fama estallaría, primero con uno de los personajes más entrañables de aquella década, y después con uno de los villanos más siniestros de la misma; ambos papeles demostraron el talento y versatilidad del ya veterano actor, que ahora si se convertiría en un rostro conocido y muy solicitado. Aunque para el nuevo milenio volvería a los trabajos de reparto, su nombre ya figura como uno de los actores de soporte más mediáticos y eficaces de los últimos 30 años (con poco más de 190 créditos entre el cine y la televisión)
Celebremos los 85 años del granjero Hoggett ,James Cromwell, con sus 10 Mejores Películas
10 – Murder by Death (Robert Moore, 1976)
POR EDGAR DEL VALLE
Dirigida por Robert Moore, y contando con un elenco multiestelar encabezado por Peter Sellers, Peter Falk, David Niven y el escritor Truman Capote, el argumento de Neil Simon es una parodia de las novelas y películas del cine de suspenso, en la cual varios detectives son invitados a una cena en la cual ocurría un crimen con la finalidad de determinar quién es capaz de descubrir al culpable. Este sería el debut fílmico de James Cromwell, codeándose con algunos grandes de la comedia y saliendo bien librado gracias a su pequeña pero excelente interpretación del chofer francés de uno de los principales inmiscuidos, haciendo gala de un acento bastante paródico e hilarante. Con el tiempo la película se ha convertido en una cinta de culto.
9 – The Artist (Michel Hazavicius, 2011)
POR EL FETT
Si bien es cierto que es un film truqueado, y en donde Hollywood y el Oscar daban patadas de ahogados para lograr credibilidad, es en su dirección y la monumental actuación de Jean Dujardin donde el cineasta francés encuentra ciertos destellos de grande exposición y emoción cinematográfica que la deslindan de la pretensión y la expían un poco de sus pecados. Irónicamente, mejora conforme pasa el tiempo, se ha convertido en un vehículo nostálgico de gran valía técnica, visual y actoral (James Cromwell tiene un buen y pequeño papel como el chofer del protagonista), que retoma muchos de los elementos clásicos de los musicales que la hacen muy superior a otras inexplicables sobrevaloraciones contemporáneas (La La Land, por ejemplo).
8 – Star Trek: First Contact (Jonathan Frakes, 1996)
POR URIEL SALVADOR
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La mejor película de la Nueva Generación, más que nada porque ahonda en la mitología de la franquicia mediante uno de los momentos más importantes de la saga. La historia tiene sus bases en la lucha por la individualidad y su destacado papel en el futuro de la humanidad frente a la imposición de la esclavitud por parte de un colectivo alienígena liderado por uno de los mejores villanos de la saga. Los diálogos enriquecen el universo y fomentan la idea de que la superación personal y el bienestar colectivo son necesarios para preservar un mundo donde una sociedad incluyente signifique la igualdad para todos y el fin de los prejuicios.
7 – The General’s Daughter (Simon West, 1999)
POR EL FETT
Malito, malito thriller criminal de la mano del malogrado Simon West, pero que en sus pocas partes interesantes presume a James Cromwell como un actor de reparto de respeto. Primero, comiéndose al también “malito” John Travolta, y en segundo, siendo el eje de la historia al ser el padre de quién refiere el título. Si ya la vieron, notarán que el papel de cínico hijo de puta le quedaba como anillo al dedo a este actor en su gran etapa noventera, regalando por supuesto otra actuación como víctima y villano. Cinta muy olvidable, sin duda solo vale la pena por la capacidad histriónica, cierto protagonismo y presencia de este actor
6 – People vs. Larry Flint (Milos Forman, 1996)
POR EL FETT
La polémica historia sobre uno de los hijos más queridos y detestados de América: el empresario Larry Flint. Una de las mejores biopics de la historia (Forman es muy adepto esta categoría), el checo no repara en convertir a Flint en un “Mesías” pornográfico; desde su ya escandaloso poster, construye un relato honesto y directo sobre esta desfachatada y revolucionaria figura, trascendiendo el morbo por la libertad de expresión, concepto rector que engloba toda su narración. A pesar de no contar con su mejor ritmo y trastabillar en algunos asuntos emotivos (artificiales), Harrelson se encargaría de ser el complemento perfecto para la punzante visión. James Cromwell no es un estelar, pero su fugaz interpretación es clave para el desarrollo corrupto del protagonista.
5 – The Queen (Stephen Frears, 2006)
POR EL FETT
La elegancia con la que es narrado este oscuro episodio de la familia real es tal, que las dudas, cuestionamientos u opinión pública sobre los hechos que precedieron a lo que se cuenta aquí, quedan de lado gracias a la pericia directiva de Frears y a la magnética y poco más que impresionante actuación de Mirren, la cual deberá pactar con el primer ministro, Tony Blair, el hecho de marcar un duelo nacional e histórico tras la muerte de Lady D. Un fragmento oscuro, que es desarrollado con cierta crudeza y que escapa de los clichés del clásico biopic gracias a la estructura de “un solo momento”. mirren destroza la pantalla, si, pero James Cromwell como el esposo de la Reina, juega un papel de soporte clave para ese cumplimiento.
4 – The Green Mile (Frank Darabont, 1999)
POR EL FETT
Cautivadora cinta que nos permite esclarecer la mejor adaptabilidad fílmica a las obras dramáticas de King de parte de su mejor socio en el celuloide, un Frank Darabont que comprendió a la perfección no solo a los personajes, sino también la mesura en cuanto al uso del elemento fantástico de su trama, el cual se va desarrollando como un personaje más conforme avanza el relato hasta alcanzar momentos tan emotivos como catárticos. El ambiente lúgubre del pasillo de la muerte se convierte así en un escenario donde la inocencia y la maldad convergen, llevando a cabo un fabuloso contraste en tono de fábula tan narrativo como visual, y en donde director, actores y un ratón harán de protagonistas de un trágico pero inolvidable cuento.
3 – Still Mine (Michael McGowan, 2012)
POR EL FETT
Emotivo y entrañable drama canadiense basada en hechos reales, donde un par de viejtos emprenderá una lucha social en contra del Gobierno para conseguir su último objetivo, poder construir la casa en la que pasarán el resto de sus días. Sin maniqueísmos, sin extravagancias, y con la pura naturalidad de dos ostentosas actuaciones de James Cromwell y Geneviève Bujold, el director toca varios clímax sumamente emocionales mientras hace su narrativa hace honor a la vejez, situando a sus personajes e historia romántica muy por encima de cientos bodrios adolescentes (y de The Notebook, con quien comparte varias similitudes). Una historia de amor madura, cautivadora y perfectamente actuada
2 – L.A. Confidential (Curtis Hanson, 1997)
POR EL FETT
Quizá el gran último noir, y que en 1997 debió ganar el Oscar. Cine de alto nivel y un libreto que raya en la perfección, la cinta presume varios de los mejores momentos del cine de trama criminal gracias a la multifacética labor de 3 arquetipos policiales, distintos en personalidad y en objetivos, pero unidos por una sola búsqueda criminal. La revolucionaria narrativa hace que tanto estas tres figuras, como el espectador, queden perplejos ante el giro de tuerca que da la trama, dando uno de los más grandes villanos de los 90, a cargo ni más ni menos que de James Cromwell. Un film que homenaje al cine no solo por su perfección, sino por su desfachatez crítica hacia el modus operandi de la farándula y la corrupción policial
1 – Babe (Chris Noonan, 1995)
POR EL FETT
Rotunda joya y de las mejores cintas fantásticas en la historia; ya quisieran muchas películas encausar no solo ese nivel de emotividad progresiva que explota hacía su gran, gran escena final, sino también encantar a chicos y adultos con esa falta de forzamiento o condescendencia, siendo una pieza de lo más ingeniosa, honesta y divertida sobre la aceptación y el esfuerzo. Soportada de manera obvia por esos fastuosos efectos que hacen ver pendejos al live action de Lion King, los diálogos, momentos y el clímax son ya de antología. Nominada a 7 Oscar, hay que resaltar la banda sonora y la cautivante actuación de James Cromwell, que logra una interacción fabulosa con su entorno y por supuesto con Babe ¡Eso es todo puerco!