Las 10 Mejores Películas de Judy Garland
Nacida bajo el nombre de Frances Ethel Gumm, su bella voz y vocación de cantante la llevarían a firmar un contrato con la MGM para protagonizar 20 películas y convertirse en uno de los mayores iconos de la pantalla grande y del mundo musical: Judy Garland. Mística y polémica, su viaje fantástico por el camino amarillo de Oz definiría su carrera, convirtiéndose por accidente en uno de las figuras mas legendarias la comunidad gay, ganando el Oscar, el Globo, el Tony y el Grammy y finalmente viendo opacado su gran talento con sus problemas psicológicos y de adicciones, los cuales al final y con un tornado de por medio, se la llevarían muy joven en 1969.
“Una estrella que nació para Hollywood y para la posteridad”, Judy Garland. Aquí sus mejores películas
10 – Summer Stock (Charles Walters, 1950)
POR EL FETT
Es cierto que, dentro de la estela de musicales clásicos, Summer Stock no cuenta con muchos valores narrativos para sobresalir, sin embargo, la historia de una amargada granjera que, al ver que su hermana regresa al campo junto con un colectivo de teatro, proveyó el escenario para que Judy Garland regalará una de sus actuaciones más convincentes y con mayor registro dramático en la escala de los musicales románticos. Así mismo, Gene Kelly sobresale en cada una de sus secuencias al ser siempre Gene Kelly, pero quizá lo más destacable de la cinta sea el último número musical, del cual emergerán cientos de homenajes y referencias, incluida la de Michael Jackson. Muy entretenida cinta
9 – The Harvey Girls (George Sidney, 1946)
POR EL FETT
Peculiar combinación western – musical que brilla precisamente por la intervención de una Judy Garland en plena efervescencia, y una Angela Lansbury sobresaliente, las cuáles forman parte de un grupo de mujeres que, durante el salvaje oeste y la llegada del ferrocarril, serán esenciales para el origen de una famosa cadena de restaurantes estadounidenses que funciona hasta la fecha. Una curiosidad dentro del género, Sidney logra un cálido documento histórico que a través de variadas libertades narrativas también forjó un excelente manifiesto sobre el empoderamiento femenino, en una época y rubro donde se le toma mucho en cuenta. Ganadora del Oscar a mejor canción
8 – Easter Parade (Charles Walters, 1948)
POR EL FETT
Parte de la época dorada de los musicales, esta obra encausó una libertad artística bastante curiosa a raíz de varias situaciones accidentales que surgieron en la pre producción, como la fractura de Gene Kelly, que iba a ser el protagonista, y la sustitución de Fred Astaire, que tenía ya un par de años fuera de las pantallas; así miso, la renuncia de Vincente Minelli de la dirección por peleas internas con su esposa, Judy Garland, hicieron que la entrada de Walters y la presencia de ambos actores, destacara por un entorno de libre albedrío artístico encausando una formidable química entre los actores, coronados por increíbles coreografías y la habilidad de ambos para una amorosa y armoniosa competencia de baile
7 – A Child is Waiting (John Cassavetes, 1963)
POR EL FETT
Uno de los primeros y únicos esbozos sobre el autismo retratado en el cine, la pareja que conforman Lancaster y Judy Garland como director y profesora de un internado para niños especiales, saca chispas con dos registros dramáticos que rayan en la perfección; el, un regente duro que no está de acuerdo con las sobre atenciones que se les da a ciertos niños, y ella como una maestra de música que traspasa su labor como docente para convertirse en una madre sustituta de un chico al cual sus padres parecen jaber abandonado. Aunque la narrativa de Cassavetes no siempre es afortunada, las actuaciones de estos dos monstruos sostienen este conmovedor y complejo estudio psicológico y emocional
6 – Ziegfeld Girl (Leonard, 1941)
POR EDGAR DEL VALLE
Con un gran reparto constituido por Judy Garland, Lana Turner, Hedy Lamarr y James Stewart, este filme cuenta las historias paralelas de tres mujeres que se convierten en actrices en el renombrado espectáculo de Broadway Ziegfeld Follies. Cinta que permite constatar el talento musical de la Judy, en esta comedia musical que tuvo en su momento un gran éxito por parte del público, amante de este tipo de género. De una grandilocuente puesta en escena y duración, el mayor valor del relato es que su ritmo nunca decae gracias al excelente montaje y variación dramática – cómica que proveen la historia de las tres, en un ejemplo de excelente narrativa coral. Para Garland sería un importante trampolín tras El Mago de Oz.
5 – The Clock (Vincent Minnelli,1945)
POR EL FETT
Su primer drama y su primera película en donde no tuvo que cantar, Garland y Robert Walker protagonizaron The Clock, la cual retrata la creciente relación entre un soldado que conoce a una joven en la estación Pennsylvania durante su receso de la guerra. Un drama romántico que en su simpleza radica su belleza, lo encantador de su desarrollo recae en que Minnelli se encarga de relacionar a los enamorados en solo 48 horas, tiempo del receso del soldado, y en el que se van desplegando una serie de situaciones conmovedoras y románticas que hacen lucir a la Garland, despegándose de ese arquetipo musical. La sensación de naturalidad es otro de sus valores, pues la producción data de 1945, con la Segunda Guerra en pleno término
4 – Judgment at Nuremberg (Stanley Kramer, 1961)
POR EL FETT
Una de las más poderosas cintas americanas sobre juicios y dilemas morales en la historia. No solo es espléndida en su narrativa de tres horas, sino que también resalta su valía histórica al relatar con mucha entereza el juicio de los jueces nazis encargados de la limpia étnica durante la Segunda Guerra Mundial. Kramer hace que su duración se diluya en una ágil impresión de tensión dramática constante, también relegando su credibilidad en un impresionante ensamble actoral encabezado por su fetiche Spencer Tracy, y en donde a pesar de aparecer fugazmente, Garland regala una impresión dramática impresionante en un rol de gran importancia para la trama. Un deleite verla en lo que es una de las mejores películas de todos los tiempos.
3 – Meet Me in St. Louis (Vincent Minnelli, 1944)
POR KIM TOBIAS
Una encantadora historia familiar protagonizada por Judy Garland, quien interpreta a una adolescente que se enamora de su vecino. Su feliz vida y la de su familia en Saint Louis se verá amenazada cuando su padre les informe que tienen que mudarse a Nueva York, pues él ha conseguido una promoción en su trabajo. El indiscutible talento vocal de Garland encabeza la magia de este, interpretado números memorables dentro del hogareño relato con una química impresionante. La ingenuidad del primer amor jugará también un papel importante en el desarrollo de canciones realmente encantadoras, al mismo tiempo que explora los sentimientos más fraternales como el miedo a la separación y la nostalgia.
2 – A Star is Born (A. Wellman, 1954)
POR EDGAR DEL VALLE
Protagonizada por Judy Garland y James Mason. Basada en una película del mismo Cukor que fue conocida por el nombre “Hollywood al desnudo” y remake de la película de 1937 del mismo nombre y dirigida por William A. Wellman. De interpretaciones soberbias, Mason da vida a un actor en decadencia debida a problemas de alcoholismo, que apoya la incipiente carrera de una joven actriz (Garland), con la que además sostiene una relación amorosa. Una de las mejores actuaciones de Garland, que confirmaría su talento más allá de la comedia en una interpretación descomunal y repleta de sensibilidad. Sin duda esta es la mejor de todas las versiones sobre esta cinta
1 – The Wizard of Oz (¿Victor Fleming? 1939)
POR EL FETT
El primer y reconocido clásico del género fantástico. Fue la chispa de su composición estética la que la posicionó como uno de los primeros films en lograr un contraste onírico e hipnotizador a través de su extravagante paleta de colores, la cual a través de su(s) director(es), logró un equilibrio con su entrañable y familiar contraparte narrativa que esconde en un segundo plano una compleja y hasta cierto punto oscura metáfora. Como si se tratase de una verdadera leyenda, el estatus de culto de la cinta no solo se mantiene, sino que resulta progresiva a través de varias circunstancias que datan de distintas épocas. No hay duda alguna, Dorothy fue es y seguirá siendo, uno de los símbolos fílmicos por antonomasia.