Las 10 Mejores Películas de Keanu Reeves
Actor de un solo registro, estamos hablando de una figuras más mediáticas y queridas del medio fílmico gracias a un conglomerado de situaciones que han creado alrededor de él una especie de culto. Y es que pesar de las críticas que pueda acarrear ese rostro rígido de muy poco diálogos, Keanu Reeves se ha ganado el aprecio de la audiencia gracias no solo a su constante filantropía y sencilla personalidad, sino también y por desgracia a las trágicas situaciones que se han suscitado en su vida y a su evidente optimismo tras haberlas “superado”, todo esto independiente a su gran estatus en los géneros de la acción, la fantasía y la ciencia ficción desde los 90.
Nacido en Beirut pero identificado como canadiense e inglés, Keanu entró al mundo de la actuación gracias a su primer padrastro, el director de Broadway Paul Aron, el cual lo impulso delante del telón para que en los 80 comenzara su carrera artística tras sufrir varias expulsiones de escuelas y una lesión que lo haría abandonar el sueño de jugar hockey para Canadá.
Tras 6 años de alternar sus comienzos entre la televisión y el teatro, Reeves filmaría su primera película, Youngbloods de 1986, llamando inmediatamente la atención de muchos productores y directores de Hollywood que lo comenzarían a firmar para algunos papeles secundarios dramáticos y de comedia, en este último género saltando por primera vez al estrellato con la saga de Bill & Ted en 1989 y su secuela en aquel glorioso 1991, donde Reeves se confirmaría como uno de las presencias juveniles más frescas y prometedoras al estelarizar cintas como Point Break, My Private Idaho y filmar bajo el mando Francis Ford Coppola una soberbia versión de Dracula. El resto sería historia.
Aunque quiénes lo conocen en su versión teatral dicen que Reeves es un actor versátil y de muchos registros (hay quiénes lo ponen como uno de los mejor Hamlet en la historia del teatro), la realidad es que en el cine nunca nos ha importado mucho ver a su cara de tabique lanzar diálogos cortos pero legendarios desde que a finales de los 90 estelarizara quizá su mayor éxito mediático y comercial: Matrix. Y es que ¿quién no ama a ese ser humilde, humanista y que venga la muerte de su perrito? En definitiva hoy en día no hay nadie que se resista a una dosis de acción de Keanu.
Celebremos no sus más decentes “actuaciones” y mejores éxitos y/o películas en el día que cumple 60 años.
10 – Dracula (Ford Coppola, 1992)
Por El Fett
Quizá aquí es donde se pueda apreciar un poquitín esa vena teatral de la que hablan, la cual según los críticos alcanzó su clímax en 1995 con aquella interpretación de Hamlet en Broadway. Interpretando al personaje de Jonathan Harker, Keanu Reeves logra salir avante en su papel de víctima amorosa sin mucho esfuerzo gracias a que Coppola le arrebata el protagónico en el momento preciso para la entrada de Gary Oldman. Resalta pues en algún par de escenas en las que es expuesto al miedo, ya sea con las novias de conde o bien en presencia de este hacía el último tramo del film. Uno de sus pocos y hasta la fecha curiosos roles dramáticos, registro en el que alcanzaría su pico ni siquiera siendo completamente humano, y acompañado de la SF
9 – Speed (Jan de Bont, 1994)
POR EL FETT
Hay quienes incluso la llamaron la mejor película de suspenso con vehículos desde “El Salario del Miedo”. Una aseveración vulgar si comparamos la calidad narrativa de ambas, pero que a pesar de todo juega a favor de este clásico churro de los 90’s debido a que su absurdo funciona gracias a la astucia de su director, que un camión le roba el protagónico a los ladrillos de Keanu Reeves y a Sandra Bullock, y que el villano desquiciado a cargo de Dennis Hopper resulta ser una delicia. Una mas querida que buena de aquella avalancha de cine explosivo y que se cansaban de transmitir en la televisión, seguramente la recuerdas más que el abecedario o la tabla de multiplicar del 2
8 – Something´s Gotta Give (Nancy Meyers, 2003)
Por Edgar del Valle
Dirigida por Nancy Meyers y compartiendo el crédito principal con Jack Nicholson y Diane Keaton, Keanu Reeves muestra una de sus mejores facetas dramáticas en esta comedia romántica entre un solterón empedernido y una mujer madura empoderada (del que Reeves es pareja). Lo que en manos de otros actores hubiese sido una insulsa comedia más, con la participación de Nicholson y Keaton resulta un agradable paseo cinematográfico gratificante, repleto de momentos hilarantes y naturales provocados más que nada por la química entre los dos gigantes, y que de paso le dan un empujón a Keanu para que este pueda lucirse en un par de momentos
7 – Dangerous Liaisons (Stephen Frears, 1988)
POR EL FETT
Estamos hablando de una de las joyas en cuanto a dramas y conspiraciones de época se refieren, mismas que llevaron a Stephen Frears a convertirse en un director clave de la transición noventera. De una alta carga erótica, Michelle Pfeiffer hace un complemento perfecto en este inmoral triángulo, soportando el mismo nivel actoral de un naciente Malkovich y una monstruosa Glenn Close. Un drama juguetón y perverso con personajes calculadores e hijos de puta que catapultarían a este ejercicio al inmediato culto gracias a su distinción narrativa (no hay otra que se le acerque en su rubro en cuanto a tensión se refiere). Keanu Reeves se agarra de este estupendo filme para dar una sutil, pero efectiva actuación como el Chevalier Daneny
6 – My Private Idaho (1991)
POR EL FETT
Aunque no fue la entrada de Van Sant, este crudo “coming of age” si significó aún en una muy tempranera etapa de su carrera, su identificación como narrador de la creciente juventud perdida de la generación X. Mientras otros directores volcaban sus esfuerzos en romances evocadores, Van Sant prefería sumergirse hacía lo marginal con la historia de dos prostitutos que se autodestruyen como símbolo de rebeldía consiente e inconsciente ante el abandono parental, ya sea en forma de ausencia física o bien el abuso. Esta oda a la soledad le significó a Keanu Reeves uno de sus mejores registros dramáticos junto al trágico River Phoenix. Afortunadamente Keanu si encontró la salida de esta juventud perdida.
5 –Constantine (Lawrence, 2005)
Por El Markovich
En una decisión de casting que le dio a Alan Moore una razón más para llorar tras saber que harían una película basada en su personaje de cómics, Keanu Reeves interpretó al exorcista, demonólogo y maestro de las artes oscuras John Constantine. Sorpresivamente, este rol se convertiría en uno de los más emblemáticos de Reeves ya que le dio un sello muy particular al oscuro y cínico personaje. Atrapado en medio de la eterna batalla entre el cielo y el infierno, Constantine lidia sin inmutarse con demonios, ángeles, seres sobrenaturales y contra el mismo Lucifer, sin jamás tirar el cigarrillo que trae en la mano. A pesar de tener 15 años, el film ha envejecido bien y creo que hasta secuela merece, aunque este Constantine no sea una fotocopia de Sting.
4 – Point Break (Bigelow, 1991)
Por El Fett
Aunque brilla más por la dirección de un par de secuencias (sobre todo aquella larga persecución cámara al hombro) y en general por la habilidad de Kathryn Bigelow detrás de las cámaras, esta sencilla historia de acción sobre un policía infiltrado (Keanu Reeves) que a la larga debe sopesar la amistad y lealtad con su trabajo, en su momento no solo significó uno de los ejercicios más puros sobre el cine de acción, sino que también acarreó un culto un poco exagerado gracias al carisma juvenil de Reeves y el ya difunto Patrick Swayze, enmarcados en el surf y en la fraternidad de hombres rudos y “caritas”. La película que lo lanzó en realidad a la fama como héroe de acción, la realidad es que la pericia de Bigelow es la que esconde las obvias carencias histriónicas de Keanu.
3 – A Scanner Darkly (Linklater, 2006)
Por El Fett
Una soberbia cinta que para Keanu Reeves significó sin duda su registro dramático más sobresaliente, a pesar de que este fuera a través de la técnica de animación rotoscópica. Acuñada en una ciencia ficción “especulativa”, el discurso filosófico de la cinta convierte a su trama en algo cuasi vivencial, como si la sociedad distópica propuesta aquí ya nos hubiera alcanzado y el contexto de la drogadicción, el vicio, la pérdida de la moral y de la realidad fueran una cosa costumbrista en esta sociedad ¿Lo ven? Y pesar de su alcance aún sigue siendo actual a 14 años de su estreno. Reeves estelariza este escaneo al ser común sumido en un submundo de consumismo y de su propia ficción, representando también un desgarrador e impactante final.
2 – John Wick (Stahelski, Leitch, 2014)
Por El Fett
La resurrección de su carrera se dio de la mano de la implementación de los nuevos estatutos del cine de acción, concebidos por los propios dobles y donde la revolución de este subgénero sería a base de la exaltación de los valores técnicos, comulgados con una preparación extrema por parte del actor y aunque suene irónico, de la eliminación de stunts dentro de las escenas más explosivas gracias al uso recurrente del plano secuencia, arma presencial y principal de este nueva oleada. John Wick es así Keanu Reeves, y Keanu es John Wick, un ser de un solo rostro, pocas palabras, bondadoso, amante de los perros, filántropo, humanista, popular, carismático y una maldita máquina de matar. Las cuatro partes son soberbias en su género, con un digno final para el personaje
1 – Matrix (Wachoswski, 1999)
Por El Fett
Otra pieza esencial y revolucionaria para la ciencia ficción, que vio desgraciadamente su estatus de culto caer a culpa de sus secuelas, pero que significaron para Keanu Reeves en su momento su clímax como uno de los mayores y más recordados héroes de acción.9 años después del “www” y 5 antes de la aparición de Facebook, este parteaguas del género y de la visión misma del cine, encontró su mayor valor en el haber llegado en el momento preciso de la historia, profetizando a la sociedad “secretamente” esclavizada. La otra virtud refiere a algo poco visto, y es que la historia es tan excelentemente planteada y poderosamente visual, que uno ignora los lamentables desempeños histriónicos. De vuelta al conocimiento, el amor global por Keanu Reeves parece resetear su culto