Las 10 Mejores Películas de Ken Loach
Si usted no conoce a Ken Loach, sencillamente entonces no conoce al mejor y más galardonado cineasta británico de todos los tiempos. Una leyenda viviente con 6 décadas de carrera, 36 largometrajes y léalo bien: 104 galardones internacionales en donde destacan un BAFTA, 8 premios del Festival de Berlín (entre ellos 2 del jurado y un Oso de Oro honorífico), 3 victorias de la audiencia del Festival de San Sebastián, 9 reconocimientos del Festival de Venecia y por supuesto, sus 16 galardones del Festival de Cannes, siendo el cineasta más galardonado en dicho certamen con 8 premios del jurado y dos Palmas de Oro.
Una rotunda máquina británica de calidad fílmica, Loach nace un día como hoy de 1936 en Nuneaton, Inglaterra. Primero estudiante de derecho, su vocación artística lo lleva al teatro de su universidad donde a partir de conseguir un trabajo como asistente, toma el rumbo de la dirección audiovisual para que principios de los 60 instaurarse en la televisión (BBC). Rápidamente Loach encontraría su segunda vocación, la del activista y justiciero social, pues desde sus primeros trabajos y gracias al entorno de inseguridad y pobreza social de aquellos años en el Reino Unido, asume el rol que lo caracterizaría durante toda su carrera, el de la voz fílmica contra el clasismo, la opresión laboral, sindical y del estado hacia los menos favorecidos de su país. Incluso esta lucha lo llevaría a ser un enemigo jurado de “La Dama de Hierro”, siendo en aquella década (80) casi vetado de la televisión (donde se distinguía con sus docudramas), así como del cine por el recorte del “Tatcherismo” hacía los presupuestos culturales.
Para los 90 Loach retomaría su carrera comenzando la mejor etapa de la misma al ser ya un líder de opinión artística y social, pues a través de sus obras el ahora veterano cineasta comunicaría un mensaje tan realista como complejo sobre las pobres condiciones económicas – laborales – sociales del pueblo, sin que dicho mensaje tome un partido o posición subjetiva, siempre amparado por el cruento y rotundo trasfondo de su panorama para así desarrollar las emociones, psiques y deconstrucciones de sus protagonistas en relatos que suelen combinar con naturalidad la comedia “trágica” con el drama de tintes semi documentales, en muchas ocasiones aludiendo al neorrealismo italiano, pero asumiendo la corona actual del llamado “realismo social británico”.
Loach, sin duda un monarca de la denuncia fílmica y uno de los mejores directores en la historia, revisemos su entrañable, agridulce, esperanzadora y/o catártica filmografía a través de las que en opinión de sus servidor, son sus mejores películas.
Felices 87 años Maestro.
10 – Looks and Smiles (1981)
POR EL FETT
Sufriendo los embates directos del Tatcherismo, un Ken Loach, casi sin dinero y con actores sin ninguna experiencia, llevaría a cabo una sutil pero profunda crítica al régimen gubernamental en donde, sin trabajos dignos para los jóvenes, con la pobreza del país extendiéndose y familias resquebrajadas ante la incertidumbre, a muchos nos les queda de otra que en enlistarse en las guerras o conflictos propuestos por el Gobierno, y en donde a causa del idealismo tan arraigado de los británicos, esto creaba una salida fácil tanto para la sociedad como para el régimen. Todo este discurso existe y es notable, pero Loach lo maneja bajo una historia imposible de amor entre un joven desempleado y la encargada de una zapatería
9 – Sorry We Missed You (2019)
POR EL CINE ACTUARIO
El entorno económico ha cambiado, así como las formas de laborar dentro del mercado. Bajo esa óptica, Ken Loach ofrece una crítica hacía “formas” más modernas de precariedad: “el autoempleo”, a través de la historia de un padre de familia agobiado por las deudas, y convencido de que bajo el trabajo de repartidor autónomo saldrá del hoyo en el que se encuentra. Para Loach la trampa de estos empleos radica en esa falsa libertad intercambiada por la falta de derechos, generando trabajadores autónomos que, engañados, laboraran sin parar. Una película dura, que actualiza el discurso pro-obrero de Loach a tiempos más modernos (o quizás en esencia en 30 años casi nada ha cambiado). Para discutir.
8 – Riff-Raff (1991)
POR EL FETT
Quizá la crítica sociopolítica de Loach nunca ha encontrado mayor equilibrio con el cine comercial que con Riff-Raff, la cual incluso explora con un curioso y negro sentido del humor, las situaciones en que se ven envuelto los personajes típicos de su filmografía: la clase baja y oprimida británica. Robert Carlyle se encuentra tan veraz como maravilloso en su papel de ex convicto que, al integrarse de nuevo al mundo laboral, se enamora de una cantante adicta, comenzando así una exploración de este círculo vicioso y tóxico entre la auto destrucción del obrero pobre y el sistema ¿Qué o quién causa al otro? Uno de los más ligeros trabajos de Ken Loach, pero no por eso deja de ser sumamente destacable
7 – Looking for Eric (2009)
POR EL FETT
Su película más peculiar y alejada de los conflictos sociales que permean casi toda su filmografía (aunque hay ciertos elementos en el desarrollo de la trama que ayudan a dar ese soporte y trasfondo social a su protagonista). De toques cómicos y surrealistas, el peculiar argumento incluye la manifestación “imaginaria” del gran ex futbolista francés y símbolo del Manchester United, Eric Cantoná, que funge aquí como la guía (y/o alter ego) de un hombre abatido por la desgracia familiar. Sirviendo incluso como guía sobre la polémica figura del futbolista francés (el cual resultó ser un tremendo actor), Ken Loach alcanza picos de genialidad humorística, sintiéndose su relato más ligero y libre para desbordar su también habilidad cómica.
6 – I, Daniel Blake (2016)
POR EL FETT
La segunda Palma llegaría de uno de los dramas más desgarradores, anti sindicales y sociales de su filmografía, un doble retrato sobre la pobreza y las condiciones laborales precarias a los que son sometidos gran parte de la población británica. Casi documental, Loach explora los barrios bajos de esta medio – bajo estrato para de construir la esperanza de un mejor mañana, viendo en Blake un héroe callejero que frente a la desesperación, saldrá a las calles a gritar y clamar por sus derechos. De un tono muy personal, la figura de Blake y de la contra parte femenina en una madre soltera que debe mantener a sus dos hijos, son precisamente las perfectas extensiones de su símbolos trágicos heroicos, alcanzando aquí una catarsis social de tremenda empatía.
5 – Land and Freedom (1995)
POR EL FETT
Quizá su cinta más partidista (un manjar fílmico imperativo para los adeptos “rojos” comunistas), pero al mismo tiempo uno de sus relatos más auténticos, arriesgados e irónicos, pues tuvo que venir un británico para contar con vehemencia los hechos de la guerra civil española. Con el agregado de estar exquisitamente documentada, Loach nos cuenta la historia de un comunista inglés que viaja a España para unirse a la facción revolucionaria de Aragón, donde conocerá no solo las mieles y las desgracias del anarquismo, sino también el amor y la obsesión, mientras en un segundo plano el más izquierdo Loach retrata con realismo el conflicto y uno de sus temas recurrentes: la traición al ideal. Se haría del premio de la prensa y especial del Jurado en Cannes
4 – Kes (1969)
POR EL FETT
El segundo largometraje de Ken Loach, si bien se construye bajo el cimiento de la clase baja y obrera, no repara en las causas o consecuencias de su desmembramiento familiar o social, sino en la esperanza educacional a través de un joven deprimido por su entorno y un halcón abandonado y herido al que enseñará a volar. Así pues, Loach logra un relato tan crudo como sensible sobre la verdadera esencia de la educación, pues no solo aquella ave será el reflejo del abandono de aquel joven, sino que este último también será una alegoría de la pasión, el optimismo y la perseverancia que debería distinguir a la labor docente – educacional. Una verdadera obra de autor, íntima y con escenas de una belleza inolvidable
3 – Hidden Agenda (1990)
POR EL FETT
Como lo notarán, el tema social en torno a IRA será el que con el tiempo le regale su primer máximo galardón, pero 16 años antes, recién salido del veto y dando el paso hacia la internacionalización, Loach construiría un thriller tan sobrio como calculador, una pieza perfectamente escrita, actuada, dirigida y cuadrada, para contraatacar a su archienemiga, La Dama de Hierro, cuando dos abogados americanos descubran el maltrato a los prisioneros de la facción y varios documentos que incriminan por supuesto a la política de Tatcher. Uno de los más provocadores y mejores thrillers los 90, destacan por supuesto las interpretaciones de Frances McDormand y Brian Cox. Por supuesto esta retribución ganaría el Premio del Jurado en Cannes
2 – The Wind that Shakes the Barley (2006)
POR EL FETT
El origen de IRA (Ejército Republicano Irlandés) no es solo provocador y consistentemente retratado por Loach, sino íntimamente desmenuzado cuando en este testimonio histórico sobre la independencia de dicha nación en los años 20, Loach incluya una metáfora fraternal que, frente al pacto del Gobierno Británico, consecuentemente dictaminará el futuro y diseminación de aquella hermandad o fracción, desatando así la otra guerra civil que hasta la fecha sigue “aterrorizando” con dichas siglas. Poderosa y desgarradora, quizá la autenticidad y su realismo puncen doblemente a la sociedad cuando el director construya un relato sobre la traición a los ideales socialistas, tema que seguramente el narrador hizo personal para ganar su primera Palma de Oro.
1 – Raining Stones (1993)
POR EL FETT
Ganadora del Premio del Jurado en Cannes y enmarcado su gran regreso noventero, creo que es esta no solo su mejor pieza, sino también la más cautivadora y personal. La historia de un trabajador que pese a su pobre situación económica, hará todo lo necesario para que su hija lleve un bonito y caro vestido en su primera comunión, es una carta de amor abierta para el obrero británico, que abraza la pobreza y su devoción religiosa como únicos dogmas de su inquebrantable esperanza. Concisa (90 minutos), desgarradora, esperanzadora y como siempre crítica hacía con el sistema y hacía con la discordancia ideológica del trabajador promedio, Loach demuestra aquí por qué es el rey del realismo social británico, con un discurso objetivo monumental.