Las 10 Mejores Películas de Kevin Spacey
La carrera de Kevin Spacey llegó a un inesperado fin tras el escándalo de acoso homosexual y pederasta en el que el actor incurrió en 2017. Aunque no podemos ignorar el lamentable hecho en el que incurrió el actor de ahora 65 años, estamos seguros que el mundo fílmico extraña el talento de uno de los mejores y más versátiles histriones de su época y sin duda alguna uno de los mejores TOP en la década de los 90, época de su gratificante apogeo. Ganador de 2 Oscar, un Globo de Oro y un BAFTA, Kevin momentáneamente dejó las pantallas con un currículo de 89 títulos como actor, más de un treintena como productor y un par como escritor y director.
Recordemos sus Mejores actuaciones.
10 – Glengarry Glen Ross (James Foley, 1992)
POR EL CINE ACTUARIO
Con un elenco de lujo, la historia de un grupo de vendedores de bienes raíces dispuestos a todo por cumplir con sus metas es una demostración de la deshumanización y el materialismo excesivo en un mundo salvajemente capitalista dónde la ganancia está por encima de todo y el fin muchas veces justifica los medios. Con un guion ingenioso dónde la base principal son los diálogos con mucho ritmo, lo cual permite generar remates de impacto entre cada participación. A pesar de que quizás su “stopper” sea una dirección más mesurada, la cinta no desmerece y termina por ser un retrato crudo de un mundo donde a veces maximizar una ganancia propia puedes ser sinónimo de minimizar el bienestar de los demás.
9 – The Negotiator (F. Gary Gray, 1998)
POR EDGAR DEL VALLE
Un thriller policíaco que se convirtió en uno de los clásicos de la programación televisiva por antonomasia en los 90. Protagonizada por Samuel L. Jackson y Kevin Spacey. La historia va de un policía experto negociador que, al ser culpado injustamente de homicidio, toma rehenes para ganar un poco de tiempo y probar su inocencia. En los 90 se convirtió en un verdadero clásico de la televisión, y en donde Kevin Spacey intervendría como el negociador que negociará con el otrora acusado (Samuel L. Jackson en un excelente papel) bajo una gran dirección de Gary Gray. La cinta ha quedado como un remanente de buen entretenimiento y dentro del muy peculiar estilo de acción dramática tan propia de los noventas
8 – K-Pax (Ian Softley, 2001)
POR EL FETT
Drama de naturaleza psicológica en torno a un individuo alojado en un centro psiquiátrico que clama ser de otro planeta, y que alega que pronto partirá de la Tierra. Aunque Softley inunda este interesante ejercicio de diálogos doctor – paciente lo bastante efectivos como para mantenerte atento al desarrollo, la realidad es que producción melodramática tipo “Hallmark”, con todos los clichés posibles de otras cintas sobre enfermos mentales, la hace más un anecdotario actoral que una cinta de calidad. Por supuesto todo descansa en las interpretaciones de Kevin Spacey y Jeff Bridges (¿enfermo? y doctor respectivamente), aunque se le debe conceder el hecho de tener un buen final a modo de metáfora sobre el origen de su “ser”.
7 – The Life of David Gale (Alan Parker, 2003)
POR EL FETT
Resulta hasta retorcidamente místico el hecho de que los personajes de Kevin Spacey siempre estén suscritos a una dualidad psicológica – emocional compleja o bien al giro de tuerca principal de la historia. En este caso el actor hace una formidable interpretación de David Gale, activista en contra de la pena de muerte que es acusado del asesinato de su colega y por ende sentenciado a muerte. Parker construye no solo una investigación y recreación del caso a través de una entrevista concedida a una reportera a tres día de la ejecución, sino también una radiografía muy íntima del personaje que gana puntos al no estar basada en una historia real, permitiendo una libertad creativa al guion y su impredecible desarrollo
6 – Superman Returns (Bryan Singer, 2006)
POR EL FETT
Injustamente marginado, el espectador no estaba preparado para un tratamiento más dramático sobre el hombre de acero. Sin duda la afectación se dio mayormente por temas promocionales y la confusión sobre su “género”, comulgado al desconocimiento del protagonista (es cierto que le hubiera venido mejor alguien con mayores tablas), sin embargo Singer es capaz de aportar innovación narrativa a la mitología del superhéroe dado el tema paternalista y la evolución de su antagónico (un brillante Kevin Spacey), sin dejar de lado el gran homenaje a la cinta original a partir de ciertos elementos nostálgicos y varios de los mejores diálogos en las películas de Superman de Donner.
5 – Swimming with Sharks (George Huang, 1994)
POR EL FETT
Mucho del arquetipo del “jefe malhumorado” e hijo de puta que las nuevas generaciones le conocieron a Kevin Spacey en Baby Driver, Horrible Bosses y hasta de cierta influencia en House of Cards, se originó de esta muy entretenida cinta cómica que sirvió al actor como catapulta al estrellato, inicializando lo que se podría catalogar como su gran era actoral fílmica que se extendería durante 5 años. Spacey personifica con singular picardía a un manojo de insultos laborales que hacen la delicia oral de un libreto que desgraciadamente quedó en el papel como formato y/o fórmula de “copia” para otros muchos filmes por venir. Una cinta que los centennials adorarán (y cancelarán)
4 – L.A. Confidential (Curtis Hanson, 1997)
POR EL FETT
Quizá el gran último noir. Cine de alto nivel y un libreto que raya en la perfección, lo dirigido por Curtis Hanson y presume variados de los mejores momentos del cine de trama criminal gracias a la multifacética labor de 3 arquetipos policiales, distintos en personalidad y en objetivos, pero unidos por una sola búsqueda criminal. La revolucionaria narrativa de este noir tiene en Kevin Spacey a su más carismático personaje, una de las 3 piezas heroicas y elemento que el guion usará para desenmascarar al verdadero villano. En un segundo plano, el detective Jack Vincennes sirve también como nexo y crudo retrato de la media y el star system en un corrupto Hollywood de los 50’s, y de nuevo como foco del giro de tuerca.
3 – Se7en (David Fincher, 1995)
POR EL FETT
Una oda violenta y sombría estética y contextualmente, a pesar de seguir el cliché de la pareja de detectives dispares en la búsqueda por un asesino con un motif espiritual, las variables y las situaciones seleccionadas tanto por el guion como la dirección la convierten en una magnífica excepción a la regla gracias a la compenetración histriónica, una fotografía sublime y sin duda uno de los más espeluznantes y originales giros de tuerca que el cine recuerde, un momento que Fincher analiza y extiende minuciosamente para de nuevo hacer que dicho impacto venga desde la compenetración emocional de sus personajes. Kevin Spacey no necesitó más de 15 minutos para pasar a la historia
2 – American Beauty (Sam Mendes, 1999)
POR EL FETT
Un clásico que exhibe de manera sofisticada la destrucción del ideal americano. Su atemporalidad es tan intensa como reflexiva, pues Mendes no tiene reparo en revelar los deseos más ruines y carnales dentro de un marco de cambio generacional sumamente interesante y bien descrito: llegando el Boomer al final de su clímax y dejando que el “millennial” y todas su inseguridades, miedos y pasiones se posiciones dentro del ciclo de la vida y el “american way of life”. Fue y sigue siendo un rotundo golpe a los valores más intrínsecos del gringo. En el discurso de aceptación del Oscar, Kevin Spacey mencionó que le encantó personificar a Lester porque a pesar de ver sus peores cualidades, es un personaje al cual amamos
1 – The Usual Suspects (Bryan Singer, 1995)
POR EL FETT
Usual Suspects no solo es uno de los mejores guiones en la historia, sino también uno de los planteamientos más interesantes y originales que desarrolla una doctrina narrativa indemne a cualquier hueco argumental o falta de lógica. Un thriller redondo lleno de humor negro, improvisación actoral, técnicas visuales y perfección descriptiva situada en un flashback que abarca el 90% de metraje y que por alguna maestra razón artística mantiene a cualquiera aferrado a su asiento y en constante trabajo mental, un logro que pocos pueden llevar a cabo. Por si esto fuera poco, la química actoral es apoteósica, rasgo necesario para el consecuente giro de tuerca que sin duda es uno de los más impactantes dentro del séptimo arte, cortesía de Kevin Spacey