Las 10 Mejores Películas de Laurence Olivier
Laurence Olivier no es un actor de cine, sino un actor de teatro que por algunas circunstancias hizo cine, y es que por casi cada uno de sus créditos en la pantalla grande o chica, el caballero inglés tiene dos obras de telón desde que este debutara tan solo con 10 años en una representación de Julio César ¿de quién más sino de William Shakespeare?
Como ya es sabido Olivier es una especie de extensión histórica – fílmica – teatral del mismo Shakespeare, siendo por encima de Welles y Branagh sin duda el mejor representante y especialista de la obra del afamado escritor ¿O será acaso una viva reencarnación de este? Nacido un día como hoy de 1907, para antes de cumplir sus 30 años Olivier ya experimentaba su primer apogeo artístico al ser uno de los miembros más activos y talentosos dentro de la compañía del legendario teatro Old Vic Theatre. A la par de su éxito y durante los 30’s, el actor comenzaría una pequeña pero constante racha en el cine británico hasta que a finales de la mencionada década Wyler y Hollywood lo dieran a conocer al mundo a través del legendario drama romántico Wuthering Heights, misma que comenzaría su carrera y posicionamiento como una de las estrellas más sobrias, elegantes y versátiles de la época.
Su férrea personalidad lo llevaría posteriormente a desarrollar dos cosas principales a la par de su adorado teatro (que nunca dejaría): la primera, su independencia creativa y narrativa, poder que le permitió llevar su visión de Shakespeare a la pantalla grande teniendo casi el control completo de una trilogía que lo llevaría a su clímax fílmico de 1944 a 1955; la segunda, enfrascarse en uno de las relaciones más trágicas, tóxicas, pero también románticas en la historia del cine, un cuento de la de la vida real que estelarizó a lo largo de todo su estrellato y carrera a lado de su amada Vivien Leigh.
Metodista y teatral, así como sus relatos, su adaptación al cine fue tan natural como ostentosa, siendo el encargado de encarnar a algunos de los héroes, villanos y antihéroes más exquisitos en el cine. Ganador de 3 Oscar, 3 Globos de Oro, 5 Emmys, 3 BAFTA, el Oso de Oro de Berlín y el León de Venecia, recordamos al legendario Sir Laurence con sus 15 Mejores Películas.
A Little Romance (George Roy Hill, 1979)
POR EL FETT
Laurence Olivier protagoniza y apadrina a Diane Lane, chiquilla que debutaría en el cine en este encantador relato romántico – adolescente, que ha encontrado un hueco entre las películas de culto gracias a su buen equilibrio entre “coming of age” y fantasía “teenager”. Así mismo, quizá su antesala a los 80’s la hace sentir efectivamente como un parón de tiempo, uno suscitado también en otro entorno (europeo) y alejado de los clichés por venir. Lane protagoniza el romance adolescente con gran dulzura, sorprendiendo con su debut. Por su parte, Olivier ganaría una nominación al Globo de Oro por su enternecedora actuación.
Bonus – Fire Over England (K. Howard 1937)
Por El Fett
Una producción de época menor para los estándares de diseño y calidad narrativa de la época, pero definitoria para la carrera de Leigh, siendo no solo debut oficial, sino también en donde conocería a su amado Olivier, engatusándolo con su belleza y talento en un duelo romántico – actoral donde, aunque la joven actriz supera con creces a su futuro amado y también aún novato compañero de reparto, Olivier se encuentra en el proceso de adaptar sus tablas teatrales a un formato de mayor dinamismo, saliendo airoso. Ambos aprovecharían esta marquesina patriotera para explotar su currículo actoral, e incluso en un futuro logrando adeptos y cierto culto con el posterior romance fuera de pantallas.
10 – The Prince and the Showgirl (Olivier, 1957)
Por Edgar del Valle
Dirigida y actuada por este gran actor, se trata de una película de las menores en jerarquía, pero que tuvo como mérito sacar el mejor provecho a Marilyn Monroe en su mejor momento (sabido es que Olivier nunca más quiso trabajar o acercarse a Monroe, debido a su actitud auto destructiva y al trabajo que le costó encausar su poca profesionalidad y talento, según sus palabras). La historia es por demás simple, el enamoramiento de un político de una corista, como película cumple con divertir y es bueno ver a un gran actor divertirse en un papel sin grandes convencionalismos. Cinta tuvo cinco nominaciones al premio BAFTA incluyendo a mejor película.
9 – The Entertainer (Richardson, 1960)
Por Edgar del Valle
Olivier encarna a un entretenedor alcohólico y en decadencia que intenta inútilmente atraer la atención de un público poco participativa. Pero su fracaso no es sólo profesional, si no que también se está hundiendo su vida personal. Espléndido trabajo actoral de Olivier que lo llevó a ser nominado a los premios Oscar, BAFTA y del Círculo de Críticos de Nueva York como mejor actor. Aunque la cinta pudo haberse resumido por su cierta inconsistencia narrativa al tratar de la inmersión psicológica de este ser a partir de un evento, es el talento de Olivier y sus tablas teatrales los que mantienen a la cinta en un óptimo nivel dramático
8 – The Boys From Brazil (Franklin J. Schaffner, 1978)
Por Edgar del Valle
En esta adaptación de la novela de Ira Levin, encontramos a Ezra Liebermann, un cazador de nazis, que está en búsqueda del paradero del Doctor Josef Mengele, conocido miembro del partido alemán que busca con sus experimentos crear una réplica de Adolfo Hitler. Aunque este oscuro thriller no convenció a muchos en su momento, fue la presencia y el tremendo duelo actoral entre los protagonistas Gregory Peck, James Mason y Olivier, que no solo condujo a este último a obtener una nueva nominación al premio Oscar, sino a posicionar a la cinta en el estatus de culto. La dirección de Schaffner cae en algunos baches innecesarios, pero su sapiencia en crear la tensión en entornos recónditos se mantenía e en el mismo nivel que Papillon o Planet of the Apes
7 – Spartacus (Kubrick, 1960)
Por El Fett
El villano del relato, tanto el perfil romano como la faceta antagónica no le eran extrañas en un papel que denota una enormidad histriónica al superar con dominio y fiereza a su nada fácil contraparte, Kirk Douglas. En un papel de connotaciones también homosexuales, Olivier se adhiere de manera perfecta al tono manejado por el director fantasma de este proyecto, el mismo Douglas (ya que Kubrick al parecer solo figuraba como un asesor técnico y de fotografía), en un estilo teatral tanto en lo actoral como en lo visual preferido por ambos. Sin duda poseedor de las mejores escenas (quizá a la par de Ustinov), Olivier hace gala de su talento también al imprimir esa peculiar tensión sexual y hábilmente sugerida por el relato entre él y Curtis, agregando trasfondo y complejidad a su villano.
6 – Sleuth (Joseph L. Mankiewicz, 1972)
Por El Fett
Una joya no solo gracias a uno de los mejores guiones sobre intriga que se han escrito para el cine, sino también a la capacidad adaptativa de Mankiewicz en llevar una historia meramente teatral al lenguaje fílmico, y nutrirlo de una agilidad y ritmo narrativo tan impactante, que incluso hacen que sus 138 minutos parezcan la mitad de los mismos. Un juego de diálogos, maestras interpretaciones, y por supuesto de planos y montaje, la historia de un hombre que invita a su rival y amante de su esposa a su casa, para competir intelectualmente y beneficiarse ambos en el intento. Olivier y Caine dan uno de los mejores duelos actorales en la historia. Como dato curioso, Caine también participaría en el remake junto a Jude Law, pero aunque interesante, nunca al nivel de esta obra maestra.
5 – Marathon Man (Schlesinger, 1976)
Por El Fett
Dentro de los más curiosos papeles de Olivier en su carrera, sin duda este resalta gracias a la increíble e incómoda representación de la maldad, cuando el británico haga de un nazi que simbolice de manera libertina la figura del muy conocido Doctor Josef Mengele, “en ángel de la muerte”. Acreedor al Globo de Oro y nominado al Oscar, su gran y siniestra presencia (aparecerá hasta casi el minuto 50) resultan un deleite progresivo que se tornará en éxtasis con la muy famosa secuencia de tortura hacía el muy joven pero también increíble Dustin Hoffman, logrando uno de los mejores villanos al menos de esa década. Sin duda uno de los mejores thrillers de la historia, con toques de espionaje, repleto de buenas actuaciones, un ritmo prodigioso y un guion de momentos fastuosos, un par de ellos patrocinados por una verdadera leyenda como Olivier.
4 – Henry V (Olivier, 1944)
Por El Fett
La primera de su trilogía shakesperiana (Henry – Hamlet – Richard) no solo es la más grandilocuente (recibiría Oscar honorífico por los meros valores de producción y por haber dirigido, actuado, escrito, producido y hasta editado), sino también la más adaptable a un lenguaje fílmico. Sorprende pues que en esta primera epopeya, Olivier decida abandonar por momentos su “teatralidad” para imprimir un ritmo mucho más ágil gracias a las ventajas técnicas del cine, cosa que no hará en las consecuentes. Siendo también la primera dirección fílmica de su carrera (solo dirigiría 7), Olivier demuestra un dominio nato de la pantalla grande también soportado por la experiencia previa y el hecho de haber dirigido dos versiones teatrales del relato en el 37 y el 42, logrando aquí un lucimiento en la recreación de la época, sus asedios y por supuesto su actuación.
3 – Wuthering Heights (Wyler, 1939)
Por El Fett
Su gran repunte en Hollywood se daría a través de una de las figuras trágicas y románticas más afamadas e influyentes en la literatura y el cine, la de Heathcliff, el torturado anfitrión de aquellas “cumbres borrascosas” por el recuerdo de su “Cathy”. Así pues y posicionándose primero en occidente como un rostro heroico y romántico, Laurence aprovecharía para imprimir no solo su tono teatral en el personaje, sino también su soltura física al interpretar a Heathcliff en varios momentos de su vida ¿Habrá tenido idea aquel joven de 32 años que tanto replicarían a su personaje no solo el cine, sino también tanto para bien como para mal los melodramas televisivos? El remanente histórico sería honrado con su primera nominación al Oscar y por supuesto su rápido posicionamiento en Hollywood
2 – Rebecca (Hitchcock, 1940)
Por El Fett
Fontaine provee la ternura, la inseguridad y hasta el terror psicológico, pero es Olivier quien surte el efecto de tensión y suspenso, viviendo Rebecca a través de sus recuerdos, culpas y accionares. Un desempeño adelantadísimo a su época, fue gracias a Hitchcock que Olivier equilibró su faceta teatral con una mayor soltura química, entregando un papel legendario y muy complejo desde la parte psicológica, siendo también el foco de uno de los mayores y mejor guardados giros de tuerca en la historia. La química entre él y Fontaine es accidentalmente natural, y es que ese halo de tensión y “alejamiento” entre la pareja fue gracias también a los propios berrinches del actor, el cual trató e insistió que el personaje de Joan fuera a parar a su novia, Vivien Leigh. Natural o “profesionalmente” encausado, Olivier transformó esto en una masterclass actoral.
1 – Hamlet (Olivier, 1948)
Por El Fett
Estamos ante la mejor adaptación fílmica de un relato shakesperiano, donde Oliver con toda libertad creativa encausa también uno de los mejores testimonios del “teatro llevado al cine” con una producción y libreto impecables, el primero adepto a los valores técnicos del celuloide, y el segundo respetando todos los parámetros fijados por el autor original ¿Era Olivier la reencarnación de William? Difícil negarlo como una posibilidad, pero lo que sí se puede asegurar es que fue el mejor Ricardo, Otelo, Enrique y por supuesto Hamlet, confirmado no solo por el Oscar a la mejor película y actor, sino también por el Globo, el BAFTA y el León de Venecia. La inmersión tanto narrativa como histriónica que Olivier logra en aquel príncipe danés llega a tal grado de hacernos pensar si la cinematografía ya existía en el siglo XV