Las 10 Mejores Películas de Marlene Dietrich
Diva como pocas, símbolo de la diversidad sexual, activista política y artista completa del teatro, el cine y la música, un día como hoy pero de 1901 nace la polémica y excéntrica Marie Magdalene Dietrich, un mito de dos continentes, enemiga de Hitler y aliada del Hollywood clásico.
De una imponente presencia, esta depredadora sexual y de los escenarios forjó con su atrevimiento, feminidad y androginismo al cine alemán y al Hollywood sonoro de las primeras décadas, trabajando en 56 películas a través de 4 décadas y más de 60 participaciones musicales que se extienden hasta nuestros días.
Estandarte y arquetipo, sus peculiares atributos físicos y su pose bien podrían definir gráficamente el significado de “Diva”, provista también de un talento histriónico destacable bajo la dirección de brillantes directores y encausando grandes clásicos del cine noir.
Recordamos a la soberbia Marlene Dietrich con sus 10 mejores películas
10 – Touch of Evil (Orson Welles, 1958)
POR EDGAR DEL VALLE
No solo este revolucionario noir significó para Welles su último gran pack de dirección y actuación, sino también una especie de final expiación; en ella lo vemos físicamente demacrado pero perfectamente identificado con su villano, que a diferencia de muchos otros relatos del cine negro, se convierte en el eje principal de la trama, construyendo una conspiración desde su “maldad” y posterior redención sacando del molde el acostumbrado arquetipo del “antihéroe” definido por Huston en 1941. Protagonizada por Charlton Heston, Janet Leigh y Orson Welles, Marlene Dietrich, aparece en un pequeño papel como la gitana Tanya, que llena toda la pantalla y cierra esta historia con una frase que resume toda la película: “un buen hombre, un mal policía”.
9 – Judgment at Nuremberg (Stanley Kramer, 1961)
POR EL FETT
Una de las más poderosas cintas americanas sobre juicios y dilemas morales en la historia. No solo es espléndidamente incómoda y tensa, sino que también resalta su valía histórica al relatar con mucha entereza el juicio de los jueces nazis encargados de la limpia durante la Segunda Guerra Mundial. Kramer hace que su duración de tres horas se diluya en una ágil impresión de tensión dramática constante, delegando su credibilidad en un impresionante ensamble actoral encabezado por su fetiche Tracy y una serie de impresionante “testimonios” de Clift, Dietrich, Garland y Lancaster. Kramer, un cineasta que no tenía miedo a proyectar complejos tabúes sobre el racismo, la religión, la ciencia y como en este caso, los dilemas humanistas de la postguerra.
8 – Destry Rides Again (Geprge Marshall, 1939)
POR EDGAR DEL VALLE
Película protagonizada por James Stewart y Marlene Dietrich, en un atípico western (no tan bien recordado a través de la historia del género), y que resalta la no violencia, a la par de su combinación de comedia, tragedia, romance, sátira e inversión de estereotipos. Marlene Dietrich participa como una cabaretera (con una mirada que encierra fatalidad, osadía y vicio) a la cual “Destry”, el ayudante del Sheriff (Stewart), le cambiará la vida. Sin ser una obra maestra, si es una película digna de ver, sobre todo por las actuaciones de sus protagonistas y por el tono que mantiene, siendo un diferenciador de mucho peso para esa época y donde en una etapa muy temprana del género lucía como una antitesís a lo mostrado por el mismo John Ford
7 – Morocco (Josef Von Sternberg, 1930)
POR EDGAR DEL VALLE
Ya instalada en los Estados Unidos, Marlene Dietrich volvería a colaborar con el director Josef Von Sternberg, una vez más como una cantante de un antro que se enamora de un miembro de la legión extranjera (un creciente Gary Cooper), en tanto que es protegida por su mecenas, un acaudalado pintor (Adolf Menjou). Tanto el tema como el desarrollo de la cinta quedan absolutamente superadas con la presencia de Marlene Dietrich, quien convierte lo que hubiera sido un “drama épico más” en una película diferente. Sin embargo, es la sapiencia directiva de Sternberg, la que encausó esta marquesina fílmica de lujo para catapultar a Dietrich (y de paso para Cooper) hacía la meca de occidente, obviando el romance la cámara por su musa.
6 – Dishonored (Josef Von Sternberg, 1931)
POR EL FETT
Aunque la cinta tambalea en su credibilidad (algunas situaciones en torno a los secretos de los espías son inclusos muy absurdas y ridículamente obvias para el supuesto secretismo de la trama), no cabe duda que esta cinta, mitad drama romántico, mitad thriller de espionaje, sirvió a Josef Von Sternberg como el acto confirmatorio de su principal escultura: Marlene Dietrich, a la cual moldearía a su imagen (pero no semejanza) e ideología fílmica, filmando también algunas de las escenas más sensuales y recordadas de la actriz. La historia de una viuda convertida en prostituta, y convertida en una agente para espiar a los rusos, es también una de las cintas más influyentes del cine de suspenso y negro (pregúntenle a Hitchcock)
5 – The Devil is a Woman (Josef Von Sternberg, 1935)
POR EL FETT
Ambientada en España, es importante recalcar quizá el mayor aporte de Sternberg y su musa a la narrativa e historia fílmica, y ese es la construcción del arquetipo de la “femme fatale”, previo incluso a la definición del género noir y a la llegada de las primeras cintas formalmente de dicho género. Esta seductora arpía, tan peligrosa como hipnótica, tan frágil como depredadora, fue la que el cineasta se dedicó a estructurar de 1930 a 1936, colocando a Dietrich en distintos entornos y situaciones, para así poder abarcar todas las perspectivas de esta anti heroína del cine. Otro éxito para su corrida y manufactura, el cineasta vuelve a dar una cátedra de edición y ritmo al procrear una de sus últimas joyas de tan solo 80 minutos.
4 – The Scarlet Empress (Josef Von Sternberg, 1934)
POR EL FETT
Relato de soberbia precisión y adaptación histórica que relata la conflictiva relación entre el afamado zar Pedro I “El Grande” y su esposa, Catalina I, interpretada por una Marlene Dietrich que tendrá que llevar a cabo un híbrido entre su registro dramático de hembra empoderada, y la conversión y opresión del sistema monárquico, logrando así una de sus actuaciones más atípicas u complejas en su carrera. Sternberg, como siempre embelesado por la presencia de Marlene, enfoca su relato en la transformación de la princesa alemana Sophia a la reina rusa, ágilmente construyendo alrededor de esta una introspección emocional, social y hasta política de aquella pareja y su entorno histórico
3 – El Ángel Azul (Josef Von Sternberg, 1930)
POR EL FETT
La primera cinta sonora europea fue también el vehículo de consagración de su director y musa, una Marlene Dietrich que con “Lola Lola”, revelaba a occidente la otra parte del exceso y la sensualidad de la industria del viejo mundo. La tragedia de un profesor que, al pretender rescatar a sus alumnos de un burdel, termina siendo seducido por los encantos de la cantante del lugar, es un relato bilateral de adoración y humillación donde el propio Sternberg vierte toda su admiración por su ninfa y símbolo sexual, llevando a cabo un estudio de degradación física y emocional tan minucioso y perfectamente incómodo, que es posible notar esa delgada línea que separa al director de la locura profesa por Marlene
2 – Shangahi Express (Josef Von Sternberg, 1932)
POR EDGAR DEL VALLE
La relación entre Von Sternberg y Dietrich se convirtió en una de las duplas fílmicas más exitosas de la época. Con tintes de cine noir, este drama explota la admiración del director por su musa al ser la pieza heroica dentro de una misteriosa y peligrosa travesía en tren, donde tendrá que lidiar con un grupo de rebeldes para salvar al hombre que ama y que ha sido tomado de rehén. Para algunos, esta es la mejor actuación de Dietrich, así como también el pico de calidad narrativa del austriaco. Cabe destacar su cómoda y ágil duración, de poco menos de 80 minutos, casi el mismo tiempo que simula Von Sternberg para la narración de su intensa historia de amor.
1 – Witness for the Prosecution (Billy Wilder, 1957)
POR EL FETT
Un guion sumamente brillante (adaptación de la obra de Agatha Christie) para uno de los thrillers – noir más extraordinariamente cínicos en la historia. Las ironías de Wilder alcanzan quizá su punto máximo de inteligencia narrativa al tejer una tremenda telaraña de misterios frente a uno de los casos criminales más originales pero también mejor escondidos de todos los tiempos. El personaje de Power, un señuelo magnífico que engloba todo el arquetipo de aquellos “encantadores” anti héroes, es el contraste perfecto para la formidable e imponente presencia de la femme fatale Marlene Dietrich, química con la cual Wilder logra relucir su capacidad para concebir miradas y códigos que valen más que mil palabras ¡Atentos(as) a todo! Este film debería ser examen para los(as) detectives.
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Acabo de ver La mujer del zar (1934), una película dirigida por Josef von Sternberg y protagonizada por Marlene Dietrich. La película relata la conflictiva relación entre el zar Pedro I de Rusia y su segunda esposa, Catalina I.