Las 10 Mejores Películas de Michael Fassbender
Al revisar la filmografía de Michael Fassbender, uno(a) puede dar cuenta que estamos ante uno de los talentos histriónicos más solventes y versátiles de los últimos años, que coincidentemente a su bajo perfil mediático, lo ha mantenido en una especie de limbo entre las vastas y excelentes producciones que ha protagonizado
Nacido en Alemania, se trasladó a Irlanda desde su infancia; su familia es restaurantera, pero él supo desde siempre que su vocación estaba en la actuación, por lo que se formó y se graduó del prestigioso Central School of Speech and Drama. Entre sus primeros trabajos resalta su participación en la mini serie Band of Brothers, manteniéndose en el rubro televisivo hasta 2006, cuando hiciera su debut fílmico en 300 de Zack Snyder. El resto es historia… moderna
Amante del automovilismo (es piloto también), Fassbender se ha confirmado como uno de los rostros referentes del drama, el cine de superhéroes y la ciencia ficción, haciéndose ya de varios premios en su carrera de entre los que destacan su copa Volpi de Venecia gracias a la participación y asociación que mantiene con el director Steve McQueen
Celebremos el cumpleaños de Michael Fassbender con sus 10 Mejores Películas
10 – The Killer (David Fincher, 2023)
The Killer pudiera ser una película alucinante para los que están acostumbrados a que el cine solo se ve en Netflix. Algo que de cierta forma se agradece para que así ese público explore un poco más allá de las mediocridades del streaming. Pero The Killer también pasará a la filmografía de Fincher como su “menos mejor”, ciertamente entretenida, con algunos valores que resaltar, pero olvidable. En la cuestión actoral, Michael Fassbender cumple y hace lo propio, luciéndose durante los primeros capítulos, pero también sufriendo el destino de su guion y dirección en los últimos, sin nada ya que aportar a un relato fugaz, de buen dinamismo, pero al final intrascendente
9 – 300 (Zack Snyder, 2006)
Una moderna epopeya fílmica, un film tan concreto y ágil que permite al espectador sumergirse en las personalidades y los roles de sus partícipes de la misma manera que en sus efectos excelsamente elaborados. Snyder logra así una equilibrada cinta de aventuras – acción – fantasía – histórica que trascendería a un sinfín de referencias dentro de la cultura de varios medios. A pesar de contar con varios detractores, sus virtudes sobrepasan sus defectos, y es que sobre sus peculiares exageraciones argumentales y el abuso del slow motion, existe un excelente desempeño de sus protagonistas (Fassbender se daría a conocer gracias a esta película) y la emotividad con la que es retratada el sacrificio de estos.
8 – Inglourious Basterds (Quentin Tarantino, 2009)
A diferencia de Django y quizá hasta de manera accidental, Tarantino revoluciona la imagen del antihéroe desde la primera reproducción actoral del estilo de Waltz, un histrión encasillado en su propia personalidad que de manera única e inhóspita se carga con sutil grandeza todo el protagónico de lo que es más que un drama de guerra, una comedia de ficción divertidísima. Así mismo, para equilibrar la naturaleza bélica de su relato, el autor alcanza picos de suspenso soberbios usando con mayor ahínco sus recurrentes mesas, principalmente en la escena introductoria y en la fastuosa secuencia del bar, donde se daría a conocer al mundo Michael Fassbender (aunque su torso ya era conocido en 300), con un lúcido y buen personaje.
7 – X-Men saga (2011 – 2019)
Cuatro participaciones como el villano principal de la saga, la aproximación a su personaje facilitó el desenvolvimiento dramático de Fassbender al desarrollar narrativa y actoralmente la personalidad de Magneto. Resalta por supuesto este “origen” en “First Class”, cinta donde también comparte una excelente química con McAvoy, pero sacando mejor partida desde lo histriónico hasta los mejores momentos y diálogos. Con Days of the Future Past y a pesar de la inclusión de siempre roba cámara “Jackman – Wolverine”, su más amplia y creciente maduración de nuevo le permiten ser el personaje más complejo. Tristemente para Apocalipsis y Dark Phoenix el interés de su personaje es directamente proporcional al nivel de los films: basura
6 – Hunger (Steve McQueen, 2008)
La relación artística entre McQueen y Fassbender comenzaría con un pie derecho dentro de la prisión de Maze para retratar la historia del recluso político y ex miembro del IRA, Bobby Sands, que en 1981 llevó a cabo la famosa huelga del hambre que lo llevaría a la muerte por inanición, causando un escándalo político mundial que provocó una campaña mediática para el partido más allá de las demandas en la que los prisioneros incurrían por mejores derechos dentro de la prisión. Con una actuación soberbia de Fassbender, McQueen no solo se centra en el retrato de dichos maltratos, sino también en el sacrificio y las consecuencias del mismo a nivel físico y mental
5 – Shame (Steve McQueen, 2011)
Una de las cintas más provocadoras de la pasada década fue la encargada de disparar el conocimiento sobre un actor que al parecer estaba comprometido a llegar hasta cualquier lugar para denotar su talento. Muchos otros actores con “mayor experiencia” no se hubieran prestado ni siquiera en su temprana etapa a estelarizar un relato tan crudo, pero Fassbender en la comunión forjada con McQueen hace parecer a este drama una experiencia muy cercana, palpable e íntima. No es solo uno de los pocos manifiestos sobre la adicción sexual en el cine, sino también un tour de forcé de Fassbender, que por sí solo y en muchos momentos incluso le levanta la cinta al propio director.
4 – Frank (Lenny Abrahamson, 2014)
Incapaz de aún definir con exactitud lo que Abrahamson quiso transmitir con esta cinta, lo único que queda claro es que Frank no solo es uno de los primeros y más fieles testimonios del entorno musical (y evolutivo) de la generación Z, estancado en ese gran pozo sin fondo y sin definición precisa de lo que se denomina como “alternativo” ¿Es Frank una sátira del en ocasiones sin sentido origen de este “género” musical? ¿O tal vez una gran crítica a toda una estirpe juvenil asentada en esta década? No lo sé, pero lo que si se es que Fassbender me parte el corazón al mismo tiempo que me brinda esperanza con una actuación que no necesita mostrar su rostro para definir sus emociones y personalidad, pero es el final, ese entrañable final el que le da el toque maestro.
3 – Macbeth (Justin Kurzel, 2015)
Una excelente obra de Kurzel a la fecha incomprendida, que a la par de su vigoroso empeño visual, convierte al relato de Shakespeare no solo en una de sus adaptaciones más precisas al cine, sino también más brutales, solemnes e íntimas. Incluso Kurzel se muestra propositivo en la deconstrucción de su héroe caído, relegando a Lady Macbeth a un rol muy olvidable (la parte más criticada de la adaptación, sin duda) y dotando de mayor trasfondo psicológico al Lord escocés, que en manos de Fassbender crea una tan empática como odiosa representación del complejo personaje. El tramo final no solo es bellísimo de manera visual, sino que también da otra dimensión al propio Shakespeare, el cual hubiera estado satisfecho.
2 – 12 Years a Slave (Steve McQueen, 2013)
Tremendo desempeño, ruin, despiadado y terrorífico. Alejado de toda delimitación cliché y/o perfil unidimensional en este tipo de personajes y siempre acorde a la patente narrativa de McQueen , Fassbender construye a un verdadero hijo de puta de una dualidad espiritual retorcida y perfectamente proyectada , provocando sus víctimas y en el espectador un terror y odio genuinos y que se ha ganado el recuerdo fílmico. Fassbender logra ponerle a la maldad un rostro y lo hace de tal manera que en cada una de sus apariciones se siente la carga emocional y el suspenso que el monstruo de Edwin Epps acarrea en cada una de sus transfiguraciones. La secuencia del interrogatorio a Northup confirma todo.
1 – Steve Jobs (Danny Boyle, 2015)
Un robo descomunal en el Oscar (que ese año le dio “por méritos” a Leonardo DiCaprio), su actuación de Jobs es perfecta; metido totalmente en la carne del genio más testarudo e hijo de puta de la historia (sello de la casa en sus actuaciones), Fassbender ofrece una cátedra en cada plana histórico que se narra en el film mostrando una soltura y evolución emocional de Jobs memorable y de paso, obligando a que todos sus co estrellas actúen o intenten llegar a su nivel para no desfasarse de la naturalidad y frescura con la que fluye el relato (Rogen, Sthulbarg, Watertson, Daniels). Un portento de transformación que en un segundo plano guarda uno de los más ricos relatos paterno-filiales de la pasada década.