Las 10 Mejores Películas de Paul Giamatti
Un pequeño gran actor, Paul GiamattI comenzaría su carrera en los 80, con algunos pequeños papeles televisivos que combinaba con su función teatral. Para los 90, su rostro comenzaría a relucir como un secundario funcional a la orden de directores como Spielberg o Milos Forman, mismos que lo impulsarían para que, con la llegada del nuevo milenio, tomara parte dentro del catálogo de actores de primera categoría.
Con el protagonismo, Giamatti dividiría su faceta y registro en dos vertientes; la primera, con un personaje trágico, roto o en construcción de mediana edad; la segunda, un villano cínico y odioso. Estos dos perfiles serían combinados con aún creciente respeto como actor de reparto, que le seguirían dando las mejores glorias de su carrera.
Un excelente actor, con más de 100 créditos entre el cine y la televisión, celebremos su cumpleaños con sus Mejores Películas
10 – Straight Outta Compton (F. Gary Grey, 2015)
Straight Outta Compton, más que una ficción sobre los orígenes del grupo N.W.A. (DJ Yella, Dr. Dre, Eazy-E, e Ice Cube), tambien es el mayor representante de la controversia que rodeó en sus inicios al rap en los Estados Unidos, pero más importante aún, una observación por parte de su director sobre cómo si bien las temáticas gangster ya han sido abandonadas en el mainstream desde hace mucho tiempo. El grupo de rap N.W.A. Pioneros del género, junto a Public Enemy tuvieron un rol fundamental en hacer del hip-hop una voz de protesta, así como un sonido que resonara en la vida de estas personas. Una biopic musical de excelencia y muy infravalora, Paul Giamatti tiene un pequeño pero fundamental rol como el representante Jerry Heller
9 – 12 Years a Slave (Steve McQueen, 2013)
POR EL FETT
Infravalorada pieza ganadora del Oscar, que además de contener uno de los mejores castings norteamericanos sumidos en excelsas interpretaciones, representa uno de los testimonios fílmicos más honestos y cruentos sobre el esclavismo coronado por un contemplativo estilo narrativo que, a lo largo de su metraje, hace que la audiencia experimente el mismo sufrimiento que su protagonista, incluso proveyendo a esa odisea de un halo de esperanza que agrava la sensibilidad y ese elemento tortuoso sin la certeza de ningún salvamento y/o redención. Paul Giamatti tiene un pequeño pero clave y siniestro papel dentro de esta odisea, destacando al igual que todo su reparto
8 – Man on the Moon (Milos Forman, 1999)
POR EL FETT
Que sirva la mención de esta excepcional “biopic” (que volvió loco a Milos Forman y que hizo resucitar a Andy Kaufman casi de manera literal) para hacer referencia a la serie de trabajos secundarios en los que Giamatti se vio inmiscuido en la década de los 90, mismos que empezaron a ganarle respeto y confianza entre la industria y directores (Saving Private Ryan y The Truman Show son otros grandes ejemplos). Aquí interpreta con gran solvencia al asistente y socio de Kaufman, destacando por cargar una parte del giro y misticismo que propone el relato hacía su acto final. Gran química la que denota con Kaufman, digo… con Carrey, quizá su mayor talento aquí haya sido soportar la resurrección del cómico en la piel de Jim.
7 – Love & Mercy (Bill Pohlad, 2014)
POR EL FETT
Entre las mejores y estrictamente biopics musicales, este complejo relato contado en dos planos cronológicos mezcla los sucesos del protagonista desde la perspectiva creativa y el trastorno mental; el primero desde la creación de uno de los mejores álbumes del rock,, y el segundo desde el aspecto relacional. Extraña en forma y tono, tal y como lo fue la vida del brillante Wilson, los Beach Boys vuelven a surgir con gran impacto estético, emocional y ciertos toques surreales que proyectan el trastorno mental de nuestro entrañable héroe. Gran cinta ignorada por el poco poder mediático de una de las mejores y más olvidadas figuras dela música y el rock, y que contiene una genial y odiosa actuación de Giamatti como el manager hijo de puta.
6 – The Illusionist (Neil Burger, 2206)
POR EL FETT
Quizá este thriller “mágico” hubiera tenido mejor suerte si otro thriller “mágico” (superior por supuesto) de Christopher Nolan no se le hubiera cruzado en el mismo año. Pero la medalla de plata fue lo suficiente incluso para ser mayor recordada gracias a ser una de las consentidas de la televisión en su rápida distribución por la pantalla chica. El diseño de producción, las excelentes actuaciones de Edward Norton y Paul Giamatti (como presa y captor) y el excelente giro de tuerca escondido hacía el final con la analogía de la revelación de un truco de magia, encausó lo que termina siendo una conmovedora historia romance donde el bien triunfa sobre el mal. Muy entretenida pieza a revalorar
5 – Barney’s Version (Richard J. Lewis, 2010)
POR EL FETT
Una de esas películas dramáticas que necesita una advertencia. Un excelente manifiesto sobre la demencia y la gradual pérdida de memoria, que debido a su naturalidad actoral y a una narrativa que juega de manera precisa y confusa con el tiempo y la perspectiva de su personaje, se convierte en algo muy duro de ver. La actuación de Giamatti lo es todo, un personaje tan encantador como complejo, y con quien el espectador puede compartir su brutal pérdida. No solo eso, pues la dirección se encarga de que su entorno se desdibuje de manera proporcional a su desgaste, afectando también la interacción con los otros personajes (destacando a un buen Dustin Hoffman). Muy olvidada, quizá por lo dura que resulta de ver
4 – Cinderella Man (Ron Howard, 2005)
POR EL FETT
Quizá no hubo una dupla director – actor más manipuladora que la de Howard – Crowe entre los finales de los 90 y los principios del nuevo milenio. Ambos se complementaban a la perfección, pues mientras Howard en todo su sentimentalismo dramático construía un relato para hacer lucir a su fugaz actor fetiche, Crowe le respondía con creces haciendo que estas telenovelas tuvieran cierto valor gracias precisamente a su actuación. Sin embargo, la historia de este “underdog” (que no precisó ningún diferenciador), destacó principalmente por la labor de otro actor, la de Giamatti, en el papel del entrañable entrenador, desempeño que le regalaría su única nominación al Oscar.
3 – American Splendor (Robert Pulcini, Shari Springer Berman, 2003)
POR EL FETT
Maravillosa cinta que a principios del milenio y gracias a su calidad y creciente fama, fue una de las encargadas en llevar al conocimiento globalizado (e hiperconectado) el mote de “indie”. Irónico, si nos ponemos a pensar que trata sobre la biopic del mismo creador del comic que inspiró la cinta, y que a su vez es una de las mejores metaficciones en dicho rubro, gracias a su complejo y divertido abordaje psicológico y creativo del personaje interpretado con maestría por Paul Giamatti. Un logro de escritura y dirección, con un halo “indie” inolvidable y unos diálogos que se mofan de la sociedad americana partiendo desde el mismo individuo. Una joya
2 – The Holdovers (Alexander Payne, 2023)
Payne retorna a su nivel narrativo al crear un clásico instantáneo navideño a partir de un triángulo psicológico y emocional complejo, donde más allá de estudiar la interacción entre estos, explora nuevamente los confines y las profundidades de la depresión en distintas personas, edades y situaciones, pero con un factor común: La navidad. Y es que esta fecha para algunos podría ser un detonante de felicidad, paz y acompañamiento, mientras que para otros pudiera ser todo lo contrario, un activador de nostalgia y de este trastorno que el cineasta es experto en retratar, y que en esta ocasión expondrá dentro de su parte más humana y fraternal, a través del forjamiento de una adorable y accidental familia. Paul Giamatti está PERFECTO
1 – Sideways (Alexander Payne, 2004)
POR CLEMENTINE
Dos amigos cuarentones y litros de vino tinto; el primero de ellos, un escritor fracasado y con un duelo inconcluso; el segundo un mujeriego actor venido a menos a una semana de sentar cabeza y casarse; deciden juntos emprender un viaje por los viñedos del norte de California. Entre copa y copa se van viendo envueltos en una serie de contratiempos que los hará poner a prueba su amistad. Una pareja de amigos de lo más dispar, que a lo largo de su aventura descubren que además de su amistad tienen en común una serie de ambiciones de juventud fallidas y un profundo temor a la soledad. La actuación protagónica de Giamatti es brutal, incomoda, trágica y empática, mostrando la sutil destrucción del alcoholismo