Las 10 Mejores Películas de Scott Glenn
Muy cumplidor actor y un rostro muy recurrente de la filmografía ochentera – noventera en Hollywood. Nacido un día como hoy, la vida de Scott Glenn tiene material para formar una propia película de superación personal, pues se pasó casi toda su niñez postrada en la cama debido a una enfermedad que casi lo deja con una permanente cojera, sin embargo, a base de esfuerzo y una severa rehabilitación, aquel niño no solo se curó, sino que se convirtió en un artista marcial que poco después encontraría su vocación, primero en el periodismo y la escritura, y luego en la actuación.
Aunque comenzaría su carrera en 1965 dentro de la televisión, comenzaría a tomar relevancia gracias a pequeñas participaciones en cintas como Nashville y Apocalypse Now a finales de los 70, actuaciones que le darían papeles mucho más importantes comenzando los 80.
Nunca ha tenido una nominación ni ningún premio, pero hay varios de sus personajes de reparto que son muy bien recordados en distintos géneros, desde el western hasta el thriller, pero sobre todo gracias a la calidad de dichas películas que a la fecha ya son clásicos y/o de culto.
Con 100 títulos y aún en activo, celebremos los 83 años del veterano Scott Glenn con sus 10 Mejores Películas
10 – Apocalypse Now (Coppola, 1979)
POR EL FETT
El corazón de las tinieblas de Joseph Conrad nunca verá otra mejor adaptación que esta, la mayor épica – odisea de cine bélico donde puede notarse otro de los grandes trucos de Coppola, reflejados en los pequeños detonantes a lo largo de su relato en forma de personajes secundarios y escenas de inmensa calidad que sirven como nexos del viaje y elementos que alimentan la psique y estructura de su de nuevo “antihéroe”. De nuevo jugando al tópico paterno en una espiral progresiva de demencia, el estilo de Coppola se adapta tanto a Conrad, como sus tinieblas a tono del director. Quizá más como curiosidad, pero vale la pena destacar la aparición de Scott Glenn como el Teniente Colby, el primer soldado enviado y perdido.
9 – The Bourne Ultimatum (Paul Greengrass, 2007)
POR EL FETT
El Ultimatum” es la cinta más cercana a la fantasía “tipo Bond” dentro dentro de la personalidad de Jason Bourne, sin embargo la dupla Gilroy – Greengrass se las arreglan para incrustar con mucha credibilidad un “nuevo pasado y origen”, a la par de seguir desarrollando la psicología de nuestro trágico y amnésico agente. Así pues la ahora falsa conclusión tuvo incluso en su momento una doble funcionalidad: la de una precuela y secuela, tratamientos que podría volver loco a cualquiera, menos a un Gilroy y su precisa lógica interna. Así mismo y como en cada entrega, la agencia se extiende en su organigrama, destacando Scott Glenn como el jefe de jefes tras la cacería de Jason Bourne
8 – The Challenge (John Frankenheimer, 1982)
POR EL FETT
Scott Glenn en el primer protagónico de su carrera, torso desnudo, peinado ridículo y tirando chingadazo cual Uma Thurman en Kill Bill, en una trama que combina acción, artes marciales, thriller criminal y hasta un drama fraternal de trasfondo. Si había duda de quien es el verdadero padre de la acción, Frankenheimer nos demuestra que también sabía hacer productos para el videohome, sin pretensiones y de alto entretenimiento, cuando un boxeador norteamericano viaje a Japón por encargo para solo inmiscuirse en la peligrosa cacería de una espada mítica que debe juntarse con su gemela. Con un “look” propositivamente vergonzoso, Glenn y la cinta ha sabido ganar culto conforme los años por e buen toque de su director
7 – Personal Best (Robert Towne, 1982)
POR EL CINE ACTUARIO
Robert Towne escribe una historia de dos atletas femeninas que en el proceso de entrenamiento se enamoran y se debaten entre sus sentimientos. La cinta solidifica su argumento pro-LGBT en una trama que desarrolla adecuadamente las personalidades, apostando porque el romance y su relación sea más orgánico y menos edulcorante y forzado como la tradicional receta de California. En actuaciones destaca Scott Glenn como Terry Tingloff, el homofóbico entrenador quien se lleva las palmas. Personal Best es la demostración de que, con una buena escritura e historia, los mensajes de paz, tolerancia, respeto y amor son más efectivos en su comunicación con los receptores
6 – The River (Mark Rydell, 1984)
POR EL FETT
En su exportación al occidente, Mel Gibson encontraría un buen vehículo dramático junto a Sissy Spacek en esta película, si bien no buena, si un interesante manifiesto social sobre la marginación en la historia de unos agricultores que hacen frente a un empresario que quiere inundar sus tierras por motivos más personales que corporativos. Aunque este drama rural parece más una “tragedy porn”, ha guardado cierta estim por el poderío de sus actuaciones (también Scott Glenn da una excelente actuación como el hijo de puta del relato, un personaje que mostraría otra de sus buenas facetas, la del villano deshumanizado) y por su trepidante clímax en aquel recordado desbordamiento de río.
5 – The Hunt for Red October (John McTiernan, 1990)
POR EL FETT
Un relato dual sobre el honor de la milicia y en donde McTiernan tiende a aligerar su tono de acción para adentrarse más en el drama de espionaje, logrando bajo su estilo característico encausar variados momentos de tensión. Su mayor valor es descubrir hacía donde se dirige, pues el misterio del Octubre Rojo radica en la misión personal de su protagonista (Connery) hacía con sus “camaradas”, en lo que es también una crítica repleta de humor negro a la guerra fría y a la moribunda Unión Soviética. Destacar que sería tal vez la mejor adaptación fílmica que a la fecha se haya hecho sobre el personaje de “Jack Ryan”, que aquí funge incluso como un personaje secundario (de ahí su genialidad). Por su parte Scott destaca con mucha presencia, cumpliendo con un buen papel de reparto
4 – Training Day (Antoine Fuqua, 2001)
POR EL FETT
Ethan Hawke mencionó al ver el libreto de este fastuoso thriller policíaco que, de hacer él un buen trabajo, haría que Denzel Washington ganara el Oscar. Dicha declaración refleja una sapiencia impresionante sobre el quehacer actoral, pues bien es cierto que la interacción del reparto genera y ensalza la química del protagonista. Ya todos saben el desenlace profético de aquella frase: Denzel se haría de su Oscar, en un trabajo conjunto que saca chispas en cada plano, diálogo y situación incómoda entre estos dos policías, donde la tensión es un ingrediente constante de su narrativa. A Scott Glenn hay que aplaudirle también por tan buen y fugaz papel de reparto, un cínico pero pacífico traficante que también será víctima del siniestro Alonzo
3 – Silverado (Lawrence Kasdan, 1985)
POR EL FETT
En una etapa agonizante del western, poco se le podría exigir a un producto como este más que la manutención del género dado el cartel histriónico que representaba (que por cierto, eran actores totalmente ajenos al rubro), sin embargo Kasdan consigue sacar de Glover, Glenn, Goldblum, Arquette, Kline, Cleese, Jenkins y Dennehy, un acervo de elementos clásicos en sus 3 vertientes narrativas que al contrario de saturar, terminan siendo un producto por demás entretenido y nostálgico. Una lástima que lo pintoresco de su puesta en escena y lo olvidable de su década (en género) no le hayan dado el lugar que se merece. De cierta manera, Glenn comparte la parte protagónica con Kevin Kline, dupla formidable.
2 – The Silence of the Lambs (Jonathan Demme, 1990)
POR EL FETT
Estremecedor thriller que inauguraba con el pie derecho la década de los 90 para el Oscar, marcando así una “tendencia” regida por la variedad de géneros en aquella época (y que verían “a la mala” su clímax en la horrible Titanic). Uno de los mejores thrillers de la historia, la excelencia narrativa e histriónica creó un ambiente tan morboso como clasutrofóbico para el espectador, haciéndolo partícipe de la investigación y testigo de uno de las secuencias finales más tensas y mejor logradas dentro del género. La actuación – química entre Hopkins y Foster es de antología, así como el retrato sin concesiones de un asesino tan complejo como escabroso. Glenn haría su parte como el sobrio director del FBI, padrino de Clarice Starling
1 – The Right Stuff (Philip Kaufman, 1983)
POR EL FETT
Interesante acervo histórico enmarcado en una entretenida aventura de motes moralistas y de superación personal para el orgullo gringo, protagonizada por el común pero verdadero “underdog” de las misiones espaciales, Chuck Yeager, piloto en romper la barrera del sonido y que con su entrenamiento y pruebas hizo posible que E.U.A. comenzará como segundo en la carrera por la conquista espacial. La historia de quiénes conformaron la Misión Mercury es así una hábil exploración humana que a pesar de rebasar las 3 horas de duración se convirtió en el prefacio fílmico de las aventuras espaciales. Glenn quizá da su mejor actuación de reparto como el astronauta maestro y guía, Alan Shepard.