Las 10 Mejores Películas de Silvia Pinal

Parte del eslabón de la dinastía del mismísimo padre de la patria, Don Miguel Hidalgo y Costilla, Silvia Pinal Hidalgo es todo un referente del cine mexicano. Musa de Buñuel y de Diego Rivera, amor imposible de Enrique Guzmán y del mismísimo Tigre Azcárraga. Fue amiga entrañable de Pedro Infante y cuatachísima de Germán Valdés Tin-Tan. Nacida en Guaymas, Sonora, demostró que más que una cara bonita, podía hacer algo más que servir mesas en el restaurante de su papá y así lo demostró, derrochando su talento en casi un centenar de películas que van del melodrama a la comedia y de ésta a la tragedia.

Con una vida llena de aventuras, amores de antología, persecuciones políticas y escándalos dignos de una reina de la pantalla grande, Doña Silvia Pinal vive hoy en día (muy merecidamente) de sus glorias, sus memorias y sus logros como actriz, productora, madre, abuela y todo lo que usted se pueda imaginar.

La mujer que nos llevó a conocer las más tristes historias y que hoy se inmortaliza en mames. Aquí las Mejores Películas de Silvia Pinal

 

10 – La Marca del Zorrillo (Gilberto Martínez Solares, 1950)

POR FLACO CACHUBI

Esta fue la primera de varias películas en tono paródico protagonizadas por Tin Tan, inspiradas en obras clásicas de la literatura y llevadas al cine por los estudios Hollywoodenses. Como es costumbre, Martínez Solares se toma demasiadas licencias con respecto al material original en pro de ofrecernos un argumento de lo más divertido y disparatado. Los anacronismos y el traslado de las situaciones al ambiente local son la sal y pimienta que establecerían una fórmula en las siguientes farsas fílmicas del actor. El absurdo es llevado a niveles insospechados en el sentido más literal, pues cuando el espectador supone que Tin Tan aparecerá en cualquier momento portando antifaz… ¡Nanay! Se presenta una vuelta de tuerca con un giro fantástico de risa loca

 

9 – El Inocente (Rogelio A. González, 1956)

POR EL FETT

Adorable e hilarante comedia romántica, mezcla entre road movie y enredos familiares, que en su momento mostró un interesante manifiesto sobre las clases sociales sin llegar a los estereotipos vulgares de hoy en día, y que incluso ha servido de base para desarrollar (o copiar) decenas de argumentos dentro del cine mexicano a través de las décadas. El Inmortal, afianzado también en este tipo de comedias, crea una pareja de ensueño con la también chispeante Silvia Pinal; el un mecánico, ella una niña berrinchuda de clase alta, ambos se meterán en un lío familiar con la familia de ella que desprenderá comiquísimos diálogos y situaciones. Vale la pena rescatarla

 

8 – Una cita de amor (Emilio Fernández, 1958)

POR EL FETT

Emilio regresa a sus orígenes revolucionarios para narrar otra historia de amor trágico dentro de un contexto western, pero en esta ocasión mucho menos condescendiente e incluso un poco más violento (dentro de la corriente crepuscular). Trabajando con Silvia Pinal por primera y única vez, Emilio construye otra recia heroína campirana, que reta a las costumbres e ideologías de su rica familia para casarse con el hombre que ama. La cinta se adaptó bien al mercado europeo, siendo participante dentro del Festival de Berlín de su año y permitiendo al “indio” renacer de manera directiva 8tras varios baches en su carrera), un poco antes de su última etapa como actor y villano.

 

7 – Simón del desierto (Luis Buñuel, 1965)

POR EDGAR DEL VALLE

Mediometraje de 48 minutos del director español avecindado en México, protagonizado por Brook como Simón, acompañado por Silvia Pinal en el papel del Diablo. Buñuel se inspiró en la figura histórica de San Simeón el Estilita, quién allá por el año 422 se retiró al desierto y allí pasó los últimos 37 años de su vida subido a una columna, papel que Brook desempeña el actor de manera esplendida, dotando al personaje de la personalidad acertada en este gran enfrentamiento actoral, de diálogos y espiritualidad con una sensual y tétrica Pinal. Película ganadora del premio especial del jurado del Festival de Venecia de 1965.

 

6 – El Ángel Exterminador (Luis Buñuel, 1962)

POR EL FETT

La oda a la tortura del burgués, el Buñuel más surrealista goza con el resquebrajamiento del abolengo y encierra en un cuarto a una serie de personajes tan falsos como despreciables, donde el castigo por el boleto de la hipocresía tiene el mismo costo de acceso y la misma hora de salida. Cuando el exterminador está cerca, los sueños se hacen tangibles y los secretos comienzan a descubrirse, el comportamiento animal a aparecer y la desesperación que pudiera convertir en humanos a estos engendros a vislumbrarse. Un años después de haberse consagrado al mando de Buñuel con Viridiana, la Silvia Pinal acompaña de nuevo al director con uno delos papeles de reparto que más brillan por su belleza, presencia y talento

 

5 – El rey del barrio (Gilberto Martínez Solares, 1949)

Por CAT MOVIE LEE

Al lado del genial Tin-Tan y luego de su debut como actriz en Bamba, Silvia Pinal cayó como anillo al dedo del comediante; su carisma y belleza calaron hondo en el actor que más allá de querer conquistarla (como a la mayoría de las actrices con quien logró hacer mancuerna), creó una genuina y divertida amistad que se ve reflejada en la cinta, una de las mejores del rey del barrio en donde interpreta a una especie de Robin Hood mexicano que lucha por la justicia y darle lo mejor a los que puede y a los que quiere, entre ellos, su linda vecinita, Carmelita (Silvia). La triada perfecta la complementa la irrepetible Vitola y el pilón, el carnal Marcelo. Ese mismo año, Silvia volvería a hacer pareja con Tin Tan en La marca del zorrillo y posteriormente en Me traes de un ala. Había nacido una amistad y una genial pareja cómica.

 

4 – El casto Susano (Joaquín Pardavé, 1954)

Por CAT MOVIE LEE

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Dos años más tarde y luego de ver los resultados que Silvia Pinal logró al lado de Tin-Tan, el gran Joaquín Pardavé decidió que quería a la señorita Pinal para formar parte de una de sus más grandes cintas (él la escribió) y con la cual lograría uno de los personajes más entrañables de la época dorada del cine nacional. Un hombre “puritano” que viaja a la capital para conocer clubs nocturnos diciendo que él es soltero aunque no es verdad. El debut en la gran pantalla del mismísimo Antonio Aguilar y el derroche de belleza y carisma de Mimí (Silvia) hicieron las delicias de un público que puede disfrutar una historia llena de enredos, risas y una que otra verdad. Todos bajo la dirección del propio Pardavé.

 

3 – María Isabel (Federico Curiel, 1967)

Por CAT MOVIE LEE

Un melodrama que se convirtió en la semilla e influencia de muchas de las telenovelas que 20 o 30 años más tarde encontraron en la figura de la muchacha pobre que se enamora del rico, su llave al éxito (lo de las “Marías” no es simple casualidad). La película destaca por su importancia dentro de los melodramas mexicanos, quizá no sea su más brillante actuación, pero sí una de las más recordadas. Escrita por la reina de los culebrones, Yolanda Vargas Dulché y dirigida por Federico Curiel. El éxito fue tan rotundo que dos años más tarde, la pantalla grande estrenó El amor de María Isabel, una continuación a la primera historia. El éxito no fue el esperado, pero el arquetipo Silvia Pinal si que lo fue

 

2 – Historia de un abrigo de mink (Emilio Gómez Muriel, 1955)

Por CAT MOVIE LEE

Una de las más fascinantes historias en donde la figura de Silvia Pinal, no solo es fundamental para el desarrollo de los relatos que se cubren bajo el calor de un abrigo de mink como el hilo conductor de toda la cinta, sino que además, muestra una de sus mejores actuaciones. Margot (Silvia) encabeza a 4 maravillosas mujeres (Irasema Dilián, Columba Domínguez y  María Elena Marqués) con sus diferentes historias, todas con ambiciones, sueños e ilusiones en torno a la elegancia que en aquella época (mitad de los años 50) podía otorgar tan fina prenda de vestir. No solo se ve bellísima sino que actúa estupendamente. Buñuel confesaría que ésta fue pieza clave para elegirla como una de sus piezas favoritas para tres de sus mejores películas: El ángel exterminador, Simón del desierto y Viridiana

 

1 – Viridiana (Luis Buñuel, 1961)

Por CAT MOVIE LEE

No sólo es por mucho su mejor actuación. Viridiana cambió la vida de Silvia Pinal; el encuentro con Buñuel fue parte fundamental de su carrera; no solo le dio la oportunidad de interpretar el protagónico de esta cinta sino que además, el aragonés se convirtió en una especie de guía y maestro para la actriz. Silvia se arriesgó y triunfó, aunque las mieles del éxito no fueron inmediatas. La censura de aquella época detestó la película y si bien Cannes se rindió ante tal pieza, en España Franco y su dictadura prohibieron su exhibición e incluso, la mandó destruir. Silvia logró escapar con una copia de la misma para, 17 años de su filmación, poder ser exhibida en ése país.

En México fue poco entendida (como todo lo que hizo Buñuel) Pero Silvia sabía lo que era estar como pupila del director. Lo conoció lo suficiente como para valorar su arte y dejarse guiar. Gracias a eso, Pinal fue conocida en Europa y logró hacer algunas cintas en Italia y Francia. Aun hoy, al hablar de Viridiana a Doña Silvia Pinal se le ilumina el rostro. Pues hablamos ni más ni menos que de su máximo logro como actriz y el nombre de una de sus hijas que, desafortunadamente murió.

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