Las 10 Mejores Películas de William H. Macy
Un actor salido del cine independiente y que gracias a sus particulares rasgos físicos se ha posicionado como un rostro muy reconocido en la industria fílmica desde la década de los 90. Multinominado por su labor televisiva, en la pantalla grande William H. Macy ha destacado por ser un actor de soporte bastante eficaz y versátil, adepto al thriller, drama y comedia sin ninguna complicación en su cambio de registro.
Así mismo su incursión en el cine comercial le ha ayudado a siempre permanecer en la memoria del cinéfilo, contando hasta ahora con más de 140 títulos en su currículo. Celebremos los 75 años de William H. Macy con sus 10 Mejores Películas
10 – Room (Lenny Abrahamson,2015)
Por el Cine Actuario
Una joven es secuestrada, violada y obligada vivir en el ático con su hijo Jack, quien las cuatro paredes se convierten en el único mundo que conoce. Room es una cinta sumamente claustrofóbica gracias a un excelente trabajo de dirección, sin embargo, no cae en el morbo de la mencionada situación, sino que enfoca su sentido en la relación madre – hijo y la dinámica entre estos dentro de una áurea asfixiante. La positividad y la energía que plantea su consecuente huida escapa de la manipulación al ser tratados desde la perspectiva del niño, el cual comienza a adaptarse no solo a la nueva realidad del entorno, sino sobrevivir a los traumas, duelos y secuelas de su madre.William H. Macy tiene un pequeño pero fastuoso papel como el padre – abuelo, reflejando la impotencia hacía un niño no reconocido
9 – Pleasantville (Gary Ross, 1998)
POR EL CINE ACTUARIO
La trama sobre dos jóvenes que son transportados a una sitcom de los años 50 en blanco y negro podría sonar a una comedia romántica melosa, y efectivamente la primera mitad de la lo es, sin embargo, en su segundo acto con la llegada de la TV de Color la narrativa comienza a plantear una historia cómica, existencialista y con cierta crítica social utilizando como punto de partida a este pueblo ficticio. Efectiva en sus reflexiones acerca del impacto del arte y de la sociedad y de las transición cultural y generacional, con un buen diseño de producción y con actuaciones solventes, resalta la presencia de William H. Macy como el esposo de los suburbios y abandonado por la nueva experimentación sexual y de vida de su esposa, a lado de Joan Allen
8 – Kingdom of the Planet of the Apes (Wes Ball, 2024)
POR EL FETT
Kingdom of the Planet of the Apes es una digna secuela. No tiene la emotividad ni la fuerza narrativa de la previa trilogía, pero evoluciona el universo y el folclor, expande la mitología y crea una analogía social y religiosa interesante alrededor del mito de Cesar. Quizá el factor humano (reflejado en un excelente William H. Macy) y un poquito de exceso de metraje sean sus principales enemigos, pero ambos son errores previsibles dada la evolución de Wes Ball y del villano por excelencia de esta saga: el traicionero hombre. Ball imprime una reflexión social clave que la distingue de entre todas las demás de la saga, y esa es la manipulación de la ideología “religiosa”, así como un interesante contexto histórico que sirve como alegoría a la llamada “edad de hierro”. Bienvenidas sean cinco más
7 Mystery Men (Kinka Usher, 1999)
POR EL FETT
La parodia sobre superhéroes por antonomasia cuando aún ni se tenía pensando en acuñar dicho tópico. Con un director fantasma (Usher) y en las manos del propio Ben Stiller, esta colección de parias fuera y dentro de la pantalla (su reparto es secundariamente exquisito) crea por debajo de un lienzo totalmente absurdo e hilarante, una tesis y crítica social hacía el consumo sobre estos personajes casi 10 años antes de que empezara su explotación. Profética, este bonche de adultos atolondrados con poderes divertidísimos seguirán el ejemplo del “Súper Hombre” patrocinado al que solo le importa vender más muñecos. William H. Macy como el Hombre Pala está genial
6 – The Sessions (Ben Lewin, 2012)
POR EL FETT
En The Sessions, William H. Macy encuentra una buena plataforma para demostrar de manera más comercial su versatilidad cómica. La historia de una terapeuta sexual experta en tratar a personas con discapacidad para que estas encuentren y experimenten su sexualidad (con excelentes actuaciones protagónicas de Henel Hunt y de John Hawkes), se ve complementada con la presencia de un sacerdote que experimentará desde el relato de aquellas experiencias de la dualidad espiritual desde una forma tan cómica como reflexiva. Sin duda uno de los papeles menos conocidos, pero mejor estructurados para el actor, que le valió lagunas menciones y reconocimientos.
5 – Seabiscuit (Gary Ross, 2003)
POR JOSE ROBERTO ORTEGA

4 – Boogie Nights (Paul Thomas Anderson, 1997)
POR EL FETT
Boogie Nights institucionalizaría el estilo de PTA, sus planos sin cortes y la capacidad de contar varias historias simultaneas perfectamente estructuradas. El resultado es sublime; la cohesión y coherencia argumental entre y para cada una de las historias nutre y sustenta el relato de un genio de 27 años, que construye una joya instantánea, cruda, divertida, y con temas complejos que abordan el crecimiento y destrucción personal dentro de la industria porno desde un decreto expositivo canónigo, sin perder detalles y creando relieves en cada episodio. La participación de William H. Macy es fugaz, pero sublime, y así también el punto de partida del principal conflicto: la auto destrucción dentro del entorno de la industria porno
3 – The Cooler (Wayne Kramer, 2003)
POR EL FETT
Uno de sus pocos protagónicos que irónicamente se ve un poco opacado por la actuación de soporte de Alec Baldwin, el cual lograría su única nominación al Oscar con un memorable villano y jefe de la mafia en Las Vegas, que le hará la vida imposible a un no menos extraordinario William H. Macy. La tríada actoral, completada con Maria Bello, sirve al director para verter naturalidad dentro de este atípico thriller dentro del mundo de las apuestas, estableciéndose como uno de los mejores ejemplos fílmicos alrededor del tema de la mala suerte y la mediocridad, dos temas en donde parece que Macy es experto abordando ese tipo de personalidades, con un poco de buena / mala suerte, pero mucha conformidad, temor y mediocridad en su accionar.
2 – Magnolia (Paul Thomas Anderson, 1999)
POR EL FETT
Magnolia puede ser el testimonio cinematográfico más complejo y la vez más claro sobre lo llamado como “cine coral”, mismo que aquí se desarrollan bajo 9 sub tramas que a pesar de tener una sutil unión narrativa entre ellas, guardan un vínculo evolutivo dentro de los 3 actos esenciales del planteamiento, confrontación y resolución. Es notorio el nacimiento de una revolución narrativa dentro de esta obra, y es que a pesar de que el cineasta pudiera denotar varias influencias (Short Cuts de Altman es notable), es esta innegablemente su sello autoral más innovador y/o creativo. Cruda, humana y maravillosa, de tintes surreales y provista de una lógica interna majestuosa, el papel de William H. Macy es tan conmovedor como lastimoso.
1 – Fargo (Hermanos Coen, 1996)
POR EL FETT
Para muchos la obra cumbre de los Coen y en donde mejor se refleja su apego por exprimir a su ritmo cada plano en búsqueda de simbolismos. Como la presencia constante de la nieve, los Coen parecen ir improvisando sobre un lienzo blanco lo que en realidad es una actualización remota de su primera cinta, y que aquí ve su evolución narrativa con un thriller detallado y de lógica y desarrollos perfectos, suscritos como de costumbre a una serie de infortunios que de manera única nunca se entrelazan con su protagonista, dejando que esa pureza resuelva por consecuencia un crimen de lo más brutal y estúpido, perpetuado en este caso a causa del personaje de William H. Macy, un genial y verdadero idiota que le mereció su única nominación al Oscar .