Las 10 Mejores Películas de Zoltán Fábri

A pesar de que podría ser considerado el padre del cine húngaro moderno, el nombre de Zoltán Fábri no es recordado por muchos cinéfilos, quedando rezagado y olvidado en comparación con otros cineastas más conocidos como Béla Tarr o Istvan Szabó. No obstante, es uno de los pocos maestros que no teme revelar una perspectiva más crítica sobre la realidad de su patria, sirviendo en muchos casos como testimonio histórico de una época y un país que usualmente tiende a pasar por debajo del radar de la mayoría.

Nacido el 15 de octubre de 1917 en Budapest, supo que quiso ser artista desde joven. Empezó con la pintura, pero siendo el cine lo que más llamó su atención, pronto comenzó a trabajar en la industria como diseñador de producción y trabajó en teatro durante sus primeros años. De ahí obtendría la capacitación necesaria para dirigir su primer largometraje en 1951, llamando la atención del público y la crítica y consolidándose 5 años después con una historia de amor similar a Romeo y Julieta. Esto también sería importante para sus posteriores participaciones en Cannes, Berlín y Oscar (en los que consiguió 2 nominaciones por Mejor Película Internacional). También sería durante esta etapa que se haría de 2 socios comunes en su filmografía: el director de fotografía György Illés y la actriz Mari Töröcsik.

Inspirado por el neorrealismo italiano y el realismo poético francés, la mayor valía de su filmografía es la experimentación a través de flashbacks y un perfeccionismo rígido (a veces tiránico según algunos) que aseguraba tener el control hasta el más mínimo detalle, sin espacio para la improvisación. Gran fanático de la literatura, casi toda su obra está basada en alguna novela, siempre escribiendo sus propios guiones y recurriendo al tema de la cuestión de humanidad. Habiendo presenciado la Segunda Guerra Mundial y sus consecuencias de cerca (fue prisionero durante el conflicto), sus historias están cargadas de un fuerte mensaje antibélico que usan este acontecimiento como ambientación de fondo, pero siempre tomando en cuenta el contexto histórico para mostrar y valorar el heroísmo y la solidaridad por sobre la mezquindad y el egoísmo.

Ganador del Oso de Plata y presidente de la Unión de Artistas de Hungría, después de jubilarse de la industria, fungió como profesor en la Universidad Húngara de Artes Teatrales y Cinematográficas. Falleció de un ataque cardiaco el 23 de agosto de 1994. En su honor, y para darle más visibilidad, le rendimos homenaje con sus mejores 10 películas.

 

Bonus – 141 Minutes from the Unfinished Sentence (1975)

POR URIEL SALVADOR

Un asesinato misterioso, un conflicto social irresoluble entre burguesía y proletariado durante los tiempos entreguerras y una trama que irá deshaciendo cada recuerdo hasta llegar al meollo del asunto. Haciendo gala al título, el absurdo dentro del realismo característico de Zoltán Fábri ahonda en este doloroso seno familiar para formular las principales diferencias de pensamiento entre los trabajadores pobres y la élite en los albores del socialismo. Con una mejor edición podría haber comunicado sus ideas adecuadamente (repite ciertas tomas con diferentes colores y algunos personajes son insoportables), pero se sostiene por un profundo desplazamiento de tiempo y espacio que recuerda a Alain Resnais.

 

10 – The Toth Family (1969)

POR URIEL SALVADOR

Zoltán Fábri desarrolla esta farsa antibélica como un cuento de hadas a base de recursos cómicos, escondiendo una ácida crítica al militarismo mediante una acción absurda como la fabricación de cajas sin un objetivo específico. A esto se añaden las caricaturescas actuaciones, con Zoltán Latinovits robándose cada escena como el insomne y paranoico comandante, que simboliza la incapacidad del militar para adaptarse a la tranquila realidad. Aunque reitera su misma estructura narrativa, esta historia pone uno a reflexionar si el esfuerzo colectivo por un bien mayor vale la pena o sólo se hace por miedo a que suceda algo peor, dudas reforzadas por su duro final.

 

9 – Requiem (1982)

POR URIEL SALVADOR

La mayor sorpresa de esta obra es que Zoltán Fábri deja su discurso antibélico de lado y se centra en una elipsis de tiempo donde la realidad y los recuerdos se difuminan. La variada paleta de colores incentiva ese estado etéreo y onírico en el que nada es lo que aparenta, la memoria impulsa el presente, pero también lo obstruye, y se mezcla con lujuria, fantasía y visiones para difuminar un pasado lleno de preguntas sin resolver. Le falta una escena memorable que haga un mejor conjunto, pero el precio de la libertad no es algo que se negocia. Es fácil ver de dónde sacaría la inspiración Krzysztof Kie?lowski para muchos de sus trabajos posteriores.

 

8 – Sweet Anna (1958)

POR URIEL SALVADOR

Pese a tener algunos toques de humor, este melodrama conserva un tono más serio en su mayor parte al mostrar las diferentes variantes del egoísmo, la crueldad humana y la soledad. Zoltán Fábri resalta la hipocresía de la burguesía y el abuso de ricos a pobres, reflejado en una joven dulce, humilde y bondadosa (interpretada por Mari Töröcsik) que, tal como Cenicienta, debe sobreponerse a la lucha de clases. El desarrollo de los personajes no es tan profundo como aparenta, pero establece la suerte o el infortunio que significa nacer en cierto estatus social y el porvenir que eso significa a futuro, concluyendo con uno de los finales más arriesgados, duros e inevitables del cine.

 

7 – Hungarians (1978)

POR URIEL SALVADOR

Como si fuera un presagio a lo hecho por Jonathan Glazer décadas después, Zoltán Fábri muestra el horror de la Segunda Guerra Mundial sin revelar el conflicto directamente, con las estaciones marcando el paso del tiempo. Valiéndose sólo del sonido y una cámara que rara vez se mueve, el ambiente está retratado con una mezcla de tensión y quietud por parte de un grupo de jornaleros húngaros ignorantes al conflicto como principales testigos. Un drama sólido por un tono que evita el melodrama y respeta la humildad de sus personajes, pero que se siente distante por un pudor que termina enfriando lo que debería doler.

 

6 – The Boys of Paul Street (1969)

POR URIEL SALVADOR

La transición al color de Zoltán Fábri revela una interesante metáfora de la conducta humana con un grupo de niños que juegan a ser adultos, lo que potencia un maravilloso homenaje a la imaginación e inocencia a la que muchos desearíamos volver. La atmósfera infantil se contrapone al sinsentido derramado por ambos bandos, dando pauta a una de las más bellas alegorías a la guerra en forma de una batalla campal tan intensa como cualquier combate de ejércitos. Pero es su irónico final el que nos recuerda que en estas disputas nunca hay vencedores, sólo vencidos que luchan por un tesoro que pierde su valor rápidamente y que no comprenden la realidad de la muerte.

 

5 – Two Half-Times in Hell (1961)

POR URIEL SALVADOR

Durante los últimos años de Hungría como potencia futbolera, se concibió un relato sobre un grupo de reos forzados a participar en un partido de fútbol contra los carcelarios nazis a cambio de su libertad. Si esta historia les suena conocida, es porque sería la base para el par de remakes anglosajones inspirados en esta cinta: The Longest Yard y Escape to Victory. La diferencia es que aquí el drama toma el lugar de preferencia, y por ende, permea la tentación por huir, el suspenso y el miedo de saber que vas a jugar por tu propia vida. Con un ritmo ágil y buenas dosis de humor, el juego final es una emocionante y agridulce muestra del poderío y espíritu magiar.

 

4 – Merry-Go-Round (1956)

POR URIEL SALVADOR

Zoltán Fábri compone una historia de amor ambientada en el campo agrícola comunista y con mucha tensión dramática. No obstante, detrás del romance deja entrever los futuros cambios que anteceden a la Revolución Húngara, además de incluir una fuerte crítica al machismo y una profunda reflexión sobre el rol de la mujer en la sociedad, acentuando cómo son utilizadas como moneda de cambio para intereses patriarcales sin tener en cuenta sus sentimientos. La maravillosa actuación de Mari Töröcsik resalta el espíritu jovial que se respira en cada momento, con la escena del carrusel simbolizando la inocencia juvenil y la pureza del amor que engloba la alegría de vivir.

 

3 – Professor Hannibal (1956)

POR URIEL SALVADOR

Estrenada 5 días antes del inicio de la Revolución Húngara, no pudo llegar en mejor momento. Zoltán Fábri retrata la sátira política filmada a modo documental y el fatalismo de manera tan aguda como descarada debido al balance entre humor negro y carga dramática, estableciendo que el patrioterismo, el conformismo y la manipulación mediática son la base por excelencia de cualquier dictadura. El chivo expiatorio de toda esta travesía (encarnado por Ernö Szabó) es tan sólo un reflejo de la homogeneidad social de las opiniones y la presión por cambiarlas, lo que hace que esta burla a los juicios conceptuales y la estupidez de las masas siga siendo vigente en la actualidad.

 

2 – Twenty Hours (1965)

POR URIEL SALVADOR

Zoltán Fábri narra una crónica periodística negra de forma no lineal sobre un asesinato ocurrido durante los primeros años del socialismo en Hungría para poner a prueba la amistad por sobre la ideología. Abordando con un tono incisivo la crítica hacia el régimen, arremete contra los abusos del poder y el totalitarismo, con muchos simbolismos que aluden a la reforma agraria, el control social, la religión y el cambio de bando por miedo a la represión. Al igual que las marcas de bala en la puerta, las heridas mentales y los recuerdos siguen vivos en el corazón de las personas, todo para finalizar de forma seca y adusta, muy acorde al crudo realismo implícito de su historia.

 

1 – The Fifth Seal (1976)

POR URIEL SALVADOR

Una inquietante obra nihilista que plasma uno de los debates más profundos sobre la naturaleza humana, la dignidad y la ética. El contexto bélico permite que la puesta en escena desarrolle un juego psicológico de identidad que atormenta a 5 personajes sencillos, pero bien diferenciados, porque la respuesta es más complicada de lo que parece. Culminando con un crudo y sorprendente final, Zoltán Fábri pone a prueba esta reflexión sobre el significado del bien y el mal, cómo la época influye directamente en la percepción moral del individuo, que la justicia depende también del bando que estemos y cómo, cuando la supervivencia está por encima de todo lo demás, la moralidad se desvanece.

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Acerca del autor

Uriel Salvador     twitter.com/UrielSalvadorGS

Escritor, analista, crítico, gamer, investigador, actor (especializado en doblaje), fotógrafo. Pero ante todo, soy un amante del cine.


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