Las 10 Mejores Películas protagonizadas por animales reales

Juguemos de nuevo recabando un TOP 10 muy tierno y salvaje, uno en el que los protagonistas de estos relatos son animales reales, adeptos a una estructura, desarrollo o simbolismo que marcan la pauta de la historia o que bien tienen una fuerte influencia para el destino de él o la protagonista de especie humana. No se valdrían pues personajes animados o generados por computadora, aunque si aquellos complementados con ciertos efectos para crear el “habla” o “comunicación”; tampoco se valen películas donde animales reales sean solo elementos secundarios, y de ser así en cuando a su presencia o duración física en pantalla, solo califican aquellos que como bien lo mencionamos, sean un elemento que marque el camino final del otro protagonista.

Y una última regla, que sean clásicos o películas de una indiscutible calidad, por lo que se pueden ir olvidando de la mayoría de productos nostálgicos y/o de lágrima fácil que en realidad no son más que mediocres (Willy, Marley, Beethoven y ese perro que reencarna, lo siento mucho).

Nota: Agradezco a @bedub su participación especial en este TOP con dos de las seleccionadas

 

Bonus. Hachi: A Dog’s Tale (Lasse Hallstrom, 2009)

Está bien, una única y especial ocasión en la que sucumbiré ante la probable necesidad de algunos por incluir el tipo de relato “perruno” nostálgico, forzado y emotivo, en el que el hombre y el can revelan su histórica amistad también a través del cine. Quizá como bien dice @bedub debí escoger esas aventuras de Disney en donde el perro se pierde y regresa a casa con otro perro y un gato (¿recuerdan ustedes el nombre?), pero la realidad es que a pesar de su corte melodramático y de “Hallmark”, la adaptación americana de la historia sobre Hachi sigue manteniendo cierto liderazgo sobre otras gracias a no solo estar basada en una experiencia de la vida real, sino también por su misma y conmovedora acción canina. Mediocre es cierto, pero la llorada es inevitable.

 

10 – Cujo (Lewis Teague, 1983) / Pet Sematary (Mary Lambert, 1989)

Un empate al mero estilo de Stephen King, el autor más prolífico del terror gusta también de rodear al elemento de animal de su tenebrosidad, siendo este par de clásicos serie b ochenteros sin duda sus piezas más destacables dentro de este tema. Ambos apelan al terror de la destrucción del núcleo familiar: por su parte Cujo hace honores al cine slasher, al posicionar a su perro como el terror asesino de un pequeño vecindario, pero también resulta una sátira lo bastante tensa y sangrienta hacía el vampirismo y hacia ese efecto contrario de “el mejor amigo del hombre”; por otro lado y aunque en Pet Sematary “Church” no es el protagonista, el gato es la puerta hacía la destrucción, referencia también a los zombies, a la posesión y al satanismo.

 

9 – Lassie Come Home (Fred M. Wilcox, 1943)

La madre de todas las películas sobre el esfuerzo “canino” en regresar a su casa o hacía con su dueño es definitivamente “Lassie Come Home”, que marcaría la primera aparición fílmica de esta famosa perrita a solo 5 años de su origen en los periódicos británicos y que a la fecha sigue produciendo secuela s o remakes tanto en el cine como en la televisión, siendo 18 en total. Una odisea que origina todos los clichés alrededor de este corte de aventura, Lassie incluso fue la influencia directa para Rin Tin Tin, Benji y otros varios perros estrella a través de la historia. Enmarcada en un drama bélico dentro del entorno de la Segunda Guerra Mundial y con una muy joven Elizabeth Taylor, Lassie sigue manteniéndose tan actual como emotiva.

 

8 – War Horse (Steven Spielberg, 2011)

Spielberg se iba a reencontrar por algunos momentos con su buen nivel al lograr transportar a su audiencia a una tensa y bonita odisea de un caballo y su dueño a través de la Primera Guerra Mundial. No difiere del manual establecido por Lassie, pero la innovación es el entorno bélico, el cual le permite a Steven crear una serie de personajes y situaciones tan emotivas como explosivas. Al contrario de muchos otros, el guion consigue que todos los personajes mantengan una cierta importancia sin robar ni abusar del contexto enfocado a la supervivencia de “Joey”, inclusive relegando acertadamente el camino de su “dueño” a un escenario secundario. Un “cuento de hadas” bélico – animal, el plano secuencia a galope en las trincheras es de MAESTROS

 

7 – Gorillas in the Mist (Michael Apted, 1988)

En una interpretación biográfica que raya en la perfección, la figura de “El Gorila” no es el protagonista per se, pero si el elemento que encausará la entrañable labor y trágico destino de una inolvidable Diane Fossey, cautivante y explosivamente adaptada por una Sigourney Weaver en estado de gracia. Un retrato que logra proyectar la  fuerza y la sensibilidad a través de la química entre “el gorila” y la protagonista humana, esta parte “actoral” surte el efecto de complemento de la que es la mayor problemática del film, que es no estructurar el pasado de la misma Fossey, solventada por la propia interacción y la pausada y emocional dirección de Apted, el cual logra captar esa expresividad por parte del Gorila, un disparador, víctima y testigo de la historia.

 

6 – Au hasard Balthazar (Robert Bresson, 1966) Por @bedub

La historia triste pero desafortunadamente muy real de un burro y su vida desde que nace hasta que muere, siendo testigo y víctima de la estupidez y crueldad humana que básicamente son directamente proporcionales. Todos los golpes recibidos sin ninguna justificación, jamás protestaba y servía a cada bárbaro dueño. Esa escena dolorosa en la que el animal recibió una bala porque un humano estaba contrabandeando cosas sobre él, gracias a su capacidad de carga, los encuentra la aduana y el único que recibe un disparo es nuestro héroe. Lo vemos en su agonía rodeado de ovejas y que nunca llegó a encontrar a un ser humano compasivo, ni siquiera en el momento de su muerte. Brutal

 

5 – White God (Kornel Mundruczo, 2014)

Fabulosa, surreal, cruenta, original y en la opinión de su servidor la mejor película con un protagonista perro en la historia del cine. Ganadora de la sección Una Cierta Mirada en Cannes, la también llamada “Hagen y Yo” es un estudio de comportamiento canino en la que su director con gran pericia narrativa establece que el perro comprende que no todos los humanos son los amigos que dijeron ser, por lo que la odisea de Hagen será muy diferente a la de otros canes fílmicos, llevando a cabo una revolución y venganza contra la violencia y opresión humana. Con tintes a un “amanecer del planeta de los Simios”, el guion y montaje está repleto de emotividad y suspenso, siendo la última escena estética y narrativamente una belleza de tientes surreales.

 

4 – The Turin Horse (Bela Tarr, 2011) Por @bedub

La idea inicial es que  Nietzche se encuentra con un suceso horrendo en la que un cochero está azotando despiadadamente a su caballo porque este no le hace caso. Nietzche abraza el caballo y acaba con la brutalidad, y se dice que después se volvió loco. ¿Y el caballo? Con toda su nobleza y majestuosidad a pesar de su maltrato se enfrenta a un clima insoportable para llevar a cabo el trabajo que necesita su dueño para sobrevivir. Lo que vamos a encontrar es la pobreza del cochero, no tanto por qué golpea al animalito sino las circunstancias de su vida cotidiana que hace que su espíritu se quiebre. El hombre no es una mala ¿pero que lo habrá llevado entonces a ese momento tan definitorio?

 

3 – The Bear (Jean Jacques Annaud, 1988)

Una excelsa fábula, tan cautivante como salvaje y que demuestra por qué Annaud es uno de los de los narradores de aventuras más osados y revolucionarios técnica y narrativamente de la historia. El principal valor en la construcción de esta joya es el haber provisto a su bebé oso y a su guía, un gran oso Kodiak, de un trasfondo y bagaje que los “humaniza”, ayudado con ciertos recursos (los sueños dl pequeño oso y su ruido de peligro) y logrando de inmediato la empatía con el público infantil, joven y adulto. El papel del humano queda relegado a un segundo plano como la amenaza, pero también le será dado su desarrollo con el fin de la redención. Un entrañable relato de índole paternal, la última secuencia de persecución y reencuentro son oro y cine puro

 

2 – The VVitch (Robert Eggers, 2015)

Para mí el más reciente y sinestro clásico del terror, lo hecho por Eggers no es ningún ejercicio de novato superficial, sino todo lo contrario, es un estudio intimista sobre la resquebrajamiento espiritual y familiar frente a la presencia más pura del mal, bautizada por uno de sus símbolos más representativos y teniendo como vehículo la deshumanización femenina de la manera más oscura posible. Eggers recrea el folklor a la perfección y crea un mito satánico potente y verdaderamente perturbador, asentando un golpe con el que no te podrás reponer (la desaparición y la cena de un bebé) y rematándote con una gestación de palabras siniestras que te hielan la piel y la sangre a cargo del reconocido Black Phillip, la cabra protagonista y siempre, siempre presente

 

1 – Babe (Chris Noonan, 1995)

Rotunda joya y de las mejores cintas fantásticas, ya quisieran muchas películas encausar no solo ese nivel de emotividad progresiva que explota hacía su gran, gran escena final, sino también encantar a chicos y adultos con esa falta de forzamiento o condescendencia, siendo una pieza de lo más ingeniosa, honesta y divertida sobre la aceptación y el esfuerzo. Soportada de manera obvia por esos fastuosos efectos que hacen ver pendejos al live action de Lion King y al bigote de Superman, los diálogos, momentos y el clímax son ya de antología. Nominada justamente a 7 Oscar, hay que resaltar la banda sonora y la cautivante actuación de James Cromwell, que logra una interacción fabulosa con su entorno. Por cierto ¿sabían que fue escrita por George Miller?

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Acerca del autor

El Fett   @El_Fett   cinescopia.com

El más realista y cabrón crítico de cine que pueda existir. Ente sin misericordia que tiene el halago de transmitir a los mortales su sentir y sabiduría en el mejor recinto sobre el séptimo arte. Cinéfilo de corazón y crítico crudo por vocación. Alter ego del Licenciado en mercadotecnia y RRPP Oscar M Rodríguez (FB) Sigueme en twitter @El_Fett


6 Comments

  • Yo difiero un poco en tu mencion honorifica, creo que Marley y Yo vendio mejor su idea que Hachiko, especialmente cuando vemos la razon por la que el personaje escribe su vida y la del perro en una columna dominical que de pronto se vuelve la sensacion en la ciudad en la que vive, es una historia donde vemos como el perro pasa de ser un animal latoso y simpaticamente comico a un motor de drama, es algo que vivimos muchos duenos de perros primerizos y que vivo yo ahorita, de que mi perro es un Marley y no un Hachiko… y que quisiera que fuera igual de latoso por mucho tiempo

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    • Petlover estimado! Le mando saludos a su amigo(a) mascota de parte de mis amigas mascotas. Marley es muy astuta y truquera pero en ciertos rasgos si se convierte en una opción más relajada. Gracias por la aportación

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  • Difiero, en mi opinión faltó Togo (2019, Disney+).

    Dato curioso: Diesel, el perro principal que interpreta a Togo, es un husky siberiano descendiente directo del Togo de la vida real, que se remonta a 14 generaciones.

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  • La película donde el perro se pierde y regresa a casa con otro perro y un gato se llama Homeward Bound (Volviendo a Casa) y es una película de Disney.

    Pese a no estar en el top, Willy siempre tendrá un lugar en mi corazón (recuerdo que lloré cuando dijeron que Keiko murió).

    Babe la he redescubierto este año, una fábula muy tierna que yo no pude apreciar de niño (no es porque me pareciera mala, es que la escena donde la oveja muere me traumó mucho).

    Las que faltaron:

    -Rescate en la Antártida: La única buena actuación de Paul Walker y aún así es opacado por una jauría de perros de trineo, quienes hacen lo posible por sobrevivir en el duro invierno antártico.

    -The Voices. Finalmente la he podido ver y tanto perro como gato forman un retrato psicológico de Ryan Reynolds, su lucha interna por querer seguir siendo una buena persona y su desprecio por la vida.

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