Las 10 Mejores Películas sobre Fútbol
“El tipo puede cambiar de todo: de cara, de casa, de familia, de novia, de religión, de Dios. Pero hay una cosa que no puede cambiar, Benjamín… no puede cambiar de pasión”. El Secreto de sus Ojos.
¿Alguno de ustedes recuerda este comercial del Mundial de Qatar 2022?
Puede parecer exagerado el mensaje, pero a lo largo de la historia el fútbol se ha convertido en algo más que un deporte. Para unos es sólo un espectáculo, para otros es una religión, y para muchos jugadores y países es el refugio perfecto en el que pueden escapar de las crisis por las que pasan sus vidas o en la que viven sus naciones (bien lo dijeron los argentinos antes de la final de Qatar: “tenemos que ganar el mundial para que la alegría se expanda sobre el pueblo argentino que necesita, de una vez por todas, dejar de sufrir y empezar a celebrar”).
Dicho esto, y sabiendo la importancia y popularidad que tiene, es una lástima que el fútbol sea el deporte más castigado en el cine, con pobres resultados causados por la baja calidad de sus producciones, el constante uso de clichés y la repetitividad de sus historias, pues pareciera que los guionistas no saben contar algo relacionado al deporte que no tenga que ver con el trabajo en equipo, ganar un campeonato o cualquier cosa sacada de algún capítulo de los Súper Campeones. Y está bien, puede disculparse a Estados Unidos y el resto de ex colonias británicas (después de todo, si no les gusta el deporte ni tienen el más mínimo interés en aprender a jugarlo, ¿qué podemos esperar de ellos en sus producciones?), ¿pero qué excusas tienen los países europeos, latinoamericanos, africanos y árabes?
Por esta razón, encontrar tan siquiera 10 películas relacionadas al tema que cumplan con la calidad cinematográfica fue una labor titánica, pero resulta que hay muchas obras relativamente desconocidas que fueron ignoradas por el público y olvidadas con el tiempo, que han logrado darle un poco de justicia al juego y los eventos dentro y fuera de la cancha. Dicho esto, es momento de presentar a las mejores películas del deporte rey, algunas más ubicables que otras, pero siempre jugando bajo el mismo lema: el fútbol une al mundo (y menos mal, porque de lo contrario sería un mundo beisbolero. ¡Qué horror!).
10 – Bend It Like Beckham (Gurinder Chadha, 2002)
POR URIEL SALVADOR
Aunque predecible y demasiado larga para lo que quiere contar, Gurinder Chadha usa el humor de esta divertida comedia para esconder una crítica a la segregación social y la intolerancia hacia quienes la gente considera diferentes, tanto en Occidente como en Oriente. La interacción entre Parminder Nagra y Keira Knightley otorga un aura positiva y encantadora sobre diferentes perspectivas hacia las expectativas familiares. Para perseguir tus sueños, tienes que persistir no sólo en el entrenamiento, sino en la comunicación diaria con la familia para que entiendan que a veces lo que te hace feliz se aleja de tu cultura, pero no por ello significa que los dejes de querer.
9 – Shaolin Soccer (Stephen Chow, 2001)
POR URIEL SALVADOR
¿Qué es lo que hace a esta historia tan efectiva pese a los clichés y que sigue la misma fórmula que ya se ha visto hasta el cansancio? Simple: la dirección de Stephen Chow es consciente de lo ridícula que es y ayuda a que no se tome en serio, lo que da pauta a escenas tan desfachatadas que dan risa por sus exageraciones y la incorporación del kung fu a las jugadas deportivas. Aunque los personajes son muy esquemáticos, los actores se toman sus papeles con seriedad, resultando en una cinta muy divertida y que hasta homenajea a Bruce Lee en varios momentos. La mejor adaptación en live action de los Súper Campeones.
8 – Green Street Hooligans (Lexi Alexander, 2005)
POR URIEL SALVADOR
Aquí el fútbol se vuelve un medio para hablar de la solidaridad, la amistad y sobre todo, los extremos a los que puede llegar el fanatismo tóxico. Puede que la forma en la que retrata la violencia puede ser difusa y fácil de malinterpretar al punto de verse como una oda o apología al acto mismo (aunque sea una realidad que se vive en muchos estadios y casas), pero el realismo es tan marcado porque prueba los límites a los que llegan los fans (de lo que sea) con tal de defender sus ideas y de probar que están en lo correcto. Mención a la actuación de Elijah Wood como el pobre inmiscuido en todo este embrollo.
7 – The Goalie’s Anxiety at the Penalty Kick (Wim Wenders, 1972)
POR URIEL SALVADOR
La incertidumbre hacia el futuro es comparada con la vida profesional de un futbolista y simboliza el desapego existencial del individuo frente al mundo que le ha tocado vivir, perpetrado en la solitaria presencia de Arthur Brauss ante una sociedad que ya no lo reconoce como alguien admirable. Por momentos parece que la historia no va a ningún lado, pero recalca una paranoia causada por un crimen sin cargo de conciencia. No es de las mejores de Wim Wenders, pero este homenaje a Camus representa los miedos y la indiferencia hacia el exterior vistos desde el interior, como aquel portero ante la pérdida de su propia identidad.
6 – Metegol (Juan José Campanella, 2013)
POR URIEL SALVADOR
Campanella aporta un ágil ritmo y mucha pasión y fanatismo por el tema a una historia predecible, pero que entretiene a través de la interacción entre los pequeños jugadores de juguete con su dueño, resaltando la importancia del compañerismo y que ganar no lo es todo. Dentro de esta fábula, hay una crítica escondida a la forma en la que se vende el deporte, convirtiéndolo en un negocio que depende más del dinero producido que del rendimiento de los jugadores o del respeto hacia el deporte en sí. Un divertido cuento que enseña que en la vida, al igual que el fútbol, puede pasar cualquier cosa (y que los managers son eternos).
5 – Next Goal Wins (Mike Brett y Steve Jamison, 2014)
POR URIEL SALVADOR
Lo mejor que pudo hacer Waititi con su horrible versión fue sacar del olvido al documental original sobre aquella selección samoana que fue goleada por Australia. Curiosamente, logra conmover por situaciones ajenas al deporte, como la paz y belleza de la isla o la tranquilidad y serenidad con las que los habitantes aceptan la situación que les ha tocado vivir (todo visto mediante la presencia del entrenador Thomas Rongen). Por esta razón, y como consecuencia de ya saber cómo terminará, cada pase, intercepción y gol se sufre y celebra, porque uno se convierte en parte de un equipo que no busca ser el mejor, sino dejar de ser el hazmerreír del mundo.
4 – Looking for Eric (Ken Loach, 2009)
POR EL FETT
Su película más peculiar y alejada de los conflictos sociales que permean casi toda su filmografía (aunque hay ciertos elementos en el desarrollo de la trama que ayudan a dar ese soporte y trasfondo social a su protagonista). De toques cómicos y surrealistas, el peculiar argumento incluye la manifestación “imaginaria” del gran ex futbolista francés y símbolo del Manchester United, Eric Cantoná, que funge aquí como la guía (y/o alter ego) de un hombre abatido por la desgracia familiar. Sirviendo incluso como guía sobre la polémica figura del futbolista francés (el cual resultó ser un tremendo actor), Ken Loach alcanza picos de genialidad humorística, sintiéndose su relato más ligero y libre para desbordar su también habilidad cómica.
3 – The Damned United (Tom Hooper, 2009)
POR URIEL SALVADOR
Más parecida a Moneyball, con un mayor enfoque en la gestión en los despachos y los aspectos psicológicos que influyen en el juego. Una historia apoyada en el compañerismo de Sheen y Spall y en unos diálogos cargados de un humor fino que retratan la lealtad, la amistad y la ambición desmedida, en especial cuando Brian Clough deba enfrentarse solo a un equipo que profesa lo opuesto a su forma particular de ver el fútbol. Un triunfo con un sabor amargo a derrota, pero que enriquece una época crucial para el deporte y donde el dinero no lo era todo. Nada más por esto, a Tom Hooper le perdonamos todas las atrocidades que ha cometido como director desde entonces.
2 – Two Half-Times in Hell (Zoltán Fábri, 1961)
POR URIEL SALVADOR
Durante los últimos años de Hungría como potencia futbolera, se concibió un relato sobre un grupo de reos forzados a participar en un partido de fútbol contra los carcelarios nazis a cambio de su libertad. Si esta historia les suena conocida, es porque sería la base para el par de remakes anglosajones inspirados en esta cinta: The Longest Yard y Escape to Victory. La diferencia es que aquí el drama toma el lugar de preferencia, y por ende, permea la tentación por huir, el suspenso y el miedo de saber que vas a jugar por tu propia vida. Con un ritmo ágil y buenas dosis de humor, el juego final es una emocionante y agridulce muestra del poderío y espíritu magiar.
1 – Mossafer (El Viajero, 1974)
POR MANUEL ESTEBAN GAITAN
Muchos pasarían por alto El Viajero, quizás porque en esa época el cine de Irán recién se estaba empezando a desarrollar, y porque, en forma mucho más pronunciada que las demás películas de la lista, se perciben las influencias del Neorrealismo Italiano, movimiento que por aquel entonces era de las corrientes más influyentes. No obstante, no deja de ser el primer largometraje de Abbas Kiarostami, y presenta signos que son un claro ejemplo de su forma de hacer cine. Característico de su cine y de estos dos primeros lugares, la odisea de su infante por perseguir ver a su equipo de fútbol, será un retrato tan crudo como conmovedor sobre la sociedad iraní, la cual es percibida por el viaje y desgracia de este fanático. Posiblemente la mejor película sobre fútbol en la historia.
Bonus – È stata la mano di Dio (Paolo Sorrentino, 2021)
POR EL FETT
Sorrentino confirma su estatus no solo como el mejor director italiano en la era moderna, sino también como el claro preservador del cine de Fellini en este extraño pero enriquecedor coqueteo del neorrealismo con elementos surreales que vuelven a sus personales relatos en un manjar de exquisitez narrativa. Con “Fue La Mano de Dios”, Sorrentino se desnuda en una biopic que invita al espectador hacer parte de su familia, de su vida y finalmente de su tragedia, por la cual encontraría la vocación al cine como un escape de la realidad, pero irónicamente como un retrato de la misma. Una biopic tierna, honesta e imprescindible, que ya podemos catalogar como uno de los mejores “coming of age” de la historia