Las 15 Mejores Películas de Sidney Lumet
En la historia existen pocos que puedan saber diferenciar y adaptar los lenguajes del teatro, la televisión y el cine, y uno de ellos era Sidney Lumet, poderoso artista directivo que a través de su vasto conocimiento en las tres plataformas descubrió el secreto detrás del cómo, con gran técnica y bagaje actoral, transformar el lenguaje de los primeros dos para forjar grandes joyas clásicas en el celuloide.
Lumet nace un 25 de junio de 1924. De ascendencia judía, sus padres inmediatamente le inculcaron el amor por las artes escénicas al ser ellos mismos productores, directores, guionistas y actores. Rápidamente desarrollaría un amor por el teatro, la actuación y el show radiofónico, actividades a las que se dedicaría ininterrumpidamente desde los 4 hasta los 20 años. Viendo su carrea brevemente frenada por su servicio en la segunda guerra mundial, a su regreso fue capaz de levantar su propia estación de teatro, donde a los 25 años ya enseñaba actuación y comenzaba a dirigir obras en los escenarios llamados Off-Broadway, teatros que aunque de renombre neoyorquino, se caracterizaban por tener una menor capacidad de asientos (entre 100 y 500).
Su acelerado crecimiento y experiencia, así como su estatus, le permitieron en los años 50 mudar sus servicios hacia los shows televisivos, labor que aunque nunca dejará de ejercer, tuvo su ahínco en dicha década, y que aún combinaría con su trabajo en teatro. Responsable de más de 50 episodios y otras producciones de variedad televisiva, Lumet daba el próximo salto al cine en 1957 con quizá el mejor debut en la historia: 12 Angry Men.
Amado por los productores gracias a su obsesión por terminar en tiempo, forma y dinero sus largometrajes, Lumet dirigiría más de 40 cintas, entre ellas, al menos 4 clásicos imprescindibles de la filmografía americana. Su enérgica forma directiva era requerida y buscada incluso por los histriones, viendo en él no solo un cineasta, sino un maestro y sinodal de la actuación, proveyendo a 17 de ellos de una nominación al Oscar.
Si bien a lo largo de su carrera se le negaron de manera injusta varios galardones, Lumet participó en todos los Festivales internacionales haciéndose de 35 premios y otras 45 nominaciones, incluyendo un Oscar honorario, un Globo de Oro, un Oso de Oro, un premio especial en Venecia y 4 pugnas por la Palma de Cannes.
Antes de pasar a sus mejores 5 películas (más bonus), hagamos un resumen analítico de su perfil y poder adaptativo: Un actor y director de teatro convertido en productor y director televisivo que a la postre se erigió como uno de los directores americanos más prolíficos en la historia. No es casualidad entonces que su obra tenga como común denominador una fuerte crítica hacía los medios de comunicación y al sistema burocrático, pues conociendo sus entrañas, pudo saber aplicar a sus narrativas la influencia y poder que los mismos ejercen en las más altas esferas de poder.
Celebrando su nacimiento, recordamos las mejores películas de este gran director.
15 – The Fugitive Kind (1960)
POR EDGAR DEL VALLE
Al lado de Magnani y Woodward, Brando protagoniza esta cinta sobre un músico vago, que desea cambiar de vida, pero que su encuentro con dos mujeres le va a dificultar dicha transformación. Muy propio del cine de Sidney Lumet, aunque esta obra dista de sus mejores, los tres personajes protagonistas son seres atormentados por su pasado o situación actual, en búsqueda de reconocimiento o redención. Así mismo, siendo esta una adaptación más del sureño Tennesse Williams, la fuerte carga social y de los sistemas patriarcales son ingredientes que ayudan a Lumet a construir sus personajes, denotando nuevamente a dos féminas complejas afectadas por un fantástico vago y sensual de Brando
14 – Running on Empty (1988)
Por El Fett
Muy recordada por la interpretación y nominación de River Phoenix, Sidney Lumet mantiene al tope la tensión de esta fuerte crítica sociopolítica vertida en una familia que debe cambiar de domicilio constantemente debido a que en su juventud, los padres causaron un atentado terrorista con una bomba donde resultaron muertos y heridos. La expiación del radicalismo no es el tema principal, sino el resquebrajamiento de este frágil núcleo sumido en la culpa y la mentira, y de donde el director se sirve para simplificar un tema muy complejo en un intenso y muy claro drama familiar. Experto en retratar familias jodidas, Lumet llevó a cabo esta y varias terapias de choque.
13 – Murder on the Orient Express (1974)
Por El Fett
A pesar de que el texto de Agatha Christie parece condenado a nunca contar con una adaptación que iguale la calidad de su narrativa literaria, la obra de Sidney Lumet es la que más se acerca a dicho objetivo gracias a su sapiencia dentro del género thriller, y la notable elegancia con la que va tejiendo el misterio mientras lidia con la galante aparición de un reparto de ensueño (Bacall, Bergman, Connery, Perkins, Redgrave, Bisset, entre otros), encabezado por el sobrio, carismático y sofisticado Poirot de Finney, que para muchos entrega la mejor encarnación del detective incluso por arriba de la del muy querido Ustinov. Lo mejor de esta adaptación es sin duda su manera de plantear el giro final, algo que por ejemplo el inútil de Branagh nunca pudo hacer.
12 – Equus (1977)
Por Edgar del Valle
Un drama de tintes psicológicos adaptado (exitosa obra teatral) con suma corrección por Sidney Lumet. Un psiquiatra (protagonizado por Burton) se ve enfrentado al caso de un adolescente y descubre que en lo que pudiera verse como una enfermedad o desorden mental, también existe un fenómeno social. Los monólogos pronunciados por el actor de manera excepcional son producto de estar ligadas al hecho de que él mismo interpretó una de las versiones más aclamadas de la obra teatral. Por supuesto que esta también vendría acompañada de otra nominación al premio Oscar (la última de ellas), una magnífica interpretación del rol protagónica para el gran histrión de Richard Burton.
11 – La Colina de la Deshonra. (Lumet, 1965)
POR EDGAR DEL VALLE
Bajo la dirección de Sidney Lumet, se relata las vivencias de un grupo de prisioneros ingleses encarcelados en un campo militar del norte de África durante el desarrollo de la Segunda Guerra Mundial. Con su participación como parte de ese grupo de prisioneros, expuestos a la ira de un sádico sargento, Connery se toma un descanso de su personaje Bond y ofrece una muy buena actuación en este melodrama antimilitarista, que ya permitía visualizar su capacidad actoral en películas de éste y otros géneros. En su momento la película desilusionó a muchos de los seguidores del actor, que esperaban encontrarse al héroe de la saga del 007. La película fue premiada en el Festival de Cannes por el mejor guion (exaequo) y el premio BAFTA como mejor fotografía.
10 – Long Day’s Journey Into Night (1962)
Por El Fett
Melodrama sobre la decadencia humana y quizá uno de los testimonios fílmicos más crudos sobre el resquebrajamiento familiar a partir de varios vicios y problemas emocionales, Lumet quizá haya establecido con esta otra adaptación teatral uno de las principales influencias narrativas para varios de los filmes sobre la caída familiar o juvenil de los 90, llevando de nuevo a Katharine a tragarse por completo la pantalla como una madre de comportamientos psiquiátricos y adicta a la morfina, que junto con la depresión del padre, son los principales motivos de la ruina de esta trágica familia. Si bien nuevamente Sidney Lumet no puede evitar cierta teatralidad, la explosiva interpretación de Katharine justifica el premio a la mejor actriz en Cannes, asegurando también el nivel necesario para que sus contrapartes masculinas también lo consiguieran
9 – Serpico (1973)
Por El Fett
Clásico policíaco setentero que comienza a proyectar los mayores valores de un director fusionado con su ambiente. Una historia de corrección y corrupción, Sidney Lumet no solo intima de manera cruda con la compleja estructuración de su agraviado héroe, sino también con el fracturado sistema anti criminal en una radiografía distinguida por su realismo para la época. En la primera perfecta comunión con un gran Al Pacino (Globo de oro incluido), Lumet convierte a Serpico no solo en una extensión de la integridad afectada por la suciedad (retratada tanto estética como narrativamente), sino que también y fiel a su pesimista pero realista estilo, lo hace víctima del sistema hacia un final alejado de toda moralina aleccionadora.
8 – Prince of the City (1981)
Por El Fett
Dentro de las biopics policiales que hizo Sidney Lumet, esta desconocida y excelente cinta supera a Serpico. A pesar de abusar un poco de su duración, logra momentos de interacción dramática y dinamismo que de manera contundente la acercan más a un efecto y nivel “Goodfellas”. Treat Williams surte un gran papel como un policía corrupto que acepta infiltrarse en varias unidades para desenmascarar corrupción en su mismo departamento, haciéndolo un relato complejo y oscuro que se va entretejiendo hasta llegar al punto de convertirlo en un vehículo de empatía anti heroica de alta carga emocional. ¿Quién sabe? Quizá 10 minutos menos la hubieran convertido en uno de sus mejores 5 , pero joder, esto es cine.
7 – Before the Devil Knows You’re Dead (2007)
Por El Fett
La última joya que nos dejó Sidney Lumet. Absorbente y tensa, todo el suspenso se origina de la interacción de estos dos hermanos que planean robar el propio negocio familiar para salir de sus independientes conflictos financieros; como verdaderos titanes de la actuación, Hoffman y Hawke entregan un desempeño conjunto que sugiere, tal y como lo planeta Lumet, un destino trágico y fatal, proveniente de la misma incapacidad relacional – familiar de ambos. Crudo y hasta culpablemente divertido thriller, uno de los rasgos narrativos más característicos en la filmografía de Lumet fue la deshumanización de sus personajes por un bien burocrático, financiero o ideológicamente trágico, y que aquí ve quizá su más (y última) fría lección
6 – Fail Safe (1964)
Por El Fett
¿Qué pasaría si Doctor Strangelove tuviera su versión dramática? No es ninguna hipótesis, sino una realidad dirigida por Sidney Lumet, y en donde el gran humor de aquella otra joya de Stanley Kubrick, aquí se convierte en una tensión hipnótica y progresiva que sirve al director para plantar los dilemas sociales, políticos y morales detrás de la Guerra Fría (y que al igual que Kubrick no quita el dedo de su crítica hacía lo absurdo de su naturaleza). Una enorme película muy poco conocida y de narrativa coral que incluso guarda toques de horror psicológico en su manifiesto sobre la manipulación. Mención aparte para el gran reparto encabezado por Henry Fonda, Walter Matthau. El final es brillante.
5 – The Pawnbroker (1964)
Por El Fett
El prestamista es una oda a la devastación emocional y espiritual en las manos de un actor que supo encausar a la perfección el traumático pasado de su personaje, un sobreviviente del holocausto que vio a su familia morir y que ahora se desempeña como un pequeño prestamista en Harlem frente a un escenario desolador que para él y que es solo una extensión de su andar y pensar. Sidney Lumet sabe empalmar todos los elementos para hacer al espectador participe de esa ira y sufrimiento suprimidos con una fastuosa actuación de Rod Steiger (nominado al Oscar en aquel año), y el desgarrador escenario y el solemne guion adaptado de la novela homónima de Edward Wallant.
4 – The Verdict (1982)
Por El Fett
Esta historia de redención alrededor de un abogado sumergido en la vergüenza laboral y en el vicio del alcohol, no solo significó una de las mejores actuaciones de Paul Newman, sino también uno de los más grandes ejemplos narrativos sobre los tribunales en el celuloide. La naturalidad en sus actuaciones y en su desarrollo convierten a este drama en una cinta accesible y alrevesada con respecto a su deshumanización, surtiendo un intenso efecto emocional en la catedra interpretativa de Newman, en mucha parte también gracias al guion y los soberbios diálogos de David Mamet. Sidney Lumet cuenta con las armas adecuadas para adentrarse así a uno de los mejores clímax de la historia, que ve en el personaje de Frank Galvin a uno de los antihéroes americanos por excelencia.
3 – Network (1976)
Por El Fett
Un sumario de terror televisivo en el que Sidney Lumet, gracias a su gran experiencia en el medio, proyecta toda la obsesión corporativa por la obtención del preciado rating. Dos diferenciaciones narrativas: en un primer plano estamos ante un apuesta neorrealista, mostrando la crueldad, casi a manera de testimonio o documental, de aquellos inmiscuidos en la manutención de la audiencia a través del cualquier medio; por otro lado, Lumet se sumerge en una ficción compleja a través de la deshumanización de sus personajes, resaltando claramente la demencia del inmerso e inmenso Peter Finch, vehículo para un discurso satírico – crítico que para el director habrá resultado un manjar de dialecto y comunicación de su estilo y discurso. Complementan reparto una competencia histriónica avasallante: Dunaway, Duvall y Holden
2 – Dog Day Afternoon (1975)
Por El Fett
Basada en hechos reales y adaptada a parir de un artículo y posterior libro, Sidney Lumet emprende una campaña criminal absurda que raya en el humor negro debido a la inexperiencia y estupidez de sus dos antihéroes (Pacino y Cazale en estado de gloria), sin embargo este fallido robo a un banco solo sirve de excusa para contextualizar nuevamente el poder que ejercen los medios de comunicación y las trasgresión de los hechos a partir del enfrentamiento policial con este par de pintorescos personajes y sus rehenes. Feminismo, homosexualismo, discurso político y social, comedia accidentada y como siempre un acercamiento al neorrealismo con pesimista final incluido, hacen a esta “tarde de perros” una cinta sumamente divertida y compleja, y para muchos el punto más alto de su obra, pero…
1 – 12 Angry Men (1957)
Por El Fett
Siempre debe haber un lugar reservado para este gran clásico que prescinde de todo error narrativo. Meticulosa, intimista, perfeccionista, Sidney Lumet aborda en su debut un retrato impactante sobre la pugna de 12 hombres del jurado que decidirán el destino de un infante supuestamente asesino. Consecuencia de la gran experiencia e influencia teatral, el cineasta construye y de construye a partir de la emociones humanas, el veredicto de 12 personas diferentes y su consecuente evolución de pensamiento a partir de la estimulación de los diálogos y la empatía con el caso. El sensible análisis de la psicología humana en 95 minutos comprende también un estudio cinematográfico sin precedente para los rubros histriónicos y el desarrollo narrativo del mismo. Una magnifica joya que debe considerarse al menos como una de las mejores 10 películas americanas en la historia