Las 20 Mejores Películas de Harvey Keitel
Aunque definido bajo la etiqueta de un personaje “del tipo duro” en el cine, la versátil carrera de Harvey Keitel va de la mano con su travesía personal, tanto en el cambio personal y espiritual que tuvo gracias a su participación en la guerra como miembro de la infantería en Líbano, como en los altibajos que le han permitido un despertar dramático muy a pesar de su encasillamiento resultado de su fisionomía y sus inicios como actor como miembro de la mafia fílmica de Scorsese.
Nacido un día como hoy de 1939, Keitel fue expulsado de varias escuelas antes de prestar servicio militar y ver combate. Tras esa experiencia que según sus declaraciones “le cambiaría la vida”, Keitel sería aconsejado por sus amigos de asistir a clases de drama y actuación “por su talento nato”, asistiendo al prestigioso “Actor’s Studio”. Trabajando varios años en teatro después de graduarse, Keitel respondería al llamado de un casting de un joven director llamar Martin Scorsese, el cual filmaría su primera película… y el resto sería historia.
A pesar de tener un capítulo actoral intermedio bastante oscuro, que se dispararía por su depresión y a partir de perder el protagónico de Apocalypse Now, Keitel se mantendría para los 90 y hasta en la actualidad como uno de los actores de reparto más solventes en Hollywood, trabajando de manera versátil en el thriller, drama y hasta en la comedia con excelentes resultados, pero sin abandonar esa “faceta” de hombre policial, mafioso, rudo y/o criminal que lo distinguiera desde un principio
20 – The Irishman (Martin Scorsese, 2019)
POR EL FETT
The Irishman es vida, obra y testamento de Scorsese enmarcado en cine de otro nivel. No su mejor film, pero si el compendio más completo sobre su estilo técnico, auditivo y narrativo, apoyado en una adaptación sublime que, gracias a su estatus, permite la estructuración precisa de cada uno de sus personajes. Si bien es cierto que por momentos el relato se puede sentir pesado, no es por un error de Scorsese, sino por nuestro propio conductismo, desacostumbrado en la época actual a este tipo de clases cinematográficas dentro de un entorno donde se ha perdido de vista el verdadero concepto artístico. Por cierto, Scorsese rinde gran homenaje a Harvey Keitel, pues a pesar de que su aparición es fugaz, el es el “jefe de jefes”
Alice Doesn’t Live Here Anymore (Martin Scorsese, 1974)
POR EL FETT
Lo que pudo ser en las manos equivocadas un cualquiera telefilm de Hallmark, bajo la solvencia directiva de Scorsese y la poderosa y pasional actuación de Burstyn, convirtieron a este relato en un vehículo dramático complejo sobre fortaleza e independencia femenina. La actuación de Burstyn va más allá del talento o “encargo”, pues fue ella misma la que compró los derechos sobre el guion y se encargó de buscarle director, siendo Scorsese el indicado para promover lo que también es una entretenida road movie que escapa a los estereotipos y tendencias sobre la feminidad y que aún en idea resultan más tan interesantes como trasgresores. Harvey Keitel seguiría aún siendo el consentido del director, con un papel secundario clave.
18 – Cualquier película bajo la dirección de Wes Anderson
POR EL FETT
En realidad son tres, Moonrise Kingdom, Isle of Dogs y en la que más brilla, The Gran Budapest Hotel, cinta que a la fecha ya se ha ganado el culto y la etiqueta como una de las mejores del nuevo milenio. Anderson encontró en Keitel el elemento del “chico duro”, pero que gracias a la versatilidad de actor, se acomodó para endulzar dicho arquetipo para los objetivos simétricos y cautivadores de cada uno de sus relatos (al menos hasta antes de la mencionada joya). Keitel, al igual que todo el club de Wes, parece disfrutar tanto del estilo del director que hasta se encueró para interpretar al criminal que ayudará a Gustav a fugarse de la cárcel. Afortunadamente, Keitel ya no ha estado en las últimas dos del director
17 – U-571 (Jonathan Mostow, 2000)
POR EL FETT
El principal problema de esta infravalorada aventura submarina es que existe “Das Boot”, y que absolutamente nada ni nadie (ni mucho menos el intermitente Jonathan Mostow) lograrán igualar la maestría de lo hecho por Petersen. Dicho eso, el enfrentamiento entre submarinos alemanes y aliados despliega algunas secuencias repletas de buena acción y tensión, pero también dentro del sentido dramático existen actores que dan un excelente desempeño, entre ellos Harvey Keitel, Bill Paxton y por supuesto el protagónico de Matthew McConaughey. como un joven teniente ascendido a General tras una operación fallida y mortal. Es una película que se debería re valorar más
16 – Red Dragon (Brett Ratner, 2002)
POR EL FETT
Otra de las facetas de Fiennes es la de interpretar con tremenda soltura a personajes dementes y/o psicópatas, dotándolos de matices que incluso logran empatizar hacía con la audiencia. En este caso se vio beneficiado por un guion muy bien estructurado alrededor de su personaje, el asesino en cuestión, destacando junto a su reparto incluso por sobre la misma y predecible narrativa, de una muy entretenida precuela del clásico de culto de 1991. Aunque el foco dramático se enfoca en la relación de Hopkins con Norton y el pivote narrativo hacía con el asesino de Fiennes, la representación de Harvey Keitel como un más joven Jack Crawford, jefe del FBI, no pasa desapercibida.
15 – Clockers (Spike Lee, 1995)
POR EL CINE ACTUARIO
Quizás es una de las historias más sencillas en estructura de Spike Lee, sin embargo, no desmerece en su realismo argumenta en torno a las pandillas y del tráfico de drogas de los barrios bajos de Brooklyn. Lee mantiene una óptica externa, lo cual le permite que el relato se desarrolle de manera natural captando progresivamente el interés del espectador a pesar de su posible falta de originalidad. También es de notarse dentro de esta aún etapa debutante, la auto influencia publicitaria de Lee, amalgamando sus habilidades directivas y elementos de la cultura pop (videoclip incluido) para crear un sumamente interesante relato social . Harvey Keitel otorga credibilidad a Spike Lee.
14 – The Grey Zone (Tim Blake Nelson, 2001)
POR EL FETT
De entre las 6 cintas dirigidas por el actor Tim Blake Nelson, sin duda la que destaca es este brutal drama basado en hechos reales, sobre los eventos suscitados en Auschwitz durante la Segunda Guerra Mundial, donde los prisioneros judíos a cargo de operar las cámaras de gas, organizarán un motín a modo de redención, que tendrá funestas consecuencias. Lo más destacable no son solo sus pedazos de actuaciones (un Harvey Keitel formidable), sino la habilidad con la que el director escapa de los sentimentalismos baratos dentro de este tipo de dramas, para encausar un llanto gráfico extraordinariamente cínico y muy cruel, denotando también un muy buen ritmo y calidad narrativa.
13 – Cop Land (1997)
POR EL FETT
Un pequeño gran relato policial que en realidad parece más un western moderno. Con un gran reparto, he aquí también el testimonio más claro que Stallone si sabe actuar, con 20 kilos de más y haciéndole competencia al mismo De Niro, Liotta y Harvey Keitel, que aquí funge sin mucho esfuerzo y dominando su arquetipo, como el líder de la mafia policial. Aunque hay partes donde el ritmo palidece, Cop Land es de esas curiosidades escondidas que resultará un convencional manjar para los amantes del thriller y del western, con un gran y violento final – tiroteo a la vieja usanza del salvaje oeste. Otra película que se debería revalorar.
12 – Who’s That Knocking at My Door? (Martin Scorsese, 1967)
POR EL FETT
Un extraordinario debut que en un poético primer plano refleja las complicaciones personajes – artísticas del propio Martin manifestados en su protagonista, un joven italo americano solitario y sin trabajo que, al conocer a una chica de una clase más alta, tendrá que replantearse su vida y objetivos. La cinta es un -tour de forcé- que se plantea los esfuerzos de un paria por salir de los barrios, pero también de cierta manera por trascender. En blanco y negro y visualmente provista de un sinfín de homenajes y referencias al mundo del cine, al género western y a la radio (mención para este elemento, que es homenajeado también de manera brillante en Killers of the Flower Moon), estamos ante uno de los mejores debuts de la historia.
11 – Taxi Driver (Martin Scrosese, 1976)
POR EL FETT
Sucia, oscura, un retrato de la escoria que habita en la sociedad, así es esta joya atemporal (véase Joker) y adelantada a su época. Scorsese define un arquetipo de antihéroe único en el cine, un mundano y común taxista nocturno que sufre de insomnio y que progresivamente se va transformando en un vengador anónimo al ver toda la podredumbre social y política de su entorno; no es un héroe, tampoco un villano, sino un complejo humano que persigue un objetivo: aportar su granito de arena para transformar su aberrante ambiente en un lugar mejor para vivir. La asociación con sus criaturas de la noche y la red del bajo el mundo de la prostitución infantil, hasta los confines de las figuras políticas que son representadas como simples marionetas, este vengador de la posesión mental y de la hipocresía no está tan loco como parece.
10 – Thelma & Louise (Ridley Scott, 1991)
POR EL FETT
Uno de los mejores road movies en la historia, pero también uno de los grandes iconos del cine feminista gracias su increíblemente bien desarrollado e interpretado espíritu de libertad, un mensaje que se imprime, se respira y con el que se empatiza de principio y a fin gracias principalmente a la magnífica química entre Davis y Sarandon, esta última ejerciendo quizá la combinación perfecta entre sus dos arquetipos antes mencionados: la sensualidad y la guía maternal. Así pues Scott impregna de un suspenso trágico pero de cierta manera inexplicable a todo su film ¿Qué pasará con estas dos grandes heroínas y amigas? La respuesta obviamente llegará de manera impactante en un clímax – final que incluso hasta la fecha parece surreal.
9 – The Last Temptation of Christ (Martin Scorsese, 1988)
POR EL FETT
La magistral adaptación de Scorsese es tan sugerentemente humana como poéticamente milagrosa, logrando captar “el lado mortal” de Jesús con una naturalidad vigorizante, mientras el “Mesías” piensa (como todo humano) en los pormenores de un futuro alterno dejando su elemento divino de lado a escasas horas previas de morir en la cruz. Si bien la suposición ficticia es sumamente enriquecedora, Dafoe logra un Jesús tal y como debió ser (independientemente al dogma de fe que adoptó la religión): social, influyente, de poder expresivo y presencia física que con el paso del tiempo fue perfeccionando en su lenguaje; un Jesús por momentos confundido, por otros decidido, y un Judas de Harvey Keitel que comprende la espiritualidad del Mesías.
8 – Pulp Fiction (Tarantino, 1994)
POR EL FETT
Quizá el papel más mediático y conocido de Hatvey Keitel sea el del legendario Mr. Wolf en la fábula gansteril de Tarantino. Habiendo ya recorrido una larga lista de papeles mafiosos, el carisma, maduración y la presencia de Keitel eran puntos clave para dar vida a este “arregla todo” de cierto toque caricaturesco adepto perfectamente al tono de humor accidental del que sería sin duda alguna el mejor guion en aquel año. Los diálogos y la química que surte su mera presencia a lado de Jackson, Travolta y el mismo Quentin surtieron uno de los mejores más recordados momentos de la cinta (¿cuál no lo fue?), que de cierta manera también sirve como de “relief” ante el más drástico y dramático final.
7 – Smoke (Wayne Wang, 1995)
POR EL FETT
Hasta hace poco tuve la oportunidad de observar esta pieza de cine coral que en su momento fue comparada con Short Cuts de Robert Altman. Nada más alejado, pues si bien el trabajo de Altman es desapegarse de la humanidad, el buen y bonito guion de esta cinta corre en la dirección opuesta construyendo personajes y situaciones tiernas y entrañables alrededor de un relato que aunque no se salva de su tono “moralino” (y un ritmo algo pesado en algunos pasajes), es tan honesto y bien actuado que es difícil no compenetrarse. Lo mismo pensó el jurado de Berlín, que le dio el premio especial de aquel año junto a un reconocimiento a Harvey Keitel por su excelente actuación, que se convierte en la carta de presentación y vehículo de la cinta
6 – Mean Streets (Martin Scorsese, 1973)
Por Edgar del Valle
El anunció de la llegada de un gran director (Scorsese) y de un grupo de nuevos actores como Robert De Niro y Harvey Keitel. En las calles de Nueva York en los años 70 un joven italiano que trata de ascender en la mafia (Keitel) se tiene que enfrentar al dilema de apoyar a un imprudente amigo que puede obstaculizar su meta. La obligación en ver este filme radica en que esta cinta inicia la dupla De Niro – Scorsese, donde el actor vendría a sustituir de manera abrupta al primer “muso” del director: Harvey Keitel. En 1997, la película fue considerada «cultural, histórica y estéticamente significativa» por la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos y seleccionada para su preservación en el National Film Registry.
5 – Bad Lieutenant (Abel Ferrara, 1992)
POR EL FETT
Para muchos, esta es una de las obras más polémicas y viscerales del cine de los 90, incluso tomada como cinta de culto. Para su director, sin duda su exposición comercial más referida, llena de errores secuenciales, pero repleta de un duro dramatismo que exime sus pecados, así como los del protagonista, un corrupto detective que a partir de un caso que inmiscuye la violación de una joven monja, decide reformarse, en lo que será un expiación dolorosa y tortuosa tanto a nivel físico como emocional. Para Harvey Keitel, la confirmación de su “rudo papel”, que aquí alcanza registros únicos y diferentes gracias a la tensión del relato y a la excelente construcción de su personaje. Estaría más arriba en el top, pero la dirección le baja puntos
4 – The Piano (Jane Campion, 1993)
POR EL FETT
Si existe alguna duda de su talento o persiste el cuestionamiento sobre su encasillamiento, hágase el favor de descubrir (o volver a ver) este trágico romance donde Harvey Keitel sale completamente de su zona de confort para interpretar a un peculiar Romeo dentro de un triángulo (¿o será cuadrado?) amoroso que lo incluye a él, a una reciente viuda muda y su piano, instrumento que sirve de nexo para desatar el contraste entre la intensa violencia que narrativamente sugiere y el cuadro románico erótico, trágico e inexplicable, nacido del chantaje y del abuso, y que poco a poco se va trastornando en placer, sumisión, obediencia y por supuesto… obsesión. Un relato legendario y de muchos matices en donde Keitel denota su capacidad dramática
3 – The Duellists (Ridley Scott, 1977)
POR EL FETT
En la época de su aún protagonismo y en contraste con el origen “mafioso” o de calle que le diera Scorsese, Harvey Keitel ayudaría a otro novato director, un ya veterano de 40 años, con una obra 100% autoral que recurre a la calidad de su libreto para desencadenar un conflicto de época sin precedentes entre dos oficiales franceses en tiempos napoleónicos. Un elegante papel de Keitel, que mantiene la credibilidad de la época gracias al guion, el preciso aunque sencillo diseño de producción y por supuesto una presencia de primer nivel. La cinta se haría de una mención honorifica en Cannes (como el mejor debutante en la escena cinematográfica), siendo sin duda la cinta más injustamente olvidada de las carreras tanto del director como del actor.
2 – Youth (Paolo Sorrentino, 2017)
POR EL FETT
Incisiva, trágica y hermosa crítica al arte y a su equilibrio con el contexto de “celebridad” desde todas sus perspectivas (cine, teatro, música, deporte y belleza), todo bajo una impresión de comedia negra y drama astutos, inclementes, crueles en forma pero bellos en su estética, gracias al cobijo directivo y narrativo de Sorrentino. Personajes entrañables y diálogos frescos y hasta en cierta forma filosóficos, es a Harvey Keitel a quien le toca la parte fílmica creando un personaje de alta y compleja sensibilidad y que hacía el final es con quien recaerá el impactante giro. Un magnífico estudio emocional y artístico que se transforma en una gran pieza de cine, su omisión (tanto la película como la actuación de Keitel) de varios premios americanos confirman su delicado y fuerte mensaje.
1 – Reservoir Dogs (Quentin Tarantino, 1992)
POR EL FETT
Otra ayuda a otro director debutante (¿sabían que Harvey Keitel tiene una casa productora enfocada a ayudar a cineastas novatos?), Keitel se convierte en el protagonista accidental de esta cinta coral (de nuevo a tono de fábula) sobre unos mafiosos y su fracasado intento de salto a un banco. La mayor cinta “de autor” de Tarantino se define gracias a la estructuración de estas personalidades y no a su conflicto, el cual queda como un genial macguffin implícito en toda la trama que aporta mayor complejidad a lo que en realidad es una historia sobre la camaradería y la traición, sobre la humanización y deshumanización, de donde Keitel es parte y detonante. Perfectamente cohesionada y lógica en todo rubro, sentido y personaje, el guion es una perra chulada.