Las 20 Mejores Películas de Ingmar Bergman
Ingmar Bergman, con solo pronunciar su nombre sabemos que estamos reconociendo a una leyenda, a uno de los mejores cineastas en la historia e incluso para algunos (incluyendo a Kubrick), el monarca en dicho apartado. Pilar, fundamento y revolución del lenguaje fílmico, el nacido en Upsala el 14 de Julio de 1918 le hizo justicia a su recio nombre, presencia e importancia al ser también una personalidad crítica pero elocuente; fuerte y muchas veces sobrepasado en sus opiniones, fue conocido además de por su indispensable obra y tono surrealista, por engancharse en debates y declaraciones con varios de sus colegas, fungiendo también como una especie de juez ¿La amenaza para estos otros cineastas bajo su mirada? Es que la palabra de Ingmar siempre deberá ser tomada en cuenta.
Nacido bajo el lecho de una familia pastora luterana, la educación religiosa y el aspecto metafísico de la misma recibida en su niñez y adolescencia definieron su estilo, procreando una de las colecciones artísticas más ricas en el aspecto espiritual y abstracto bajo personajes que buscan redención y su lugar en este mundo. Como él mismo dictó en su autobiografía: “El proceso del pecado, confesión, castigo, perdón y misericordia, son factores concretos entre las relaciones parentales y hacía con Dios”, dichos elementos se regodean y combinan en una especie de auto proyección no absenta de un juego de doble moral, donde el Maestro sueco juega con la fe, las tentaciones y la sensualidad, esta última altamente identificable a través del tono explícito y/o implícito de las relaciones hacía con sus mujeres, literalmente al también involucrarse románticamente con 2 de las 3 musas que desbordaban belleza, talento y morbo en sus películas.
De educación teatral, Ingmar Bergman construiría en base a la diégesis, obras contemplativas de tono lento, ricas en diálogos e interacciones y cambios de planos mesurados que invitan a la reflexión simbólica, espiritual y psicológica. A través de 36 films en casi 5 décadas, dichas auto contemplaciones se instalarían en el terreno dramático siempre confabulando con la fantasía y la corriente surrealista. La leyenda se retiraría del cine en 1982, 25 años antes de su muerte, sin embargo durante ese lapso de tiempo se mantuvo en activo en la pantalla de la televisión hasta el 30 de Julio de 2007, falleciendo en Faro, pueblo sueco en el que residió casi toda su vida.
Este Maestro del cine cumpliría hoy 105 años, y aunque recordar solo 15 es injusto, parece adecuado el solo pronunciar su nombre -“Ingmar Bergman”-, para a continuación conocer, comprender y apreciar su obra considerando las que al gusto de su servidor, fueron, son y seguirán siendo sus mejores películas.
INTRODUCCIÓN Por EL FETT
20 – Sueños (Kvinnodröm, 1955)
POR MANUEL ESTEBAN GAYTÁN
Sueños podría ser considerada (junto a Sonrisas de una Noche de Verano, filmada también en 1955), como el cierre de la etapa inicial de Bergman, y a la par las cintas que expondrían lo que estaba por venir. La misma trata sobre Susanne, una dueña de una agencia de modelos que debe realizar un viaje en compañía de Doris, una de sus modelos, la cual previo al viaje se pelea con su novio. Una vez allí conoce a un hombre importante quién al verla parecida a su mujer, me compro vestidos y joyas de alto costo. Esta película está protagoniza por dos actrices claves en los primeros años de Ingmar; Harriet Andersson y Eva Dahlbeck, y también cuenta con la nunca despreciable participación de Gunnar Bjornstrand.
19 – Vergüenza (Skammen, 1968)
Por EL FETT
Serán tres películas en línea para dar testimonio sobre la extraordinaria asociación e influencia mutua que tuvo con dos de sus actores fetiches, un Max Von Sydow y una Liv Ullman, que se encargaron de encarnar y protagonizar en varias ocasiones a “la pareja” víctima de la intrusión, una con rostro de guerra, de horror y desesperanza. Este incisivo drama anti bélico se convertirá en una de las curiosidades narrativas de Bergman que, al descansar de su constante obsesión espiritual, parece también que lo hace de manera presencial, pues la historia fluye solamente bajo los talentos y la química que surge de Max – Liv, siendo la cámara y hasta la propia narración un simple testigo de la des fortuna de estos dos músicos que al escapar de la guerra, son perseguidos por un destino bélico más trágico. Si bien resulta una de las películas más flojas a nivel directivo de Ingmar (parece más una obra de teatro), es uno de los trabajos dramáticos más complejos alrededor de su dirección actoral
18 – Sonrisas de una noche de verano (Sommarnattens leende, 1955)
Por EL FETT
Una comedia de enredos amorosos que a primera vista podría suponer una de las cintas más convencionales de Bergman, pero que al mismo tiempo significa una clara sátira a la burguesía y a los placeres “culpables” y/o familiares que al sueco tanto le gustaba explorar… o jugar. Una opción tan rara como divertida y curiosa para este 14 de febrero, Harriet hace gala de esa emblemática combinación entre calidez dramática y sensualidad que experimentaría bajo su primera etapa con Bergman, misma que llevaron a convertirse en una de las musas del legendario director. Como dato curioso, su hija Petra fue nombrada así por el papel que interpretó aquí, dado por sentado el cariño y la admiración que también en variadas ocasiones ha manifestado por el cineasta sueco.
La pasión de Ana (En passion, 1969)
Por EL FETT
Una de las cintas más bellas, pero a la vez más inciertas y complejas de Bergman. La pasión de su protagonista, una inestable viuda que descubre en un resquebrajado hombre un nuevo sentido de la vida, es sencillamente una epifanía del mismo director en su desconexión por el mundo material, y a la vez su creciente conexión con el mundo artístico. A su vez, su complejo cuadro psicológico y emocional hacen que Bergman medite junto con su audiencia sobre la naturaleza de la soledad, la fortaleza femenina y por supuesto la muerte, cuando use una tangente sobre el maltrato animal como foco metafórico de la misma auto destrucción. No se encuentra entre sus cintas más mediáticas o valoradas, pero es imprescindible como una de sus piezas visuales – narrativas más profundas y bellas
16 – El Ojo del Diablo (Djävulens Öga, 1960)
POR MANUEL ESTEBAN GAYTÁN
El Ojo del Diablo es probablemente la cinta más ninguneada, malinterpretada y finalmente olvidada del director sueco. Por lo contrario, para muchos (incluyendo su serudor) es una de sus mejores obras, y creo que funciona como secuela de la ya mencionada Séptimo Sello. En esta ocasión, Bergman toma el tema de la muerte de forma más cómica y despreocupada, pero el planteamiento que hace en sí no deja de ser llamativo. Con un tono ciertamente fantástico, hace un retrato del infierno, lugar en dónde se inicia la trama y nuevamente pone en boga la existencia del cielo, y la eterna lucha entre ambos, las creencias y la influencia de uno u otro en la cotidianidad de los humanos. Fantástica de apreciar
15 – La Hora del Lobo (Vargtimmen, 1968)
Por EL FETT
La isla de Bergman, un elemento recurrente en su filmografía que simbolizará hermetismo, soledad y el lugar adecuado para el origen de la demencia y/o del resquebrajamiento de los núcleos familiares. Tan real como surreal, en una de sus analogías predilectas Bergman posiciona a Max Von Sydow y a Liv Ullman en un pedazo de tierra rodeado de mar (el matrimonio Borg), para abordarlos desde su singular compulsión metafórica sobre la muerte y la deshumanización. De nuevo otra intrusión (esta vez no es bélica, sino mágica y/o esotérica) a la pasividad de un pintor y su esposa, y en donde Von Sydow se convierte (una vez más) en la extensión histriónica (y alter ego) de su mentor ante los “demonios” que acechan al artista, en lo que es una vertiginosa y oscura impresión de horror psicológico y surreal. Sin duda una de las películas más curiosas y complejas suscritas al género de terror, olvidada incluso por aquellos más adeptos al rubro
14 – El Rostro (Ansiktet, 1958)
Por EL FETT
Quizá aquí Bergman haya caído un poco en la provocación y/o tentación comercial de su tiempo, sin embargo la que también fuera conocida como “El Mago”, es una de las piezas más digeribles, aterradoras y misteriosas del sueco, suscrita a cierto toque fantástico y/o surreal. Uno de los argumentos secretos mejor guardados de su filmografía, es a través del mago e hipnotizador Dr. Vogler (uno de los personajes más memorables de Max Von Sydow), donde Ingmar deposita en esta ocasión su metáfora sobre la liberación y la muerte, obsesiones que acompañan a un grupo de artistas ambulantes que deben parar en una ciudad, dónde no serán recibidos de la mejor manera. Estos seres crean así un entorno de confusión propositiva alrededor de su identidad y causas de aquella nada afortunada bienvenida. Una cinta oscura y psicologicamente aterradora.
13 – Escenas de un Matrimonio (Scener ur ett äktenskap, 1974)
POR MANUEL ESTEBAN GAYTÁN
Concebida originalmente como una miniserie (que se estrenaría un año antes con seis capítulos), Bergman hace un análisis bastante doloroso en lo referido a las relaciones conyugales en torno a la convivencia y el amor. Una de las cumbres en su filmografía, es la que inicia una tercera etapa, volcada más de lleno en las relaciones amorosas. Así mismo, la cinta podría ser calificada incluso dentro de un contexto semi biográfico, ya que la protagonista, Liv Ullmann, hasta no hacía mucho era la pareja del director y madre de una hija, lo cual influye de sobremanera en el relato. La historia deja un sabor amargo, pero quizás esa era la intención inicial, más si consideramos las historias amorosas del sueco.
12 – Tres Almas Desnudas (Nära livet, 1958)
Por EL FETT
Lo que quiso hacer Almodovar en su incipiente “Madres Paralelas”, nació de una de las obras insignias de la feminidad y la muerte por parte de Bergman y dos de sus grandes musas. Es Thulin la que lleva la batuta actoral al interpretar a una mujer que con tres meses de embarazo sufre una hemorragia interna; en el hospital conocerá a otras dos madres, una que tiene que lidiar con el hecho de que su bebé nacerá con un retraso, y otra que espera un hijo ilegítimo y que quiere abortar. Esta tripleta de situaciones y decisiones como siempre se ven envueltas en la eterna lucha y cuestionamientos entre la vida y la muerte, haciendo que la tensión se desarrolle de manera natural gracias a la interpretación de las 3 agrandes actrices, y de donde Bergman manifiesta no solo ese sentido de cuestionamiento en la propia existencia del ser, sino también el de su control por su siempre poderosa figura femenina.
11 – Luz de Invierno (Nattvardsgästerna, 1963)
POR MANUEL ESTEBAN GAYTÁN
Luz de Invierno (También llamada Los Comulgantes) es un film clave en la obra del cineasta sueco para entender un poco el concepto de “El Silencio de Dios”, temática que pareció consternarlo durante gran parte de su vida. La historia retrata como conlleva la vida Thomas, un pastor protestante, que vive en un entorno solitario, tras la pérdida de su mujer, y sufre una profunda crisis espiritual que lo lleva a cierta pérdida de tacto e interés por la vida misma. Gunnar Bjornstrand, Ingrid Thulin y Max Von Sydow, tres actores claves en la filmografía de Bergman, son los protagonistas de esta obra maestra y conmovedora, que le arruinaría la concepción del mundo a muchos creyentes.
10 – A través del espejo (Såsom i en spegel, 1961)
Por EL FETT
Ganadora del Oscar, la crudeza del relato exhibe una honestidad brutal por parte de Bergman, el cual se refleja como un padre incapaz de captar las necesidades y problemas de sus críos: Un escritor frío y distante pasa unos días con sus hijos, un adolescente y una joven con problemas mentales, casada con un médico que la cuida con un fervor que raya en lo absurdo. Cuatro personajes atrapados en una cabaña, la estancia desencadena una crisis familiar que exhibe la incompetencia empática y las pobres condiciones psicológicas a causa del distanciamiento patriarcal. Un relato semi biográfico si tomamos en cuenta que el director (escritor) reside en la isla de Faro y que en su libro menciona que alguna vez se disculpó con sus hijos por ser un perezoso padre, a lo que ellos respondieron: “¿Padre? Tú no has sido un padre en lo absoluto”.
9 – Un Verano con Mónica (Sommaren med Monika, 1953)
Por EL FETT
Juguetona, provocadora y censurada cinta. Si bien en la anterior Bergman dotó a aquella isla de un entorno claustrofóbico, resultado de la demencia y eje central del personaje de Andersson, con Monika el director y la misma musa (la sueca era sumamente hermosa) proyectaron la inestabilidad amorosa y la aventura juvenil a partir de un verano vulgar y sumamente sensual: Dos jóvenes abandonan sus familias y trabajos para pasar unas semanas a solas en el archipiélago. Monika es real, el detonante de la pasión precoz y la manzana de la tentación para el hombre ¡Todo que perder! La ilusión ¡Todo que ganar! La perdurabilidad de aquel momento que comparte la audiencia con esta Lolita, a la cual el cineasta sabe hacer relucir como una de las perdiciones más inolvidables del cine (y que incluso serviría de gran influencia a la otra Lolita, la de Kubrick 9 años después).
8 – El Silencio (Tystnaden, 1963)
Por EL FETT
La mujer como eje central de la expiación es un símbolo natural en su obra. El Silencio acentúa este factor con tonos impetuosos y perturbadores para la sociedad: Dos hermanas y el hijo de una de ellas vuelven de un viaje cuando la enfermedad de una de ellas les obliga a permanecer en un hotel; mientras la enferma trata de reprimir sus deseos sexuales hacía con su “hermana”, la otra tratará de escapar del tedio buscando otros encuentros. Sin duda su película más escandalosa pero también una de sus más astutas, en dónde el misterio viene del mismo silencio narrativo no sólo del niño testigo, sino de los hechos mismos. Bergman construye un relato escondido en los límites de la percepción, imaginación y el morbo humano en la última parte de su trilogía llamada “La Falta de Dios”; el espectador juega con aquel deseo incestuoso, pero en realidad ¿La hermandad es de sangre o solo espiritual? El maestro dice más con silencio que con las imágenes y el público interpreta según su situación
7 – Sonata de Otoño (Höstsonaten, 1978)
Por EL FETT
Un intenso drama que responde al fervor por el matriarcado que profesa el director y que de la mano de la otra Bergman, Ingrid, ofrece una de las interpretaciones colectivas más memorables en el cine. En realidad podría decirse que es una cinta atípica, no por la falta de pasión ni temática, sino por el aterrizaje del argumento en planos sumamente realistas, afectivos y emocionalmente empáticos en su totalidad: Una famosa concertista de piano no ha visto a su hijas en siete años, una de ellas casada con un pastor protestante y la otra incapacitada. En esta tensa e importante decisión de por fin enfrentarse al amor y al odio de sus hijas, se funde un himno de solemnidad por parte de Bergman en una especie de testimonio familiar visto desde el exterior. Nótense los elementos clave de su obra en la ausencia de la figura líder, la incapacidad física o mental de uno de los miembros y la disparidad emocional del otro, así como el confinamiento a un hogar destinado a convulsionarse. Poderosamente actuada, esta sería la última actuación de Ingrid.
6 – El Manantial de la Doncella (Jungfrukällan, 1960)
Por EL FETT
Oscar, Globo y premio especial de Cannes para un cuento de princesas al estilo Bergman; un compendio fílmico que comprende a partir de una fábula, uno de los temas más complejos y graves que persisten en la sociedad incluso en la actualidad: el abuso sexual a la mujer: En la Suecia de la Edad Media, una princesa debe viajar al altar de la Virgen para ofrecer su ofrenda, sin embargo su dama de compañía la abandona y enseguida se encuentra con dos pastores que la invitan a su casa. Ingenuidad e inocencia embelesadas con un sentido de venganza, la mayor virtud en el rubro de lo “fantástico” del cineasta es ver como de la simpleza argumental emana un relato de sentido crítico que por supuesto, no abandona el aspecto espiritual y provocador del autor. Provista de un diseño de producción y fotografía fastuosos, desde cierto punto de vista esta cinta sería una ideal introducción para todos aquellos ajenos a su obra.
5 – Persona (1966)
Por EL FETT
Si la anterior es una introducción a su mundo, Persona es la graduación en cuanto al estudio y comprensión del mismo. Su obra favorita es en realidad un experimento surreal sobre la presencia espiritual y metafísica del mismo ser. A través del diálogo y variados simbolismos visuales, Bergman lleva a cabo un compendio de los elementos suscritos en su obra: religión, sexo y muerte dentro de una historia de vanidad y abandono físico donde una enfermera debe cuidar a una antigua y célebre actriz tras esta ser dada de alta del sanatorio. Nuevamente teniendo a la mujer como estandarte de esta transfiguración, muchos piensan que este esbozo de imágenes y diálogos representan solo una pretensión audio visual, un mero capricho o reproche testimonial a sus creencias y misma obra, y quizá tengan razón, pero al mismo tiempo siendo una cinta difícil de apreciar y no apta para todos, su genialidad raya exactamente donde los demás apuntan su error, pues verdaderamente es única.
4 – Gritos y Susurros (Viskningar och rop, 1972)
Por EL FETT
La hegemonía de la feminidad ve su pináculo en esta multi galardonada obra maestra. Un color rojo oscuro que evoca la sangre y religión pinta las paredes, los techos y el piso de una mansión en la que 3 hermanas se reúnen debido a la próxima muerte de una de ellas. Pronto los recuerdos comienzan a surgir y entre ellos los fantasmas: disfuncionalidad familiar, infidelidad, falta de espiritualidad y sobre todo muerte, esta última en uno de sus mayores referentes narrativos. Sobre este ensayo el director recalca la ausencia del “hombre”, usándolo como mero valor simbólico para que el poder y la ternura femenina desemboquen un cuento dramático que raya en lo fantástico y romántico; al final la revelación se tornará como su color, pero su ritmo sobrecogedor hará vivir al espectador un efecto de paz en dicha transición. Nominada a 5 Oscar incluidos película, director y guion, solo se terminó por llevar el de fotografía.
3 – Fanny y Alexander (1982)
Por EL FETT
Ganadora de 4 Oscar, BAFTA, Globo de Oro y galardón de prensa en Venecia, su última película es, según él mismo, su ensayo más personal y biográfico. En ella se narran las desventuras de los hermanos Fanny y Alexander, dos niños testigos del crecimiento y crisis de una familia sueca de finales del anterior siglo y en donde el autor aborda desde la situación relacional de los miembros y conflictos financieros y laborales, hasta la muerte del patriarca y el casamiento de la madre con un estricto pastor de doble moral ¿Resulta cercano? Pero el maestro no podría quedarse solo en ese plano; principalmente a través de Alexander, sumerge al espectador en una atmósfera y visión infantil que enriquecen una odisea que traduce complejos temas religiosos, sexuales y paranormales en anecdotarios llenos de simpleza e inocencia. Poseedora de una narración progresiva en ritmo e intensidad, su último acto de expiación y detonación anti espiritual se convierte en un deleite, quizá el remanente visual más ideológico sobre el tema de parte del director que en realidad nunca dejó de visionar al arte como un “Alexander”.
2 – Fresas Salvajes, (Smultronstället, 1957)
Por EL FETT
Ganadora del Globo y el Oso de Oro, es difícil encasillar a esta formidable y rica cinta en un solo género. Funciona como un drama, al enfrentar a nuestro inolvidable héroe con sus relaciones presentes y pasadas; funciona como una comedia, por la misma naturaleza del mismo protagonista y de los diálogos repletos de un humor fino; funciona como una obra surreal, al nuevamente Ingmar Bergman enfrentarse con el inminente lecho de muerte y con los recuerdos de un primer amor en un campo donde crecen fresas salvajes; y finalmente funciona como una road movie, una seductora y entrañable. Un eminente médico debe ir a Estocolmo para recibir un homenaje de su universidad. Al principio dudoso, se ve en un sueño muerto, así que decide emprender el viaje en coche con su nuera, deteniéndose en una vieja casa donde pasaba las vacaciones cuando era niño. No hay mejor palabra para etiquetar esta película que “hermosa”; una experiencia inolvidable llena de emoción, sentimiento y pasión donde vemos una de las versiones más esperanzadoras del Maestro
1 – El Séptimo Sello (Det sjunde inseglet, 1957)
Por EL FETT
Ganadora del premio especial del Jurado en Cannes, quizá para algunos puristas esta podría ser la cinta más convencional de Ingmar Bergman. ¡Vamos! Su traductor artístico de lo surreal en su estatus místico hacía con la mortalidad. Pero entonces ¿Qué es lo que hace al Séptimo Sello su joya más redonda y sustancial? La dulce ironía en el obvio humor negro y provocador el sueco al enfrentarse narrativa y directamente al elemento clave de su obra: La Muerte. La Peste Negra asola Europa y tras 10 años en las Cruzadas, un caballero y su leal escudero regresan de Tierra Santa; en el camino el caballero se encuentra con la Muerte que lo reclama, sin embargo el cruzado propone jugar una partida de ajedrez con la esperanza de obtener de Ella no solo la vida, sino las respuestas a las obsesiones de Bergman y de la vida: la naturaleza de la muerte y la existencia de Dios. El autor se expía bajo un ritmo que deja sin aliento, ágil y complejo en su diálogo existencial y espiritual y sumamente oscura y entretenida en una odisea asolada por el paso de la peste… la muerte. Al final este enfrentamiento reflexivo entre el autor y su miedo – amor más profundo desembocará en una respuesta inolvidable.