Las 20 Mejores Películas de Sean Connery

Nombrado el “Caballero Soltero” por la Reina Isabel, considerado por décadas como “El Hombre más sexy” e incluso “El Hombre más sensual del siglo” por variadas publicaciones del espectáculo, crítica y audiencia, hoy se celebran al original y único Bond, James Bond. Sean Connery, sin duda uno de los histriones más legendarios y prolíficos desde los 60 hasta su retiro a principios del nuevo milenio, se proclamó a lo largo de su carrera como uno de los referentes del cine de aventuras, espionaje y de misterio, sin dejar pasar su monumental presencia física, ese único acento de voz y por supuesto un registro actoral que dentro del thriller y el drama le regalaron esa consolidación histriónica que lo harían un literal “estuche de monerías”.

Nacido en Edimburgo, Escocia, un 25 de agosto de 1930. Tímido pero recto y como lo menciona un compañero suyo durante la juventud: “demasiado hermoso para las palabras, y virtualmente equiparable con Adonis”, Connery se alistó en la Marina Real Británica un poco antes de dedicarse al culturismo, carrera que ejerció desde los 18 años y que lo llevó al mundo del modelaje artístico y publicitario, alcanzando también un tercer lugar en la competición de Mr. Universo. Con fama de hombre rudo, buen peleador y jugador de fútbol, en su momento fue tentado por el mundo del deporte cuando el Manchester United le ofreció un contrato para jugar en su equipo, pero  “Big Tom” (apodo por el que se le conocía debido a su nombre de pila, Thomas Sean Connery), prefirió seguir las recomendaciones de un compañero suyo de levantamiento de pesas, para asistir a algún casting para la televisión y el teatro. Connery después afirmaría que fue una de las mejores decisiones de su vida.

Al principio no tendría éxito y solo se dedicaría a ayudar tras bastidores para ganar un poco de dinero en el teatro, pero su suerte cambiaría a mediados de los 50, cuando algunos productores televisivos lo seleccionarían para comenzar a desarrollarse con pequeños papeles en ciertos seriales y cortos. En aquella década ciertamente su físico sería su mejor recurso, pero a poco a poco el joven Sean comenzaría a dejar a Big Tom atrás, convirtiéndose desde principios de los 60 en una de las principales estrellas en ascenso hasta lograr el protagónico del 007, papel que interpretaría en 7 ocasiones consolidando así a uno de los mayores iconos de la cultura pop en la historia.

Con 94 títulos, Connery se hizo de 37 premios en su carrera, de entre los que destacan 1 Oscar, 3 Globos de Oro y 1 BAFTA. Una leyenda viva, Sir Sean fallecería hace menos de un año, el 31 de octubre de 2020. Con una variada gama de excelentes actuaciones y personajes, recordemos las 10 Mejores Películas del Caballero británico.

 

20 – El Día más largo (Annakin, Marton, Oswald, Wicki, F. Zanuck, 1962)

Por El Fett

Esta cinta no solo es uno de los referentes del cine bélico, sino también a una de las apariciones más curiosas y sobresalientes de actores como Wayne, Mitchum, Steiger, Burton y Fonda. Justo antes de convertirse en el 007 (estrenada ese mismo año pero antes de Dr. No), Sean Connery forma parte de este gran elenco en un compendio de historias sobre el conocido evento de la Segunda Guerra Mundial llamado “Día-D”, o el desembarco de Normandía, visto desde varias perspectivas, tanto americanas como alemanas, como varios directores y personajes, uno de ellos el “pre-Bond”, que  aprovecha su tiempo en pantalla para dejar en claro que el papel galante del 007 sería solo un gran episodio en su exitosa y versátil carrera

 

19 – Thunderball (Terencw Young, 1965)

Por el Cine Actuario

Es una de las películas recordadas un poco más por su estilo, y es que la obsesión de Young por utilizar “efectos especiales” realistas hizo que verdaderamente la cinta tuviera un toque de intriga constante en una era prefabricada de la pantalla verde. Añadiendo a un Sean Connery que sigue cargando la franquicia, y una femme fattale como Luciana Paluzzi, a pesar de su inicio largo y su historia sencilla, Thunderball por su manufactura le alcanza para colarse entre lo mejor de la saga. Cabe resaltar que aunque su aventura es un poco menos emocionante que otras estelarizadas por el propio Connery, aquí el 007 curiosamente comienza a “matar” a los malos, agregando un poco de realismo en contrapeso con lo caricaturesco de la misión.

 

18 – Entrapment (Jon Amiel, 1999)

POR EL FETT

Uno de esos gustos culposos de finales de los 90 sostenido por el carisma de un veterano Sean Connery en su arquetipo como 007, pero ahora como un ladrón profesional, en compañía con una Catherine Zeta Jones que desborda sensualidad. Aunque toma varios elementos y quiere emular de mala manera el cine de Hitchcock, este juego de  chantajes y emboscadas guarda un par toques de buena química entre ambos actores, pero sobre todo algunas secuencias de atracos con muy buena impresión de tensión. El romance, forzado y en lo general torpe (y un poco “cringe”), sin duda es su elemento peor desarrollado, pero sobrevive gracias a la pareja

 

17 – Robin y Marian (Richard Lester, 1976)

POR EL FETT

Protagonizada por Sean Coonery, Audrey Hepburn, Robert Shaw y Richard Harris, esta reinvención del cuento clásico nos narra la historia de un veterano Robin Hood que, al volver a Inglaterra tras las cruzadas, encuentran que toda su lucha pasada no ha servido de nada, y que la corrupción de nuevo se ha vuelto a apropiar de su tierra y sociedad. Quizá el mejor film del muy mediano Richard Lester, esta aproximación tiene el excelente riesgo narrativo de encontrar o re imaginar los rasgos maduros y el futuro de sus personajes, en una cinta más emocional, y que explora más la psicología, los sentimientos, la impotencia y finalmente el romance entre sus dos protagonistas, los cuáles brillan por su química y unos diálogos de escurren amor del bueno.

 

16 – Murder on the Orient Express (Sidney Lumet, 1974)

Por El Fett

A pesar de que el texto de Agatha Christie parece condenado a nunca contar con una adaptación que iguale la calidad de su narrativa literaria, la obra de Sidney Lumet es la que más se acerca a dicho objetivo gracias a su sapiencia dentro del género thriller, y la notable elegancia con la que va tejiendo el misterio mientras lidia con la galante aparición de un reparto de ensueño (Bacall, Bergman, Sean Connery, Perkins, Redgrave, Bisset, entre otros), encabezado por el sobrio, carismático y sofisticado Poirot de Finney (que para muchos entrega la mejor encarnación del detective incluso por arriba de la del muy querido Ustinov). Lo mejor de esta adaptación es sin duda su manera de plantear el giro final, algo que por ejemplo el inútil de Branagh nunca pudo hacer.

 

15 – The Rock (Michael Bay, 1996)

Por El Fett

La única película buena de Michael Bay, una especie de thriller de acción y espionaje que agarró prestado el arquetipo de James Bond para ponerle explosivos por doquier ¡Y que le sale muy bien! La inclusión de Sean Connery responde precisamente a los intereses de referencia y homenaje hacía con la saga de Bond, dando junto con Harris papeles sobresalientes para sus currículos y que incluso superan a muchas aventuras y villanos del 007 dentro de esta “reinvención” más oscura y “sin nombre”. A destacar también lo de Nicolas Cage, que logra una excelente mancuerna como patiño en este regreso triunfal y gringo del espía ahora más renegado y oscuro

 

14 – Highlander (Mulcahy, 1986)

Por El Fett

Para finales de los 80 y después de consolidar su registro dramático en la gloriosa El Nombre de la Rosa, Sean Connery regalaría una estela de papeles secundarios dentro del género de aventuras donde fungiría como la figura del “guía”, siendo una de sus fugaces pero más curiosas apariciones la del español Juan Sánchez Villalobos “Ramirez”, un miembro de la casta de “Los Inmortales”. Poseedor de las mejores líneas y sin duda la presencia mediática de aquella cinta de culto y serie b, esta reproducción de guía paternal a menor escala se repetiría varias veces en su carrera, incluso siendo la voz de un dragón, el papá de un arqueólogo o la guía emocional de cierto agente impulsivo, patente que le daría el Oscar justo al año siguiente.

 

13 – Marnie (Alfred Hitchcock, 1964)

POR EL FETT

En su momento fue considerada la “mayor decepción” de Hitchcock tras una seguidilla de clásicos – éxitos, sin embargo, la crítica y la audiencia quizá hayan juzgado mal el propósito de este “drama” (si, drama y no suspenso). Hitchcock abandona de manera obvia su tono ácido – thriller para abrazar el estudio de una relación centrada en la compulsión criminal, en una adicta al robo que no sucumbirá ni ante el amor, y mucho menos a la presión. Si uno analiza su contexto (y la actuación de Hedren), dará cuenta que Hitchcock hace un estudio de si mismo y de su enfermiza obsesión ¿hacía las mujeres rubias? ¿hacía el crimen? Al igual que Hitch, la presencia de Sean Connery en una faceta más dramática ayudaría la credibilidad del actor tras haberse puesto el smoking del 007

 

12 – From Russia With Love (Terence Young, 1963)

Por el Cine Actuario

No solamente tiene una fotografía brillante y un diseño de producción exquisito, sino que se combinan todos los elementos clásicos para generar quizás una de las entregas de mayor solidez de la saga. Desde un Sean Connery en su “prime”, una hermosa Daniela Bianchi interpretando a una de las chicas bond más icónicas, así como los villanos de Shaw y Lotte. Otro aspecto para destacar es que hasta la fecha es de las pocas cintas de Bond que combinan la comedia con la acción de una forma audaz, y que a pesar de que por momento se siente exagerada, logra poder cautivar al público. Añada que la cinta es un reflejo histórico de la percepción americana de la ya extinta URSS en plena época de la Guerra Fría.

 

11 – Finding Forrester (Van Sant, 2000)

Por Flaco Cachubi

En Finding Forrester de Gus Van Sant, Sean Connery ofrece lo que podría llamarse una breve pero sustanciosa actuación. Las pocas apariciones de su personaje son lo que le pone la sal y pimienta a una obra que engrosa la larga lista de cintas sobre el triunfo del espíritu, con su respectiva cuota de sentimentalismo, no por ello dejando de ser rescatable. En su penúltima aparición en pantalla, Connery interpreta a un anciano escritor recluido en un departamento, cuya vida se cruza accidentalmente con la de un muchacho afroamericano con quien desarrolla una amistad basada en el gusto de ambos por la literatura.  De ser ésta su última película, estaríamos hablando de una digna despedida; lamentablemente no fue así, pues protagonizó una incipiente “Liga”

 

10 – The Hill (Lumet, 1965)

Por Edgar del Valle

Bajo la dirección de Lumet, se relata las vivencias de un grupo de prisioneros ingleses encarcelados en un campo militar del norte de África durante el desarrollo de la Segunda Guerra Mundial. Con su participación como parte de ese grupo de prisioneros, expuestos a la ira de un sádico sargento, Sean Connery se toma un descanso de su personaje Bond y ofrece una muy buena actuación en este melodrama antimilitarista, que ya permitía visualizar su capacidad actoral en películas de éste y otros géneros. En su momento la película desilusionó a muchos de los seguidores del actor, que esperaban encontrarse al héroe de la saga del 007. La película fue premiada en el Festival de Cannes por el mejor guion (exaequo) y el premio BAFTA como mejor fotografía.

 

9 – The Molly Maguires (Ritt, 1970)

Por Edgar del Valle

Acompañado por Richard Harris, Sean Connery logra nuevamente un buen trabajo interpretativo en uno de sus primeros grandes papeles. A pesar de que el peso de la cinta recae en Harris, un detective infiltrado para acabar con una sociedad de un grupo de mineros que comete sabotajes para presionar a los patrones y conseguir mejores condiciones laborales, Connery en su papel del líder de dicha sociedad, logra mediante su trabajo estar a la par de Harris en cuanto rango actoral. Sin embargo y a pesar de ello, todavía la sombra de Bond no le permitía el reconocimiento de la crítica y el gusto del público en otros personajes que no fuera el de ya famoso agente. En su tiempo la película fue un fracaso de taquilla, pero fue nominada al Oscar por mejor dirección artística.

 

8 – The Wind and the Lion (John Milius, 1975)

POR EL FETT

Una muy olvidada e infravalorada combinación entre aventuras y épica histórica que guarda sus mejores valores en dos grandes características narrativas de John Milius: la primera, es mantener una tensión política tan interesante como intensa, con variados valores históricos previos a la Primera Guerra Mundial; la segunda mucho de la narración bajo la percepción infantil, haciendo que el protagonista, un gran Sean Connery, se erija como una figura heroica, idealista y hasta inalcanzable dentro de sus cuestionables acciones y sentido ideológico y de nobleza. Connery como el jefe de los bereberes “El Raisuni” sin duda es una de sus más curiosas y mejores actuaciones

 

7 –  The Hunt for Red October (McTiernan, 1990)

Por El Fett

Un relajamiento actoral que por su mera presencia resultó fundamental para una de las mejores cintas sobre submarinos; en la piel de un temido y legendario capitán ruso, Sean Connery realiza una metáfora de su gran posicionamiento  en el cine de aventurar liderando un cast de veteranos que como dicen por ahí “le hacen los mandados”. Un personaje dual , el misterio del Octubre Rojo radica en la misión personal de su personaje hacía con sus “camaradas”, en lo que es también una crítica repleta de humor negro a la guerra fría y a la moribunda Unión Soviética. Nuevamente y como su patente lo dicta, Connery también vuelve a fungir como un tipo de “guía” fantasma para el héroe del film, el más relajado y mejor “Jack Ryan” en la piel de un aún muy joven Alec Baldwin

 

6 – Dr No. (Terence Young, 1962)

Por el Cine Actuario

A pesar de recibir criticas mixtas en su tiempo, Dr. No estableció las bases para el subgénero de espías desde los elementos tecnológicos hasta el más importante: el villano. La interpretación de Joseph Wiseman como el “Dr No”, quien a pesar de tener algunos clichés o detalles brillaba por un excelente carisma a pesar de su personalidad siniestra. La belleza de Ursula Andress fue otro detalle a destacar añadiendo cierto misticismo a la figura de la “Chica Bond”. Pero el principal elemento de este éxito fue el 007 por excelencia, un Sean Connery que crearía al arquetipo fílmico por excelencia del espía en el cine de acción y aventuras

 

5 – Indiana Jones and The Last Crusade (Spielberg, 1989)

Por Flaco Cachubi

Es poco menos que imposible imaginar a otro actor que no sea Sean Connery interpretando al padre del arqueólogo más famoso del cine. Incluso saber que para ese rol estuvieron considerados Richard Harris y Michael Caine causa extrañeza, y es que no bastaba ser una figura consagrada, el guion exigía que se tratara de alguien capaz de hacer contrapeso a Ford tanto en las escenas de acción como en los momentos humorísticos. Connery presume un registro actoral como pocas veces lo había hecho en una misma película; pasa del drama a la comedia con naturalidad, se ríe del mismo y nos hace creer que en verdad podría ser el papá de un tipo al que solo le lleva 12 años. Como bien señaló Spielberg “Quién mejor para ser el padre de Indiana Jones, que James Bond”.

 

4 – The Man Who Would Be King (Huston, 1975)

Por Edgar del Valle

En plena madurez actoral y desprendido de la sombra de Bond, Sean Connery bajo la batuta de Huston y en compañía de Michael Caine y Christopher Plummer, protagoniza esta película basada en una historia de Rudyard Kipling. Esto provocó que Connery ofreciera una de sus mejores actuaciones como uno de los dos aventureros que viajan a la India en 1880 y sobreviven gracias al contrabando de armas y mercancías, haciendo fortuna en el reino de Kafiristán para después combatir y salvar a un pueblo de sus asaltantes. Connery logra la empatía para que su personaje perdedor,  desengañado y en ocasiones cínico, logre su cometido de convertirse en rey. La película logró 4 nominaciones al Oscar y una al Globo, sin embargo ningún reconocimiento para el festejado.

 

3 – Goldfinger (Hamilton, 1964)

Por Flaco Cachubi

En su tercera aparición como Bond, al escoces nunca antes, ni después, se le vería tan cómodo en los zapatos del 007. En Dr. No, Sean Connery suplió su poca experiencia actoral sacando provecho de un sex appeal fuera de serie y una masculinidad casi salvaje, poco usual en los actores británicos de la época, mientras que, en Desde Rusia con amor, cambió el registro adoptando una postura fría y calculadora. En Goldfinger, consiguió amalgamar y equilibrar ambas facetas sentando las bases de lo que sería a partir de ese momento la personalidad y sello propio de Bond. Esta fue la primera de la franquicia en ganar un Oscar, la banda sonora ocupó los primeros lugares de popularidad y con ella dio inicio la era de la “mini aventura” previa a la secuencia de créditos iniciales.

 

2 – The Untouchables (De Palma, 1987)

Por El Fett

Un cuento de hadas mafioso, con su toque de nostalgia y crudeza visual complementado por un magnífico guion, inolvidable banda sonora y algunas de las mejores actuaciones de De Niro y por supuesto de Sean Connery, el cual ganaría el Oscar por uno de los personajes secundarios más entrañables del cine americano y del género gansteril. Siendo el guía tanto espiritual como policíaco de Eliot Ness y sus intocables en la cacería por el capo Al Capone, aquel pintoresco grupo el liderado por el carisma y líneas memorables de un Connery que alcanza su estado de gracia histriónica en la portentosa secuencia de su destino final, la cual debería ser catedra interpretativa en cuanto a “muertes” se refiere, y coronada por una excelsa edición de De Palma.

 

1 – El Nombre de la Rosa (Annaud, 1983)

Por Flaco Cachubi

Después de actuar en una serie de producciones SF de mediana trascendencia, retomar el papel de Bond en un título no perteneciente a la franquicia oficial, y coprotagonizar un par de fantasías de capa y escapada, Sean Connery regresó a los primeros planos con la que, para muchos sería la mejor interpretación de su carrera, misma que lo hizo ganador del Premio BAFTA como Mejor Actor. Connery despejó cualquier duda acerca de su histrionismo, dando vida a Guillermo de Baskerville, un monje franciscano con un pasado como inquisidor, quien hace gala de sus dotes detectivescos para resolver los misteriosos asesinatos cometidos en una abadía. Una extraordinaria adaptación cinematográfica de la novela homónima de Umberto Eco dirigida por Jean Jacques Annaud.

 

 

 

 

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