Las 25 Mejores Películas de Woody Allen

La celebración a un grande con un pequeño homenaje cariñoso, sincero y que sale del alma; al director, guionista, actor, escritor, músico, poeta y loco; al genio de una vida estridentista  que como ninguno otro sabe, huele y vibra al más puro estilo de Nueva York. Al hombre de las eternas gafas cuadradas, delirante pensamiento y frenética vida sexual, el gran Woody Allen.

Qué decir de él sin caer en nefastos y cansinos clichés, en descripciones que lejos de ser  inteligentes, agradables y risorias (como a él le gustan) caigan en la vulgar y caduca manera de ensalzar a los llamados “consagrados” de un arte tan maravilloso como lo es el del cine… poco, diría que casi nada. Los adjetivos para hablar de Woody Allen transitan entre laberintos borgianos que al final y tras varias oportunidades de llegar a una salida, terminan por descansar en algún punto en un rojo diván de terapia psicológica en el que se cobra 20 dólares la hora.

Con su mirada peculiar, cínica y burlona, Woody Allen nos ha enseñado a mirar a través de los años y sus distintas entregas, una clara influencia europea a la hora de hacer películas, teatro, música y otros etcéteras caóticos y convulsos. Nadie que lo conoció en sus comienzos, diría que el chico tímido apodado “red” (por ser pelirrojo)  se convertiría en una leyenda que ha logrado traspasar fronteras, cautivando a un público exigente con su cine como lo es el europeo, y coqueteando a veces con excelentes resultados al de este lado del charco.  Desde sus dudas, pensamientos profanos y demás peculiaridades expuestas en “Todo lo que siempre quiso saber del sexo y nunca se atrevió a preguntar” pasando por los sabores del triunfo en su aclamada “Annie Hall”, los exquisitos claroscuros amorosos imposibles de la imprescindible “Manhattan”; el vértigo y la belleza en una combinación por demás poderosa en “Match Point”; la esquizofrenia llevada a la compasión que lo mismo provoca lágrimas y risas en “Blue Jasmine” hasta llegar a ese amor atemporal, rodeado de figuras geniales  que se revelan cual Cenicienta con la complicidad de la media noche en Midnigth in Paris, Woody ha hecho lo que en gana le ha venido.

Espejo, voz y canto de paraísos terrenales como Roma, Barcelona, Venecia o su adorado terruño neoyorquino, este hombre escuálido parece ser el único capaz de burlarse y autoburlarse de sus miedos, triunfos y fracasos interpretados a la perfección por el mejor actor con quien a menudo realiza la perfecta mancuerna para transmitir lo que quiere al espectador, él mismo. Quizá ahí radique la clave de su éxito, de su legado y escuela (que guste o no) sin duda, ha dejado.

86 años de vagar por este mundo no son tarea fácil, mantenerse en el gusto, cumplir con expectativas, amar, ser amado, demandante y demandado; admirado, tener fans con las que se pueda llegar a la intimidad de las sábanas, despreciar a los premios de la Academia, gozar de tocar el clarinete y los acordes de una banda de jazz; disfrutar de la nocturnidad con el ímpetu de un jovencito y seguir con la ávida sed de darlo todo cuando la vida parece llegar a su fin son solo algunas de las razones por las que vale la pena cerrar los ojos, soplar las velas y desearle que todos sus deseos se hagan realidad y nosotros, que estemos ahí para presenciarlos.

Aquí las 25 Mejores Películas de Woody Allen

Introducción de Cat Movie Lee

 

25 – Vicky Cristina Barcelona (2008)

POR EL FETT

Aunque narrativamente presenta a un Woody Allen bastante mezquino dentro de un mar de temas que nunca se deciden si ser un drama de tintes eróticos o una comedia sobre las relaciones y clases sociales, sin duda son la triada de actuaciones femeninas las que proveen el suficiente morbo como para que este relato casi paródico salga avante. Johansson con la parte “sensual”, Cruz con la parte “neurótica” (que brinda una excelente actuación), y finalmente Hall con la parte sensible, la más humana y también la más equilibrada dramáticamente hablando. Eso si, quien se lleva la atención es la tóxica de Cruz, con un papel muy recordable y que le valió su premio Oscar. Más que morbo, es una entretenida curiosidad

 

24 – Blue Jasmine (2013)

Por Clementine

De los títulos más rescatables de Woody Allen en los últimos años, sin llegar a los clásicos de su época dorada y que brilla sobre todo por su ensamble actoral;  nos trae aquí de regreso a Estados Unidos deambulando entre Nueva York y San Francisco, en clara metáfora al opulento pasado contra el desastroso presente de Jasmine, una socialité de Park Avenue que se ha visto obligada a abandonar su estilo de vida y estatus, cuando se descubren los negocios turbios de su marido y de repente todo su mundo se desmorona abruptamente lanzándola a un shock emocional y a un estado de negación y evasión de la realidad. Este personaje con tantos matices es interpretado magistralmente por Cate Blanchett quien carga casi por completo con la película.

 

23 – Everything You Always Wanted to Know About Sex * But Were Afraid to Ask (1972)

POR JOSE ROBERTO ORTEGA

¿Qué es el sexo? Woody Allen nos presenta, a manera de sketches, siete historias que componen esta antología de respuestas, todas ellas parodias satíricas e hilarantes, en las que destaca el genio cómico de su director/protagonista. Desde un bufón quien pone a prueba la efectividad de los afrodisiacos con la reina, para toparse con el obstáculo de un cinturón de castidad, hasta parodias televisivas (¿Cuál es mi perversión?), para culminar con el clímax de explicar qué es la eyaculación. Si bien la comedia funciona y nos regala imágenes y diálogos en extremo divertidos, es notoria la poca experiencia con la que aún contaba Woody detrás de la cámara, sin que esto reste en lo disfrutable del film.

 

22 – Stardust Memories (1980)

POR EL FETT

El “8 1/2” de Woody Allen llegaría con una introspección más dramática que cómica sobre su obra y su propia persona en la que quizá sea su primer acercamiento a un cine más serio y reflexivo, dejando de lado el cinismo humorístico que lo caracteriza (casi). Incluso podríamos llamarla una metaficción, y es que Allen se interpreta prácticamente así mismo, un director que debe repasar su última obra mientras tiene una crisis existencial en la que de nuevo toca el tema romántico como principal bastión de desarrollo, en esta ocasión principalmente abordado por la figura de Charlotte Rampling, una elección más que exacta para el tono más dramático de la que sería su décima cinta. Sin duda un gran e importante paso en su madurez como cineasta

 

21 – Radio Days (1987)

POR EDGAR DEL VALLE

Tercera participación al hilo de Wiest en el reparo de este director, que la tuvo como una de sus musas preferidas. Dianne interpreta a una mujer que no pierde la esperanza de algún día enamorarse y ser correspondida, un personaje que podría parecer ser menor, pero que gracias a su gran capacidad tragicómica al servicio del estilo de Woody Allen, la convierte en un referente de la cinta. Cabe destacar el propósito artístico de Woody a finales de los 80, en ensalzar y romantizar a la radio y el cine (La Rosa purpura del Cairo) como medios realizadores de la imaginación, y en donde Wiest con pequeños pero importantes roles, fue parte medular de esta saga temática (y del Allen más ligero).

 

20 – Husbands and Wives (1992)

POR JOSE ROBERTO ORTEGA

En uno de sus guiones más interesantes, Woody Allen pone en entredicho la estabilidad de los matrimonios, a través de la historia de Gabe y Judy, cuya unión es afectada por la noticia de la separación de sus dos mejores amigos, Jack y Sally, y de la posterior intención de estos por seguir adelante con sus vidas y conocer a nuevas personas. Allen elije una narrativa semi-documental, intercalando entrevistas con escenas filmadas primordialmente con cámara en mano. Así, cuestionamientos como los celos, la atracción por otras personas (más jóvenes), la infidelidad, la monotonía y otros problemas maritales, son abordados a través de una comedia en extremo inteligente y balanceada.

 

19 – Everyone Says I Love You (1996)

POR JOSE ROBERTO ORTEGA

 

18 – Sleeper (1973)

POR EL FETT

Otra exquisita combinación paródica de Woody Allen para encausar una crítica hacía el sistema consumista y social de la sociedad americana; puede que algunas situaciones de humor “bufonesco” hayan pasado de moda, pero no así su mensaje principal, que se centra en un “futuro distópico” donde la raza humana se ha convertido en “autómata” al servicio del gobierno. Esta cinta marcó la primera colaboración entre Allen y Diane Keaton, creando así una de las asociaciones director – actriz más prolíficas y mediáticas en la historia del cine. Una inteligente comedia de ciencia ficción, imperativa para comprender el sentido cómico y la relación entre director y musa.

 

17 – Zelig (1983)

Por El Cine Actuario

Falso documental acerca de un hombre llamado Leonard Zelig, que tiene la habilidad de aparecerse en distintos lugares con diferentes aspectos. Una cinta que funge como autorretrato (por enésima vez) de Woody Allen mostrando sus inseguridades a través de este hombre camaleón. Aunque es una repetición de muchos temas que ha tocado Allen, el tono documental añadiendo el ritmo de jazz regalan un sabor distinto a una fórmula que Woody repitió hasta el cansancio. Tanto fue su frescura que incluso fue galardonada en el Festival de Venecia, siendo también uno de los pocos y precursores metrajes referentes al falso documental, que daría de que hablar a finales de aquella década.

 

16 – Play It Again, Sam (Herbert Ross, 1972)

POR EL FETT

Hay mucho Woody Allen aquí (guion y adaptación de la representación teatral creada por él mismo), sin embargo también hay mucho Ross. Un complemento perfecto entre guionista y director, el dinamismo y la experiencia teatral – fílmica de Herbert, permitió a Woody desplegar su arquetipo neurótico de manera más creíble, divertida y hasta relajada, en lo que representa ser una de las mejores comedias paródicas y homenajes al cine. Allen interpreta a un cinéfilo obsesionado con “Casablanca” y que sufre la constante alucinación de que Humphrey Bogart le da consejos para ligar mujeres, pero su poca confianza hace que cada cita romántica sea un fracaso. Una cinta extraordinaria e hilarante

 

15 – Bullets over Broadway (1994)

Por El Cine Actuario

La historia de un autor de obras de teatro fracasado que para conseguir éxito y financiamiento tiene que contratar a la novia del productor que no es más que un gánster, sirve como crítica de Woody Allen a la industria comercial haciendo ver a esta como una mafia que impone a sus consentidos, se mete en la ideas creativas pero que al final tristemente se convierte en la única vía en qué los menos afortunados pueden sobresalir. Añadiendo a eso, habla bastante del inexplicable proceso creativo de una obra y de cómo termina por ser el arma para salirse del sistema. Mención aparte todos los actores (John Cusack, Dianne Wiest, Rob Reiner, Jim Broadbent, Chazz  Palmintieri, entre otros) están en modo crack.

 

14 – Bananas (1971)

Por El Fett

Parece sátira pero es una realidad. A veces falta de lógica pero de un humor extravagante, incorrecto y hasta profético, este clásico de la comedia es una fuerte crítica a los movimientos revolucionarios de los países de América Central y Caribe. Su valor radica es que su comedia es atemporal, la cual fácilmente podría ser motivo de “cancelación” por los más sensibles de esta nueva generación. Varios de sus tópicos ya comenzaban a asomarse incluso en este plano meramente cómico, como la construcción de su eterno personaje y consecuente alter ego, la depresión y duelo de pareja, y por supuesto las inseguridades personales que aquí se reflejan en una comiquísima seguidilla de absurdos mucho más reales de lo que aparentan

 

13 – Deconstructing Harry (1997)

Por El Cine Actuario

En su homenaje a Ingmar Bergman(especialmente a Fresas Salvajes), tenemos la versión de Woody Allen más irreverente con una historia acerca de un escritor que en un libro personal ha dejado a sus allegados mal parados y por consecuencia nadie lo quiere acompañar un premio. Haciendo prácticamente una auto referencia a su carrera, con una puesta surrealista acompañado de un humor absurdo y ácido, Woody Allen nos enseña que la gente nihilista, sin valores, cínica, sarcástica y orgásmica también sufre y puede llegar a ser presidente en Francia. Especial atención en la época en la que Allen la desarrollaría, poco antes de su inminente declive narrativo, y que por lo cual esta divertidísima auto crítica toma mayor relevancia

 

12 – Manhattan (1979)

Por Clementine

En un arrebato de nostalgia, Woody Allen nos regala algunos de sus encuadres más memorables en esta visión romántica y muy personal del corazón de su ciudad natal, Manhattan, quien es además el personaje principal en este filme. A través de sus calles y rascacielos hermosamente fotografiados en blanco y negro, es que seguimos los pasos de Isaac Davis (Allen) un escritor frustrado e insatisfecho con su vida, quien envuelto en relaciones complicadas con una novia mucho más joven y con una ex esposa que lo desconcierta (una joven Meryl Streep), encuentra en Mary (Diane Keaton) la motivación para ordenar, aunque sea momentáneamente su vida. Con personajes cínicos y pseudointelectuales, esta sarcástica historia con jazz de fondo, estuvo nominada a Mejor Guion original.

 

11 – Another Woman (1988)

Por Jose Roberto Ortega

Woody Allen, en una de sus películas más serias, cuenta la historia de Marion, una profesora de filosofía neoyorkina, quien mientras escribe un libro, accidentalmente escucha la sesión de psicoanálisis en el departamento contiguo al suyo. Las conversaciones de esta otra mujer con su psicólogo despiertan en ella diversos sentimientos, miedos y remordimientos, descubriendo lo terapéutico que puede resultar el verse reflejada en alguien más. La solidez y madurez de su guion y la fascinante dirección de un Allen en estado de gracia, los ecos al cine de Ingmar Bergman y una interpretación de primer nivel cortesía de Gena Rowlands hacen de esta una de las “joyas escondidas” de la filmografía del neoyorkino.

 

10 – Mighty Aphrodite (1995)

Por Clementine

Un disfuncional matrimonio neoyorkino comienza a distanciarse. Tienen un hijo adoptivo, en el que Lenny, el marido (Allen), vuelca toda su atención y entusiasmo. El chico es muy inteligente, lo cual lleva a Lenny a obsesionarse con encontrar a sus padres biológicos. Vaya sorpresa se lleva cuando descubre que la madre es una prostituta boba e iletrada, misma que Lenny intentará ayudar y “pulir” al mismo tiempo. Las situaciones que se vendrán a continuación se desenvolverán al más puro estilo de la comedia ágil de Woody Allen, mezcladas con un tono teatral y contadas a modo de episodios divididos por la intervención de unos coros que parodian a la clásica tragedia griega. Una reflexión sobre el amor carnal y el erotismo personificado aquí por Sorvino como Linda-Afrodita

 

9 – Sweet and Lowdown (1999)

POR EL FETT

Quizá una de las películas más injustamente olvidadas dentro de la filmografía de Woody Allen, este excelente homenaje al jazz funge también como un hábil y hasta divertido manifestó del poder del alcohol, los vicios y la auto destrucción, en lo que también es un interesante punto de vista crítico hacía el lujo y el poder que provee el ser un “talento” y/o artista. Con nominación al Oscar en mano, puede decirse que Penn se aproxima demasiado a su personaje, un ser carismático en escena, pero monstruoso y oscuro detrás de ella, que buscará la redención en donde menos se lo imagina, una mujer muda que complementa de manera emocional dicho espiral hacía la fulminación.

 

8 – Interiors (1979)

POR EDGAR DEL VALLE

El filme es un drama que explora la soledad y las frustraciones de una familia acomodada que ha vivido profundamente marcada por la frialdad de la madre y la ausencia de manifestaciones de cariño. Notable actuación de Keaton, tras encausar una actuación meramente dramática tras su época cómica – romántica con Woody Allen. Por otra parte, la crítica en su momento tildó a Woody de haberse “fusilado” los “mommy issues” de Ingmar Bergman, y aunque es cierto que el desarrollo de sus personajes palidece ante la obvia comparativa, es de elogiar que el director, en su primer drama, haya conseguido una cruda exposición familiar, en mucha parte gracias a la labor de sus actrices

 

7 – Crimes and Misdemeanors (1989)

Por El Fett

Una de las mejores pero más infravaloradas películas de Woody Allen, es también una especie de precedente para un muy parecido argumento llamado Match Point. Llena de suspenso y de humor, el estilo narrativo de un Allen en su máxima expresión deja que Landau se lleve su segunda nominación al Oscar al dotarlo de la parte reflexiva, espiritual, de doble moral y hasta surrealista del relato, en la que un respetado oftalmólogo se debate entre dejar y/o asesinar a su amante debido a las amenazas de esta por destruir su vida familiar. Sobra decir que Landau se traga al estereotipo “Allen” sin ningún esfuerzo aparente, en una actividad camaleónica de desbordante talento que casi hace olvidar los pechos mojados de Scarlett Johansson y la futura “actualización” de dicha trama… casi.

 

6 – Love and Death (1975)

POR EDGAR DEL VALLE

Quizá estemos ante la la mejor colaboración cómico – artística entre Woody Allen y Keaton, pero de manera irónica también ante una de las piezas más injustamente desconocidas del director. En este caso de Sonja, prima de Boris, de la cual está enamorado y con quien termina por casarse, situación que da pie a momentos en que la relación es extremadamente extravagante para la época en la cual se desarrolla la historia: La Rusia zarista que se encuentra en lucha contra los ejércitos de Napoleón Bonaparte. El sentido del humor que le imprime a los diálogos es verdaderamente memorable, logrando con ello dar el contexto adecuado a la obra con un inteligente humor que se contrapone al entorno histórico

 

5 – Hannah and Her Sisters (1986)

Por El Fett

Quizá podamos encontrar la definición perfecta de lo que es una tragicomedia en el idilio tóxico entre estas hermanas y el esposo de una de ellas, un soberbio Michael Caine que carga con la batuta del relato y que sirve en esta ocasión como la representación o el alter ego del mismo Woody Allen (aquí relegado a otro personaje). La perfección narrativa se extiende a la construcción de cada uno de sus personajes y por supuesto de este triángulo familiar que trata de cualquier manera de sobrevivir socialmente a sus impulsos y deseos, tema recurrente en el cine de Allen y que aquí se plasma con una elegancia fascinante (más drama que comedia). Nominada a 7 Oscar, esta cinta es una verdadera joya, y un poco relegada en su filmografía

 

4 – The Purple Rose of Cairo (1985)

Por El Cine Actuario

Es extraña la dualidad nostálgica-depresiva de esta película; Woody Allen como algunos cinéfilos encontraba un escape de la realidad en el cine, así que esa premisa las plasmó en una historia de una mujer desdichada por la gente de su alrededor y cuyo único escape es su amor por el séptimo arte que termina por cobrar vida; nos sentimos bien, en un lugar casi fantástico pero no dejamos de sentir tristeza por la historia de esta dama. Quizás la vida misma es así: un cumulo de depresiones que para algunos se alivia sentándose, disfrutar la función y al terminar esperar la siguiente cinta. Un homenaje al espectador y su quizás extraño pero al mismo tiempo entendible cariño por los personajes de cine.

 

3 – Match Point (2005)

Por Clementine

Alejándose un poco de su querida Nueva York y de su estilo cómico, una de sus primeras historias rodadas en Europa fue este drama romántico con tintes de humor negro y suspenso ambientado en Londres. En un tono burlón hacia la alta sociedad, la ambición, las pasiones y la suerte, se mezclan magistralmente en este thriller, donde vemos a un instructor de tenis que por azares del destino pasa a formar parte de una familia muy acaudalada. Sin embargo, el deseo y la pasión que siente hacia su atractiva y misteriosa futura cuñada, lo pondrán a prueba para saber hasta dónde es capaz de llegar para satisfacer esas pasiones sin sacrificar su nuevo e idílico estilo de vida. Un título imprescindible de Woody Allen.

 

2 – Midnight in Paris (2011)

Por Cat Movie Lee

¿Éramos felices? ¿Alguna vez lo fuimos? ¿O simplemente hemos vivido bajo la pesada loza existencial de que todo tiempo pasado fue mucho mejor? La última gran entrega de Woody Allen es una auténtica gozada que explora este pensamiento obsesivo. Y mientras un remedo de escritor insiste en que no hay mejor época para haber vivido, que ‘el París de los 20s’ (entre Dalí, Hemingway, Picasso, Buñuel o Los Fitzgerald), su musa lo lleva a la locura al contradecir su premisa mostrándole una probadita de ‘La belle époque’. Entonces ¿cuál es la buena? La respuesta es tan simple como que es aquí y ahora que tenemos la oportunidad de quitarnos un dolor de cabeza con una aspirina ¿no le parece maravilloso? ¡Piénselo! Y cuando salgamos de ésta ¡Viva!

 

1 – Annie Hall (1977)

Por El Cine Actuario

Con Annie Hall,  Woody Allen rompió el género de la comedia romántica, no solamente destruyó los clásicos clichés poniendo a dos neuróticos de protagonistas, sino también le dio un enfoque psicoanalítico dónde exploraba el porqué de las relaciones, todo esto con un toque de comedia irreverente cargada de gags ingeniosos desde una escena animada burlándose de Blanca Nieves hasta subtitulando los pensamientos, y lo mejor de este chistorrete fílmico (en el buen sentido) es el cierre el cual le mete muchos huevos. Como dato curioso, el primer esbozo del guion solo se centraba en el personaje de él, siendo ella solo un personaje secundario que tenía cierta injerencia en su comportamiento. Una joya

 

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