Las 26 Películas de Martin Scorsese: De la Peor a la Mejor
Martin Scorsese, para todo aquel ignorante que no lo conozca, es hoy por hoy un ingrediente elemental para la comprensión y apreciación del cine. Con 54 años de carrera y 72 títulos donde destacan decenas de documentales, seriales, cortos y largometrajes (26 de estos últimos), el neoyorquino se ha posicionado como uno de los más grandes genios de la historia fílmica, regalando obras formidables que se enfocan principalmente en el proceso auto destructivo de un ser que, dependiendo del contexto, pudiera o no encontrar la redención de sus actos.
Sin embargo, el cine del italo – americano va más allá de una patente narrativa. Si bien es cierto que Scorsese es ajeno a la escritura de guiones, su dominio del lenguaje rebasa mencionada “debilidad” frente a otros maestros complementándola con una especie de mágica comunión entre la ambientación – estética – narración que verá su ensalzamiento en un montaje final que demuestra por qué es un amo del ritmo cinematográfico, transformando metrajes de casi 3 horas en degustaciones gourmet que delimitan cada trazo, plano y elemento sin la necesidad de ejecutar sub tramas, símbolos macguffin o recursos visuales que resten importancia y causen una injusta desatención hacia su o sus aquejados protagonistas.
Un autor visual y narrativo único, Scorsese se convierte en el puente creativo, artístico e intelectual entre el libreto, la lección actoral (del cual da cátedra al literalmente crear, pulir y lanzar al estrellato a figuras como DeNiro, Pesci, Keitel, DiCaprio) y un montaje, que repito, es la signatura final por excelencia en cada una de sus obras.
Habrá también que resaltar su relevancia y legado en el apartado de varios géneros a través de la historia, de su método actoral y de su brillante chispa sarcástica y de comedia negra que lo han llevado al estatus de culto en varias ocasiones.
Scorsese es la historia misma de la cinematografía, y por eso merece su TOP TOTAL y definitivo
Bonus – The Last Waltz (1978)
POR EL FETT
Scorsese no va a perder el tiempo en filmar un simple documental, sino que tomando como excusa la gira de despedida de una de las bandas americanas más icónicas de los 60 y 70, The Band, crea un testimonio atemporal en donde el enaltecimiento de la ficción hacia las figuras rockeras ve su inevitable, pero también enternecedora humanización, haciendo al espectador participe de esa “vida” y creación artística tras y frente bambalinas. Un tema que domina a la perfección, Scorsese no solo filma entonces su legado de amor hacía el rock, sino un poema que conecta el corazón y mente de la audiencia con sus reales, humanos y palpables héroes. De entre todos los documentales musicales de su carrera, este sigue siendo el mejor.
26 – Silence (2016)
POR EL FETT
Una muy cuestionable cinta (que para su servidor se encuentra en fondo de Scorsese), falta de ritmo y ajena a ese nexo emocional que Martin suele imprimir a sus héroes, en este caso dos sacerdotes que en tierra japonesa buscan a su mentor, del cual se rumorea se ha convertido en un apostata. Es de hecho el mentor el mejor y más misterioso personaje, que en manos de Neeson resguarda ese misticismo espiritual que Scorsese intenta imprimir a su relato durante largos 160 minutos, y que solo es capaz de hacerlo hacía la conclusión y de mano del veterano actor y una línea de guion brillante (Scorsese, capaz de salvar sus películas hasta en sus 5 minutos finales). Definitivamente es su peor, pero incluso esta es superior a la media hollywoodense
25 – Boxcar Bertha (1972)
POR EL FETT
Su segundo ensayo ya deja entrever tres de los elementos que lo acompañarán durante cinco décadas; el primero, la espiral de auto destrucción de su arquetipo antiheroico, en este caso interpretado por una muy sensual Barbara Hershey; el segundo, el elemento criminal, que será el cazador de “Bertha” en una crítica social ante la intolerancia de ciertas ideologías políticas y el salvajismo de la sociedad ante la Gran Depresión; el tercero y más importante, el montaje, que aquí comenzaría a denotarse como un aspecto clave para su dinámica narrativa y compleja estructura de personajes. Quizá sea débil, pero no deja de ser interesante.
24 – Bringing Out the Dead (1999)
POR EL FETT
Uno de los filmes menos afortunados de Scorsese, irónicamente se convierte en uno de los mejores papeles dramáticos de Cage, el cual ya le tenía tomado la medida a este arquetipo de personajes auto destructivos y solitarios. El principal valor de la cinta es que lúgubre dirección de Scorsese se centra precisamente en la psique del personaje, sin una temporalidad clara y en una espiral de decadencia que conecta con la audiencia de manera tensa y desesperanzada. Los esbozos de cruel humor, pizca de genialidad del guionista Paul Schrader, son toques que también ensalzan la estructura de la narración y de tan triste personaje. Cage se merecía al menos otra nominación al Oscar por esta película
23 – Kundun (1997)
POR JOSE ROBERTO ORTEGA
Scorsese explora su lado espiritual mediante el apasionante relato de la vida del decimocuarto Dalai Lama y, a través de su historia, nos refleja el destino mismo de la religión al enfrentarlo con el materialismo y los valores modernos. Cargada de simbolismos y de una trama abstracta, Scorsese nos presenta a través de unos ojos niños, no sólo una forzada y apresurada adquisición de madurez, sino una parábola de la evolución de la espiritualidad en los tiempos actuales. Innegables son los logros a nivel técnico de esta película: una gloriosa fotografía, una dirección de arte casi perfecta y, sobre todo, una banda sonora elegante y vibrante (de Philip Glass) que es el acompañamiento perfecto para el festín visual.
22 – New York, New York (1977)
POR EDGAR DEL VALLE
Con un trabajo muy diferente al que nos tiene acostumbrado Scorsese, dirige un drama romántico en donde rinde un homenaje al cine musical clásicos de los años 40 y 50, muy al estilo de “Nace una estrella”. La cinta narra la difícil historia de amor entre los protagonistas (Robert de Niro y Liza Minelli) y el triunfo de ambos tras la ruptura. Destaca el marcado contraste que se da entre el realismo, la sobriedad y la sinceridad casi documental de la historia central, elaborada por el director. Así mismo y desde el año de su estreno, esta cinta sería “institución” para otras que abordarían el tema de las relaciones tóxicas y7o autodestructivas dentro del mundo de la farándula y/o el espectáculo.
21 – Casino (1995)
POR EL FETT
Otra de los grandes dones del maestro es llevar a cabo biopics de excelencia, un apartado que en distintos géneros del cine por lo regular van de la mediocridad a la desgracia. Imaginemos entonces la pericia narrativa con la que este artista dispone para equilibrar la adaptación de un relato biográfico dentro de la escena criminal y desarrollarla como un inquietante thriller ¿Complicado? Para nada, pues Scorsese para esta tercera década de su carrera ya contaba con las tablas necesarias para proyectar el vertiginoso encuentro amistoso y posterior destrucción de dos mafiosos motivados por los excesos del poder y el deseo carnal encarnado en una aún muy sensual Sharon Stone (En la mejor actuación de su vida)
20 – Who’s That Knocking at My Door? (1967)
POR EL FETT
Un extraordinario debut que en un poético primer plano refleja las complicaciones personajes – artísticas del propio Martin manifestados en su protagonista, un joven italo americano solitario y sin trabajo que, al conocer a una chica de una clase más alta, tendrá que replantearse su vida y objetivos. La cinta es un -tour de forcé- que se plantea los esfuerzos de un paria por salir de los barrios, pero también de cierta manera por trascender. En blanco y negro y visualmente provista de un sinfín de homenajes y referencias al mundo del cine, al género western y a la radio (mención para este elemento, que es homenajeado también de manera brillante en Killers of the Flower Moon), estamos ante uno de los mejores debuts de la historia
19 – Alice Doesn’t Live Here Anymore (1974)
POR EL FETT
Lo que pudo ser en las manos equivocadas un cualquiera telefilm de Hallmark, bajo la solvencia directiva de Scorsese y la poderosa y pasional actuación de Burstyn, convirtieron a este relato en un vehículo dramático complejo sobre fortaleza e independencia femenina. La actuación de Burstyn va más allá del talento o “encargo”, pues fue ella misma la que compró los derechos sobre el guion y se encargó de buscarle director, siendo Scorsese el indicado para promover lo que también es una entretenida road movie que escapa a los estereotipos y tendencias sobre la feminidad y que aún en idea resultan más tan interesantes como trasgresores. Los esfuerzos de la actriz serían recompensados con el único Oscar de su carrera
18 – After Hour (1985)
POR EL FETT
Su película quizá menos conocida, es también una de las comedias más exasperantes (en el buen sentido de la palabra y ritmo fílmico) que se hayan filmado. Con ese toque pulp de los 80 y con una tremenda presencia del desaparecido Griffin Dunne, en esta demente odisea con toques noir (que incluyen como femme fatale a una sensual Rosanna Arquette) se puede asomar el toque del Maestro al contener otra disección de las “malditas” calles de Nueva York, una constante en su obra y que aquí se diferencian en su entorno solitario, creando un ambiente de suspenso y constante peligro que se compagina de manera perfecta con ese desbordante humor negro. Esta es la sorpresa para redescubrir dentro de toda la rica obra de Scorsese
17 – The Departed (2006)
POR EL FETT
Uno de los mejores remakes de la historia, preciso y dinámico, con desempeños actorales sobresalientes y un cineasta sumergido en su lenguaje y ritmo que, al momento de su montaje final, se revela no solo como la genialidad, sino también como el renovado clásico del género que es. Sin embargo, y haciendo una analogía musical, Scorsese aquí optó por la perfección lírica en su ejecución dejando de lado el sentimiento y emoción del “maltrato” improvisado; dejó de ser su querido Keith Richards para convertirse en John Petrucci; dejó de lado un poco la sátira en la búsqueda por la perfección ¡Y lo consiguió! Pero cada alcance de Oscar requiere un gran sacrifico, y ese es asentarse en sus estándares y quedar lejos de lo enigmático.
16 – Shutter Island (2010)
POR EL FETT
El extraordinario entendimiento de la fuente original permitió al director narrar en un segundo plano el resquebrajamiento de su protagonista en una trama engañosa y que, hasta sus momentos finales, es donde toma la forma recreada y deseada por su narrador. La mayor virtud de Scorsese es la concepción y tridimensionalidad de la propia locura, y no tanto de su protagonista, el cual es un simple vehículo para el desarrollo de la misma (he aquí la incomprensión de muchos), soportado también en esta ocasión por un DiCaprio sumergido en uno de sus más complejos y mejores papeles. El truco consiste en captar todos los elementos catalizadores del relato, desde la banda sonora hasta las pistas que va dejando su investigación, creando así un nexo psicológico y kinestésico para la compresión de la demencia.
15 – The Irishman (2019)
POR EL FETT
The Irishman es vida, obra y testamento de Scorsese enmarcado en cine de otro nivel. No es su mejor film, pero si el compendio fílmico más completo sobre su estilo técnico, auditivo y narrativo, apoyado en una adaptación sublime que gracias al estatus de su director permite la estructuración precisa de cada uno de sus personajes debido a la larga duración. Si bien es cierto que por momentos el relato se puede sentir pesado, no es por un error de Scorsese, sino por nuestro propio conductismo, desacostumbrado en la época actual a este tipo de clases cinematográficas dentro de un entorno donde se ha perdido de vista el verdadero concepto artístico del cine. Además, The Irishman es mandar a chingar a su madre a los superhéroes
14 – The Color of Money (1986)
POR EL FETT
Un drama de tintes deportivos, de estafadores y de traición fraternal, ese joven Cruise funge como el perfecto socio actoral de Newman, pareciendo que incluso la enseñanza dentro del argumento se traslada hacía su registro o método actoral, haciendo una loable reproducción del carisma y la desfachatez de aquel más joven Newman en la que sería la original The Hustler (1961). Aquí ya siendo el guía y sinodal, Newman exhibe todo su carisma, madurez, naturalidad y excesos de manera absorbente, cargándose al hombro una de las más peculiares y entretenidas cintas de Scorsese. Otra virtud directiva en su carrera, pues Martin no solo lograría mejores remakes , sino también mejores secuelas
13 – Killers of the Flower Moon (2023)
POR EL FETT
Bajo las bases narrativas que siempre han acompañado su obra, Scorsese lleva a cabo un relato gansteril que encuentra otra vez un halo de originalidad dentro de su subgénero, estructurando bajo una pequeña y siniestra mafia, un llamado crítico a la sociedad americana sobre un suceso que nunca debió ser olvidado. Repleta de simbolismos, poco a poco se va desenmarañado la naturaleza de aquel núcleo, colocando de vehículo narrativo a un títere manipulado, poco inteligente y degradado, cumpliendo el “otro arquetipo” de Scorsese, añadiendo un poco de poca salud emocional y por supuesto, el nexo ideal para que sus actores brillen y haga brillar al de a lado. El auto homenaje al final es sencillamente EXCELSO
12 – Hugo (2011)
POR EL FETT
Un homenaje al cine en manos de uno de sus eruditos da como resultado una obra colosalmente vistosa y hermosa. Scorsese convierte a este cuento en un film que encanta a tres frentes de cinéfilos por igual: Al infante, que se encontrará extasiado al presenciar las aventuras un huérfano que por medio de la magia del cine verá rehacer su existencia; al crítico, al quedar imposibilitado de discernir de los resultados y el tratamiento que el cineasta da a la cinta debido al corazón que él mismo imprime y en la perfección técnica y narrativa con la que la dota; y al amante del cine, que a pesar de estar ante uno de los relatos menos complejos del director, se rinde ante la presencia de uno de los magos y creadores de esta corriente artística a manera de culto y homenaje
11 – The Last Temptation of Christ (1988)
POR EL FETT
La magistral adaptación de Scorsese es tan sugerentemente humana como poéticamente milagrosa, logrando captar “el lado mortal” de Jesús con una naturalidad vigorizante, mientras el “Mesías” piensa (como todo humano) en los pormenores de un futuro alterno dejando su elemento divino de lado a escasas horas previas de morir en la cruz. Si bien la suposición ficticia es sumamente enriquecedora, Dafoe logra un Jesús tal y como debió ser (independientemente al dogma de fe que adoptó la religión): social, influyente, de poder expresivo y presencia física que con el paso del tiempo fue perfeccionando en su lenguaje; un Jesús por momentos confundido, por otros decidido, feliz, pero lo más importante en mi opinión ¡Un Jesús creíblemente humano!
10 – Mean Streets (1973)
POR EDGAR DEL VALLE
El anunció de la llegada de un gran director (Scorsese) y de un grupo de nuevos actores como Robert De Niro y Harvey Keitel. En las calles de Nueva York en los años 70 un joven italiano que trata de ascender en la mafia se tiene que enfrentar al dilema de apoyar a un imprudente amigo que puede obstaculizar su meta. La obligación en ver este filme radica en que esta cinta inicia la dupla De Niro – Scorsese, donde el actor vendría a sustituir de manera abrupta al primer “muso” del director: Harvey Keitel. En 1997, la película fue considerada «cultural, histórica y estéticamente significativa» por la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos y seleccionada para su preservación en el National Film Registry.
9 – The King of Comedy (1982)
POR EL FETT
La que es principal influencia para el Joker de Phillips, una comedia negra tan exquisita como elegante donde Scorsese plantea una demencia sutil pero encantadora, carismática pero estremecedora, que en instantes cambiará su tono para transformarse en un thriller muy peculiar y ejecutado desde una crítica social hacía los medios y la hipocresía de los talk shows, restando villanía pero no complejidad a su protagonista, el cual ve en Robert DeNiro una de las interpretaciones más memorables sobre la locura en uno de los papeles más atípicos de su carrera. Interesante ver como hace más de 30 años lo políticamente incorrecto podría ser apreciado con mayor naturalidad y más sentido de crítica que ahora con los pobres pogres tontos.
8 – The Wolf of Wall Street (2013)
POR EL FETT
Retorcidamente ingeniosa, su más reciente clásico le significó también su obra más siniestra y accidentalmente divertida ¡Pero ojo! Esto no es una comedia, sino el Scorsese en su estado más puro, lleno de ironía, sarcasmo y humor negro del más fino para algunos y más repugnante para otros. Pero la confusión es aceptable, el cineasta pugna por una historia cruel de excesos y autodestrucción dentro de un contexto cómico debido a la gracia y la naturalidad con la que se desenvuelve tanto la historia como sus histriones. Es aquí donde DiCaprio también llegará al punto y clímax de su maduración actoral, y en donde Scorsese se aprovecha de dicho talento para proveer la mejor química actoral de su carrera desde Goodfellas, pero en esta ocasión desde una naturaleza más fraternal.
7 – Gangs of New York (2002)
POR EL FETT
Una cinta propositivamente pintoresca y un poco exagerada que ha crecido con el tiempo, y que más allá de recrear el origen americano de una de las pasiones de Scorsese en cuanto al tópico de la mafia, representa una de las narrativas más complejas y peculiares en torno al tema paternalista, sustentada en una de las más grandes actuaciones (al menos patriarcales) de todos los tiempos a manos del ya retirado Daniel Day-Lewis. Oscura y ambiciosa, el violento entorno planteado por el director le permite desarrollar de forma fastuosa las emociones de sus protagonistas, enfrentados por una accidental unión que será tanto el trasfondo como el punto de partida pata su brillante y tenso clímax. Hemos de apreciar aquí tal vez el mejor montaje final en su obra, repleto de genialidades directivas.
6 – The Age of Innocence (1993)
POR CLEMENTINE
Uno de los mejores relatos sobre el amor prohibido en el cine, tanto Day-Lewis como una esplendorosa Michelle Pfeiffer, destilan pasión, provocación y una naturalidad impresionante en este familiar y complejo triángulo amoroso dentro de la naciente sociedad aristocrática de los Estados Unidos. La vigorosa dirección de Scorsese, aunque alejada de su usual estilo, suma una formidable tensión entre estos amantes que se ve complementada con momentos y diálogos críticos y legendarios. Aunque Daniel Day-Lewis es el hilo conductor del relato, la química entre ambos es la dosis de perfecta para que el espectador se funda en el comienzo – clímax y final de ese amor imposible, resultando la última media hora de metraje en una verdadera cátedra narrativa y actoral
5 – The Aviator (2004)
POR EL FETT
La odisea biográfica del extraordinario Howard Hughes significó para Scorsese y para la historia una referencia irrepetible hacia el nacimiento y maquinaria productora de su industria. Esta súper producción con dotes y baluartes artísticos inconmensurables no solo es estéticamente su más poderosa, sino también el más trágico y empático de todos los antihéroes definidos en su filmografía. Apelando nuevamente a un tema demencial, Scorsese se encarga de indagar hasta los confines más íntimos a su personaje para justificar y representar un retrato redondo sobre su revolución física y mental que conmocionaron política, social y culturalmente no solo al mundo de la cinematografía, sino principalmente al de la ingeniería. Obsesión y perfección, manías que en esta ocasión Scorsese comparte en otra de sus obras más bellas e injustamente sobajadas.
4 – Cape Fear (1991)
POR EL FETT
Uno de los mejore remakes de la historia, desde la escalofriante partitura de Herrman en los créditos iniciales la audiencia se encuentra dispuesta a ver uno de los desgloses vengativos más tétricos del cine. Scorsese se muestra desgarrador al plantear una tragedia familiar desde dos perspectivas: la primera en la figura de un acosador sin escrúpulos y la segunda originada desde el mismo seno familiar, en una destrucción progresiva que requiere los dos “cabos” para alimentarse y redimirse. Así, el factor interno supera en peligrosidad a la amenaza externa, sin embargo también es lo suficientemente fuerte para defenderse de ella con uñas y dientes. Un thriller astuto, brutal, pero sobre todo entretenido y provisto por actuaciones soberbias (Nolte y DeNiro inolvidables), no por nada suele ser su cinta más referenciada a nivel de la cultura pop.
3 – Raging Bull (1980)
POR EL FETT
Su película más desgarradora es también la más bella técnicamente hablando; la fotografía alcanza niveles sublimes y las actuaciones de la dupla DeNiro – Pesci son escatológicas, suficiente para que el cineasta desborde sus cualidades más dramáticas, pero esta vez sin ninguna oportunidad de retorno. Aquí no hay concesiones, misericordia o expiación, sino humillación, dolor físico, mental y espiritual. La intimidad alcanzada por Scorsese es incluso incómoda, logrando entablar una introspección casi documental, ingresando al ring, al sudor de los boxeadores, al humo del cuerpo humano y del tabaco, a los reflectores, a los conflictos y demonios de su protagonista, en una caída en picada libre sin ningún colchón narrativo que amortigüe el golpe; un fulminante jab que debe ser considerada como una de las piezas invaluables de la cinematografía.
2 – Taxi Driver (1976)
POR EL FETT
Sucia, oscura, un retrato de la escoria que habita en la sociedad, así es esta joya atemporal (véase Joker) y adelantada a su época. Scorsese define un arquetipo de antihéroe único en el cine, un mundano y común taxista nocturno que sufre de insomnio y que progresivamente se va transformando en un vengador anónimo al ver toda la podredumbre social y política de su entorno; no es un héroe, tampoco un villano, sino un complejo humano que persigue un objetivo: aportar su granito de arena para transformar su aberrante ambiente en un lugar mejor para vivir. La asociación con sus criaturas de la noche y la red del bajo el mundo de la prostitución infantil, hasta los confines de las figuras políticas que son representadas como simples marionetas, este vengador de la posesión mental y de la hipocresía no está tan loco como parece.
1- Goodfellas (1990)
POR EL FETT
Aprovecharé este primer lugar para hacer algo diferente, pues en lugar de desmenuzar la perfección a manera de resumen, es mejor dejarse llevar por las imágenes y que el mismo Maestro nos lo explique de la manera más sencilla y catedrática:
Marcación fundamental del tono tragicómico dentro de su género predilecto desde la introducción de la cinta y de sus personajes principales, postrando el conflicto principal en su primera secuencia que a la postre, se convertirá en el giro argumental de la trama y dará pie a su conclusión:
Actuaciones excepcionales fuera de los estándares estipulados de Hollywood que retratan la complejidad del relato. Scorsese no gasta sus recursos, sino que los acomoda en una progresión de eventos a los cuales el montaje se encargará de darles secuencia lógica y la justicia necesaria para traducir su ritmo narrativo:
La comunión de las piezas musicales en secuencias inolvidables; el recurso voz off narrando el relato desde otra perspectiva, diferenciada al elemento visual, el cual en esta ocasión es inclemente y brutal.
¿Díganme por favor que carajos tiene de chistoso Scorsese? ¡Nada! Su humor negro es un factor planeado y resultante de la naturalidad y frescura del mismo relato. Goodfellas es compleja, es sanguinaria, es violenta, es magnífica y es un arma de doble filo, pues la naturaleza humana es responder a los estímulos amigables y a las risas (El humano fue creado para la felicidad), así que lo increíble de Scorsese y de su filmografía es que su obra puede ser relatada desde varias emociones pero siguiendo una estructura adecuada y funcional para ser traducida al séptimo arte