Las 30 Mejores Películas de Vampiros

Los vampiros son terroríficos, pero al mismo tiempo están dotados de un insólito magnetismo sexual; tienen la habilidad de comunicarse vía telepática y adentrarse en los pensamientos y sueños más profundos de sus víctimas, pueden transformarse en animales como murciélagos y lobos, son inteligentes, manipuladores y de no ser porque sabemos sus malévolos propósitos pueden resultar incluso encantadores.

Para algunos estudiosos del mito vampírico, los chupa-sangre viven entre nosotros desde el inicio de los tiempos, para otros surgen entre los siglos XV y XVI en países europeos como Hungría y Rumanía, concretamente en Transilvania. Lo que es cierto, es que alcanzan su mayor auge durante el siglo XIX con la publicación de El vampiro de John William PolidoriCarmilla de Joseph Sheridan Le Fanu y por su puesto la obra cumbre de Bram StockerDrácula.

Como era de esperarse, el éxito literario de Drácula propició que fuera llevada al teatro en 1927 para luego dar el salto a la pantalla grande, dando con ello el inicio de una interminable lista de películas protagonizadas por vampiros de todo tipo, como los que me he dado a la tarea de mencionar a continuación, eligiendo únicamente un título por década (por favor querido lector si omití su filme favorito resista sus ganas de atravesarme con una estaca).

 

Bonus – Santo en El tesoro de Drácula (René Cardona, 1968)

POR ALEX WATERS

Bastante hilarante y adelantada a su época. El Santo que no solo resulta ser un luchador consumado contra el crimen sino un científico especializado en la física cuántica (ande pues) acaba de inventar una máquina del tiempo con el objetivo de revolucionar a la humanidad. Mas allá de la polémica y su leyenda en donde El Santo había hecho películas para adultos, esta película representante un ejemplo claro de la decadencia del cine nacional en un tiempo en donde las glorias del cine mexicano estaban en plena decadencia y muerte lenta. Sin embargo se preserva como la cinta más curiosa del enmascarado de plata, teniendo como principal contexto fantasioso – esotérico, la presencia de Dracula y un harem de vampiras desnudas

 

30 – John Carpenter’s Vampires (Carpenter, 1998)

POR EDGAR DEL VALLE

El exterminador de vampiros Jack Crow (Woods) liderea a un grupo de mercenarios cuya misión es eliminar a los vampiros que atacan un pueblo de Nuevo México. Un clásico del serie b que combina la corriente del “Spaguetti-Western” con el terror, la fantasía y el thriller, por supuesto, agregando vampiros desenfrenados en búsqueda de sangre. Verdaderamente bizarro y con bastante humor negro, a pesar de figurar como un producto menor dentro de la filmografía de John Carpenter, desde su estreno fue tomado con mucha reverencia de parte de los seguidores del formato “b”, posicionándola ahora como una “película de culto”. James Woods da el toque de cinismo y elegancia que el relato necesita

 

29 – 30 Days of Night (David Slade, 2007)

POR EL FETT

Muy entretenida y sangrienta pieza de terror vampírica adaptada de la novela gráfica homónima, y que incluso en su momento logró mucha aceptación y adeptos al manejar un tono despreocupado y una excelente estética, respetando la oscuridad emanada del mismo cómic. Aunque la historia no es del todo buena y sobre todo muy monótona y cliché, las reacciones y secuencias “gore”, así como la aparición del líder vampírico interpretado por un tétrico Danny Huston son sus principales fortalezas. Huston tendrá un sinfín de villanos en su consecuente carrera, pero ninguno tan entretenido y visualmente siniestro como este. La cinta encausaría una secuela y un spin off, pero son horribles

 

28 – Hotel Transylvania (Genndy Tartakovsky, 2012)

POR URIEL SALVADOR

Quizás la unión entre Genndy Tartakovsky y Adam Sandler no sea la más óptima ni tampoco sea perfecta (la historia es predecible, los personajes son clichés y parte del reparto está desaprovechado), pero da pauta a un estilo visual enérgico con comedia hiperactiva y siempre en movimiento. Sin embargo, se da el tiempo para introducir momentos de calma que fortalecen las relaciones entre Drácula, Mavis y Johnny. Es cerca del último tercio que levanta y se va por un rumbo diferente al remarcar las diferentes perspectivas actuales, enfatizando que los tiempos cambian y que los monstruos clásicos nos causan más fascinación que miedo hoy en día.

 

27 – Abigail (Matt Bettinelli-Olpin, Tyler Gillett, 2024)

Por Ale Vega

‘Abigail’ se presume como terror, pero su fortaleza radica en lo mucho que se entremezcla con la comedia, y lo que ésta provoca en el público. Entre ríos de sangre y muertes en sucesión, existen varias líneas del guion (coescrito por Stephen Shields y Guy Busick) dedicadas justo a la carcajada de la audiencia, que aflora fácilmente por los malentendidos del equipo, sus creencias –desatinadas en su mayoría- respecto a los monstruos y cómo eliminarlos, y una muchachita que, entre sorna y coreografías, resulta más astuta que los adultos que le rodean. Quizá no será ecordada como una de las fuertes del subgénero, sin embargo es una propuesta diferente y original al atestado mundo de los vampiros

 

26 – Brides of Dracula (Terence Fisher, 1960)

Por FLACO CACHUBI

Secuela de El horror de Drácula en donde no repite como el personaje titular Christopher Lee, no así, sí lo hace Peter Cushing como Van Helsing y con eso basta. El asunto va de una maestra que al quedarse varada en un solitario pueblo camino a Transilvania, acepta la invitación de una baronesa para quedarse en su castillo. Una vez ahí, sera engañada para  liberar a uno de los seres de la noche al que hará frente el famoso cazador de vampiros. En esta lista no podía faltar uno de los clásicos de la Casa Hammer, productora a la cual debemos la etapa más adulta y erótica del género.

 

25 – El Vampiro (Fernando Méndez, 1957)

Por FLACO CACHUBI

A finales de los años 50, el cineasta Fernando Méndez tuvo el acierto de adaptar el mito del vampiro al contexto rural nacional.  El conde Karol de Lavud encarnado en forma magistral por Germán Robles cayó como anillo al dedo en la filmografía mexicana, pues lo más cercano a cine de horror que teníamos eran las nacientes cintas de luchadores. La correcta dirección y manejo del género de Fernando Méndez, el guión de Ramón Obón, la fotografía con tintes expresionistas de Rosalío Solano y los decorados del artista plástico Gunther Gerszo, la ubican como uno de los filmes más celebrados dentro y fuera de nuestras fronteras.

 

24 – Dracula (John Badham, 1979)

POR EL FETT

Ha pasado a ser una muy apestada versión del vampiro, sin embargo hay ciertos elementos en la adaptación de Badham que con más curiosidad que calidad destacan, por ejemplo la romantización de Dracula, que a través de un Frank Langella consigue una interpretación de gran presencia y registro dramático; si bien es cierto que el terror es casi inexistente, el tono varia entre el drama erótico y la comedia accidental de un episodio a otro, lo que acarrea las malas críticas, pero también un estilo distintivo de entre todas las adaptaciones del cuento de Stoker. Quizá como película se pueda justificar su olvido, pero por actuación de Langella sale ganando algunos puntos a su favor

 

23 – Blade II (Guillermo del Toro, 2002)

POR DASTAN

Guillermo del Toro retoma la oportunidad para dirigir la secuela de Blade (ya que fue productor de la primera película). Esta historia se centra en Nomak y su grupo de vampiros híbridos que succionan la sangre de humanos y vampiros (definitivamente son lo más sobresaliente), quienes buscan vengarse de la nación vampírica y en esta batalla queda involucrado Blade que debe aliarse con sus enemigos para derrotar a esta temida máquina de asesinar. La única película de Marvel en donde la narrativa gira alrededor del villano y se muestra que el héroe tiene pocas probabilidades de vencer. Una de las mejores introducciones en las películas de superhéroes, Nomak atacando un banco de sangre de vampiros, uno de los grandes villanos de Marvel. Secuencias de acción novedosas, estilo pro-wrestling (WWE), buen uso del terror antes de las escenas de clímax y presenta un buen personaje secundario Reinhardt (Ron Perlman), un punto en contra son los efectos visuales mal ejecutados en ciertas escenas. Esta película provocó división por su diferente estilo narrativo, pero no deja de entretener.

 

22 – The Hunger (Scott, 1983)

POR EDGAR DEL VALLE

Opera prima de Tony Scott, nos cuenta la historia de una moderna y elegante vampira que toma de amantes a humanos. La situación se complica cuando su marido empieza a envejecer, lo que provoca que busquen la ayuda de una geriatra, en quien buscará se convierta en su amante. A pesar de ser una película novedosa sobre el vampirismo, tuvo una mala recepción por parte del público y la crítica especializada que la consideró como una película bizarra y con cierto atractivo perverso. Sin embargo, las actuaciones de los protagonistas son destacables, incluso llegando a sus personajes de culto dentro de las  filmografías tanto de estos como la del propio Scott

 

21 – From Dusk Till Dawn (Rodríguez, 1996)

POR EL FETT

Dos criminales bastante caricaturescos y carismáticos, al puro estilo del western, secuestran a una familia con el afán de cruzar la frontera y llegar a salvo a territorio mexicano. Este contexto inclusive viniendo de un bromista y excesivo Robert Rodriguez tomaba forma en un entretenido y bien encausado thriller, pero ¡Oh por Dios! Aparece una voluptuosa y sensual Salma Hayek convirtiéndose en un asqueroso vampiro y desatando el pandemónium de toda una película que en la búsqueda por ser una original propuesta terminó siendo un guion tirado a la basura. Aun así, si uno no se pone crítico, puede reírse y dejarse llevar por esta mamarrachada ajena al suspenso en toda su segunda mitad.

 

20 – Blade (Stephen Norrington, 1998)

POR EL FETT

Si bien el realizador ha demostrado ser un completo inútil en la mayoría de sus previos y posteriores trabajos, Norrington aquí entrega su film mejor encausado, y mucho se lo debe a un Wesley Snipes que innegablemente nació para el papel. Así, la película a mitad de su metraje pierde su control y naturalidad, sin embargo, ahí esta el Blade en la misma carne de Snipes para salvar el día ¿o la noche?. Lo sorprendente es que sin muchas luces, esta y su posterior secuela, serían de lo mejorcito que Marvel ha procreado para la pantalla grande. Kris Kristofferson aparece con un carismático personaje secundario como el compinche del héroe, protagonizando algunas de las mejores escenas del film

 

19 – Salem’s Lot (Hooper, 1979) 

POR EDGAR DEL VALLE

Tras el éxito de La masacre de Texas, Tobe Hooper fue el elegido para dirigir Salem´s Lot (a.k.a. La hora del vampiro), película originalmente producida para la televisión (y convertida en mini serie). Basada en la novela homónima de Stephen King, es una de las mejores adaptaciones televisivas del autor. Protagonizada por la estrella de televisión David Soul y el consagrado actor James Mason, Salem´s Lot ofrece momentos que hasta nuestros días resultan escalofriantes gracias al trabajo de maquillaje y efectos visuales. Si esta noche alguien toca a su ventana, yo que usted no me asomaba. Fue una de las primeras apariciones importantes de Bonnie Bedelia, la joven que representa el interés amoroso del escritor.

 

18 – Dance of the Vampires (Polanski, 1967)

POR EL FETT

La primera incursión norteamericana de Roman Polanski es una aproximación cercana pero por momentos también fallida a ese estilo de humor que poco tiempo después llevaría a Mel Brooks al estrellato. Entre parodia y homenaje a los clásicos de horror y a la obra de Bram Stoker, la razón de su éxito y estatus de culto se debe a lo divertida que logra ser por momentos, con gags bien estructurados y un formato serie b propositivo que da rienda suelta a la naturalidad de lo absurdo. Así mismo se convertiría en una de sus incursiones histriónicas más conocidas y en la única asociación artística con su futura esposa: la actriz Sharon Tate. El rapto de la doncella y la “vampirización” serían curiosos y trágicos preludios de lo que estaría por venir en su vida y carrera

 

17 – Nosferatu: Vampiro de la noche  (Herzog, 1979)

POR EL FETT

De corriente a corriente, del nuevo cine a la pieza prima del expresionismo alemán de F.W. Murnau, Werner Herzog no solo hace un excelso homenaje, sino que también hace algunas variaciones “expresionistas” al relato basadas en una renovación visual, narrativa y actoral (a más de 50 años de la adaptación original). Aunque nunca superior, resulta que una de las cosas que si sobresale en esta versión por sobre la original e incluso sus futuras (llamadas Dracula), es la mayor profundidad de sus personajes, que se adhieren de manera perfecta al tono poético y forma experimental de Herzog dentro de los últimos esbozos por los preservar los recuerdos de los orígenes del cine alemán.

 

16 – Nosferatu (Robert Eggers, 2024) 

Por El Fett

La fotografía expresionista, el abrumante sonido y la sofisticada visión estética y manejo de planos se complementan con una labor histriónica casi perfecta en lo que Eggers decide retratar como un origen satánico y “ocultista” alrededor del vampiro, lo que permite permear su narración de su característico folclor, pero también de un sentido más “espiritual”, sacrificando el “terror” visual por un drama de tintes psicológicos. Dista de la de Murnau, pero será recordada por su nivel actoral y atrevimiento directivo, siendo quizá no el Nosferatu acostumbrado, sino el de Robert Eggers, uno con bigote y con un Bill Skarsgard de siniestra presencia

 

15 – Ony Lovers Left Alive (Jim Jarmusch, 2013)

Por FLACO CACHUBI

El cineasta Jim Jarmusch aborda una de las facetas del vampiro menos exploradas, la perspectiva de ese ser ante la inmortalidad. Quizá por primera vez conocemos a un vampiro deseoso de morir debido al hastío ocasionado por la decadencia de los tiempos actuales. La película contiene escenas sangrientas y algo de humor negro, sin embargo, no es un relato de horror como tal. Nunca antes el monstruo se había dado por vencido ante el declive y descomposición de una sociedad humana que ya no le sirve ni para alimentarse. Tilda Swinton, estupenda como siempre, Tom Hiddleston, a la altura de las circunstancias.

 

14 – Shadow of the Vampire (Merhige, 2000)

POR EL FETT

En 1922,  Murnau realizó una libre adaptación del clásico del horror Drácula de Bram Stoker, el cual se volvería un clásico gracias a la terrorífica expresión física del conde. De aquí nacerían una serie de leyendas de lo que sucedió en la grabación de la película y se dice que gente del equipo de grabación desapareció durante la filmación, habiendo quienes aseguraban que el actor Max Schreck en realidad era un vampiro. La premisa resulta muy irónica y contiene mucho humor negro, algo que quizás le faltó a la película, pero lo que es innegable es la poderosa interpretación de Willem Dafoe como Schrek, incluso siendo difícil separarlo “visualmente” de la obra original. El gran valor de este film es una actuación que reivindicó y dio mayor trasfondo a dicho mito

 

13 – Dracula (Fisher, 1958)

POR EL FETT

Una de las adaptaciones más célebres sobre el la novela de Bram Stoker (quizá la tercera en la línea cronológica más famosa desde Nosferatu), es también quizá el clímax mediático entre la asociación artística entre su director y los dos grandes amigos actores, Christopher Lee y Peter Cushing, quiénes filarían un total de 24 películas juntos, de las cuales 22 pertenecen a la casa de terror Hammer. Lee no solo lograría su más icónica actuación, sino que también en muchos registros dramáticos superaría lo hecho por Lugosi (en mucha parte también gracias a la presencia del propio Cushing y a la impresión de mayor estructura por parte de estas reinvenciones británicas). Lee interpretaría al conde en 10 ocasiones, siendo esta su primera vez y la mejor.

 

12 – Near Dark (Bigelow, 1987)

Por Flaco Cachubi

Al igual que en Los Muchachos Perdidos (1987) de  Schumacher, el personaje se introduce al mundo del vampirismo a través de una colmilluda y atractiva fémina. La diferencia es que en Near Dark, segunda película de Kathryn Bigelow, se aborda la situación desde una perspectiva más seria, alejándose de los tópicos adolescentes e imprimiendo un dramatismo que sólo conservaron películas como El ansia (1983), en una década en la que el cine de vampiros se tornó más humorístico que terrorífico. Apoyada en un pequeño y efectivo cuadro de actores, Bigelow desarrolla una entretenida historia con un presupuesto mínimo, pero con la intención de ofrecer una perspectiva diferente  y que ahora es considerada de culto.

 

11 – Lost Boys (Schumacher, 1987)

POR EL FETT

Una de esas cintas a las que el tiempo les ha hecho un favor, y es que a pesar de que la combinación de horror y comedia puede parecer ridícula, esta no debe ser tomada desde los términos del “terror”, sino más bien como una sátira y/o metáfora sobre la juventud y sus cambios, funcionando mejor bajo la etiqueta de una curiosa “coming of age”.  De manera irónica, en este paródico desperfecto es en donde más se asoma “un estilo directivo” (si es que alguna vez existió uno para Joel Schumacher ), y para desgracia también en donde podemos encontrar la respuesta al “¿qué intentó hacer con Batman?”. Pero  ¿Por qué funcionaron estos murciélagos y no aquel? Simple, y es que como su título lo indica, esta cinta va de chicos perdidos, mucho más reales que imaginarios.

 

10 – Let The Right One In (Tomas Alfredson, 2008)

Por FLACO CACHUBI

Oskar, un niño víctima de bullying entabla amistad con una niña extraña. La llegada de su nueva amiga al vecindario coincide con una serie de asesinatos. Oskar, comenzará a sospechar que la niña no es lo que aparenta.  Uno de los relatos vampíricos más ambiguos, pues detrás de su atmósfera macabra subsiste un mensaje duro y a la vez enternecedor, uno que nos hace preguntarnos qué tanto debe prevalecer la amistad sobre cualquier cosa. El argumento se presta para más de una interpretación, lo innegable es que se trata de una verdadera joya del género.

 

9 – Interview with the Vampire (Jordan, 1994)

POR EL FETT

De Anne Rice, Neil Jordan hace totalmente propia la adaptación “vampírica” volviendo a manifestar su obsesión por los relatos centrados en la transición del infante al adolescente por medio de los deseos sexuales – carnales ¿Ha notado usted que Kirsten Dunst se convierte en la protagonista verdadera de esta odisea mórbida? Pitt y Cruise, una relación tóxica de padres (que también refieren sutilmente al siempre inclusivo estilo dentro de su obra), fungen pues como vehículos y metáforas de este fracaso ante la consumación de la madurez, entregando nuevamente un poético y oscuro drama que se aleja del terror, pero que de nuevo seduce el thriller y el romance para llevar a cabo un tan eficiente como entretenido objeto de culto de los 90

 

8 – Thirst (Park Chan wook, 2009)

Por El Fett

Ganadora del premio del jurado en Cannes, esta imaginativa reinvención sobre el vampirismo brilla por la otra gran y constante capacidad de su director en el manejo y estructura de temas contrastantes, pues al mito sanguinario de dicha criatura se le une la espiritualidad y la religión vistas ahora a través de una transformación kafkiana y una posterior lucha intrínseca de su protagonista en aceptar su nueva y “repugnante” condición. Una metáfora de la dualidad humana frente a la miseria es también un vehículo de terror, romance y hasta comedia negra sobre dichas condiciones. Quizá sangre un poco por su metraje, pues le harían bien un corte de algunos minutos, pero aun así se mantiene fresca y muy fiel al estilo del director.

 

7 – What we do in the Shadows (Waititi, 2014)

POR EL FETT

Hilarante falso documental que revitalizaría el mito del vampiro alejándose de las mamarrachadas de los blockbusters románticos y de acción. La trama se centra en la adaptación social – cultural de 4 individuos vampiros venidos de eras antiguas al mundo actual; en este comiquísimo planteamiento, Waititi estructura no solo a estas 4 figuras de manera sustancial, sino que también respeta toda la atmósfera y elementos claves del mito del vampiro construyendo propositivamente un horror “accidental” que no se contrapone al humor, sino que por el contrario lo complementa y sirve a su desarrollo. Así, podemos ver desde el conflicto por lavar los platos hasta los complejos existencialismos de lidiar con la muerte. Sin duda el humor más nato de Taika Waititi se da aquí

 

6 – Cronos (Guillermo del Toro, 1993)

POR EL FETT

Por algún momento el cine mexicano vio en un regordete y talentoso cineasta tapatío, revivir las viejas glorias de la fantasía mexicana, pero ahora con la calidad y complejidad narrativa suficientes para hacerse premios de Cannes y Sitges. El recién ganador de Venecia se estrenaba con un film que parecía un engendro esplendoroso entre el terror alemán de los 20’s y la cultura mexicana. En sus barrios y anticuaros, en la lúgubre noche de la Ciudad de México, el terror y la fantasía resurgían con una brillante simpleza y originalidad, en una amalgama de corrientes, estilos y talento actoral gringo, español y mexicano que se regodeaban en esta revitalización del mito vampírico. A todos parece habérseles olvidado que Guillermo del Toro dio su mejor película en su debut.

 

5 – Sinners (Ryan Coogler, 2025) 

POR EL FETT

No es solo una analogía tremenda a la masacre del KKK y a la segregación racial del “no blanco” en todas sus formas (negra, irlandesa, asiática, india), sino también un himno de amor a los orígenes del blues y de aquel “bluesista” clásico y la lucha de este en contra de las propias condiciones socio raciales. También es un “Del Crepúsculo al Amanecer” 100 veces mejorada, con un eficaz trasfondo y desarrollo de personajes, un violento entretenimiento, pero sobre todo una construcción reflexiva sobre el folclor del sur. Ryan Coogler hace su película más arriesgada y entretenida a la fecha, una combinación de géneros (suspenso, horror, vampirismo y hasta musical) muy en el tono de la corriente “grindhouse”. Es sucia, improvisada, pasional y profunda, como cualquier buen blues.

 

4 – Fright Night (Tom Holland, 1985)

Por FLACO CACHUBI

Fright Night es un sincero homenaje a los filmes de horror de la ya mencionada Casa Hammer. Rescata algunos elementos del mito de Drácula y se nutre un poco de la visión vampírica de Stephen King y su Salem´s Lot. Dirigida principalmente al público adolescente, satiriza las convenciones del horror gótico y las traslada a un ambiente netamente gringo, urbano y discotequero. Sobresalen los efectos especiales de Richard Edlund y el maquillaje de Ken Díaz, pero lo mejor son las apariciones del gran Roddy McDowall, referente del cine fantástico cuyo personaje a su vez, hace un guiño al legendario Peter Cushing, y de Chris Sarandon, que nos daría un sensual y tétrico conde Drácula ochentero que aún saca pesadillas gracias al maquillaje y gesticulación, con algún par de secuencias que bien podrían ganarse el mote de “perturbadoras”.

 

3 – Dracula (Browning, 1931)

Drácula no solo tiene el honor de haber sido la primera gran película de vampiros, pues con su estreno también dio inició la época dorada del cine de monstruos de Universal Pictures. La caracterización e interpretación de Bela Lugosi, un actor hasta entonces únicamente conocido en los escenarios de Broadway, sentó el prototipo del conde Drácula en las décadas subsiguientes. El aspecto fantasmagórico del histrión austro-húngaro aunado a la mirada penetrante y repleta de maldad dirigida al público, da como resultado una de las escenas más icónicas y recordadas del cine de horror. Si bien el arquetipo del conde resurgiría con innumerables y mejores representaciones, no cabe duda que quitando a Nosferatu, lo de Browning acercaría más al mosntruo hacía la humanidad

 

2 – Dracula (Ford Coppola, 1992)

POR EL FETT

No es la mejor adaptación sobre la obra de Stoker, pero si la más bella visual y sonoramente, donde Francis Ford Coppola en toda su grandilocuencia y estatus incrusta un giro de tono tan arriesgado como memorable al convertir al monstruo en uno de los personajes más trágicos y románticos que se hayan visto en el cine. Mucho valor conlleva la fantástica actuación Gary Oldman para justificar (y guiar) a los cartones con ojos de nombres Winona Ryder y Keanu Reeves, pero es Coppola el que lidera una oscura y emotiva orquesta que se ha convertido en uno de los mutantes y/o híbridos fílmicos más queridos del cine, una mezcla de horror (con un par de secuencias perturbadoras), suspenso, romance y erotismo sin igual, que tienen a la sangre como el segundo y quizá más importante protagónico.

 

1 – Nosferatu (Murnau, 1922)

POR EL FETT

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Con un poco de malicia, Murnau tomó el relato clásico de Stoker para llevar a cabo el origen fílmico de Drácula, rebautizado como el Conde Orlok y apodado siniestramente como “El Nosferatu”. Magistral en forma y contexto, el manejo de la luz es trascendental para la aparición del vampiro en la piel de Max Schrek, actor que según las leyendas era en realidad un ente oscuro al servicio de un joven cineasta aturdido por terminar lo que si fue una accidentada producción. Una obra de horror fundamental, podríamos posicionar a Nosferatu no solo como la oscura cúspide del expresionismo alemán, sino también como una de las más destacables epopeyas del terror que aún a 100 años de su concepción sigue causando pesadillas.

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