Las 30 Mejores Películas del 2019 según @El_Fett
¡Qué gran año para ser amante del cine! Y es que haciendo este recuento en anteriores ocasiones, recuerdo que con mucho esfuerzo podía apenas completar 20 cintas que cumplieran ciertos estándares de calidad dentro de mis gustos y; caso contrario a esta temporada, donde en mi expansión incluso me fue difícil descartar al menos otras 5 meritorias de mi acervo fílmico.
Un año donde Cannes mostró su hegemonía en calidad y donde hasta el Oscar se vio beneficiado por una gran selección de filmes, para este final y personal ranking del año confirmo haber visto 160 producciones producidas o estrenadas formalmente en 2019 (desde el primero de enero de 2018 al día de ayer, cierre de la temporada con el Oscar), disponiéndome a compartir mi conteo de las mejores 30, basándome únicamente en mi gusto, percepción y/o crítica personal.
Gracias 2019, sin lugar a dudas el mejor año de ña década en cuanto a cosecha fílmica se refiere.
Bonus. Polvo (José María Yazpik, México)
Para su servidor la mejor película mexicana del año (y la más ignorada) y uno de los mejores debuts directivos dentro de la industria; Polvo es una fábula social sutilmente crítica y muy divertida que le da a Yazpik ahora voz y voto entre los directores mexicanos a seguir en los consecuentes años. Aquí no hay un heroísmo a favor del “narco”, ni mucho menos una narrativa cínica en “exponer” sus atrocidades, sino una honesta impresión de sus afectaciones socio culturales vistas desde una espontánea forma de comedia, pero abordada bajo el tono dramático necesario que da veracidad a estos hechos que pudieran parecer absurdos, pero que trágicamente en nuestro México son tan cotidianos como reales.
30. Deadwood (Daniel Minahan, Estados Unidos)
El humor accidentado sigue ahí, así como el suspenso y el miedo de estos salvajes ante la modernidad americana a la que siempre resistieron mediante sus métodos políticos y mafiosos locales; la capacidad de su creador (ahora como guionista) sigue intacta en entrelazar ricos diálogos y en lanzar las mejores maldiciones de las que hayan sido testigos tanto el cine como la televisión, y un ejemplo de ellos es su última línea, una punzada de brillantez que los habitantes de Deadwood reconoceremos como el perfecto cierre a una serie que merecía lo que quizá no sea un film como tal, pero sin un genial y largo último capítulo resumido en una gran frase que no solo enmarca su historia, sino también toda la mitología del western americano.
29. Klaus (Sergio Pablos, España)
Resulta conmovedor el establecimiento de los elementos navideños alrededor de un protagónico “accidental” y creador de la festividad: un “cartero” que construye una asociación con un solitario leñador. Una “buddy movie” con un Klaus que se sale del molde y de lo establecido del personaje regordete y viejito patrocinado por Coca Cola, su director a través de una técnica animada hermosa, un excelente soundtrack y una historia original, divertida y cómica, se distingue de entre todos los relatos navideños reciclados gracias a la re imaginación del concepto y a la independencia que mantiene el mismo de todos los dogmas culturales y/o religiosos. La mejor cinta navideña en años, Klaus causa la extraña necesidad de volverle a escribir una cartita a Santa.
28. The Last Black Man in San Francisco (Joe Talbot, Estados Unidos)
Una grata y muy satisfactoria curiosidad indie salida de Sundance 2019, esta fábula callejera parece manejar en un plano surreal lo que en realidad son situaciones palpables alrededor de la violencia, la pobreza y la segregación hacía una sociedad afroamericana gracias a un imperante clasismo. Todo lo que quiso y nunca logró hacer Spike Lee, sin panfletos o quejas, Talbot es capaz de llevar a su barrio “negro” al borde de la extinción social de una manera tan solemne como metafórica, utilizando a su protagónico como equilibrio entre la inocencia y la agresividad como únicos estados de supervivencia de entre los recién llegados afroamericanos a la juventud y a la desesperanza resultantes de su condición. Su final es bellísimo.
27. Atlantique (Mati Diop, Senegal)
Inclasificable y tremendamente original, el relato senegalés abarca variadas tangentes sociales sin caer en la pretensión o en la falta de lógica gracias a que todas ellas parten de su sencillo pero tierno motif: el romance. Surrealismo puro, Diop juega con elementos esotéricos y fantasiosos para llevar a cabo una crítica sindical y burocrática a partir de las pobres condiciones de su sociedad, dejando firmemente impresas las consecuencias de dicha opresión en una tragedia que de manera progresiva se va transformando también en una tenebrosa historia de venganza. Todo esto es manejado y equilibrado hábilmente por su directora, dejando en claro tanto en su principio como en su final, que el amor puro es el principal ingrediente de su redención
26. Marriage Story (Noah Baumbach, Estados Unidos)
Aunque esta versión light de Kramer v. Kramer haya sido inflada a pesar de su intermitencia narrativa y gracias a sus discursos tendenciosos de parte de la injusta ganadora del Oscar a actriz de reparto, la realidad es que su química y/o desempeño actoral es sencillamente abrumador, llegando a crear por y alrededor de estos, una serie de situaciones tan hilarantes como dramáticas que desde su estreno ya son parte del colectivo memorial y hasta creadores de un incierto “manual” invisible sobre el cómo “divorciarse y no morir en el intento”. No lo sé, quizá merece este puesto porqué su historia me atrapó por momentos por su gran naturalidad, pero tal vez en realidad sea porque su secuencia de discusión ya logrará sobrevivir décadas, y eso no cualquiera.
25. El Hijo (Sebastián Schindel, Argentina)
Argentina no se quedó atrás en lo que fue un año de ensueño, sorprendiendo particularmente con este thriller comercial distribuido por Netflix. El Hijo es un relato de suspenso que a partir de dos líneas temporales plantea un misterio tan actual como surrealista, dejando entrever un entrañable pero trágico cuento paternalista que recuerda por momentos a pasajes de El Bebé de Rosemary. Aunque es obvio que se encuentra a años luz del horror de Polanski, Schindel es capaz de mantenernos pegados a la pantalla durante todo su metraje, trastabillando en el final, pero dejando un conflicto adepto a variadas perspectivas sociales que resultan estremecedoras y bien cimentadas en los trágicos destinos de sus personajes.
24. I Lost My Body (Jeremy Clapin, Francia)
La mejor animación del año responde a un cuento surrealista tan original como arriesgado, y es que la historia de una mano que busca a su dueño mientras que mediante el tacto recuerda sus momentos juntos, es un rico sustento de una corriente casi extinta por el apogeo comercial del cine y que en el plano europeo y/o superviviente se equipara a los relatos de Buñuel, Carax, Lynch o Kaufman. Sorprende por igual que su técnica animada en comunión con su minuciosa narrativa sea capaz de trasladar al espectador a una experiencia sensorial donde es casi posible percibir el sentido del tacto de su protagonista (la mano, no su dueño). Quizá con los años se convierta en una pieza clave de la generación centennial, con un final entrañable y redentor.
23. The Lodge (Severin Fiala, Veronika Franz, Reino Unido)
Como Eggers, como Aster, la pareja austriaca ya venía anunciando su entrada a esta nueva ola de terror indie con mayores perturbaciones psicológicas, espirituales y folclóricas y menos uso del manual de sustos, slashers y fantasías sin sustento. The Lodge encaja perfectamente en este compendio moderno del horror regido por la tendencia del resquebrajamiento familiar, presentando una propuesta cruenta y sin concesiones que brilla de manera irónica por su falta de luz y apego a la más siniestra y palpable realidad. Atractiva y perversa, una cinta que aniquila el aspecto familiar y espiritual con mucha mayor eficiencia e impacto narrativo que la sobrevalorada Midsommar. En la actuación de Keough recae la tétrica veracidad de sugiere la cinta.
22. John Wick: Chapter 3 – Parabellum (Chad Stahelksi, Estados Unidos)
Chad madura con su tercera entrega sabiendo que la obertura y la conclusión son las que al final se quedarán en la mente del espectador, y aunque su acto medio se siente un poco forzado y cansado (por momentos se asemeja a un videojuego), no cabe duda que John Wick se ha confirmado como la mejor saga de acción de los últimos 20 años, catapultando a Keanu Reeves hacia ese selecto grupo dentro de la cultura pop y siendo en definitiva la máquina de matar más efectiva, con mayores muertes y con menos diálogos de la historia. Quizá para los puristas el alargamiento de la saga pueda lastimar el legado de Wick, pero para el subgénero este encantador matón amante de los perritos ya es una leyenda.
21. Extremely Wicked, Shockingly Evil and Vile (Joe Berlinger, Estados Unidos)
Tal y como su misteriosa y diabólica personalidad, lo primero a resaltar de esta ágil biopic es que su protagónico no cuenta con un trasfondo que justifique sus actos; en la mayoría de los casos dicha falta de estructura aniquilaría el relato tratándose de un personaje tan psicológicamente abundante, sin embargo la real maldad de Bundy radicaba en ese aspecto que volvió incluso locos a muchos de sus investigadores: su nula explicación, unido a un grado inexplicable de negación y un carisma tan desbordante que de manera caótica crearon en su momento hasta un séquito. Todo eso es perfectamente recreado por Berlinger y por un sorprendente Efron en lo que al parecer será el mejor papel de su vida.
20. The Peanut Butter Falcon (Tyler Nilson, Mike Schwartz, Estados Unidos)
Gran comedia que permaneció en el anonimato a pesar de abordar un tema sobre las minorías, esta enternecedora “road – buddy movie” bien a la postre podría ganarse su mote de culto debido a su bajo perfil y extraordinaria manufactura. El mayor valor es sin duda el imprescindible y único trabajo del actor con síndrome de Down, Zack Gottsagen, el cual con verdadero talento (y su innata y encantadora presencia) encausa un personaje tan complejo como divertido y adorable. No queda ahí, y es que Shia LeBouf puede considerarse redimido con el cine al crear una empática y real conexión no solo con Zack, sino con una Dakota Johnson que luce inocente y radiante. El casting es fenomenal y el final es sin duda uno de los mejores y más emotivos del 2019.
19. Doctor Sleep (Mike Flanagan, Estados Unidos)
Quizá la sorpresa del año, habrá que reclamarle a Flanagan el terror que lo llevó a quedarse petrificado en el momento clave en el que su secuela lo llevó a lugares ya revisitados y conocidos por Kubrick, pero en general y cuando más se alejaba de “The Shining”, es cuando el relato mejor funcionaba; tres cuartos que sustentan un film interesante, disfrutable y con un suspenso muy eficaz. Hay que poner el apunte de que Doctor Sleep se aleja así mismo del terror para funcionar ágilmente como un thriller paranormal, acierto de un guio hábil y que por momentos permitió a Flanagan secuencias muy bien elaboradas, sobre todo aquellas estelarizadas por un Ewan McGregor que afortunadamente contó con una muy buen estructura para su Torrance.
18. The Art of Self- Defense (Riley Sterns, Estados Unidos)
Con cierta referencia a la comedia “Coeniana”, esta excelente comedia – thriller salida de la nada nos dejó también con uno de los mejores antagonistas del año, un Alessandro Nivola que se impone como la anti tesis del mítico Sr. Miyagi. Dicha referencia no es accidental, pues este proyecto nació precisamente de la idea de llevar un remake – sátira de Karate Kid, pero que afortunadamente fue evolucionando hasta convertirse en este vehículo humorístico lleno de incorrecciones y críticas hacía el machismo, la misoginia y ciertos estereotipos masculinos que aquí son desarrollados de manera hilarante. Sin concesión, habrá que seguirle la pista a su director, el cual a pesar de sus intermitencias logra un giro de tuerca final sobresaliente.
17. Joker (Todd Phillips, Estados Unidos)
Con una actuación gloriosa de un Joaquin Phoenix que carga con todo el peso de la película, Phillips gracias a sus referencias y al planteamiento intenso y psicológico del personaje puede encausar un clímax destacable en su tramo final, cambiando el análisis introspectivo de su personaje por un salvaje thriller urbano que crece en tensión y habilidad narrativa conforme llega a su conclusión. Si bien es cierto que su narración no parece más que dos relatos de Scorsese maquillados de “payaso” y pegados con ciertos “videoclips”, la esencia de esta re imaginación hacia el personaje recae precisamente en lo que muchos dejan pasar, la ironía de relatar la esquizofrenia como un paso previo al antagonismo de cualquiera, en este caso accidental… Joker
16. 1917 (Sam Mendes, Reino Unido)
Mendes utiliza el viejo truco de Hitchcock para llevar a cabo un prodigio técnico y estético, escondiendo de manera excelsa las al menos 18 transiciones de su falso plano secuencia, que llevarán consecuentemente al éxtasis visual en un clímax repleto de adrenalina y emoción, y donde el principal objetivo del director es situar al espectador dentro de la batalla, del terror de las trincheras y la escalofriante “tierra de nadie”. Si bien cojea en su plana y predecible historia, merece un lugar dentro de lo mejor del año gracias a su técnica e impacto, situándose sino entre las mejores, si dentro de las más destacables historias sobre la primera guerra mundial. Un ejemplo de prodigio directivo, lástima que el guion nunca lo pudo equiparar.
15. Apollo 11 (Todd Miller, Estados Unidos)
A partir de archivos nunca antes vistos, este documental recrea de manera perfecta la misión 11 a partir de dos virtudes narrativas excepcionales: la primera, que no hay ningún narrador, siendo las mismas voces de la misión las que llevan al espectador a través de la odisea, en lo que es un emotivo y trepidante montaje ajeno a todo relleno argumental – testimonial; segunda, que tras la fugaz estructura de sus tres participes, el director transporta su registro documental a uno cuasi de ficción, haciéndonos partícipes de la emociones, el suspenso y la final gloria desde la NASA hasta el astro ¡Fastuoso! Su inexplicable omisión dentro de los Oscar confirma la excepción a la regla y el olvido hacía la excelencia documental y narrativa.
14. The Lighthouse (Robert Eggers, Estados Unidos)
Eggers no solo vuelve a vencer a Aster en un segundo round (knockout a Midsommar), sino que también conserva la corona como el maestro del horror más original y perturbador de los últimos años gracias a esa conexión y entendimiento que posee del folclore alrededor de los mitos de ciertas regiones. Una pieza que oscila entre el horror psicológico y un thriller surrealista, Eggers corre riesgos que hacen que tanto narrativa como estéticamente esta obra se cueza muy por encima de la media del género con recursos que presentan un reto para el la audiencia. Soportado por una excelsa fotografía y una de las mejores químicas actorales del año, Eggers logra concebir y comunicar esa constante y espeluznante sensación y presencia del mal, su patente autoral.
13. Queen of Hearts (May el-Toukhy, Dinamarca)
En definitiva la mejor exposición hecha y actuada por una mujer en este año. Un ejemplo de poder cinematográfico e histriónico respaldado por la catedrática interpretación de Trine Dyrholm, el ritmo impreso por su directora logra que la audiencia sea tan testigo como cómplice de la situación relacional y el despertar carnal de la protagonista, la cual ve en la falta de pasión matrimonial y en su poder como mujer realizada, la auto justificación para despertar nuevamente su instinto carnal. Es impresionante como esta dupla de féminas pueden definir de manera perfecta el estancamiento emocional del personaje para después con gran intimidad, proseguir el relato con momentos sin concesión estética, explícitos, pero portadores de una gran complejidad dramática.
12. El Cuento de las Comadrejas (Juan José Campanella, Argentina)
Gracias al retorno de Campanella, estamos ante una de las comedias más atrevidas y mejor escritas de los últimos años. Con un cuadro de diálogos y actuaciones tan precisas y casi perfectas, resulta prácticamente imposible despegarse de su misteriosa y divertida trama, la cual logra con la misma efectividad cómica, momentos de dramatismo y de thriller realmente elogiables. A tono personal, la participación de Marcos Mundstock, líder de la legendaria agrupación musical – cómica Les Luthiers, agrega ese toque hipnótico a la trama gracias a su inconfundible voz y registro actoral. Desde ya, una de las piezas más infravaloradas del año que a mi parecer irá ganando el respeto que se merece con el pasar de los años.
11. The Two Popes (Fernando Meirelles, Reino Unido)
Uno de los mejores guiones del año, el que piense que esta cinta es pro religiosa no solo saldrá decepcionado(a), sino bendecido(a) por un director que sabe de manera perfecta como montar una ágil e interesante trama a través de un compendio tan variado de temas que no se sienten fuera de lugar, sino que al contrario complementan la visión social, política, cultural y hasta deportiva hacia y con la institución de “La Iglesia” en lo que es un estudio humano y espiritual sobre aquellos ministros que la rigen desde dos ideologías distintas: el liberalismo y el conservadurismo. Ambas figuras son despojadas así del tono “fantástico” y en cambio son provistos de una catedrática estructura y actuaciones.
10. Honeyland (Tamara Kotevska, Ljubomir Stefanov, Macedonia)
El valor de este pequeño gran documental radica en el poderoso y entrañable relato sobre una apicultora y las complicaciones de su día a día para poder mantener su entorno y a sus abejas, las cuales se verán amenazadas con la llegada de una familia turca. Los directores consiguen llevar la triste realidad a la ficción gracias a una estética fastuosa y la profundidad de su historia, personajes y entorno, convirtiendo a la abeja en una extensión o metáfora de su cautivante protagonista y al mismo tiempo dotándolas de un trasfondo que lleva al relato a convertirse por momentos en un thriller ambientalista. Un reflejo minimalista de la deshumanización a través de la extinción de los recursos naturales. Emotivo, cruento y entrañable.
9. Little Women (Greta Gerwig, Estados Unidos)
Gerwig de nuevo ejemplifica lo que es una buena dirección, agregando su estilo visual y técnico (esos característicos travelings son exquisitos) a una obra que literalmente convierte en “su adaptación”. La narración de la directora a estas alturas ya supera a su compañero estudiante Noah Baumbach o hasta a su maestro de estilo Woody Allen, sin embargo lo que resaltan en estas mujercitas son el perfecto cast, con cada actriz – actor meticulosamente seleccionado no solo para entrar como anillo al dedo en su personaje, sino también para ser una extensión de la espontaneidad de la propia Gerwig, una comunión reflejada en varios momentos que por ejemplo hace lucir hasta a un siempre acartonado Chalamet. P.D.: Aquí la muerte de Beth si pega
8. Rocketman (Dexter Fletcher, Estados Unidos)
En concordancia tanto con el género fílmico como con la personalidad extravagante de Elton John, Fletcher construye un emotivo musical en base al resquebrajamiento emocional de su protagonista, tomando astutamente un solo suceso para desenmarañar con singular agilidad un flashback que combina un intenso drama con un onírico musical, apoyado en números entrañables y una actuación de Taron Edgerton sobresaliente. Si bien como toda biopic deja entrever la debilidad de ciertas estructuras en cuanto a los personajes secundarios, su director y guionista se centran inteligentemente en la psique del cantante para crear una de los biopics y musicales más contundentes de los últimos años.
7. Uncut Gems (The Safdie Brothers, Estados Unidos)
Los Safdie regresan para expandir su tono frenético y electrónico a través de otra odisea de deshumanización de exasperante belleza estética y soltura narrativa ¿La fórmula? Someter a la audiencia a través de su serie de cerrados y claustrofóbicos planos a conllevar el frenesí experimentado por otro de sus antihéroes, en esta ocasión un Adam Sandler que incluso a este nivel podría ser considerado como uno delos mejores actores del nuevo milenio en lo que a su faceta dramática se refiere. Una persecución narrativa constante, estos hermanos te someten a la misma tensión sufrida por su protagonista en una serie de infortunios que fieles a su estilo no desembocarán en un final feliz. Sandler debe salirse de la comedia ¡ya!
6. Ford v. Ferrari (James Mangold, Estados Unidos)
Un logro del cine estadounidense en todo lo que respecta a su esencia comercial y narrativa, esta aventura biográfica logra de manera emotiva y trepidante transportarnos como nunca al asfalto de las carreras y de las corporaciones automotrices sin que los clichés de superación gringa sean un impedimento para encausar un entrañable clímax y gran final. Las portentosas actuaciones son un bono por default dado su cast, pero su verdadero valor como una de las mejores cintas deportivas de los últimos años es haber logrado la perfecta empatía con personajes fuera del arquetipo del “héroe” de manual. Mención aparte para Christian Bale, que demuestra año con año ser uno de los mejores actores de la actualidad, un verdadero camaleón
5. Ad Astra (James Gray, Estados Unidos)
A diferencia del tono bélico de Apocalypse Now, la nueva adaptación del cuento de Conrad busca centrarse en el drama paternalista, logrando a través de Brad Pitt una soberbia implementación del héroe conflictuado por su presente, pasado y futuro, este último centrado en la amenaza “apocalíptica” que sufre el planeta, pero también perfectamente conectado con sus traumas y verdaderos motivos de su misión. Gray construye así una pieza tan conmovedora como contemplativa, con un sentido filosófico que requiere de picos de suspenso para justificar su naturaleza como relato de aventuras. Una adaptación más que elogiable, finjamos que Brad ganó su Oscar por esta interpretación y no por quitarse la camisa para Tarantino.
4. The Irishman (Martin Scorsese, Estados Unidos)
The Irishman es vida, obra y testamento de Scorsese enmarcado en cine de otro nivel. No es su mejor film, pero si el compendio fílmico más completo sobre su estilo técnico, auditivo y narrativo, apoyado en una adaptación sublime que gracias al estatus de su director permite la estructuración precisa de cada uno de sus personajes debido a la larga duración. Si bien es cierto que por momentos el relato se puede sentir pesado, no es por un error de Scorsese, sino por nuestro propio conductismo, desacostumbrado en la época actual a este tipo de clases cinematográficas dentro de un entorno donde se ha perdido de vista el verdadero concepto artístico del cine. Además, The Irishman es mandar a chingar a su madre al cine de superhéroes
3. Jojo Rabbit (Taika Waititi, Estados Unidos)
Poderosa fábula infantil, tan cómica como desgarradora, tan arriesgada como ajena a cualquier discurso político, lo que acaba de hacer Waititi es simple y precisamente el relato sobre una visión y percepción infantil, la inocencia rota por el fanatismo y la guerra, expandiendo dicha pureza a todos los rincones de su narración, desde su diseño de producción hasta la polémica selección musical, su reparto, vestuario y fotografía, Jojo te lleva de la excepcional comedia al más cruento drama bélico. Excluyendo al primerísimo lugar, Jojo será también la cinta más recordable de esta treintena, y es el que la estructura y manejo de personajes de Taika es sublime, comenzando por su propio Hitler hasta Yorki, sin olvidar el sacrificio del Capitán K o los zapatos de mamá
2. Les Miserables (Ladj Ly, Francia)
Tremendo thriller policiaco, el novato director francés de manera casi poética se encarga de reinterpretar ciertos textos de la obra de Víctor Hugo para que estos encajen de manera perfecta (y metafórica) en un relato neorrealista repleto de tensión, suspenso y drama social, en lo que a manera referencial se convierte en una especie de “Ciudad de Dios” francesa, con todas las adecuaciones socio culturales, generacionales y tecnológicas que dicha comparación conlleva. Tal vez estemos ante uno de esos clásicos franceses instantáneos, pero sin duda ante una de las mejores películas de dicha nación de la última década, coronada por un dominio narrativo que desemboca en un clímax – final imprescindible.
1. Parasite (Bong Joon-ho, Corea del Sur)
La mejor del año y una de las mejores de la década, de una agilidad narrativa que lo hace parecer como si tuviera 30 películas encima, Bong cambia de nota pero no de discurso, con un fastuoso cuento de suspenso (que evocan al mejor de los Hitchcocks con ese excelso manejo de espacios) conformado por variados giros bien cimentados en el nuevo choque de su crítica social. Sin duda firmando su mejor obra y una justa ganadora de Cannes y del Oscar (segunda en conseguirlo en la historia), Parasite no es solo es una fascinante cátedra de tensión fílmica que deja por momentos sin respiro al espectador, sino también una alegórica y punzante comedia negra sobre la diferencia de ideologías, intelectos y situaciones de las clases sociales a nivel universal.
8 Comments
hmm, no era Dakota Johnson la chica de The Peanut Butter Falcon? Fuera de eso la lista es bastante completa…
Ciertamente estimado, ya quedó la corrección 😉
Si hay alguna película que cree debe estar y no está, quiero que tome en cuenta las siguientes consideraciones:
-La ví, me gustó y me pareció buena, pero no lo suficientemente buena para entrar en el top.
-La ví y no me gustó.
-No pude verla.
Dicho esto, aquí está mi Top 20
20. La Camarista: Algo monótona en su puesta en escena, pero muestra que el que más trabaja no siempre es el que triunfa.
19. Cómo Entrenar a tu Dragón 3: ¿La más floja de las 3? Sí. ¿La más digna de las 3? Sí.
18. Marriage Story: Aunque no es tan buena como dicen, logra estructurar lo complicado del divorcio y nos dice que amar es una opción al final.
17. 1917: ¡Excelente logro directivo! ¿Película? Eh… Decente.
16. Knives Out: Fuera de su predecible final (el cual además parece sacado de un episodio de Scooby-Doo), mantiene el misterio durante gran parte del relato. Daniel Craig se despega de James Bond y Ana de Armas se convierte en promesa para el futuro.
15. Dolor y Gloria: Almodóvar firma su obra más personal en casa y echando mano de sus mejores recursos. Es cierto que no tiene una historia cohesiva, pero logra su intención.
14. John Wick 3: Fuera de los últimos 5 minutos (en donde manda el realismo plantado en sus 2 entregas anteriores literalmente al carajo), la mejor entrega en la mejor saga de acción de la década. Y confirmó mi teoría: mientras menos diálogos tenga Keanu Reeves, mejor actuará.
13. Ford v Ferrari: Una lucha de egos en la que lo más emocionante son las carreras de autos. Christian Bale y Matt Damon, magníficos.
12. Once Upon a Time in Hollywood: El final salva a una película con muchos momentos muertos y sobrantes. Tarantino nos anuncia su retiro con esta película, pues la historia nos deja claro que él y su estilo ya no tienen cabida en el Hollywood actual.
11. Uncut Gems: Sandler ganando el Film Independent Spirit Awards… sólo diré eso.
10. Klaus: Revive la animación clásica y crea una historia original sobre Navidad, aunque es predecible de principio a fin.
9. Joker: Inflada por sus nominaciones, pero solvente en su historia, actuaciones y propósito. Sus escándalos sólo nos hicieron bailar en las escaleras (mientras tanto, en la sala de Frozen al lado, se acuchillaron).
8. Jojo Rabbit: Nazismo con mirada de niño que demuestra porque La Vida es Bella no funciona. Nada mejor que un niño diciendo “Fuck Off Hitler!”
7. The Lighthouse: Fábulas y mitologías modificadas que nos harán temerle a una gaviota. Robert Pattinson tiene mi confianza en ser Batman.
6. I Lost My Body: Cómo lidiar con la pérdida y tener un salto de fe… a través de una mano.
5. The Two Popes: Humanizar a 2 figuras religiosas de este calibre no sólo atrae, sino que te hace interesarte más en su vida personal. En esta temporada de premios merecía más.
4. El Cuento de las Comadrejas: Gran burla y sátira a Hollywood, el anhelo de querer sentirse moderno y lo ingenuos que somos los millenial y centennial, quienes deberíamos aprender más cosas de generaciones pasadas. También logra arrancar un par de lágrimas.
3. Little Women: Me gustó mucho más de lo que hubiese planeado. Gran construcción de personajes que además transmiten un verdadero mensaje de feminismo sin sentirse forzado, inclusivo o excesivo. Nunca he leído el libro o visto cualquiera de las versiones anteriores, pero si me dicen que ésta es la mejor de todas… les creo.
2. The Irishman: Demasiado larga para su propio bien, pero es entendible. Nos hace preguntarnos si hay algo de lo que nos arrepentimos en nuestra vida.
1. Parasite: Nada que comentar. Aún no puedo creer lo ocurrido en la ceremonia.
Mención Honorífica: Glass: La única película que legítimamente fui a ver al cine 2 veces (de hecho, debe verse una segunda vez para notar su razón de existir). Me parece una de las películas de superhéroes más sobresalientes del año y el punto en donde Shyamalan debe retirarse para bien. Pese a su enorme cantidad de errores, me parece mejor que Endgame (a nivel general, Endgame es mejor película, pero ésta es más coherente con su propuesta, haciéndola más disfrutable).
Excelente conteo mi estimado. Por cierto, desde hace rato he querido preguntarle si nos sigue en Facebook?
Si hay alguna película que cree debe estar y no está, quiero que tome en cuenta las siguientes consideraciones:
-La ví, me gustó y me pareció buena, pero no lo suficientemente buena para entrar en el top.
-La ví y no me gustó.
-No pude verla.
Dicho esto, aquí está mi Top 20
20. La Camarista: Algo monótona en su puesta en escena, pero muestra que el que más trabaja no siempre es el que triunfa.
19. Cómo Entrenar a tu Dragón 3: ¿La más floja de las 3? Sí. ¿La más digna de las 3? Sí.
18. Marriage Story: Aunque no es tan buena como dicen, logra estructurar lo complicado del divorcio y nos dice que amar es una opción al final.
17. 1917: ¡Excelente logro directivo! ¿Película? Eh… Decente.
16. Knives Out: Fuera de su predecible final (el cual además parece sacado de un episodio de Scooby-Doo), mantiene el misterio durante gran parte del relato. Daniel Craig se despega de James Bond y Ana de Armas se convierte en promesa para el futuro.
15. Dolor y Gloria: Almodóvar firma su obra más personal en casa y echando mano de sus mejores recursos. Es cierto que no tiene una historia cohesiva, pero logra su intención.
14. John Wick 3: Fuera de los últimos 5 minutos (en donde manda el realismo plantado en sus 2 entregas anteriores literalmente al carajo), la mejor entrega en la mejor saga de acción de la década. Y confirmó mi teoría: mientras menos diálogos tenga Keanu Reeves, mejor actuará.
13. Ford v Ferrari: Una lucha de egos en la que lo más emocionante son las carreras de autos. Christian Bale y Matt Damon, magníficos.
12. Once Upon a Time in Hollywood: El final salva a una película con muchos momentos muertos y sobrantes. Tarantino nos anuncia su retiro con esta película, pues la historia nos deja claro que él y su estilo ya no tienen cabida en el Hollywood actual.
11. Uncut Gems: Sandler ganando el Film Independent Spirit Awards… sólo diré eso.
10. Klaus: Revive la animación clásica y crea una historia original sobre Navidad, aunque es predecible de principio a fin.
9. Joker: Inflada por sus nominaciones, pero solvente en su historia, actuaciones y propósito. Sus escándalos sólo nos hicieron bailar en las escaleras (mientras tanto, en la sala de Frozen al lado, se acuchillaron).
8. Jojo Rabbit: Nazismo con mirada de niño que demuestra porque La Vida es Bella no funciona. Nada mejor que un niño diciendo “Fuck Off Hitler!”
7. The Lighthouse: Fábulas y mitologías modificadas que nos harán temerle a una gaviota. Robert Pattinson tiene mi confianza en ser Batman.
6. I Lost My Body: Cómo lidiar con la pérdida y tener un salto de fe… a través de una mano.
5. The Two Popes: Humanizar a 2 figuras religiosas de este calibre no sólo atrae, sino que te hace interesarte más en su vida personal. En esta temporada de premios merecía más.
4. El Cuento de las Comadrejas: Gran burla y sátira a Hollywood, el anhelo de querer sentirse moderno y lo ingenuos que somos los millenial y centennial, quienes deberíamos aprender más cosas de generaciones pasadas. También logra arrancar un par de lágrimas.
3. Little Women: Me gustó mucho más de lo que hubiese planeado. Gran construcción de personajes que además transmiten un verdadero mensaje de feminismo sin sentirse forzado, inclusivo o excesivo. Nunca he leído el libro o visto cualquiera de las versiones anteriores, pero si me dicen que ésta es la mejor de todas… les creo.
2. The Irishman: Demasiado larga para su propio bien, pero es entendible. Nos hace preguntarnos si hay algo de lo que nos arrepentimos en nuestra vida.
1. Parasite: Nada que comentar. Aún no puedo creer lo ocurrido en la ceremonia.
Mención Honorífica: Glass: La única película que legítimamente fui a ver al cine 2 veces (de hecho, debe verse una segunda vez para notar su razón de existir). Me parece una de las películas de superhéroes más sobresalientes del año y el punto en donde Shyamalan debe retirarse para bien. Pese a su enorme cantidad de errores, me parece mejor que Endgame (a nivel general, Endgame es mejor película, pero ésta es más coherente con su propuesta, haciéndola más disfrutable).
Mi top 10, ya ajustado y en orden de preferencia, quitando las cintas del 2018 que puse en Twitter
10) Klaus: Es la mejor pelicula animada del 2019 y me parece que tenia todo para haber vencido a Toy Story 4, solo le falto ser de Disney para lograrlo.
9) Knives Out: Rian Johnson se sacude el mono que le dejo Star Wars y deja una de las cintas mas entretenidas, al grado que hasta hace palidecer los intentos de Kenneth Branagh por revivir las historias de Agatha Christie.
8) The Farewell: No tuvo abuela que no llegara mas lejos una nostalgica cinta que tenia buen material, especialmente cuando la abuela gana los Independent Spirit Awards como Actriz de Reparto. No tiene aun abuela que no la distribuyan en Mexico y volvamos a tener lagrimas de Coco.
7) Rocketman: Una cinta que tiene todo lo necesario para llevarse de calle a Bohemian Rhapsody y que debio haber jalado a Taron Egerton a una nominacion al Oscar que se tenia bien merecida.
6) Habia una vez en Hollywood: Creo que todo lo que queremos de Tarantino se ve en estas tres horas de cinta y si bien DiCaprio se queda corto y Pitt bien badass, nos hace notar que el futuro pinta bien si la niña del sandwich de pavo sigue actuando de la misma manera que lo hizo aqui.
5) John Wick 3: La mejor pelicula de accion del año. Punto.
4) The Irishman: Scorcese haciendo lo que mejor sabe hacer, historias de mafiosos, aprovechando a sus actores fetiche y la tecnologia.
3) Joker: El mejor personaje desarrollado en una cinta en este 2019.
2) Historia de un Matrimonio: Cuando te das cuenta que dos actores no oscareables pueden dar escenas dignas de estatuilla y les puedes perdonar sus personajes mas comerciales, especialmente a Driver.
1) Parasitos: Jamas la critica y la satira social pudo hacer el vals cual quinceanera con diferentes chambelanes, entre la comedia, el drama, el suspenso y hasta un poco de terror y que todos terminen aplaudiendo de pie semejante baile.
Me sorprenden ver a Marriage Story tan arriba estimado, así como The Farewell que a mi no me encantó
Gracias por su conteo estimado
¿Knives Out? Neta?