Las 40 Mejores Películas basadas en William Shakespeare
No tenemos pruebas, pero tampoco dudas que William Shakespeare sea el escritos más adaptado al cine. Y también el que de entre sus miles de adaptaciones, guarde uno de los promedios fílmicos de mayor calidad. Nacido y fallecido el mismo día, un 23 de abril, recordamos a William Shakespeare con sus Mejores adaptaciones al cine
Bonus – Shakespeare in Love (John Madden, 1998)
Por El Fett
Olvidemos por un momento que esta cinta ganó el Oscar a Mejor Película derrocando a The Thin Red Line o a Saving Private Ryan, y solo centrémonos en lo excelentemente diseñada y en lo entrañablemente divertida y bien actuada que esta, siendo Gwyneth Paltrow el elemento más destacable dentro de esta seguidilla de poéticos diálogos. Mujer de la alta alcurnia (papel que le acomoda como anillo al dedo) vestida de actor en el día para interpretar a su simbólico y amado “Romeo”, la aún joven actriz lograría un justo Oscar gracias a su auténtica y carismática personificación, Ahora aceptémoslo, Shakesperare in Love no era la mejor película de 1998, pero tiene y sigue guardando su encanto
40 – César debe morir (Paolo Taviani, Vittorio Taviani, 2012) – Basada en Julio César
POR EL FETT
Una de esas rarezas que pueden resultar odiables en una primera visión, pero que después puede mejorar debido a una impresión de adelantada experimentación narrativa, resultado de una mezcla de falso documental y sátira involuntaria. Ganadora del Oso de Oro de Berlín, narra como en una cárcel italiana los reos se disponen a presentar una obra sobre Julio Cesar, pero las cosas se empiezan a salir de control cuando cada uno asume el rol en sus propias vidas. Aunque carece de ritmo y muchas partes son más teatrales que fílmicas, el abordamiento sobre el poder de la autoridad dentro del mensaje de la obra de Shakespeare logra su cometido incluso dentro de su pretenciosa experimentación
39 – Theatre of Blood (Douglas Hickox, 1973) – Basada en Varias
Por Jose Roberto Ortega
Vincent Price y Shakespeare podrán tener poco en común, pero esta adaptación libre de sus obras resulta una rareza digna de mención. La historia de un actor shakespeariano quien, tras recibir pésimas críticas por su actuación y aguantar ser ridiculizado en una entrega de premios del gremio teatral, se dedica a perseguir y asesinar a los críticos que lo vapulearon para asesinarlos uno a uno, resulta en un slasher de alto nivel. No sólo por las ingeniosas muertes, cada una referenciando alguna obra del Bardo: desde Troilus y Cressida, hasta El Mercader de Venecia o Titus Andronicus, todas resultan llenas de un alto nivel de gore y comedia, pero el film sobresale sobre todo por la magnífica interpretación de un Price en su mejor nivel.
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38 – Rosencrantz and Guildenstern Are Dead (Tom Stoppard, 1990) – Spin Off de Hamlet
Por Jose Roberto Ortega
37 – Tempest (Paul Mazursky, 1982)
POR EL FETT
Un retrato que exhibe de manera tan realista como cínica la crisis de mediana edad en la piel de un hombre perseguido por la rutina y el estrés de la gran manzana, y que de un momento a otro decide abandonar a su familia y trabajo para exiliarse con una mujer más joven a una isla griega en búsqueda de paz y de un sentido o propósito que le otorgue energía para sobrevivir el resto de su vida. Toda película que inmiscuya a Cassavetes debe de tener impresa el sentido neorrealista de Cassavetes, absorbiendo siempre el estilo del director en turno, y esta no es la excepción. De una duración un poco excesiva, las actuaciones rescatan una narración reiterativa, destacando la presencia de Raul Julia como un pastor de cabras de aquella isla
36 – Romeo y Julieta (Miguel M. Delgado, 1943)
Por Flaco Cachubi
La cuarta colaboración del actor Mario Moreno “Cantinflas” y el director Miguel M. Delgado, dió como resultado una divertida y libre adaptación del Romeo y Julieta de William Shakespeare. El guión de Jaime Salvador juega con las convenciones narrativas consiguiendo una efectiva parodia que transita por los caminos de la metaficción, presentando una puesta teatral dentro de una obra cinematográfica, rompiendo por momentos las cuarta pared e introduciendo diálogos anacrónicos y referencias fuera de contexto. En voz de Cantinflas, el siempre genial histrión Andrés Soler y un gran reparto, el verso Shakespeareano se convierte en una rima hilarante y lo que, de acuerdo al original debería culminar en tragedia, deriva en una alocada comedia de enredos. Eso sí, no ausente de romanticismo (obvio, uno menos poético pero más pícaro, cortesía del mimo de México).
35 – Romeo + Juliet (Baz Luhrmann, 1996)
POR EL FETT
La ambiciosa adaptación de la tragedia de William Shakespeare con la que Baz Luhrmann se daría a conocer, recibe una inyección de legitimidad gracias al uso de los textos originales del autor y de un acostumbrado y vertiginoso montaje. Por supuesto que el experimento no hubiera estado completo sin un reparto acorde para el colorido reto fílmico – teatral – musical, siendo uno de los principales Pete Postlethwaite, quien asume el papel del padre Lawrence. Rodando esas líneas de Shakespeare, el veterano las pronuncia con un dominio excepcional que hace tan palidecer como madurar a un aún joven DiCaprio. Una cinta cuestionable, pero de una excepcional vena actoral
34 – Lady Macbeth (William Oldroyd, 2016)
POR EL FETT
Aunque el personaje de “Lady Macbeth” refiere a la esposa del Lord escocés, principal influencia para que este cometiera el regicidio por el cual obtuviera el trono (dependiendo de la adaptación, Lady Macbeth puede variar en cuanto a su injerencia y manipulación), existe una novela corta del mismo nombre escrita por Nikolai Leskov, basada en el personaje escrito por William Shakespeare, que narra la historia de los crímenes de una burguesa rusa que comparte la ambición de la Lady escocesa pero bajo diferentes circunstancias y motivos. Aunque la primera adaptación de esta novela fue hecha por Andrzej Wajda en 1961, el remake británico protagonizado por una sublime debutante de nombre Florence Pugh, es una verdadera delicia de crimen y pasión
33 – My Private Idaho (Van Sant, 1991) – Basada libremente en Henry IV
POR EL FETT
Aunque no fue su entrada a la internacionalización, este crudo “coming of age” si significó aún en una muy tempranera etapa de su carrera, su identificación como narrador de la creciente juventud perdida de la generación X. Mientras otros directores volcaban sus esfuerzos en romances evocadores, Van Sant prefería sumergirse hacía lo marginal con la historia de dos prostitutos que se autodestruyen como símbolo de rebeldía consiente e inconsciente ante el abandono parental, ya sea en forma de ausencia física o bien el abuso. Esta oda a la soledad le significó a Gus Van Sant también un remordimiento que tardaría en removerse, pues poco tiempo después su protagonista, River Phoenix, trasladaría su soledad hacía la realidad, muriendo en 1993
32 – King Lear (Peter Brook, 1970)
POR EL FETT
Hay muchas adaptaciones del relato del Rey Lear escrito por William Shakespeare, y de donde quizá se erija como la mejor la libertina versión de Kurosawa, “Ran”, sin embargo, en cuanto a respetar las bases del relato original, tal vez sea esta la mejor (pero no más recordada, pues esa es la de Hopkins). El cuento del Rey que cede sus tierras a sus hijas ambiciosas y sedientas de poder es retratado aquí con mucha sofisticación y un diseño de producción espectacular, repleto de intrigas y tragedias familiares. Por supuesto que la actuación de Paul Scofield es el punto fuerte de su narración, manifestando tanto la fuerza como la posterior fragilidad de su personaje.
31 – Hamlet (Franco Zeffirelli, 1990)
POR EL FETT
Muy querida versión del que quizá sea el relato más adaptado y conocido de Shakespeare, y que a pesar de tener ciertas incomodidades narrativas en cuanto al ritmo y la duración que imprime Zeffirelli, sus debilidades son solventadas por un sopresivo Mel Gibson en modus teatral, el cual logra un Hamlet más trágico y vengativo que en otras versiones “clásicas” del relato. Así mismo, persiste una vena comercial que deja explayar los desempeños de un reparto de ensueño (Close, Scofield, Holm, Bonham Carter), pero que también permite la espectacularidad debida a los momentos, monólogos y diálogos más conocidos de la obra. Quizá no sea la mejor versión (ni de Hamlet ni de Zeffirelli con Shakespeare), pero si representa una muy loable, tensa y entretenida adaptación
30 – 10 Things I Hate About You (Gil Junger, 1999) Basada en La Fierecilla Domada
Por Uriel Salvador
Una de las comedias románticas más icónicas de los 90, de argumento es bastante sencillo, lleno de situaciones divertidas y conmovedoras, cuya mayor valía es adaptar la conocida historia de William Shakespeare a tiempos más actuales sin sacrificar la narrativa clásica. Se apoya en un ritmo muy fluido y la música sirve como punto de anclaje para la narración y a la vez le da forma a la personalidad de los personajes. Heath Ledger y Julia Stiles tienen excelente química y regalan la escena más conocida (técnicamente el primer Guasón en bajar las escaleras), mientras que Joseph Gordon-Levitt es el principal involucrado en este lío amoroso
29 – The Northman (Robert Eggers, 2022) Basada en Hamlet
POR EL FETT
Es notable el dominio que ejerce Eggers durante al menos la mitad de su metraje. Su acto introductorio es dinámico, brutal y repleto de un horror “folclórico” apremiante, agregando sustancia incluso a lo ya visto en otros argumentos símiles de William Shakespeare. Pero a pesar de la calidad estética, el mejor valor narrativo no es la sangre, sino los lazos que forma la misma. Lo mejor en The Northman es que su venganza escapa del cliché y del convencionalismo del “bueno” y el “malo”, presentando una dualidad en todos sus personajes, bien definidos, y que retoman fuerza no solo gracias a los planos surreales sobre sus mitos y creencias, sino principalmente recayendo en las emociones y sentimientos humanos. La Reina de Kidman es una gran, gran villana.
28 – Much Ado About Nothing (Joss Whedon, 2012)
POR EL FETT
La adaptación es brillante, Whedon logra que un texto de William Shakespeare se convierta en algo totalmente contemporáneo a través de su dirección de arte; el director hace a su película disfrutable tanto para los comerciales como para los seres más allegados al llamado “cine de arte”. Así mismo se libra de la amenaza de la pretenciosidad al dialogar como William con un ritmo increíble y un comedy relief que convierte a la cinta en una experiencia igual de catártica como divertida ¿Las actuaciones? Excelsas, con sus actores fetiches Whedon logra algo increíblemente fresco y original que trasciende el plano teatral para convertirlo en un ejemplo de destreza audio visual memorable. Por favor, olviden que este cabrón hizo Avengers y dense el tiempo de ver esta película
27 – Richard III (Laurence Olivier, 1955)
POR EL FETT
Multi galardonada y sofisticada adaptación de la obra de William Shakespeare sobre el despiadado y ambicioso Richard III, que cerraría la trilogía del cineasta actor sobre los textos de William (Henry V y Hamlet, las anteriores). La producción es sencillamente impresionante y donde a pesar de esta rodada en interiores, el poderío directivo de Laurence Olivier se encarga de imprimirle un gran dinamismo a pesar de su ya acostumbrado y dogmático recurso en cuando a la utilización de los diálogos de época originales. Quizá Laurence en el papel no esté tan correcto como en otras ocasiones, un factor que es recompensado por una gran labor de su reparto y una serie de momentos que la llevan a ser considerada la mejor versión fílmica sobre esta obra
26 – La Caída de los Dioses (Luchino Visconti, 1969) Basada libremente en Macbeth
Por Edgar del Valle
La visión de este gran director sobre la realidad nazi, su ascenso y su ideología, a través de la autodestrucción de la poderosa familia siderúrgica Essenbeck y la propia autodestrucción de Alemania en los inicios de la asunción del poder absoluto por parte de Hitler. Una versión muy personal del director de la tragedia de Macbeth, en donde su riqueza intelectual se plasma en ocasionales referencias literarias y filosóficas y en verídicas predicciones bélicas. La cinta recibió una nominación al Oscar a mejor guion original y está considerada como uno de los mejores filmes italianos de todos los tiempos, al estar también dotada de una gran producción y espectacularidad.
25 – Henry V (Kenneth Branagh, 1989)
Por Jose Roberto Ortega
Una vez más a la brecha, queridos amigos. Adaptación atrevida y audaz, que imprime un tono dinámico a la obra de William Shakespeare sobre la lealtad, el honor y el liderazgo. El mayor logro se da en el manejo de cámaras y la edición, que ensalzan una ambientación impecable y actuaciones de primer nivel de su reparto. La actuación protagónica de Branagh es tan buena como su dirección, logrando reflejar en su Enrique las dudas internas, la pasión y la fuerza que el personaje amerita, no sólo en escenas como el discurso de San Crispín y la épica batalla de Agincourt, sino también en las pequeñas interacciones entre los personajes, resaltando la química en pantalla con Emma Thompson y Derek Jacobi. Catapultaría al estrellato a Branagh, mereciéndole nominaciones al Óscar por Dirección y Actuación
24 – Othello (Stuart Burge, 1965)
POR EL FETT
No se confundan, y es que Stuart Burge, que aparece como director, prácticamente solo fue un prestanombres en lo que es otra dirección y protagónico de Laurence Olivier sobre otro de los más célebres relatos shakesperianos, el cual cuenta con dos singularidades que la llevaron a ser una de las piezas con mayor valía actoral en el cine británico. La primera, es que estamos hablando de una obra de teatro montada para su transformación fílmica y donde el guion incluso es acreditado de manera directa a William Shakespeare; la segunda, es que a pesar de que dicho ejercicio suena “arcaico”, la dirección y las actuaciones se encargan de que sea todo lo contrario, manifestándose como una poderosa actualización de la historia original.
23 – Macbeth (Roman Polanski, 1971)
POR EL FETT
A su favor juega la sofisticación narrativa que Polanski siempre imprime a sus obras, por lo que su interpretación de la obra incluso puede notarse más fresca que varias de las que vinieron después de él. El problema viene en el engolosinamiento dramático de la misma, y es que con una duración de casi dos horas y media, Polanski resta mucha importancia a los personajes secundarios, que son claves para la estructura del propio Macbeth y su entorno, lo que causa que el relato se estanque en dos “presencias” que desembocan en interpretaciones y momentos reiterativos. Por otro lado hay que destacar que el recurso del “terror” es muy simple y bien logrado por parte del director, afianzando en su primer acto lo mejor del film.
22 – Much Ado About Nothing (Kenneth Branagh, 1993)
Por Jose Roberto Ortega
Comedia shakesperiana tan divertida como exhuberante, adaptada por uno de los hijos predilectos del Bardo: Kenneth Branagh. Branagh crea una atmósfera única y agradable en todo momento, no sólo por sus valores de producción sino por la aparente simpleza en la dirección, que resulta ser todo lo contrario: un dominio no sólo escénico sino narrativo. Los diálogos inteligentes e intensos entre Benedick y Beatrice reflejan una química pocas veces igualada en otras representaciones, y la pasión entre Claudio y Hero capturan lo mismo la dulzura que la pasión. Con altos valores de producción, está adaptación ejemplifica la pasión, comedia y ligereza de las obras de Shakespeare, con un reparto multiestelar, los papeles de Branagh, Thompson, Denzel Washington y la dulzura de Kate Beckinsale, aunque con una piedra en el zapato: Keanu Reeves, quien no logra alcanzar el nivel del resto del reparto.
21 – Hamlet (Kenneth Branagh, 1996)
Por Jose Roberto Ortega
Kenneth Branagh dirige y se pone al frente de un impresionante casting plagado de estrellas, para re-contar la historia del Príncipe de Dinamarca, quien se enfrenta al asesinato de su padre, a la boda inminente de su madre con su tío y a los vientos de guerra que se aproximan. Quizás sea esta la adaptación más literal de la obra del Bardo, pero la mano de Branagh logra de alguna manera rejuvenecer la historia, a la vez que respeta el canon y logra alcanzar dimensiones épicas. Las escenas de duelos, los espectros, la locura y las venganzas hacen que sus cuatro horas de duración sean una mera anécdota y que cada minuto sea disfrutable, sobre todo por la impecable música, fotografía y ambientación, amén de los diálogos clásicos de la obra, que aparecen íntegros en este metraje.
20 – The Taming of the Shrew (Zeffirelli, 1967)
POR EL FETT
Fuera de la pantalla, se dice que el matrimonio Taylor – Burton era igual o más de feroz que sus papeles, algo lógico y comprensible a la hora de ver su tóxica pero natural química en la pantalla. Una comedia romántica de época basada en la obra de William Shakespeare, Taylor interpreta a una acaudalada doncella que, al acceder casarse con un caballeo cínico, pobre pero encantador, accede a ser “domada” para convertirse en una fiel y obediente esposa, y así poder ayudarle a su marido a ganar una apuesta después de su luna de miel. Muy divertido argumento que guarda de manera obvia una sátira a la sociedad inglesa y un mensaje oculto dentro de la supuesta represión y lucha de sexos. Franco Zeffirelli respeta el rigor de época, pero también la feroz química del matrimonio
19 – Macbeth (Orson Welles, 1948)
POR EL FETT
Un corazón enamorado de William Shakespeare lleva a cabo una adaptación cuasi teatral donde destaca no sólo su rigurosa y tremenda actuación, sino el respeto a los textos de legendario escritor así como la ambientación que el “Welles director” logra para proyectar de manera onírica una puesta en escena ajena a cualquier súper presupuesto hollywoodense. Una de las 3 obras que Orson hizo sobre los textos de Shakespeare, podría ser tanto la peor como la mejor dentro de su filmografía; la peor porque injustamente carece de algunos elementos fílmicos sin el presupuesto necesario para encausarlos, pero la mejor por la recreación casi heroica y la atmósfera sombría y oscura que pasionalmente consigue, además de su portentosa actuación reflejo de su estatus teatral.
18 – The Hollow Crown (2012) – Basada en Ricardo II, Henry IV, Henry V y Ricardo III
POR EL FETT
Soberbia mini serie de 7 capítulos especialmente recomendada para los fans de hueso colorado de William Shakespeare, y que narra las tragedias monárquicas de Ricardo II, Henry IV, Henry V y Ricardo III a través de un reparto majestuoso con los nombres de Ben Whishaw, Benedict Cumberbatch, Jeremy Irons y Tom Hiddleston. Independientemente de su gran valía como una de las más completas adaptaciones del autor, la división de capítulos y su magnífico ritmo logran compaginar lo que en realidad es un thriller político repleto de muertes, misterios y complots, amalgamando todas las subtramas en 7 interesantes arcos que son tan complementarios como independientes. La labor de diseño de producción en todos sus ejes es otro gran plus de este documento audiovisual poco conocido
17 – Yellow Sky (Wellman, 1948) Basada en La Tempestad
POR EL FETT
William A. Wellman fue un director adelantadísimo a su época, siendo quizá su principal aporte la deconstrucción del género western para situarse en al menos dos ocasiones entre lo mejor del rubro. Esta pieza es un claro ejemplo, una adaptación de “La Tempestad” de William Shakespeare donde el cineasta no solo mezcla el noir y un intenso arco dramático, sino también esboza las primeras imágenes de lo que podríamos calificar “crepuscular”, con una violencia gráfica no común para la época con todo y la inclusión de una femme fatale. El relato siempre crece en intensidad, suspenso y “tempestad”, conservando también ese pesimismo de la Guerra, tanto por su año de filmación como por su época narrada, después de la Guerra Civil. Gregory Peck y Anne Baxter están geniales
16 – The Tragedy of Othello: The Moor of Venice (Welles, 1951)
POR EL FETT
Ha ganado culto con el tiempo no por su calidad, sino por el esfuerzo y su “background”, siendo una historia de producción tan compleja que incluso da para filmar una película acerca de ella. Ganadora del gran premio del Jurado en Cannes, la extraña pero visualmente poética adaptación de Welles sobre el relato de celos de William Shakespeare, fue la primera cinta ganadora del festival sin nacionalidad, pues debido a sus problemas (tardó cuatro años en producirse y estrenarse), tuvo que tomar producción marroquí tras varios problemas con los ejecutivos franceses, italianos y americanos. Welles derrocha en este hermoso accidente, algunos de sus pasajes técnicamente más elocuentes y hermosos, haciéndola una indispensable dentro de su filmografía
15 – Los canallas duermen en paz (Kurosawa, 1960) Basada en Hamlet
POR EL FETT
Un claro segundo noir de Kurosawa, y otras de sus joyas menos conocidas, pero igual de resplandecientes. El más perspicaz podrá encontrar varios libres pasajes de otra obra shakesperiana, Hamlet, sin embargo, su verdadera resonancia radica en la actualización del valor de la justicia, enmarcada en una venganza de índole social, como si se tratara de un “ronin” moderno atrapado en una cinta del cine negro. Maravillosa y repleta de ricas e interesantes matices sociales muy propias de la época, Kurosawa también repara sobre la opresión y corrupción corporativa, otro de los temas que gustaba de narrar, cuando estos estos eran un propio reflejo de la maldad humana
14 – Henry V (Olivier, 1944)
Por El Fett
La primera de su trilogía sobre William Shakespeare (Henry – Hamlet – Richard) no solo es la más grandilocuente (recibiría Oscar honorífico por los meros valores de producción y por haber dirigido, actuado, escrito, producido y hasta editado), sino también la más adaptable a un lenguaje fílmico. Sorprende pues que en esta primera epopeya, Olivier decida abandonar por momentos su “teatralidad” para imprimir un ritmo mucho más ágil gracias a las ventajas técnicas del cine, cosa que no hará en las consecuentes. Siendo también la primera dirección fílmica de su carrera (solo dirigiría 7), Olivier demuestra un dominio nato de la pantalla grande también soportado por la experiencia previa y el hecho de haber dirigido dos versiones teatrales del relato en el 37 y el 42, logrando aquí un lucimiento en la recreación de la época, sus asedios y por supuesto su actuación.
13 – Richard III (Richard Loncraine, 1995)
POR EL FETT
Es un regocijo admirar el máximo talento teatral de Ian McKellen al servicio de una adaptación tan peculiar y exacta como esta, que a pesar de ser por momentos narrativamente torpe y de un ritmo muy cuestionable, basta con que McKellen aparezca en escena para literalmente hipnotizar a la audiencia con su cínico, desmoralizado e hijo de puta y fascista villano. Una versión modernizada y muy bien llevada de la clásica novela de, William Shakespeare, pero que en lugar de una Inglaterra medieval se nos transfiere a los años 30, cuando estalla la guerra civil y las dos familias más poderosas se enfrentan por el poder; Magneto puede ser “cool”, Gandalf sin duda su entrada a la posteridad de la cultura pop, pero Ricardo III es sin duda su rol dramático – fílmico más emblemático.
12 – The Lion King (Roger Allers, Rob Minkoff, 1994) Basada en Hamlet
Por el Cine Actuario
Estamos hablando de quizás, la película de Disney más completa post Walt Disney; desde sus personajes carismáticos y bien diseñados, sus números musicales épicos (que incluye a Elton John), su temáticas sombrías y maduras alrededor de la muerte (siendo el acercamiento más fuerte en una cinta de Disney), los conflictos internos referentes a la personalidad (ser o no ser, recuerda quien eres) pero sobretodo sus enseñanzas acerca de entender el significado de la vida y el rol que jugamos cada uno en este delicado ecosistema. Está adaptación de Hamlet se ganó merecidamente un lugar en el corazón de los espectadores y consolidó a Disney en los 90’s como el león en la selva de la animación y sin preocuparse ¡Hakuna Matata!
11 – A Midsummer Night’s Dream (Willian Dieterle, Max Reinhardt, 1935)
Por Jose Roberto Ortega
10 – Forbidden Planet (Fred M. Wilcox, 1956) Basada en La Tempestad
POR EL FETT
El género de ciencia ficción sufriría una drástica transición hacia finales de los 50, década en la que dejaría atrás todo esbozo del elemento fantástico (que conservaba desde su misma concepción con una de las piezas que originó al mismo cine, Viaje a la Luna). Dejando atrás a los invasores de otros mundos y/o experimentos científicos fallidos, emergería dentro de esta incertidumbre una aventura especial que detonará muchas de las influencias argumentales de futuras obras, y en donde el humano saldría de la tierra no solo para una exploración planetaria, sino también para cimentar ciertos elementos alrededor de otros planos dimensionales. Divertida y fundamental para comprender el género, con Nielsen como héroe espacial, una sensual “Alta” y el fiel Robbie
9 – West Side Story (Robert Wise, 1961) Basada en Romeo y Julieta
POR EDGAR DEL VALLE
Dirigida por Robert Wise y Jerome Robbins, dos pandillas rivales de la ciudad de Nueva York afectan el amor que existe entre un joven hombre y una mujer que pertenecen cada uno a uno de los grupos. Con música compuesta por Leonard Bernstein, fue nominada a 11 premios Óscar y ganó 10, incluido el de mejor película y mejor director, siendo el primero que recibiera Wise dentro de su carrera (y del género). Considerada «cultural, histórica y estéticamente significativa» por la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos y seleccionada para su preservación en el National Film Registry, esta readaptación cultural de Romeo y Julieta se conserva como uno de los mejores musicales en la historia.
8 – Falstaff – Chimes at Midnight (Orson Welles, 1965) – Basada en Ricardo II, Henry IV y Henry V
Por Jose Roberto Ortega
7 – The Tragedy of Macbeth (Joel Coen, 2021)
POR EL FETT
Aunque Coen apostó más por lo elementos que influyen en Macbeth que por desarrollar al personaje en sí, la apuesta estética fiel al expresionismo alemán hacen de esta versión una delicia visual, incrustando momentos de rotunda imaginería y terror gracia a la mejor bruja(s) fílmica hasta el momento (una adaptación tétrica). Otra de sus ventajas es su literal esposa, una Frances McDormand que brilla como Lady Macbeth y que a pesar de sufrir también un desarrollo fugaz y acelerado, se sostiene gracias a su nivel actoral. Hay muy películas que uno deseará duraran más, y esta es una de ellas, y es que Coen luce atrabancado durante los primeros tres cuartos de su metraje, mejorando de manera rotunda hacía su conclusión y clímax
6 – Trono de Sangre (Akira Kurosawa, 1957) – Basada en Macbeth
POR EL FETT
La película favorita de Wim Wenders es una adaptación de otra de las fuentes favoritas de Akira Kurosawa, la de William Shakespeare, en este específico caso la historia de Macbeth trasladada al Japón feudal con una excelsa crueldad y surrealismo que hielan la sangre. Aun cuando muchos la apoyan como la mejor adaptación del relato del lord escocés al cine, Akira se infiltra en el texto para cambiar a su favor varios pasajes y personajes y así lograr que tanto el entorno como “Lady Macbeth”, tengan más injerencia y sean percibidos como constantes y sombrías amenazas. Queda claro también que el cineasta no olvida su pasado anti político, volcando en el Trono aspectos que afectan a la sociedad regida por el afectado y demente monarca.
5 – Macbeth (Justin Kurzel, 2015)
POR EL FETT
Una excelente obra de Kurzel a la fecha incomprendida, que a la par de su vigoroso empeño visual, convierte al relato de William Shakespeare no solo en una de sus adaptaciones más precisas al cine, sino también más brutales, solemnes e íntimas. Incluso Kurzel se muestra propositivo en la deconstrucción de su héroe caído, relegando a Lady Macbeth a un rol muy olvidable (la parte más criticada de la adaptación, sin duda) y dotando de mayor trasfondo psicológico al Lord escocés, que en manos de Fassbender crea una tan empática como odiosa representación del complejo personaje. El tramo final no solo es bellísimo de manera visual, sino que también da otra dimensión al propio Shakespeare, el cual hubiera estado satisfecho.
4 – Julius Caesar (Mankiewicz, 1953)
POR EL FETT
Una de los mejores dramas épicos de todos los tiempos, lo que logra Joseph L. Mankiewicz a partir de los textos de William Shakespeare y sobre la historia del dictador romano, es dar una clase narrativa centrada en la estructura de sus personajes, los cuáles son diseccionados como elementos cuasi educativos para comprender el autoritarismo político desde su manifestación más básica. Un Marlon Brando imponente y brillante, esta obra se situaría dentro de su gran clímax como actor, un año de antes del Nido de ratas y uno después del melodrama del tranvía de Kazan, obviando el por qué quizá estemos hablando del mejor actor en toda la historia. No hay desperdicio, cada detalle de producción, diálogo y plano aquí es meticulosamente cuidado
3 – Romeo and Juliet (Franco Zeffirelli, 1968)
POR JOSE ROBERTO ORTEGA

2 – Hamlet (Olivier, 1948)
Por El Fett
Estamos quizá ante la mejor adaptación fílmica de Hamlet de William Shakespeare, donde Oliver con toda libertad creativa encausa también uno de los mejores testimonios del “teatro llevado al cine” con una producción y libreto impecables, el primero adepto a los valores técnicos del celuloide, y el segundo respetando todos los parámetros fijados por el autor original ¿Era Olivier la reencarnación de William? Difícil negarlo como una posibilidad, pero lo que sí se puede asegurar es que fue el mejor Ricardo, Otelo, Enrique y por supuesto Hamlet, confirmado no solo por el Oscar a la mejor película y actor, sino también por el Globo, el BAFTA y el León de Venecia. La inmersión tanto narrativa como histriónica que Olivier logra en aquel príncipe danés llega a tal grado de hacernos pensar si la cinematografía ya existía en el siglo XV
1 – Ran (Akira Kurosawa, 1985) Basada en King Lear
POR EL FETT
Su última joya quizá sea las más preciada, precisa y preciosa, una fábula bélica armoniosa de principio fin que denota la experiencia narrativa adquirida por todos los años y donde se despliega una cátedra de equilibrio entre el contexto, ritmo y apartado visual. Akira Kurosawa no tiene piedad, la traición a la sangre es bárbara y se encargará de mostrarlo. Su técnica visual, su William Shakespeare, su Ford, su samurái, su honor, su linaje, su mujer como demonio y el amor a su adaptación, estilo y nación se funden en conjunto en una consecución simbólica que funciona como auto homenaje a toda su obra. Lo mejor de su cine se traduce en la secuencia de la invasión a la última fortaleza, una secuencia maestra y categóricamente dirigida digna de ver una y otra vez y resguardarse en los anales más elementales del séptimo arte ¡Larga vida Kurosawa!