Las 5 Mejores Películas de Alberto Sordi
Alberto Sordi fue uno de los más reconocidos elementos de la comedia italiana, y a gusto de un servidor, el actor humorístico más natural de su país y de dicha corriente. Con más de 150 créditos en el cine y la televisión, Sordi trabajó prácticamente bajo las órdenes de los más grandes cineastas italianos (y de otras naciones), experimentando también el guionismo y la dirección, pero sin la misma suerte que experimentó como histrión
Otra de sus cualidades sería su voz, talento que también aprovechó para fungir como narrador en variados proyectos. Su carisma y personalidad, así como su decisión de salir del foco mediático hasta el día de su muerte, lo convertirían en una de las figuras más queridas dentro de la estela fílmica europea. Recordemos a Alberto Sordi con sus mejores películas
Bonus – Los Complejos (Risi, Rossi, D’Amico, 1965)
POR EDGAR DEL VALLE
Película conformada por tres historias, una de ellas protagonizada por Nino Manfredi, como un tímido empleado enamorado de una colega, con la que trata de intimar en una excursión. Una película que quizá no fue valorada como se debiera en su estreno, tanto por el público como por la crítica, pero que con el tiempo se convirtió en una cinta de culto dentro de la comedia y de los títulos episódicos tan propios del cine italiano. Una verdadera joya dentro del género de las historias corales, además de Manfredi, Tognazzi y Sordi completan la tripleta protagónica, en lo que también es una sátira a los arquetipos sociales, físicos y sexistas de aquella época italiana. Hay que rescatar esta cinta de donde la encuentren
5 – Detenido en espera de juicio (Nanni Loy, 1971)
POR EL FETT
Uno de los relatos que no solo define, sino que mejor han causado esa maldita sensación de impotencia y por ende empatía hacía con “el pobre diablo en cuestión” y en consecuencia, odio y crítica hacía un sistema burocrático inutilizado por la estupidez humana y la falta de tolerancia. Alberto Sordi está tan trágico como fenomenal en un “tour de force” donde un hombre, al regresar a su amada Italia tras 8 años de ausencia en Suecia, es detenido en la frontera italiana sin ninguna explicación, imposibilitándole no solo sus vacaciones, sino llevándolo en un viajes sui generis a través de las autoridades en donde la comedia se transformará en una sórdida tragedia. Totalmente atemporal, es un relato aún vigente
4 – El Jeque Blanco (Federico Fellini, 1952)
POR EDGAR DEL VALLE
Cinta dirigida por Federico Fellini, se trata de una comedia agridulce sobre una pareja provinciana viaja de luna de miel a Roma, en donde la novia conoce y pasa el mayor de su tiempo con su ídolo de fotonovela ante la desesperación del marido. El personaje del Jeque Blanco dio a conocer a Alberto Sordi, cuya carrera despegaría con su papel en I Vitelloni (“Los inútiles”) en 1953, del mismo Fellini. La cinta emerge como una curiosidad del propio director, y es que a diferencia de toda su obra, el tono que aquí se maneja se asemeja más a la tragicomedia italiana; si bien Fellini no deja de manifestar su estilo narrativo propio en la representación de la decadencia social, si es notable su experimentación directiva en esta corriente
3 – I Vitelloni (Fellini, 1953)
POR EL FETT
Una de las 10 preferidas películas de Kubrick, la primera gran obra de Federico Fellini y en un plano mucho más pasional, también un manifiesto semi autobiográfico con el que el gran director oficializaba su entrada a la historia a través de la narración de sus propios defectos de índole personal, pero al mismo tiempo de sus grandes cualidades artísticas. Este estudio de personajes refiere a cinco literales “inútiles”, vagos, que nunca han trabajado y que se aprovechan de la buena gente de un pueblo adriático, para por primera vez equilibrar el gran trasfondo y construcción de sus protagonistas, con la injerencia social y del entorno de los mismos, un empate narrativo que desemboca en uno de los ejercicios fílmicos más empáticos y nostálgicos de la historia
2 – Sembrando ilusiones (Luigi Comencini, 1972)
POR EL FETT
Tomen lo mejor de la tragicomedia italiana y combinénlo con un relato de tensión constante alrededor del juego de cartas y la ludopatía, cuando un matrimonio pobre de Italia encarnado por Alberto Sordi y Silvana Mangano, se enfrenten a una americana millonaria y su mayordomo interpretados por una monumental Bette Davis y un sutil pero divertidísimo Joseph Cotten. Esta es una de esas rarezas exquisitas en donde todo un pueblo se ve insmiscuido en un juego que dura 24 horas y en donde pasará de todo, menos la glorificación de dicha adicción. La química y mezcla entre los grandes actores de estos países es inconmesurable, dando como resultado grandes secuencias de suspenso y comedia por igual, coronados por un final tan abrupto como maravilloso que incluso merece su lugar en los anales de los mejores giros de tuerca
1 – La Gran Guerra (Mario Monicelli, 1959)
POR EDGAR DEL VALLE
Comedia con cierta parte de drama, dirigida por Mario Monicelli, en la cual Alberto Sordi da vida a un soldado que, en la primera guerra mundial, lucha en el ejercito italiano junto a otro compañero (Vitorio Gassman), cuya amistad esta unida a su cobardía y que los guía a un afán de supervivencia, que de repente se convierte en un ejemplo de heroísmo. Destacada actuación del célebre actor en esta cinta, quizá incluso su mejor, y equilibrando junto a Gassman uno de los mejores retratos de dicha corriente fílmica, en la que la tragedia se funde junto a la comicidad para recrear entre sonrisas y crudeza una realidad íntima y empática. En su momento fue nominada al premio Oscar como mejor película de habla no inglesa y que recibió el León de Oro en el Festival de Venecia.