Las 5 Mejores Películas de Ann Sheridan
Por la culpa de su hermana, que envió una foto suya y sin su permiso a Paramount, Ann Sheridan ganó un concurso de belleza, abandonó sus estudios y se empleó bajo la productora para convertirse en una de las estrellas clave de Hollywood en las décadas de los 30 y 40’s.
Dotada de una enorme belleza, pero principalmente de una gran presencia, rapidamente Ann Sheridan se posicionaría con solvencia dentro del noir, el thriller, el drama y el western, denotando una gran versatilidad y eficacia sobre todo dentro de papeles de reparto. Su carrera fílmica prácticamente se apagaría para la mitad de los 50, viendo la pantalla chica como una opción ideal, pero desgraciadamente fallecería muy joven, a la edad de 51 años.
Recordemos a Ann Sheridan con sus Mejores Películas
Dodge City (Curtiz, 1939)
Por El Fett
Olvidado western y quizá el mejor ejercicio de dicho género para Michael Curtiz, que gustaba de combinar su clásico estilo de aventuras dentro de los parajes del viejo oeste. La trama es la convencional, donde un hombre errante llega a Dodge City a imponer justicia y enfrentarse a un clan mafioso para liberar a la comunidad, sin embargo encuentra su distintivo en dejar de lado el cierto pesimismo de Hawks o Ford al abordar el western de una manera más “feliz” dentro de un año que fue de gran relevancia para el rubro. Así mismo, hay que tomar en cuenta algún par de secuencias legendarias, sobre todo la de la pelea en el salón, y en donde parece que la energía y la aventura de los piratas o Robin Hood han llegado al oeste
4 – Edge of Darkness (Lewis Milestone, 1943)
POR EL FETT
Aunque es una película hecha de manera muy obvia para servir como propaganda motivacional y bélica en contra de la invasión europea en contra de los nazis, destaca no solo el cambio de entorno, sino también un argumento que se aleja de las grandes batallas o sucesos de la Segunda Guerra para adentrarse en aquellas comunidades afectadas y que lucharon con pequeños grandes héroes y valentía en contra de la opresión. Situada en Noruega, Ann Sheridan y Errol Flynn serán los encargados y líderes de esta imposible sublevación, y en donde el objetivo narrativo de Milestone se enfoca en hacer resaltar la valentía de los caídos en una muy eficaz expresión de hermandad fílmica con algunos olvidados aliados.
3 – They Drive by Night (Raoul Walsh, 1940)
POR EL FETT
Gran combinación entre thriller y noir que fue el causante no solo de exponer la presencia de Ida Lupino, sino también de erigirla como una de las piezas fundamentales del cine negro en lo que para muchos es su mejor y más odiosa actuación, la de la esposa de un empresario dueño de camiones que se encuentra obsesionada por uno de los trabajadores, un George Raft también genial y que, en su asociación con Bogart, despliega una historia sobre fraternidad, traición e infidelidad del más alto nivel y tensión. De un ritmo fabuloso y una muy oscura historia de chantaje, la cuarta y no menos genial ficha es Ann Sheridan, que aquí manifesta un papel si bien también seductor, más equilibrado hacía el amor puro e inocencia, y que sirve para dar contrapeso a la maldad del personaje de Lupino.
2 – Angels With Dirty Faces (Curtiz, 1938)
POR EDGAR DEL VALLE
Con un reparto de lujo, Michael Curtiz consigue lo que para algunos es su mejor película tras “Casablanca”. El director que contó con un guion rico en matices y sinceridad de contenidos en la historia de unos amigos de la infancia que toman rumbos diferentes, uno al convertirse en sacerdote y otro en un gánster que se ven enfrentados por diversas circunstancias. Los personajes están dibujados con profundidad y coherencia y la fotografía ofrece un soberbio juego de contrastes de negros y grises diversos, que se transforman en opresivos hacia el final de la obra. Es una de las mejores películas del género, Ann Sheridan servirá como una fastuosa contraparte femenina a la figura de Cagney, ofreciendo una gran presencia dramática y física.
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1 – Kings Row (Sam Wood, 1942)
POR EL FETT
Uno de esos grandes melodramas que por su contexto y adelantada coralidad narrativa se convierte también en un esbozo semi histórico y cultural sobre la transición de la juventud hacía el nuevo siglo, pero aquel de 1900. Wood expone temas complejos, pero sin ser explícitos, y que van desde el abuso y el incensto hasta el descubimiento sexual de un grupo de jóvenes de una pequeña comunidad que va viviendo más tragedias que aventuras en el complicado cambio de siglo, sujetos a la merced de sus padres y con pasiones ocultas en una aspiración constante por escapar de aquel microcosmos. Ann Sheridan sin duda regala la mejor actuación de su carrera como parte de este grupo como una mujer recia, seductora y decdida.