Las 5 Mejores Películas de Anna Paquin
Cuando ganas un Oscar a los 11 años y tu fama explota, debe ser un suceso canónico que no se debe pasar por alto. Y eso fue lo que le pasó a Anna Paquin, la cual, a pesar de tener un gran talento, nunca pudo sostenerse y posicionar su carrera de forma sólida, teniendo destellos de su buen registro dramático por aquí y por allá.
La segunda ganadora más joven del Oscar, volvió a resurgir cuando los X-Men hicieran su aparición en el cine, dotándola también de la oportunidad de entrometerse en producciones de índole más independiente. Anna Paquin cuenta al día de hoy cn 55 créditos, y no se le ha visto en el cine ni la televisión desde 2023 (y hasta nuevo aviso). Celebramos el cumpleaños de esta buena, fugaz y bella actriz con sus mejores películas
Bonus – The Squid and the Whale (Noah Baumbach, 2005)
POR EL FETT
En su transmutación para convertirse en una copia barata de Woody Allen, Noah Baumbach dio muestras de su poca originalidad directiva en uno de sus primeros films, y definitivamente su mejor. Aunque toma algunos aspectos en cuanto al tono de los diálogos y la progresión de eventos del cine de Allen, el alumno logra que el relato se sienta intimistamente honesto al centrar el conflicto principal desde la perspectiva adolescente, un divorcio – duelo con el que tendrán que lidiar los protagonistas, y que permite una excelente construcción de su entorno, incluidos sus padres, unos increíbles Jeff Daniels Laura Linney y Anna Paquin. Sin manipulación o melodrama, Baumbach logra una crítica tan desgarradora como ácida sobre la mala crianza de los hijos.
Bonus – Almost Famous (Crowe, 2000)
POR EL FETT
Existe un hueco de extraordinario apogeo y transición musical llamado los 70’s, época en donde brotaron el mayor número de bandas y corrientes musicales en la historia encausando así la idealización “aspiracional” del “rockstar”, y con este, todo un nuevo “american way of life” y los sequitos y grupos de referencia a su alrededor. No estoy dando una clase de cultura, sino un análisis narrativo de la auto biográfica cinta de Cameron Crowe, una pieza nostálgica e infravalorada venida de un sobrevalorado autor, al cual se le agradece que su mayor talento haya sido su propia experiencia juvenil relatada aquí con carisma, corazón y mucho rock. Quizá el mejor año de la carrera de Anna Paquin, y es que junto a esta se encuentran un par próximas más
5 – Finding Forrester (Van Sant, 2000)
POR FLACO CACHUBI
En Finding Forrester de Gus Van Sant, Connery ofrece lo que podría llamarse una breve pero sustanciosa actuación. Las pocas apariciones de su personaje son lo que le pone la sal y pimienta a una obra que engrosa la larga lista de cintas sobre el triunfo del espíritu, con su respectiva cuota de sentimentalismo, no por ello dejando de ser rescatable. En su penúltima aparición en pantalla, Connery interpreta a un anciano escritor recluido en un departamento, cuya vida se cruza accidentalmente con la de un muchacho afroamericano con quien desarrolla una amistad basada en el gusto de ambos por la literatura. Un buen papel de Anna Paquin, que le serviría para equilibrar sus roces dramáticos y comerciales al resurgir con la anterior, esta y X-men
4 – 25th Hour (Lee, 2002)
POR JOSE ROBERTO ORTEGA
Monty ha sido condenado a 7 años de cárcel y cuenta con 24 horas antes de ingresar a prisión. En esas horas intentará una reconciliación con las personas cercanas a él: su padre, sus dos mejores amigos y su novia (de quien sospecha lo haya delatado). Recargado en una fotografía envolvente y en una edición propositiva que obliga al espectador a ver distintos ángulos de lo que sucede, Spike Lee escribe una carta de amor y odio a la ciudad de NY, tomando como base el derrumbe de su estructura y su modo de vida, poniendo a prueba sus fortalezas, su resiliencia, exponiendo sus heridas y deseando su reconstrucción, reflejando en el destino de Monty el porvenir de una ciudad que recién había sufrido el 9/11.
3 – The Irishman (Scorsese, 2019)
POR EL FETT
The Irishman es vida, obra y testamento de Scorsese enmarcado en cine de otro nivel. No es su mejor film, pero si el compendio fílmico más completo sobre su estilo técnico, auditivo y narrativo, apoyado en una adaptación sublime que gracias al estatus de su director permite la estructuración precisa de cada uno de sus personajes debido a la larga duración. Si bien es cierto que por momentos el relato se puede sentir pesado, no es por un error de Scorsese, sino por nuestro propio conductismo, desacostumbrado en la época actual a este tipo de clases cinematográficas dentro de un entorno donde se ha perdido de vista el verdadero concepto artístico del cine. Anna Paquin tiene un soberbio y olvidado papel como la hija del sicario, mostrando una fuerte y profunda carga emocional
2 – X-Men (Bryan Singer, 2000)
Film de significante importancia para asentar varias de las bases que definirían el rubro durante posteriores años, estableciendo a una gama extensa de personajes casi en su totalidad bien estructurados y lo que es más importante, logrando una empatía hacía con el espectador al situar y comparar con agradable pericia la problemática mutante con la realidad del racismo y de la discriminación hacia algunos grupos sociales y/o culturales. Un libreto que alcanza su mayor virtud en los momentos dramáticos, la soberbia química entre Xavier y Magneto acaparan los mejores momentos y diálogos, y Singer construye con un presupuesto debajo del promedio, una pieza de mucho valor para el subgénero en una época anterior a la proliferación. El resurgimiento de Anna Paquin como Rogue en esta y la segunda parte son dignos de aplaudir
1 – The Piano (Campion, 1993)
POR EL FETT
Hay algo en El Piano de Jane Campion que la convierte en una película incomparable, y eso es el contraste que logra a partir de lo exquisitamente visual que es, a la par de la intensa violencia que narrativamente sugiere, forjando un cuadro románico erótico, trágico e inexplicable, nacido del chantaje y del abuso, y que poco a poco se va trastornando en placer, sumisión, obediencia y por supuesto… obsesión. El amor queda tan varado como el piano en una primera instancia, mera excusa para desarrollar un trío romántico con una sola y real víctima, la inocencia (metáfora también del amor), encarnada en una Anna Paquin tan adorable como inmersa en su papel, quizá regalando la mejor actuación que una niña haya logrado en la historia.