Las 5 Mejores Películas de Anthony Quayle

El 7 de septiembre de 1913 nace el actor y director británico Anthony Quayle, nominado a un Oscar al mejor actor de reparto en 1969 por su interpretación del cardenal Wolsey en “Ana de los mil días”.

Reconocido sobre todo por su participación en el teatro, después de su participación en la segunda guerra mundial, acompañando en varias obras a su compañero y amigo Sir Laurence Olivier, Anthony Quayle incursionó en el cine en filmes como: “El hombre equivocado” (1956) dirigida por Alfred Hitchcock, La gran aventura de Tarzán” (1959), “Los cañones de Navarone “(1961) y en la película de David Lean Lawrence de Arabia (1962).

Hizo en varias ocasiones papeles de honrados oficiales británicos, aportando su propia experiencia durante la guerra. Como se mencionó en la introducción su papel cinematográfico más relevante lo desarrollo en el filme “Ana de los mil días”. (1969)

Anthony Quayle fue nombrado caballero en 1985 y falleció en Londres en 1989 a causa de un cáncer de hígado. Para recordar la fecha de su nacimiento, cinco de sus apariciones en la pantalla grande.

 

Bonus – The Wrong Man (Hitchock, 1956)

POR EDGAR DEL VALLE

Un hombre de familia es confundido por una empleada de una aseguradora con un ladrón que había robado allí unos días antes. Comienza entonces para él una angustiosa pesadilla. Basado en un hecho real y dirigido por el maestro del suspenso, sin el trabajo del magnífico Fonda, la película no hubiera resultado tan notable, brillante ni descriptiva. Considerada una obra menor del director, es la notable impresión de angustia y las maravillosas y trágicas actuaciones, lo que nos muestra no solo lo contrario a lo que marcó la crítica en el año de su estreno, sino también el porqué es considerado una de la mejores dentro de su filmografía. Anthony Quayle interpreta al abogado defensor del protagonista, un antagonista accidental debido a su inexperiencia en el caso y que hundirá aún más al “hombre equivocado”

 

5 – Lawrence of Arabia (David Lean, 1962)

Por EL FETT

El paseo que brinda Lean y su  prosa fílmica a través de su lente y sus ya característicos planos panorámicos son la causa de uno de los más complejos y entrañables relatos de metamorfosis humana frente a un conflicto bélico por demás irregular, donde los poderes sociales, culturales y políticos se adueñan de “La Figura” y de los seres que la rodean, siendo todos ellos incapaces de hacerle frente a Lawrence (Ni él mismo), un alma que se resistió a ser corrompida pero que sin casi notarlo, aceptará un falso confort y la destrucción de su corazón e ideales. Una cinta trascendental y bellamente estructurada, Anthony Quayle tiene un pequeño, pero excelente papel como el coronel británico consejero del del príncipe Faysal, un personaje hecho a la medida por su experiencia militar

 

4 – The Guns of Navarone (Thompson, 1961) 

POR EDGAR DEL VALLE

Una de las cintas bélicas más recordadas de su época, con un reparto multiestelar encabezado por Gregory Peck, David Niven, Anthony Quayle, Richard Harris, Anthony Quinn, Stanley Baker e Irene Papas. En la segunda guerra mundial, un grupo de hombres tratará de acabar con el fortín de Navarone, en donde se encuentran unos cañones del ejército alemán que no permiten el arribo de las fuerzas aliadas. Peck liderará este fantástico grupo ficticio (los sucesos nunca pasaron en la realidad), proveyendo el equilibrio perfecto dentro un super reparto y la amalgama de sus personalidades – personajes que vale la pena apreciar. Quizá para las nuevas generaciones haya perdido parte de su encanto, pero no deja de ser un clásico imperdible dentro del género bélico y de aventuras.

 

3 – Ice Cold in Alex (Thompson, 1958)

POR EL FETT

Extraordinaria y olvidada road movie que combina suspenso, aventura y belicismo mientras una ambulancia ocupada por soldados y enfermeras recorre el desierto con el objetivo de llegar a Alejandría, todo en el marco de la amenazante Segunda Guerra Mundial. J. Lee Thompson imprime una apremiante y claustrofóbica tensión en la interacción de estos personajes, resaltando la búsqueda de la redención y por supuesto una reflexión sobre la naturaleza del conflicto, ambos mayormente centrados en un misterioso soldado que será recogido en el camino (un formidable Anthony Quayle). Las actuaciones de primer nivel y ciertos símbolos que remembran a la diligencia de Ford, hacen de esta cinta una de esas joyitas enterradas por el tiempo

2 – Incompreso (Comencini, 1967)

POR EL FETT

A pesar de que Anthony Quayle nunca fue un actor de grandes registros dramáticos y una gama de emociones más bien un poco restringidas, la elección de sus papeles en el arquetipo del militar inglés o de hombres toscos y fríos de caracter lo hicieron brillar más allá de su talento. No es una queja, sino una gran habilidad y que el actor desplegó con creces en papeles tan versátiles como curiosos, siendo este uno de los más particulares, un drama paternalista italiano y de tono neorealista donde un consul inglés debe hacerse cargo de sus dos hijos tras la muerte de la madre, descuidando al hijo mayor por la preferencia del menor, y en donde Quayle denota una gran sensibilidad dentro de su propio arquetipo

 

1 – Anne of the Thousand Days (Charles Jarrott, 1969)

POR EDGAR DEL VALLE

En esta película dirigida por Charles Jarrott, Burton nos muestra su versatilidad al interpretar al Rey Enrique VIII de Inglaterra, sus caprichosos amorosos y su confrontación con la Iglesia a consecuencia de lo mismo. Richard Burton, en uno de sus trabajos más logrados y en una de las mejores encarnaciones que se han hecho de Enrique VIII (y eso es mucho decir, pues anteriormente ya había sido encarnado por el también formidable Charles Laughton). Pero muchos se olvidan del extraordinario Anthony Quayle y su única nominación al Oscar como el Cardenal Thomas Wolsey, un papel que demostraría su gran e infravalorado talento

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Edgar Del Valle    


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