Las 5 Mejores Películas de Atom Egoyan

La maestría como director de Atom Egoyan consiste en presentar la psicología de los personajes en historias complejas emocionalmente que siempre resultan interesantes a nivel narrativo.

Representante de la “Nueva Ola Canadiense”, su mezcla cultural es innegable: de origen armenio pero nacido en Egipto en 1960, nacionalizado canadiense, país al que su familia se mudó en 1963 tras los alzamientos políticos y nacionalistas en su país de origen.

El reconocimiento de crítica y público lo obtendría, sobre todo, tras la gran acogida que tuvo “Exótica”, ganando el premio de la crítica del Festival de Cannes, para consolidarse con su siguiente película: “Dulce Porvenir”, que nuevamente triunfa en Cannes y que le ganaría sus únicas nominaciones al Óscar, como Mejor Director y Mejor Guión.

Su cine se ha visto influido por su identidad armenia, pero también por otra de sus pasiones: la ópera, en donde se ha desempeñado como director y libretista:

 «Algunos espectadores quieren claridad absoluta, pero a mí me encanta sentirme perdido en el cine, recuperar imágenes y significados de formas inesperadas».

 

5 – Ararat (2002)

Por Jose Roberto Ortega

La idea de la “verdad” en un entorno complejo en el que las emociones y trastornos mentales resultan determinantes para comprender al individuo y a la sociedad. Bajo la aparentemente simple premisa de un hombre que es detenido en una revisión aduanal, por sospechas de llevar con él algo más que material para grabar una película, Egoyan deriva en un interrogatorio en el que el pasado y presente tanto del hombre en cuestión como del mismo agente encargado del proceso, se mezclan y convierten en un episodio catártico, en el que los ecos del holocausto armenio de 1918 son palpables, buscando a través de la narrativa un camino a la reconciliación y a la búsqueda de una verdad histórica. Altamente emocional, la dirección de Egoyan pareciera simplificar para el espectador una gran complejidad narrativa.

 

4 – Exotica (1994)

Por Jose Roberto Ortega

Navegando entre el thriller y el erotismo, Egoyan busca explicar el rol de los strip clubs en una sociedad en la que el sexo se llega a convertir en una obsesión, pero también en una forma de escape y catalizador. La historia de Francis, un auditor fiscal con graves secuelas psicológicas tras el secuestro y asesinato de su pequeña hija y la posterior muerte de su esposa, quien lidia con su vida personal a través de una extraña obsesión por Christina, una stripper. La forma en que la trama juega con los entresijos de la mente de su protagonista y con las obsesiones de la sociedad es inmejorable, el guion está construido de forma que los personajes se entrelazan a través de sus secretos y obsesiones, haciéndolo de forma orgánica y sutil

 

3 – Remember (2015)

Por El Fett

La venganza plasmada por Atom Egoyan, incluso en su corto tiempo de metraje, se atora repetidamente en vicisitudes ajenas a lo que propone desde un inicio contar, un relato sobre vejez, olvido y frustración que se ve manifestado en la historia de un viejo judío de 90 años y con Alzheimer, que busca al asesino de su familia durante el Holocausto. Si no fuera por la increíble actuación de Christopher Plummer, la cinta de Egoyan quedaría ahí, en el olvido que él mismo propone, sin embargo, es a través de la calidad inmensa del actor, que el relato alcanza picos de credibilidad y oscura dualidad muy loables, y que le han encontrado cierta estima en la crítica a pesar de su machucado desarrollo

 

2 – Felicia’s Journey (1999)

POR EDGAR DEL VALLE

En esta película dramática sobre una adolescente embarazada que sigue a su novio que busca trabajo en Inglaterra, estableciendo relación con un meticuloso gerente de una empresa de comidas. Interpretado por un inconmensurable Bob Hoskins, que borda su papel de un hombre con dos caras, una buena y amable, y otra muy distinta, el actor logra una de sus mejores interpretaciones (sin olvidar por supuesto su papel en la cinta “Mona Lisa”). La cinta estuvo nominada a la Palma de Oro como mejor película en el Festival de Cannes, siendo tal vez la obra más redonda del director Atom Egoyan

 

1 – The Sweet Hereafter (1997)

Por Jose Roberto Ortega

El accidente de un autobús escolar, que culmina con la muerte de 14 niños, se convierte en una demanda colectiva ante la que la comunidad y los sobrevivientes no coinciden, reaccionando de formas distintas ante la angustia y la ira que genera la situación, buscando encontrar sentido a la tragedia. Las relaciones disfuncionales entre padres e hijas se tratan magistralmente a través de dos personajes: el abogado del caso, quien poco a poco desenmaraña los secretos de la comunidad y con Nicole, una joven de 15 años, testigo clave, quien ha sufrido abusos en el seno familiar. Atom Egoyan aborda el tema con una alta carga emocional y dotando a la historia de empatía y sensibilidad, con un tono oscuro y apoyado en una partitura impecable con toques medievales, lo que le valiera el Gran Prix del Jurado en Cannes y nominaciones al Óscar como Mejor Guión y Mejor Director

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Acerca del autor

Jose Roberto Ortega    

El cine es mi adicción y las películas clásicas mi droga dura. Firme creyente de que (citando a Nadine Labaki) el cine no sólo debe hacer a la gente soñar, sino cambiar las cosas y hacer a la gente pensar mientras sueña.


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