Las 5 Mejores Películas de Bill Condon
Quizá Bill Condon sea uno de los directores con más claroscuros en la actualidad. Por un lado, te puede hacer tremendos bodrios de la saga de Twilight y el repugnante remake live action de “La Bella y La Bestia”, y por el otro algunas de las más sofisticadas biopics y musicales de los últimos años
Aunque estos dos tópicos definen prácticamente su carrera, Bill Condon también es conocido por preferir trabajar con actores veteranos, confiando el muchas veces convencional, pero eficaz tratamiento de su narrativa a la experiencia actoral, además de tocar con bastante eficacia y seriedad dramática el tema LGBT en algunas de sus mejores cintas.
5 – The Good Liar (2019)
Ver El Buen Mentiroso (The Good Liar) sin saber nada es un error, pues lo que de repente pareciera una historia de romance, tiene matices extraños hasta que la sangre en la pantalla declara que estás viendo otra cosa. Entre espionaje, estafas, asesinatos y romance, toda la experiencia es bastante confusa, pero lo suficientemente disfrutable gracias a la presencia de Helen Mirren e Ian McKellen. Aunque la dirección de Bill Condon decae en su mensaje final y en realidad algunos personajes se encuentran muy mal construidos alrededor de la pareja principal, los elementos de tensión se encuentran patrocinados por la química entre los dos veteranos, logrando por momentos destellos de un buen thriller
4 – Dreamgirls (2006)
POR EL FETT
Irónico que Bill Condon sea más conocido por este irregular, pero aún así vistoso musical que por su obra maestra como guionista, la adaptación de Chicago. Aún así, aquí se pueden notar de manera muy obvia los claroscuros del director, pues a pesar de que la coralidad lega a ser muy confusa, un par de historias alrededor de los protagonistas logran sostenerse gracias al buen equilibrio dramático, romántico y trágico que imprime el experimentado cineasta. Mención aparte para la siempre distinguida labor actoral bajo su mando, que aquí hace lucir a Jennifer Hudson (ganadora del Oscar), Beyonce, Jamie Foxx, pero sobre todo a un Eddie Murphy nunca antes visto en ese nivel histriónico
3 – Kinsey (Bill Condon, 2004)
POR EL FETT
Interesante biopic sobre Alfred Kinsey, pionero de la investigación sexual, y como décadas de estudio lo llevaron a escribir el polémico y trasgresor libro, “El comportamiento sexual en el hombre”, en 1948. Bill Condon dota al relato de momentos incomodos, pero que a su vez enriquecen el desarrollo de sus personajes, en especial los de Neeson y Linney, los cuáles llevan la batuta narrativa, pues Condon decide de manera efectiva centralizar el conflicto en la supervivencia del matrimonio dado un entorno de investigación “sexual”. Sin duda nuevamente estamos ante un biopic por momentos de manual, pero que brilla gracias al buen dominio directivo sobre los momentos actorales, haciéndolo una cinta donde la conversación es el principal protagonista
2 – Mr. Holmes (2015)
POR EL FETT
Pensemos que conexión mística tuvo que haber para que el personaje de Conan Doyle cayera en la manos del otrora novelista Mitch Cullin y este fuera adaptado al cine por Jeffrey Hatcher para que Bill Condon dirigiera a Ian Mckellen gracias a la labor de casting de Lucy Bevan ¿Impresionante no lo creen? Al final todo se resume en Mr. Holmes, una película tan común para poder pasar desapercibida pero tan interesante para poder echarle un vistazo gracias a la labor histriónica de McKellen, el cual logra una soberbia humanización del personaje (un Holmes en decadencia y con demencia senil), lo suficientemente entrañable y realista para convertir a este infravalorado filme en una gran ejemplo de labor histriónica.
1 – Gods and Monsters (1998)
Nominada a mejor biopic de todos los tiempos, la historia sobre los últimos días del trágico y brillante realizador James Whale es escrito y dirigido por Bill Condon de una manera reflexiva y cuasi poética, no solo haciéndole honor a la memoria del cineasta de monstruos, sino al cine general, siendo un ejercicio que encumbra los más altos estándares interpretativos y en o que se refiere a la adaptación fílmica. No cabe duda que Ian McKellen encontró en Condon el vehículo ideal para darle un revulsivo a su carrera fuera de los personajes fantásticos, pero también Condon encontró en el actor el estandarte de su por momentos brillante sofisticación directiva, que aquí alcanza un himno solemne hacia la soledad y la redención en la aceptación