Las 5 Mejores Películas de Charlie Kaufman
Tiene 8 guiones y 3 películas dirigidas, y no solo es uno de los mejores guionistas de su generación ¡sino de la historia!, al menos en lo que refiere dentro del cine americano. Es lógico que ese genio y capacidad artística sea esporádica, y es que Charlie Kaufman, suele verter no solo su creatividad y pluma, sino también todos los aspectos filosóficos, existenciales y de índole personal, en todos y cada uno de sus maravillosos libretos.
Puede que Charlie Kaufman no sea tan buen director, pero como guionista sin duda ha rayado y alcanzado la perfección en varios géneros, siempre adepto a una corriente surrealista que con sus profundad metáforas, deja ver al mundo y a la humanidad desnuda ante aquella pérdida de estribos emocionales en los que cada uno de nosotros nos pudiéramos ver reflejados.
Si bien Charlie Kaufman inició su carrera como guionista televisivo a cargo de varios seriales de comedia, Kaufman encontraría el perfecto complemento de su patente junto a directores como Gondry o Jonze, con los cuáles haría una soberbia dupla en la que descansarían historias de psicología compleja, aderezadas con toques surrealistas y un humor ácido propio de su misma educación en la pantalla chica.
Misterioso y de muy bajo perfil, Charlie Kaufman ha ganado 92 premios internacionales ¡92 en 8 películas! Dentro de los que destacan su Oscar, sus 3 BAFTA y su premio especial del jurado de Venecia. Sin duda, uno de los mejores guionistas en la historia.
Aquí sus 5 Mejores Películas
Bonus – I’m Thinking of Ending Things (2020)
POR EL FETT
Una de las cintas más originales salidas durante la pandemia del COVID, tenía que ser definitivamente de Charlie Kaufman. La implícita frustración de su narrativa responde a uno de los engaños más astutos del guionista (y director), el cual alcanza otro nivel de compenetración surrealista al solo barajear dos personajes y jugar con muy pocos entornos en esta travesía metafórica hacia un último destino, en un peyorativo mensaje hacía la vida misma. Mejor guionista que director, a Kaufman le afecta el encaprichamiento visual sobre su complejo discurso existencial, pero la experiencia en términos generales es tan fantástica como perturbadora, lejos de toda tibieza
5 – Anomalisa (2015)
Por ARQUICRUZ
Una cinta muy honesta y directa, donde vemos la vida de Michael Stone, quien está completamente asqueado y cansado del mundo que lo rodea; ni su esposa, ni su hijo, ni el alcohol, ni nada pueden sacarlo de ese desesperante estado en el que se encuentra. Eso es hasta que se topa con una simple mujer llamada Lisa, de quien se enamora al instante. Si bien la cinta no es del todo buena, con un acercamiento interesante a las relaciones humanas y lo que nos mueves como personas, se queda corta en cuanto a tiempo y en cuanto al punto que pretendía desarrollar. Aún así, Charlie Kaufman logra un retrato entrañable, ágil, rápido y muy humana, sobre las crisis adultas, tanto a nivel emocional como físico (ojo con la escena animada “explícita”, que dio mucho de que hablar).
4 – Synecdoche, New York (2008)
POR URIEL SALVADOR
La obra cumbre de Charlie Kaufman como escritor y director, una inmersión del artista con su creación que abarca el significado de la vida, el miedo a la muerte, la alienación, la lucha por la verdad, la obsesión por la perfección, la búsqueda y pérdida del amor. Toma varios elementos de Fellini y consigue una experiencia que no es fácil ni comprensible a la primera, es disparatada y a veces no tiene sentido, pero que invita a verla varias veces para descifrar su críptico significado. Compleja, inquietante, ambiciosa y profunda como cualquier artista, implica asomarse al interior del alma, domar el dolor guardado hasta hacer las paces con uno mismo y convertirlo en algo hermoso.
3 – Being John Malkovich (Spike Jonze, 1999)
POR EL FETT
Charlie Kaufman es uno de esos artistas que nacieron para abordar, traducir y amalgamar el surrealismo en algo tan entretenido como entendible, tan trágico como verdaderamente tétrico. Si queremos hablar de surrealismo en una de sus más puras expresiones, he aquí como ser John Malkovich, un actor de Hollywood al cual se le es descubierto un portal hacia su mente en un piso intermedio dentro de un edificio corporativo. Más allá de una auto interpretación y/o de una confirmación de su estilo como un ente frío y despreciable, Malkovich (¿o será Kaufman?) logra una compleja auto parodia que lo llevó a enmarcar su apellido dentro de la cultura pop y la corriente surrealista en una de las mejores y más originales películas de los últimos tiempos.
2 – Adaptation (Spike Jonze, 2002)
POR EL FETT
Un drama que al borde de lo surreal, que logra encausar uno de los mejores, más entretenidos y complejos auto relatos en la historia fílmica. El majestuoso libreto de Charlie Kaufman es una auto sátira al proceso creativo fílmico y de la escritura, de donde el afamado guionista divide su personalidad entre el cine de autor y el comercial a través de dos personajes, dos gemelos interpretados con una impresionante solvencia, versatilidad y credibilidad por un tremendo e irreconocible Cage, el cual logra captar ambas extensiones de Kaufman y transportarlas a un relato que alrededor de su doble actuación se construye la tensión, la comedia, la camaradería y un final de lata carga emocional. Joya.
1 – Eternal Sunshine of a Spotless Mind (Michel Gondry, 2004)
POR EL FETT
En una fábula que enfrenta al avance tecnológico contra un concepto abstracto del humano semi dogmático: el destino, el eterno resplandor refiere a ese halo ideológico que se erige y vence al objetivo tecnológico, siendo Carrey la víctima humana de dicha evolución, escapando de él mismo para encausar a través de su trágico Joe, una de las mejores odas románticas y de SF de todos los tiempos. La capacidad dramática que Carrey imprime a su conmovedor personaje, es el cimiento en el que Charlie Kaufman manifiesta nuevamente su ciclo de toxicidad no solo ahora ante el mundo artístico, sino ante las relaciones humanas, construyendo otra extensión de su ser y posicionando a Joe como un ser sumamente empático e identificable dentro de las referencias románticas de la cultura pop de al menos dos generaciones (X y Y)