Las 5 Mejores Películas de Claudia Cardinale
Musa de Visconti, de Leone, de Fellini, de Italia, del western, del drama de época, del cine ¡De todos! Claudia Cardinale se posicionó tanto como uno de los principales sex symbols del cine, como en una actriz de gran talento, vinculada a personajes sensuales pero fuertes, con carácter y que equilibraban a la orden de estos y otros grandes directores, sus dotes físicos y dramáticos para conseguir memorables papeles.
Algunos la recuerdan solo por su belleza, la cual es y será indiscutible, pero las virtudes de Claudia siempre estuvieron más allá de sus rasgos físicos. ¿Sino como se explica que haya trabajado con Federico Fellini, Sergio Leone o Luchino Visconti, entre tantos otros?
Nacida en La Goleta, Túnez, un 15 de abril de 1938. No tardaría mucho en aparecer en la pantalla grande: sería en el año 1958, con tan solo 20 años de edad, en la cinta Goha, dirigida por Jacques Baratier, y en la que le trabajaría junto a Omar Shariff. En ese mismo 1958, le llegaría el éxito internacional, al participar en una de las grandes cintas de comedia a la italiana; la inolvidable Los desconocidos de siempre, o Rufufú, realizada por Mario Monicelli, y en la que le toca actuar a la par de algunos de los actores más grandes que dio el cine italiano, como Vittorio Gassman, Marcello Mastroianni, Totó o Renato Salvatore.
Los años siguientes serían de crecimiento y popularidad para Cardinale. En un principio trabajaría con algunos cineastas de cierta relevancia, como Pietro Germi, Nanni Loy o Luigi Zampa, siendo la década posterior su mejor momento desde lo interpretativo. Uno de los motivos sería el hecho de actuar en reiteradas ocasiones bajo las órdenes de Luchino Visconti: primero en Rocco y sus hermanas, un film trascendental, sin duda alguna, pero recién sería en El gatopardo filmada en 1963, que se daría una de las apariciones más recordadas de la actriz italo-tunecina. Ese mismo año pasaría algo similar con 8 y 1/2, del emblemático Federico Fellini.
Sus cualidades interpretativas, combinada con su peculiar belleza, la transformarían en una de las figuras claves del cine europeo de la época.
Aún en activo y con más de 120 títulos, celebremos los 84 años de Claudia Cardinale con sus mejores películas
7 – The Pink Panther (Blake Edwards, 1963)
Por El Fett
Uno de los estandartes de la parodia, de una magnitud humorística avasallante y que dio lugar a uno de los mitos cómicos más prolíficos de nuestra era con el Inspector Jacques Clouseau y la figura de la Pantera Rosa, que aquí no es más que una joya, objeto de la hilarante situación criminal. Sin duda alguna, la exquisita presencia y el gag cómico de Sellers nunca hubieran sido los mismos sin el estilo y desarrollo de su director, los cuales poco imaginaron que de aquí se desprendería no solo una saga fílmica (venida a menos con cada secuela y remake) y uno de los seriales animados más queridos. Por su parte, la sensual presencia de Cardinale otorgaría sofisticación al relato, exponiéndose a Hollywood de una vistosa y magnífica forma
6 – The Professionals (Richard Brooks, 1966)
Por El Fett
Cardinale se convertiría también en uno de los iconos por excelencia del western. Dos papeles principalmente forjaron su mito, el primero de ellos una misión de rescate de cuatro forajidos por la que se supone es la prometida de un acaudalado empresario ferroviario del salvaje oeste. El giro de la trama se centra en su personaje, el cual escapa del cliché de la “damisela en peligro”, para convertirse en la damisela que pone en peligro a todos. Una de las mejores combinaciones entre el western y el cine de aventuras, y que incluso fue reconocida en el rubro de su dirección dentro del sindicato y con nominaciones al Oscar (que incluyeron fotografía y guion). Podemos apuntarla como uno de los grandes westerns y estandartes del género
5 – 8 ½ (Federico Fellini, 1963)
Por El Fett
Fellini decidió que su extensión actoral fuera Marcello, dejando que a través del espontaneo talento del actor, se explayaran sus miedos más íntimos hacía el quehacer cinematográfico en una oda semi autobiográfica que sigue siendo tan legendaria como cuestionada gracia a su híbrido entre dos corrientes o tonos contrarios: el neorrealismo y el surrealismo. Por su parte, la confrontación femenina vendría desde varios frentes y rostros, uno de ellos el de Cardinale, que por primera vez sería escuchada con su ronca y sensual voz, pues antes de Fellini a la actriz le era removida su tono debido a que muchos directores la consideraban “no acorde” a sus otros “dulces atributos físicos”. Su presencia aquí es poco más que exquisita.
4 – La Muchacha de la Valija (Valerio Zurlini, 1961)
Por Edgar del Valle
Película de producción italiana, dirigida por Valerio Zurlini, en la cual se narra las vicisitudes de una pobre y bella muchacha – encarnada por la Cardinale- que es seducida por un hombre de dinero, que la deja sin motivo alguno. En su pretensión de localizarlo en su mansión y ser rechazada, el hermano del seductor siente lastima y le ofrece ayuda, enmarándose inevitablemente de ella. El buen tratamiento al tema y la actuación de la actriz permiten que la cinta no se convierta en un melodrama más y aporte una mezcla de comedia dramática y crítica social. Cardinale recibió el premio Donnatello como mejor actriz y la película estuvo nominada a la Palma de Oro en el Festival de Cannes.
3 – Fitzcarraldo (Werner Herzog, 1982)
Por El Fett
Más que la conversión de un hecho y personaje real en una grandilocuente aventura épica; repleta de humor negro, dramatismo y por supuesto adherida a ese aire megalómano que progresivamente hará caer a su antihéroe en una espiral demencial, esta soberbia cinta es quizá la más cínica analogía – autobiografía fílmica de un director que se sabe genio, demente y sustancialmente “orgulloso” de su rara magnificencia. Herzog quizá haya construido la mejor película “pretenciosa” de todos los tiempos en la historia del empresario caído en desgracia, Fitzgerald, al cual se le ocurrió construir un teatro de ópera a las orillas del Amazonas. Cardinale da una interpretación precisa y acorde a las excentricidades de Herzog, en lo que quizá sea su última gran aparición
2 – Il gattopardo (Luchino Visconti, 1963)
Por Edgar del Valle
Aunque quizá de menor relevancia dramática, aquí se daría una de las apariciones más recordadas y mediáticas de la actriz italo-tunecina, la cual es capaz de demostrar su gran talento actoral a lado de un Lancaster que dicho sea de paso, se come la pantalla. El filme suma drama, historia, romance y guerra, en el octavo largometraje de Visconti basado en la novela homónima de Giuseppe Tomasi di Lampedusa. Es una profunda reflexión acerca de la decadencia social, y en donde Cardinale y Delon lucen en roles secundarios correctos y de gran presencia, tal vez también utilizados para resaltar la promoción europea del film dadas las imposiciones de la productora al tener a Lancaster en el protagónico
1 – C’era una volta il West (Sergio Leone, 1968)
Por El Fett
Leone basa la excelencia de este clásico en la tridimensionalidad de 4 ases, y tal como lo dicta su título, construye una fantasía que busca y logra abarcar todos los elementos del género; desde el asesino más cruel, el pistolero en busca de venganza y la pandilla forajida, hasta temas tan complejos como la violación y maltrato femenino, la sindicalización criminal y la industrialización del salvaje oeste en un ambiente tanto caótico como utópico. Leone expone con un ritmo lento y amante de los detalles, una visión preciosista que llega a consumarse gracias a la inclusión de tan peculiares personajes que, como sacados de un cuento de hadas, se convierten en los partícipes de esta oda llena de misticismo. El western nunca se había visto tan empoderada mente femenino, y eso fue gracias a Cardinale