Las 5 Mejores Películas de David Strathairn
Actor mayormente de teatro, aunque David Strathairn ha estado presente en el cine desde mediados de los 60, no sería hasta entrado el nuevo milenio cuando alcanzaría la fama y el reconocimiento, la misma que le llegó con una nominación al Oscar y varios premios bajo la dirección de George Clooney.
Un solvente actor de reparto, usado mayormente para villano cínicos o en contraparte para hombres de perfil paternal, Strathairn cuenta a la fecha con poco más de 130 créditos entre cine y televisión, haciéndose de una decena de premios y aún en activo a sus 75 años
Aquí sus 5 Mejores Películas
5 – A League of their own (Marshall, 1992)
Cn el paso del tiempo se ha convertido en una de esas películas imperativas para los rellenos televisivos (con calidad). Está adorable construcción histórica sobre la fugaz liga de baseball de mujeres despliega las mejores cualidades dramáticas y cómicas de sus inmiscuidos, incluyendo a un grupo de actrices novatas o fuera de su entorno (O’Donnell y Madonna como principales ejemplos). Davis lleva la batuta de este relato de fortaleza y motivación femenina frente a la adversidad social y bélica. Muy divertida y emotiva por momentos, incluso hasta el condescendiente y cliché final funciona gracias al carisma de su reparto, entre ellos Strathairn como uno de los principales promotores de aquella liga
4 – Nomadland (Zhao, 2020)
McDormand ha logrado lo que pocas actrices, sin cirugías, maquillajes, movimientos mediáticos o promoción, y a base de puro talento, se posiciona como una actriz de primer nivel, al grado de todavía poder convertir un producto de lo más inflado y mediocre en una pieza de valor neorrealista gringo solo por su presencia. La transformación de McDormand fue total ¡Brutal! incluso jugando a ser una infiltrada en este estilo de vida durante un par de años y consiguiendo trabajo de real obrera en supermercados y fábricas ¡Nadie sabía quién era! Una desdibujada ganadora de Venecia y el Oscar, que ve en McDormand su principal fortaleza ¡Pero no hay que olvidar a Strathairn! El cual hace un sobrio papel de reparto que incluso pudiera haber merecido otra nominación a Oscar.
3 – The Bourne Ultimatum (Paul Greengrass, 2007)
El Ultimatum” es la cinta más cercana a la fantasía “tipo Bond” dentro del rubro del espionaje Bourne, sin embargo la dupla Gilroy – Greengrass se las arreglan para incrustar con mucha credibilidad un “nuevo pasado y origen”, a la par de seguir desarrollando la psicología de nuestro trágico y amnésico agente. Así pues la ahora falsa conclusión (con su elogiable pero muy forzada cuarta parte) tuvo incluso en su momento una doble funcionalidad: la de una precuela y secuela, tratamientos que podría volver loco a cualquiera, menos a un Gilroy y a un Greengrass que ya para esa altura se encontraban totalmente inmiscuidos y enamorados de la supremacía de su relato. Strathairn se hace cargo del villano institucional, llenado de manera eficaz el vacío de Cooper y Cox
2 – L.A. Confidential (Curtis Hanson, 1997)
Quizá el gran último noir, y que en 1997 debió ganar el Oscar. Cine de alto nivel y un libreto que raya en la perfección, la cinta presume varios de los mejores momentos del cine de trama criminal gracias a la multifacética labor de 3 arquetipos policiales, distintos en personalidad y en objetivos, pero unidos por una sola búsqueda criminal. La revolucionaria narrativa hace que tanto estas tres figuras, como el espectador, queden perplejos ante el giro de tuerca que da la trama, dando uno de los más grandes villanos de los 90, a cargo ni más ni menos que de Cromwell. Ahora bien, no olvidar al otro gran villano de la cinta, un cínico magnate de la pornografía interpretado con gran carisma y presencia por David Strathairn, pieza clave de la trama
1 – Good Night and Good Luck (Clooney, 2005)
Todo mundo se debería llevar de tarea esta semana revalorar esta injustificadamente olvidada cinta, y es que Clooney no solo salió con la puntada de llevar a cabo una de las mejores películas sobre la tensión periodística de los medios, sus anunciantes y la política, sino que también con habilidad y elegancia técnica, proveyó con su claustrofóbico blanco y negro una fabulosa introspección hacía sus personajes en menos de 90 minutos de desarrollo ¡La sorpresa directiva del nuevo milenio! Si me lo preguntan. Las actuaciones y la fotografía son tan precisas que el espectador puede dejar pasar una puesta más teatral que fílmica. Con nominación al Oscar, Strathairn está en otro nivel histriónico ¡Excelso!