Las 5 Mejores Películas de Domhnall Gleeson
Dicen que el talento siempre se salta una generación, pero parece que con Domhnall Gleeson no es el caso, siendo el orgullo de su padre, Brendan Gleeson, al seguir sus pasos como un buen actor. Aún muy joven (hoy cumple 41 años), Gleeson comenzaría su carrera con participaciones muy breves pero de gran impacto mediático, una de ellas en la saga de Harry Potter, misma que catapultó su rostro al estrellato, y que con cierto nepotismo (acompañaría a su padre en varios papeles), demostraría con creces su talento y versatilidad en roles dramáticos y/o románticos.
Aunque se encasilló por un momento en roles “coming of age” con temáticas de exploración emocional más profunda, poco a poco se fue deshaciendo de ese arquetipo con participaciones antagónicas o excelentes roles secundarios. Aunque en los últimos años no le han salido las cosas como quisieran, estamos seguros que el apellido y el talento pesarán, permitiendo quizá en un futuro que ese top se amplíe.
Aquí sus mejores películas
Mother! (Darren Aronofsky, 2017)
POR EL FETT
Para su servidor, la mejor película en su año. La controversial propuesta surrealista es una metáfora de registro espiritual y social, donde su lógica emana de la comprensión de dichos temas gracias a una simbología que progresivamente va creciendo y obviándose, dejando que el espectador resuelva sus dudas dependiendo de su nivel de raciocinio, apertura o negación. La ignorancia no es una opción, pues a pesar de su abstracción, en la fábula especulativa hay momentos reflexivos que otorgan la oportunidad de aceptar o rechazar el contenido, pues si bien el gusto no es debatible, la calidad es ineludible en todos los sentidos. En otras palabras, esta es la Biblia según Aronofsky, y es un logro fílmico mayúsculo. Domhnall Gleeson hará de un tétrico simbolismo a Caín.
The Revenant (Iñárritu, 2015)
POR EL FETT
Más imágenes que texto, dicta vulgarmente un canon publicitario en el que varias compañías se desviven por hacer de su marca la protagonista real de sus campañas. Tal vez eso tuvo en mente Iñárritu, pues como buen ex publicista, dejó que su compadre y eterno socio, El Chivo Lubezki, le sacara las papas del fuego haciendo el que quizá sea el western más estilizado y ostentosamente visual de la historia, una maravilla fotográfica que deja en un segundo plano la odisea de venganza del trampero Glass para que esta sirva solo como excusa para engalanar el paso del Chivo mexicano. Así pues, Libezki presenta una de las marcas más brutales del género western; Domhnall Gleeson tendrá un buen papel secundario con protagonismo hacía el clímax del film.
Ex Maquina (Alex Garland, 2014)
POR ARQUICRUZ
Un programador (Domhnall Gleeson) resulta ganador en un concurso dentro de su empresa, y como premio, podrá ir de vacaciones a conocer al Steve Jobs de su ficción, un hombre llamado Nathan, quien vive recluido en lo más profundo de unas lujosas y avanzadas instalaciones dentro de unas montañas. Bajo esta premisa se plantean las preguntas de siempre, ¿Hasta dónde es ético la creación de un robot que simula ser un humano? ¿De qué sirve darle emociones humanas a un software? ¿Son las emociones la clave de nuestra destrucción? ¿Para qué quieres imitar la vida? o mejor dicho ¿De qué diablos te sirve imitar a un ser humano? Una muy infravalorada y olvidada pieza de SF moderna, que nos regaló como bonus un bailecito inolvidable del guatemalteco
Barry Seal: American Made (Liman, 2017)
POR EL FETT
Relato mafioso de toques “cómicos” y encantadores donde la desgracia de un individuo es narrada de manera satírica y hasta empática por uno delos cineastas que en los últimos años ha sabido encausar el talento de Cruise más allá de la SF y la acción. Quizá aquí haya que hacer un espacio a la también excelente colaboración de director – actor en Edge of Tomorrow, pero es con “Barry Seal” donde Cruise no solo construye un antihéroe americano adorable y ajeno a todo sentido moralino, sino también retoma cierto nivel histriónico al dejar por momentos su encasillamiento “imposible” y dotar a este traficante de una compleja y “agradable” personalidad. Lo mismo sucede con Domhnall Gleeson, que aquí actúa como un cautivante y carismático villano
Frank (Lenny Abrahamson, 2014)
POR EL FETT
Incapaz de aún definir con exactitud lo que Abrahamson quiso transmitir, lo único que queda claro es que Frank no solo es uno de los primeros y más fieles testimonios del entorno musical de la generación Z, estancado en ese gran pozo sin fondo y sin definición precisa de lo que se denomina como “alternativo” ¿Es Frank una sátira del en ocasiones sin sentido origen de este “género”? ¿O tal vez una gran crítica a toda una estirpe juvenil asentada en esta década? No lo sé, pero lo que si se es que Fassbender parte el corazón al mismo tiempo que brinda esperanza con una actuación que no necesita mostrar su rostro para definir sus emociones. Por otra parte, la mejor actuación de Domhnall Gleeson responde a la necesidad de poner rostro y drama a esta esperanzadora tragedia