Las 5 Mejores Películas de Edgar Wright
Nacido el 18 de abril de 1974 en Poole, podemos considerar a Edgar Wright como un todoterreno: es director, productor, guionista y hasta actor. Sería la angustia que experimentó debido a su cobardía por besar a una chica el principal detonante en su carrera. Empezaría con el pie izquierdo con un western de dudosa calidad, pero conocería en el camino a Simon Pegg y Jessica Hynes, con quienes haría equipo para crear la serie “Spaced”. A partir del éxito en televisión se le daría la confianza para empezar su trayectoria en el cine con una comedia romántica que daba la casualidad de tener zombis.
Aquel fracaso amoroso se convertiría en el pilar de sus historias, casi siempre sobre un individuo ordinario enfrentándose a situaciones extraordinarias y fuera de lo común, casi siempre para generar un cambio en su sociedad o recuperar al amor de su vida. Todo envuelto en un tono satírico, un amplio uso de música popular expresiva y una edición endiabladamente ágil que incluye planos secuencia, zoom in, transiciones, movimientos panorámicos y cortinillas. Venido a menos desde su arribo a la industria hollywoodense, celebremos su cumpleaños con sus mejores 5 películas (y no, no está “Last Night in Soho”, no insistan).
Bonus – Baby Driver (Wright, 2017)
POR URIEL SALVADOR

5 – Ant-Man (Peyton Reed, 2015) – Guionista
POR EL FETT
Un sorpresivo impacto de entretenimiento y astucia narrativa. La aventura cómica y de mucha acción ha aguantado el paso del tiempo gracias a distintos factores que la valoran muy por encima de otras producciones del UCM: un villano amenazante y solvente en su interpretación, con la suficiente estructuración para creerle sus osadías; el carisma de Rudd y por ende la química actoral que se ocasiona a partir de su comedia, sin olvidarnos del entrañable secundario de Michael Peña (lo mejor de la película); el último y más importante, que a pesar de la base humorística, Reed es capaz de imprimir momentos de verdadera tensión o suspenso, ya no digamos emotivos, pues duele más ver morir a una hormiga que por ejemplo a Loki.
4 – The World’s End (Edgar Wright, 2013)
Por El Markovich
La entrega final y el clímax de la “Trilogía Cornetto” es considerada por muchos la menos fuerte de las tres, pero para mí tiene varias cosas que la hacen grandiosa. Inicia como una comedia cualquiera en la que un grupo de cuarentones se reúne para hacer un recorrido de bares, pero en un parpadeo, la historia da un twist y se convierte en una comedia sci-fi en la que los dones, liderados por un nefasto héroe (Simon Pegg), deberán huir de una invasión extraterrestre, beber una cerveza en cada pub y de paso salvar al mundo. Probablemente tenga los mejores gags de la Trilogía, por ejemplo “el sándwich de mermelada” y “let’s bubu”. Así como pequeños easter eggs y detalles como la relación del nombre de cada bar y lo que viven nuestros héroes. Recuerdo la sorpresa de las pocas personas que estaban en la sala con el twist de narración y como salieron sonriendo con este divertido absurdo.
3 – Hot Fuzz (Edgar Wright, 2007)
Por Uriel Salvador
A través de un montaje ágil y endiablado, Edgar Wright parodia a las películas de acción ochenteras, en las que no había asomo de inteligencia por ningún lado y que, mientras más intentaran tomarse en serio, más nos hacían reír. Aunque se vuelve predecible conforme avanza y se adhiere a los mismos clichés de los que se burla, el tono paródico y bromista hace a los chistes más hilarantes. La pareja conformada por Simon Pegg y Nick Frost tiene muy buena química y permite que la comedia también sirva a modo de homenaje a la misma historia, consiguiendo una divertida combinación de thriller con bromas muy originales.
2 – Scott Pilgrim vs The World (Edgar Wright, 2010)
POR EL CINE ACTUARIO
Desde su sinopsis acerca de un joven palurdo que tendrá que derrotar a los 7 malvados exnovios de la chica de sus sueños para poder estar con ella, uno se da cuenta del nivel de absurdez que tendrá la película; el no tomarse tan en serio le permite tener un ritmo vertiginoso, con un estilo visual y una narrativa que, con varios gags y elementos del mundo gamer, quizás sea el representativo (visual) más cercano en el séptimo arte del “videojuego”. La mofa de los traumas generado por relaciones de pareja antiguas y la falta de sanidad mental y madurez para resolverlos, genera una carga y lucha en las contrapartes en las relaciones futuras (esto a través de la lucha de los ex), lo cual da un sentido de burla a los arquetipos impuestos por los “chick flick”. Sería una estupenda propuesta y una excelente carta de amor al último tramo de la generación millennial, de no ser porque el final comete el pecado de “tomarse demasiado en serio”.
1 – Shaun of the Dead (Edgar Wright, 2004)
POR EL FETT
Cinco años antes de “Zombieland”, y para los que pensaban que el cine con temática zombie sólo se hacía en el país americano, esta divertida película inglesa nos da un enfoque más cómico de un tema que durante mucho tiempo había sido completamente “serio”. Escenas completamente bizarras y diálogos con el acento característico y el humor de Simon Pegg, Shaun of the Dead es una de las parodias del terror más equilibradas, tan chistosasy ridículas, como terroríficas y funcionales por igual. Wright toma muchas referencias de los filmes de Romero, sobre todo en su alegoría hacía el consumismo, para construir un placentero show de gags con sangre que se adaptan a la época y que de cierta forma inyectaron de vitalidad al tópico.